La muerte
Esto es de viajes en el tiempo, no se me espanten
La clase del End.
La peor clase de toda la secundaria Kunugigaoka.
Había asesinado a su profesor pulpo asesino mutante hace ya veinte años.
Se habían vuelto salvadores del mundo y las mayores armas de Japón.
Pero, ese poder y ese estatus no fue gratis.
Primero, su profesor principal: Koro-sensei.
Diez años después, fue Irina. Emboscada por los hombres del hijo de una de sus antiguas víctimas. La asesina no pudo defenderse, llevaba consigo a su hijo de tres años y tenía un embarazo avanzado de siete meses. Karasuma no estuvo para defenderlos por un grave accidente en una misión de último minuto. Para cuando Sumire y Kayano, las más cercanas al lugar, llegaron, ya era tarde, tanto la rubia como el niño estaban muertos.
Y ahora, exactamente diez años después, nuevamente un trece de marzo, perdieron a su único maestro restante: Karasuma. Las secuelas de aquella misión, sumado a la pérdida de su familia, solo lo mantenían agonizante, hasta que sus alumnos, cumpliendo su petición, acabaron ese sufrimiento.
--No entiendo que tiene el mundo con nosotros ese día. -- renegó Nagisa mientras dejaba las flores sobre la tumba de su profesor. Misma que se encontraba junto a la de su familia y la de los otros dos profesores del 3-E.
--Lo sé. Es como sí quisieran recordarnos cómo seguimos fallando en proteger a nuestros maestros. -- concordó Kayano entre lágrimas. -- Y no solo la profesora Irina y el profesor Karasuma, sino también el pequeño Kenji y la pequeña Miwa. Él tenía mucho por lo que vivir y ella aún no había nacido. Pude haber sido más rápida pero fui lenta y no llegué a tiempo.
--No fue culpa tuya. -- respondió Hara. -- Era yo la que debía estar con ellos. Yo estaba ahí y solo me un momento. Pero Kenji olvidó su juguete y no quería verlo llorar y regrese por él. Fue mi culpa. Yo…Yo no estuve ahí.
--No fue culpa de ninguna. -- declaró Karma. -- El Karasuma nunca culpó a ninguna de las dos porque no fue su culpa. No deshonren la memoria de ninguno de ellos culpándose de esa manera. La culpa fue solamente de quienes jalaron el gatillo contra una mujer embarazada y un bebé.
--Fue por eso que los asesinamos a todos. -- concordó Itona.
Tras un pequeño rezo para sus maestros y los niños, hicieron lo que cada año. Pusieron enormes mantas en el suelo y sacaron de dentro del aula canastas de comida. -- Por los que ya no están. -- brindó Sugino mientras alzaba su vaso.
--Por los que ya no están. -- el resto imitó la acción del antiguo jefe de grupo, para luego los veintiséis alumnos con cuerpo físico beber su contenido.
Cada año, para conmemorar la muerte de sus profesores, tenían una pequeña comida en grupo, llevando sus platillos favoritos.
Incluso con su perdida, ellos sabían que no los habían abandonado, pues sus almas regresarían cada año a ese edificio para hacerles compañía.
--¿Sabían que es de mala edición interrumpir el luto de alguien? -- cuestionó Sugino a las figuras que comenzaban a acercarse ellos, saliendo de entre los árboles, cargando armas largas con ellos. --¿Quiénes son?
--No me conocen, pero yo a ustedes sí. -- respondió el que parecía ser el líder, un hombre encapuchado. -- Los he seguido de cerca desde que asesinaron al pulpo ese.
--Eso no respondió la pregunta.
--Diganme Kuro. -- respondió, el encapuchado. -- Estuve involucrado en el proyecto de los Tentáculos y, por culpa de ustedes y sus estúpidos maestros, me dejaron en la calle y pasé años en la cárcel.
--No fue nuestra culpa que tu estuvieras mal de la cabeza. -- respondió Terasaka. -- Ahora, lárgate antes que te partamos la madre.
--¿En serio creen que podrán detenerme? -- pregunto confiado.
--Déjame decirte algo. -- inició Karma, mientras él y el resto comenzaban a sacar armas de todos lados. -- Tú y yo, mano a mano. Te partiré en dos.
--Intentalo. -- respondió entre risas burlonas, mientras sus hombres abrían fuego contra los asesinos, quienes no dudaron en responder con sus propias armas.
El tiroteo era un 1 vs 15, a favor del enemigo, sin embargo, aquello nunca detuvo a los del 3-E, quiénes venían derrotando a sus enemigos con sus propios estilos.
Nagisa los asesinada con sus golpes certeros; Karma, pese a que no lo demostraba, disfrutaba del sufrimiento de aquellos que interrumpieron su luto y el de sus compañeros; Terasaka aplastaba los cráneos de sus enemigos con su gran fuerza, para luego usar los cadáveres para derribar a los demás y tomar una nueva víctima; el resto, bueno, cada uno tenía sus estilos con los que terminar con sus víctima.
--Bien, creo que el chiste te salió mal. -- declaró Akira/Kaede cuando solamente quedaba Kuro de pie.
Habían ganado.
Pero se sentían terriblemente mal.
--Al contrario, me salió perfecto. -- respondió mientras reía maniaticamente. -- Cayeron justo en mi trampa.
Cada segundo que pasaba solamente se sentían peor.
La vista se les tornaba borrosa, el sudor corría por sus cuerpos, un frío inexplicable se apoderaba de ellos.
Y, sobre todo, se sentían cansados.
--La sangre de esos idiotas tenía veneno que se propaga en el aroma. -- explicó. -- Use su especialidad en su contra.
Ganaron la batalla, pero perdieron la guerra.
--No veremos en el infierno. -- soltó Kuro al ver como todos comenzaban a caer rendidos al suelo. -- Oh, no se vayan a preocupar por la IA esa, ya la borre de todos lados, me costó una fortuna, pero lo hice. -- aquello fue lo último que casi todos escucharon antes de morir.
--Vuelve, infeliz. -- gruñó Karma, que era el único que seguía de pie. -- Te asesinaré a golpes.
--Apenas y puedes mantenerte de pie, Akabane. -- soltó burlón. -- Solo rindete. No lograrás nada.
--¿Quieres ver que sí? -- con mucho esfuerzo, Akabane sacó un arma de su bolsillo. -- Tal vez no pueda darte un tiro directo a la cabeza. -- admitió, mientras apuntaba el arma directo a la tumba de sus profesores. -- Y seguro que la señorita Irina me regañara por dañar la tumba que hizo, pero lo entenderá.
--¿Eh?
Karma no dijo más. Solamente jaló el gatillo en dirección a la lápida, misma que, al entrar en contacto con la bala antiprofesor causó una explosión, misma que causó una reacción en cadena con los químicos y materiales altamente volátiles de dentro de su antigua aula.
-- Bienvenido al infierno. -- fue lo último que dijo antes de morir de pie, solo segundos antes de que las llamas lo consumieran a él y a Kuro.
Que final tan feo, no me gusto. Los llevaré de vuelta y más les vale entretenerme igual que la primera vez.
Se hizo lo que se pudo.
No iba a subir este primero, iba a ser uno de Nanami volviendo a su yo de secundaria, pero no me comvencio y lo voy a reescribir.
También iba a ser uno basado en un fic en dónde varios volvían al pasado como maldiciones, pero ya lo reescribi y tampoco me convenció :p
Btw no han sido buenas semanas para mi, pasaron muchas cosas y valió kk así que vine con mis niños a ser feliz ahora y sufrir en el futuro por no poder actualizarlo todo :p
So bye
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