-¡Alucard! ¡No aguanto más!-gimió Hanzel

-. Un poco, más, Hanzel, soportalo.-le contestó el rubio a regañadientes

-¡Aluca-!

Y vomitó.
Hanzel tenía las mejillas rojas y apestaba a licor, Alucard miró detrás suyo, Sypha estaba tratando a Trevor y bueno, el...

-. No lo vuelvo hacer en mi jodida vida.-sentenció Hanzel

Unas horas atrás....

El pueblo se encontraba en un estado deprimente y lúgubre. La mayoría de personas yacía limpiando el desastre de las criaturas nocturnas, otras vendiendo lo que quedaba. Dejaron el carruaje junto con los caballos cerca de una granja.

-Nos serviria de Hostal.-comentó Trevor al dueño de dicha granja-¿Quién está a cargo?

Alucard paso la vista a su al rededor, apestaba a muerte. No iba a ser una noche tranquila.

-¿Todavía quieres cooperar con Dracula?-le recordó el rubio a Hanzel que miraba como un grupo de perros sarnosos se comían los desperdicios de lo que fue humano

A Hanzel se le formo un nudo en la garganta y la bilis se le asomo en la campana de la garganta. El sonido de los cuervos hicieron eco en todo el lugar.

-. Espero no encontrarme con ningún sacerdote.-añadió Sypha

-La mitad del pueblo está hecho un desastre. Lo mejor sería dividirnos y buscar información.-señaló Hanzel

-No nos dirán nada distinto, ¿Sabes?-contradijo Alucard-. Sypha, ¿Estas segura de que Trevor es bueno negociando?

-. Irónicamente, en estos casos confío en su sensatez.-contestó la orador

Alucard y Hanzel tenían una expresión de: "¿En serio?" Fue entonces que el mitad humano se sorprendió de ver que Hanzel estaba tomando su camino.

-¿a donde vas?-preguntó Sypha rápidamente

-. Iré a sacar algo de información y revisar si es seguro quedarnos aquí.-respondió-. Los veré más tarde.

La rubia se fue alejando poco a poco, Alucard sintió la necesidad de decirle que no fuera sola, pero se detuvo. ¿Por qué? Esa pregunta se repetía en su cabeza.

-Anda, dilo.-refundido Alucard

-. Te gusta.-sonrió Sypha

-Para nada.-contradijo

-Por favor, no me puedes engañar-apuntó Sypha-. Anda, acompañala.

Alucard estaba por contestar cuando una voz se le adelanto.

-Si, ve. Quizá puedan sacar buena información juntos-Trevor recalcó la palabra 《informacion》-. Mientras yo iré a buscar una taberna o algo parecido

-¡Trevor, estamos en una situación difícil!-apuntó Sypha

Y finalmente vio a Trevor y a Sypha irse juntos, peleando y teniendo una química incomparable.

Las campanas sonaron, quizá anunciando el toque de queda, aún había luz del sol, pero se imagino que quizá era la primera llamada. Observó el camino por el que se había ido Hanzel. Se fue por el contrario.

* * *

Carmilla

-. Si, eso estoy haciendo. Esta mañana confirme mi teoría.-contó a sus hermanas-. Nuestra gatita está más cerca de lo que imagine

-Has hecho muy buen trabajo, Carmilla-le contestó Striga-Hay que traerla aquí cuanto antes, ¿Que pasó con Godbran?

-. Lo he estado buscando, no aparece por ningún lado.-espetó la peliblanca-. Pero no se preocupen, también me entere de que el hijo de Dracula está cerca.

-. Un obstáculo más.-apuntó Leonore

-No mientras tenga a mi lado al maestro forjador.-sonrió con malicia Carmilla

-¿"Maestro forjador"?-repitió Morana

* * *

Hanzel

-. Fue atacado por las bestias anoche, pero aún así, ¡Se que sobrevivirá!-gritó una mujer desconsolada

Hanzel había entrado a la casa quizá menos indicada, pero algo le decía que fuera ahí. Aquella madre aún no aceptaba el hecho de que su bebé ya tenía días muerto, apenas y su figura era reconocible.

Observó con detenimiento la casa, llena de sangre y moscas. En el buró, un rosario. Hanzel frunció el ceño al verlo.

-. Cada noche...-contó la mujer-... mi bebé llora.-Hanzel se tensó-Se que tiene hambre y miedo, así que vengo abrazarlo y a calmar sus miedos... pero... ¡No, no, no!-gritó pasando sus manos por la cabeza

Hanzel desconcertada dió un paso atrás, la mujer estaba atemorizada.

-¡Basta, basta!-exclamó azotandose contra la pared

-¡Oiga, espere!-gritó Hanzel-¡Detengase usted...!

-¡Aléjate!-gritó y con una fuerza inhumana quebró la madera que decoraba la ventana

-¡Gretta!-la llamó, la mujer que tenía la respiración agitada y había entrado en su paranoia miró a Hanzel -¿Así te llamas, no es cierto?

El rostro de Gretta se relajó, pero eso no sirvió de mucho.

-¿Por que...? ¿POR QUE LO SIGO ESCUCHANDO? ¡NO LO SOPORTO MAS!

-¡Gretta, hay otro camino!

Hanzel ayudo a los que pudo, tratando de desarrollar mejor su poder, pero cuando la vio, ahí, pidiendo ayuda, no pudo negarse. Pero, lo que veía no tenía comparación alguna. Esa mujer se había perdido así misma.

-¡Ya no quiero vivir así!

Antes de que se lastimara Hanzel se apresuró a quitarle la madera, pero una fuerza dos veces mayor, la empujo contra el otro extremo de la habitación.

Se golpeó en la cabeza y cayó, 《¿Pero que...?》 Miró hacia Gretta que estaba forcejeando con algo o con alguien.

-¡Gretta!-le llamó Hanzel

Pero fue hasta que vio la sombra a tra vez de la luz del atardecer. Sonó la segunda campanada.

-¡¡Lo escucho cada noche, no lo soporto!!-añadió Gretta

Hanzel miró el crucifijo, corrió hacia el buró.

-¡Quiere poseerme, quitamelo!-gritó

La rubia sintió como algo la sujetó del tobillo, ¡Pero no los veía! 《Demonios, son demonios》pensó.

- Fac lucem!-ordenó mostrando su palma hacia la sombra

Un chillido ensordecedor la hizo tambalear, pero la tensión en su tobillo desapareció. Apresurada fue directo hacia lo que estaba atacando a Gretta.

-¡Muéstrate!-ordenó

La quinta campanada y lo vió, ahorcando a Gretta, Hanzel salto sobre el. El atacante era una clara muestra de algunas de las bestias de Dracula que conservaban sus memorias. Era del tamaño de un minotauro, las manos de ave y las piernas de un humano.

-¡Vete!-le dijo Hanzel a Gretta que estaba en shock-¡Ahora!

Comenzó a pelear contra el ser, cuerpo a cuerpo.

-¡Te mataré... y tu alma...!-le dijo el ser frente a ella

Hanzel saco su espada, inhaló y dejó que el poder que tanto la estaba matando se adueñara un poco de ella.

-¡Una desconocida, una traición a su pueblo!

Hanzel abrió los ojos y se lanzó contra el.

-¿Que fue eso?-preguntó Sypha volteando

-¿Que?-respondió Trevor mientras compraba algo de carne seca

-¡Ayuda, alguien ayúdeme!-gritó desesperadamente Gretta pero nadie se acercó

-. Esa mujer loca. Por ella es que la mayoría de noches nos atacan.-gruño el carnicero

-¿Que dice?-preguntó Trevor

-Desde que murió su esposo y luego su bebé a causa de las ondas nocturnas de Dracula siempre hace escándalos.-aclaró el vendedor

-. Sin embargo se ve...-comentó Sypha

Escucharon un fuerte estruendo.

* * *

Hanzel ardía en llamas, así como cayó desde el tercer piso de la casa, se llevó consigo a su atacante.

-¡Morirás antes de que te des cuenta, fenómeno de Dracula!

《"Fenómeno de Dracula"》

Y le saco el corazón.

Hanzel estaba alterado y la sangre le hervía. Las llamas bajaron su intensidad y consigo, las marcas se habían hecho más notorias. Miró a su izquierda y ahí estaba Alucard.

-. No me mires...-murmuró Hanzel-. No con esos ojos... tristes...

Y cayó desmayada.

* * *

Hanzel despertó, el aroma a heno lo detesto dos veces más pero entonces lo vio ahí, sentado junto a ella.

-¿Que ocurrió?-preguntó Hanzel

-. Nada de lo que no seas capaz.-le respondió Alucard

-¿y Trevor, Sypha?

Alucard señaló la taberna con el mentón.

Hanzel miró con cierta decepción el lugar.

-Están celebrando que mataste a la bestia.-contó Alucard

-¿Cuanto tiempo llevas ahí?

El no contestó. Hanzel se levantó sacudiendo la ropa.

-. Ven-le dijo- te invito un trago.

Pero quien terminó en el suelo fue otra persona.