once.
—Cariño te quedaras con Jisung hasta que regrese—La pequeña castaña lloraba abrazada a su padre
—Quiero ir contigo papá—Jisung la tomó de la cintura pero recibió una mordida en el brazo—Papá
—No habrá niños en el evento Hye Ri, te quedaras con Jisung—Revolvió sus cabellos castaños—Prometo regresar pronto—Beso la pequeña cabeza de su hija
Hye Ri con un puchero se soltó de la pierna de su padre y se talló sus ojos, Jisung la tomó de la mano brindándole caricias y Minho salió de la habitación del pelinaranja.
—Volverá pronto Hye Ri—La mencionada asintió con tristeza y se sentó en el sofá frente a la televisión—¿Quieres ver televisión?
—No—Dijo entre sollozos. Jisung se acercó y se sentó junto a ella—Jisung..
—¿Si? ¡Ya sé! A los niños de hoy les gusta jugar videojuegos, tengo uno muy bueno en mi teléfono...
—¡No quiero jugar!—Gritó interrumpiendo al pelinaranja
—¿Dormir?—Hye Ri bufó, no se veía ni un poco enojado
—Quiero preguntarte algo—Jugó con sus manos sobre su regazo, Jisung asintió—¿Puedo decirte Sung o Sunggie?
Durante todo el tiempo que lleva trabajando como niñero los pequeños le hacían preguntas relacionadas a otro tipo de cosas como juguetes, cosas de la escuela o teorías pero jamás le habían preguntado sobre apodos. Hye Ri es la primera en preguntarle si le podía hablar con un apodo
—¿Porqué lo preguntas? Puedes llamarme Sung o Sunggie—Le sonrió tranquilizando a la pequeña—Mis amigos me llaman Hannie—Susurró
La castaña se acomodó en el sofá cruzando los pies y miró a Jisung con toda la atención que podía ofrecer.
—Sunggie ¿Podemos ver televisión? ¡Una película!—El pelinaranja rió extrañado
—¿Tan rápido cambias de tema? Vayamos a ver una película
Jisung y Hye Ri se levantaron y caminaron a la habitación prendiendo la televisión en busca de algo bueno para ver y cuando lo encontraron se acostaron y se cubrieron con una manta. La película era una animada que había escogido la pequeña castaña, para Jisung había sido una película bastante aburrida que se había quedado dormido a minutos del final. Hye Ri no tardó mucho en quedarse dormida.
Se acercó al pelinaranja y se acurrucó en él, Jisung no se opuso y abrazó a la pequeña acercandola más a él para esconder su cabeza en su pecho. Fue suficiente para que ambos terminaran en un profundo sueño.
Un par de horas después los golpes en la puerta despertaron a Jisung y con flojera salió de la cama cubriendo a la pequeña con las sábanas. Caminó hacia la puerta y abrió encontrándose con un Minho sonriente.
—Buenas noches, lamento mucho haberte despertado ¿Hye Ri se durmió?—Susurró recibiendo un asentimiento de cabeza
Minho sonrió a un más al ver que Jisung seguía luciendo precioso teniendo el cabello desordenado y rostro adormilado.
—Sigue dormida, se encuentra en la habitación—Señaló hacia la habitación
—Iré por ella—Caminó hacia la habitación dejando a Jisung en la sala de estar
El pelinaranja se acercó a la terraza y suspiró, se había quedado dormido por una hora y media que ni se dió cuenta de que la pequeña también se había dormido.
Admiró el cielo nocturno de Hwajin y lo precioso que reflejaba en el mar junto a la luna brillante, una maravillosa vista.
El castaño con su hija en brazos sonrió ante lo hermoso que se. Veía Jisung bajo la luz de la luna, sacó su teléfono y tomo una foto del pelinaranja admirando la vista, al tomar la foto se acercó a él.
—¿Habias venido a Hwajin antes?—Jisung negó
—Es la primera vez que salgo de la ciudad y la primera vez que veo el mar—Señaló el mar
—¿La primera vez?—Sonrió. Una idea había llegado a él
Jisung asintió y cuando se giró a ver a su jefe éste ya se había ido, frunció el ceño mirando a todos lados cuando rápidamente y en silencio salió Minho de su habitación.
—Ven conmigo—El castaño se atrevió a tomarlo de la mano y salir de la habitación
Minho esperaba por el elevador pero a ver que no llegaba corrió escaleras abajo sin soltar la mano de Jisung.
—¿A donde vamos? Su hija está...
—Date prisa—Interrumpió y continuó corriendo hasta llegar a la salida del hotel, se detuvo tomando aire antes de continuar corriendo
Jisung seguía a Minho con el ceño fruncido, no tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo su jefe. Después de respirar profundamente continuaron corriendo hasta llegar a la entrada del mar.
—Quítate los zapatos Jisung—Minho se quitó los zapatos y calcetines caminando hacia el área de arena
Jisung hizo lo mismo que su jefe además de subir las orillas de su pantalón hasta su rodilla. Con lentitud dió un paso hacia la arena poniendo ambos y sintiendo la textura que tenía.
—¡Vamos!—Mimho volvió a tomar la mano de Jisung y corrió
El pelinaranja siguió el ritmo de Minho al correr haciendo que la felicidad lo inundara, corrió más rápido dando brincos y disfrutando de lo maravilloso que se siente estar pisando arena y correr sobre ella. Se acercaron a la zona donde llegaban las pequeñas olas, Jisung se sorprendió al sentir el agua fría en sus pies pero disfrutó al ver cómo se hundían, una gran experiencia.
Después de jugar y correr eufóricamente por la arena Jisung y Minho se sentaron a una corta distancia de la orilla donde llegaban las pequeñas olas. Ambos admirando el mar, el cielo, la luna y las estrellas que comenzaban a aparecer en el cielo oscuro.
—Jisung, quiero preguntarte algo—El pelinaranja lo miró frunciendo el ceño. Padre e hija hicieron la misma pregunta—Tu información en la hoja de solicitud dice que no terminaste la universidad ¿Puedo preguntarte porqué no la terminaste?—Preguntó Minho apoyando las manos sobre la arena
Jisung sonrió triste y bajó la cabeza, Minho se dió un golpe mental quizá debió ser más cauteloso.
—No tienes que responder si es muy difícil para ti—Jisung no emitió ninguna respuesta pero se acomodó cruzando sus pies
—Es un poco doloroso decirlo—Se encogió de hombros—Fuí criado por mi abuela y gracias a ella tengo estudios, cuando entré a la universidad ella enfermo
El castaño guardó silencio y se acomodó en una posición que le permitiera ver directamente a Jisung.
—Mi abuela nunca quiso que trabajara, siempre me impulsó a seguir con los estudios, dijo que no me preocupara por ella pero cuando menos lo esperé ella... Había fallecido
Minho formó un puchero acercándose al pelinaranja, tomó su mano y le brindó caricias.
—Conseguí un trabajo y logré pagar una colegiatura más en la universidad pero no la completé. Necesitaba más dinero para pagar la renta del departamento, comprar comida y pasajes—Suspiró—No podía con todo así que decidí abandonar la universidad y usé el dinero para saldar las deudas con el servicio funerario
Jisung soltó un largo suspiro, unas lágrimas comenzaban a asomarse pero las limpió rápidamente mostrando ahora una sonrisa nostálgica.
Minho pensó: Así que esa fue la razón por la que ya no lo veía en el campus o en la biblioteca.
—La pasé muy mal en ese momento que estuve a punto de terminar con mi vida—El castaño abrió los ojos y dió un suave apretón en la mano de Jisung—Pero gracias a las lindas notas de un admirador secreto en la universidad pude salir adelante
—¿Admirador secreto?—Susurró
—Si, una semana después de mi ingreso a la universidad comenzaron a llegarme cartas o notas de un chico, solía meterlas por la pequeña rendija de mi casillero
Minho comenzó a ponerse más nervioso, no esperaba que Jisung comenzará a hablar sobre su admirador secreto. Sus manos comenzaron a sudar y soltó la mano de Jisung para limpiar su manos en su pantalón.
—A veces eran románticas o graciosas, hubo un sólo día en que no me envió nada—Rió—Al día siguiente dijo que fue porque no tenía idea de que escribir
Minho recordaba ese día, pasó todo el día pensando en qué podría escribir pero nada llegaba a su mente, no quería ser repetitivo y escribir el mismo mensaje todos los días.. Desde entonces dijo que dejaría fluir sus pensamientos y hacerlo feliz.
—... Pero nunca pude conocerlo o saber de él—Jugó con sus manos y abrió sus ojos al recordar que traía algo en su billetera
Buscó en sus bolsillos su cartera y cuando la encontró revisó cada espacio hasta hallar un pedazo de papel desgastado y doblado. Sonrió al desdoblarlo y leer lo que contenía.
—¿Qué es eso?—Preguntó curioso el castaño
—Es la última nota que me dejó y aún la conservo—Se giró hacia Minho y comenzó a leer
“Eres tan hermoso que las flores
se ponen celosas de la belleza
que posees.
Aún no soy bueno con las palabras
pero lo estoy intentando, aun así espero haberte sacado una sonrisa y tuvieras un momento alegre.
Últimamente luces muy triste,
tu preciosa sonrisa ha desaparecido
siendo reemplazada por una mueca.
Me encanta ver tus diferentes
expresiones...”
—Pero mi favorita siempre será cuando eres feliz mientras lees mis cartas. Con amor, Lino—Terminó Minho mirando a la nada
Jisung miró sorprendido al castaño, volvió a leer la nota. Todo lo que había dicho Minho concuerda con lo que había escrito en el pedazo de papel.
—Tu...—Se puso de pie y lo señaló—¿Cómo...?—Bufó al no poder terminar ninguna pregunta
—¿Cómo lo supe?—El pelinaranja asintió y Minho se puso de pie parándose firmemente frente a Jisung—Por que yo escribí esas notas
El corazón de ambos se detuvo por un segundo, Jisung estaba bastante sorprendido con lo que acababa de decir el castaño, pestañeó varias veces asegurándose de no estar soñando.
—Yo soy Lino—Tragó saliva—Y tú eres mi primer amor, Han Jisung
Lo había dicho, por fin lo había dicho. Apretó sus manos y los labios, los nervios lo habían inundado haciendo que esa seguridad y firmeza desapareciera.
—Tu eres... mi admirador secreto—Susurró afirmando lo que había dicho el castaño—Y yo... tu primer amor
—Lo eres Jisung, eres mi primer amor. Un amor a primera vista—Suspiró y formó una sonrisa nerviosa—Y aunque ya pasaron más de diez años sigues haciendo que mi corazón se acelere con solo verte, como la primera vez
Sus miradas se conectaron haciendo que salieran chispas, sus corazones amenazaban con salir de su lugar y las mariposas hacían revoluciones en sus estómagos. Minho dió un paso adelante quedando a escasos centímetros del pelinaranja.
—Me gustas Jisung, me gustas mucho—Inconscientemente colocó una mano en la mejilla del pelinaranja y lo besó
Jisung dió un brinco, no esperaba ser besado por el castaño quien se separó al no ser correspondido sintiéndose un poco triste.
—Lo siento, creo que me excedí—Bajó la mirada y dió un paso atras
Mientras Minho daba otro paso atrás Jisung dió tres pasos hacia él terminando con la distancia y lo tomó por las mejillas atrayendolo a su rostro para plantarle un beso que Minho no dudó ni un segundo en responder.
Ambos fundidos en un beso lento que hacía que el mundo desapareciera, sólo ellos y nadie más.
Minho perseguía a Jisung por toda la playa, después del beso que Jisung se animó a darle al castaño, salió corriendo con expresión asustada. Minho no quería dejar ir a su primer amor, no quería perderlo nuevamente así que sin dudarlo corrió tras él mientras le gritaba que se detuviera.
—¡Jisung espera!—Gritó Minho deteniendose para agarrar aire y toser—¡Jisung!
Mientras Minho retomaba su carrera Jisung había caído soltando un grito, al principio le pareció gracioso pero al ver que no se levantaba y continuaba corriendo se preocupó. El castaño corrió hacia él y se incó.
—¿Estás bien?—Jisung soltaba quejidos y negó con la cabeza
—Me lastime el pie—Buscó entre la arena lo que había provocado su caída y se encontró con una concha de mar—Ésto me lastimó
Una pequeña concha blanca con detalles rosas dentro, picos y una textura rasposa hizo que el pie de Jisung sangrara un poco.
Minho limpió la sangre con la manga de su camisa, dió suaves toques en su pie y lo enjuagó con un poco de agua. Jisung veía atentamente lo que Minho hacia para que el sangrado y dolor en su pie desaparecieran.
¡Bienvenidxs a un nuevo capítulo!
¿Que tal?
¡Tuvimos confesiones fuertes!
¿No creen?
No olviden votar si les gustó, pueden
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saber que les agradó el capítulo.
¡Gracias por leer!
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