Al terminar de comer la deliciosa comida que Jisung había preparado Felix pudo notar que mientras comían, Minho miraba alegremente a Jisung y siempre le mostraba un sonrisa.

Hacía un poco más de dos meses que no visitaba a su hermano y pudo notar los cambios que habían tenido gracias a Jisung.

—Es un poco tarde—Miró hacia la ventana viendo cómo se ocultaba el sol—Debo regresar a casa

—¿Te vas tío Lix?—La pequeña castaña hizo un puchero

—Regresaré cariño, si me extrañas mucho también puedes llamarme o visitarme junto a Jisung—Le sonrió al pelinaranja—También es bienvenido en mi casa

—Muchas gracias joven Lee—Felix rió

—Llámame Felix—Se acercó a él y lo abrazó—Si me visitas te daré una cálida bienvenida así como me la has dado

—¡Te visitaremos pronto tío Lix!—Hye Ri corrió hacia el rubio y lo abrazó

—No has traído tu auto, déjame llevarte a casa—El rubio se negó

—Ya he pedido un taxi, no es necesario

Antes de que Minho dijera otra palabra el motor de un auto se escuchó y Felix abrió la puerta asegurándose de que sea el taxi que pidió. Se despidió de su familia y el joven niñero con una sonrisa, un rato de convivencia con ellos fue suficiente para alegrar un poco más su vida.

—Su hermano Felix es un chico muy agradable—Jisung tomó asiento en el sofá de la sala de estar

—¡Lo es! Es el mejor tío que tengo—Minho rodó los ojos

—Es el único tío que tienes—Murmuró sin que su hija lo escuchara pero el pelinaranja si lo había escuchado—Tengo algo que decirles a ambos

—¿Qué es papá?—Hye Ri se acercó a su padre poniendo su mirada atenta y curiosa sobre él

—El fin de semana tengo un evento importante al que de asistir, será en Hwajin—La castaña y Jisung lo miraron en espera de que continuara—Viajaremos a Hwajin para asistir al evento y podremos pasar unos días ahí ¿Te gustaría venir Jisung?—Minho miró al pelinaranja esperando que dijera que si

—¿En Hwajin?—El castaño asintió

Hye Ri entrecerró los ojos enfocando la mirada en su padre, esa mirada alegre y emocionada inundaba los ojos de su padre y no desaparecía, sonrió ladina empezando a organizar un plan.

Haría que su padre y su niñero estén juntos.

La nueva personalidad nerviosa y sonriente de su padre le gustaba y quería seguir viéndolo feliz además de que a ella le gusta estar con Jisung, la trata bien, se divierten juntos y aprende nuevas cosas. No dejará que Jisung se vaya de su vida.

—Hye Ri irá conmigo...

—Ven con nosotros Jisung ¡Vamos a divertirnos!—Hye Ri se lanzó al pelinaranja con un abrazo tomándolo por sorpresa—Nos divertiremos mucho

Minho se sorprendió al ver a su hija abrazar a Jisung, no solo lo abrazaba también le mostraba una sonrisa. El pelinaranja también se había mostrado sorprendido, desde su primer encuentro se había mostrado distante pero ahora recibía abrazos y sonrisas.

—¿Vendrás?—Preguntó la castaña haciendo que Jisung dejara de distraerse

—Oh...—Hye Ri intentó convencer al pelinaranja haciéndole los famosos "ojitos"—Creo... Creo que si, iré con ustedes—Sonrió tímido recibiendo otro abrazo de la castaña

Minho sonrió, por fin iba a tener la oportunidad de salir con Jisung. Estando en Hwajin tenía planeado invitarlo a una cita disfrazado como la salida que no habían podido tener.

—Bien, entonces iremos los tres a Hwajin

—¡Papá! ¿Puedo llevarme al señor chanchito?

La castaña llegó corriendo con un peluche de cerdito hacia su padre quien guardaba las maletas en la cajuela del auto en el que viajarían hacia Hwajin.

—¿El señor chanchito? Llévalo—Revolvió el cabello de su hija. Hye Ri brincó con emoción y entró al auto

—Ésta es mi maleta señor Lee—Jisung llegó con una pequeña maleta en brazos en espera de que su jefe terminara de acomodar su maleta y la de su hija

—Es muy pequeña tu maleta ¿Llevas lo necesario para tres días?—El pelinaranja asintió

—No suelo ocupar muchas cosas pero estoy llevando lo necesario—Sonrió haciendo que el corazón del castaño de acelerara

Minho tomó la maleta de Jisung y la acomodó junto a la suya, le indicó que subiera al auto en el asiento del copiloto y el pelinaranja subió al auto emocionado pues es su primer viaje fuera de la Ciudad.

Durante el camino hacia Hwajin la castaña reprodujo canciones infantiles que la hacían sentir animada y su padre estaba más que feliz al ver a su hija cantar y bailar, algo que no hacía desde que su madre había fallecido.

Jisung también tenía un buen humor, bailaba y cantaba junto a Hye Ri con mucha diversión que habían contagiado a Minho a mitad de camino y los tres juntos pasaron un agradable momento hasta que llegaron a Hwajin.

—Wow

Jisung salió del auto y giró lentamente a su alrededor, el hotel donde se quedarían era muy bonito y mostraba muchos lujos. ¿Aquí nos hospedaremos?, pensó.

—Vamos Jisung, después de instalarnos iremos a desayunar—El pelinaranja corrió hacia ellos sin dejar de mirar a su alrededor—Dos habitaciones a nombre de Lee Minho

—Lee Minho—La mujer detrás del escritorio tecleó en la computadora y le entregó dos llaves—Bienvenido señor Lee

—Gracias—Hizo una reverencia y tomó las llaves—Estas son las llaves de tu habitación—Le entregó unas llaves a un sorprendido Jisung—Veámonos en una hora para ir a desayunar, ¿Donde les gustaría ir?—Preguntó el castaño mientras entraban al elevador

—¡A Tacolandia!

—Tenemos un voto hacia Tacolandia—Sonrió—¿Que quieres desayunar Jisung?

—Está bien señor Lee, disfrute de su desayuno con su hija, yo compraré algo en la tienda de conveniencia—Sonrió asintiendo con la cabeza

—Jisung ¿Porque no quieres venir con nosotros? ¡Es Tacolandia!—Hye Ri sacudió el brazo del pelinaranja—Mi papá y yo queremos que vengas con nosotros

—Me encantaría pero no es correcto Hye Ri, no puedo salir...

—Sólo ignora las reglas y ven a desayunar con nosotros—Las puertas del elevador se abrieron y salieron de el dirigiéndose a sus habitaciones—Te veremos en una hora

Minho abrió la puerta de su habitación y junto a su hija se adentraron a la habitación poniendo fin a la conversación. Jisung suspiró derrotado y entró a su habitación siendo sorprendido nuevamente por lo hermosa que lucia.

La habitación era grande, las paredes pintadas de color crema con un diseño floral que la hacían ver más bonita, había una pequeña sala y más adelante la habitación, la cama era bastante grande que podrían caber más de diez personas, caminó al enorme ventanal saliendo a la pequeña terraza donde se encontró con la maravillosa vista hacia el mar de Hwajin.

Regresó a la habitación y subió su maleta a la cama comenzando a acomodar su ropa y artículos. No le tomó mucho tiempo acomodarlo, miró su reloj, faltaba media hora para su encuentro con Minho y Hye Ri para desayunar así que decidió aprovecharlo y disfrutar de la bella vista que le ofrecía la terraza.

Minho y Hye Ri esperaban a Jisung en el elevador del piso de sus habitaciones, el pelinaranja se había distraído de más admirando su alrededor que olvidó que tenía que ir a desayunar con los Lee.

—Discúlpeme señor Lee—Bajó la mirada e hizo una reverencia

—¡Vamos que tengo hambre!—Hye Ri tomó la mano de su papá y la de Jisung adentrandolos al elevador donde venían dos persona más

Minho miró su mano entrelazada con la de su hija y la mano de Jisung sostenía la pequeña mano con suavidad. Por un momento Minho se imaginó lo que hubiera pasado si se hubiera confesado al pelinaranja, tal vez se habría casado con Jisung y hubieran formado una linda familia.

Al llegar al estacionamiento los tres subieron al auto con Minho manejando, Jisung copiloto y Hye Ri en los asientos traseros.

Jisung sentía que estaba abusando de la confianza de su jefe que se sintió incómodo pero al ver cómo Minho y la pequeña lo incluían en su viaje y la comodidad que ahora tenía Hye Ri con él lo hizo tranquilizarse y se dijo así mismo que disfrutaría del viaje.

—¡Entremos, rápido, corran!—Hye Ri brincaba y jalaba las manos de ambos adultos para adengrarse al restaurante

—Tranquila cariño...

—¿Puedo ir a los juegos? ¿Si?—Minho sonrió y con la cabeza le dió una señal de aprobación—¡Si!

La castaña corrió hacia el área de juegos quitándose en el camino los zapatos dejándolos en un estante. Minho y Jisung tomaron asiento en una mesa cercana al área de juegos e inmediatamente llegó un mesero a tomar su orden.

Después de pedir su desayuno y el de su hija Minho veía a Jisung indeciso, se levantó de su asiento frente al pelinaranja para sentarse a su lado y ayudarle a elegir.

—El combo taco es uno de los mejores, el paquete incluye frijoles rojos y son deliciosos

—¿Combo taco?

—Y el taco cheese está bañado en queso derretido...—Guardó silencio cuando giró su cabeza y se encontró el rostro de Jisung muy cerca del suyo—Y...

Sus manos comenzaron a temblar y su voz salió temblorosa, tragó saliva. Jisung era aún más hermoso teniéndolo de cerca, sus mejillas son tan lindas y regordetas que podría agarrarlo a mordidas, su nariz era tan fina que le gustaría delinear con su dedo la curva que se formaba en ella, sus pestañas eran largas y un poco rizadas, sus ojos de un color tan común pero para él eran los más hermosos del universo y sus labios ¡Dios! Sus labios se veían tan besables, que si no dejaba de verlos podría robarle un beso.

–¿Minho?—El castaño parpadeó saliendo de su ensoñación—¿Qué me recomiendas pedir?

—El... El taco cheese—Tartamudeó señalando el nombre en el menú

—El taco cheese será—El mesero asintió y se retiró—¿Todo bien señor Lee?

—¿A que te refieres?—Rascó su nuca y regresó a su lugar

—Parecía distraído hace un momento...

—Recordé algo, sólo eso—Mintió y sonrió con nerviosismo enfocando su mirada en los labios del pelinaranja

Ambos quedaron en silencio. Minho se maldecia por dentro, perdió el sentido por un momento quedando embobado en el pelinaranja hasta que el mesero llegó y Hye Ri se acercó cuando vió al mesero llegar a la mesa con su padre y su niñero.

Minho comenzó a repartir la comida bajo la atenta mirada de su hija quien estaba ansiosa por comer una de sus comidas favoritas.

—Pruébalos Jisung, saben muy ricos—Dijo con la boca llena ganándose las risas de ambos adultos

Jisung dió la primer mordida a su taco y cerró los ojos saboreando lo delicioso que sabía, la castaña complacida por saber que fue de total agrado de Jisung dió otra mordida a su taco y comió con emoción.

—Disculpe—Una mujer se acercó a ellos con un pequeño tomado de la mano—Su hija dejó sus zapatos en el área de juegos—Dejó los zapatos de la castaña frente a Jisung

—Oh...

—Su hija es tan linda como usted, mi hijo quedó encantado con ella—Sonrió y se retiró con el pequeño sacudiendo su mano en despedida hacia la pequeña castaña

Hye Ri dejó de masticar el bocado y fijó su vista en la señora que vino a dejar sus zapatos, un señor se unió a ella y tomó la otra mano del pequeño, juntos salieron del restaurante riendo. La castaña formó un puchero y bajó la vista.

El pelinaranja se había sentido un poco incómodo con la mujer confundiendolo con el otro padre de Hye Ri, se sentía apenado con su jefe y la pequeña.

Minho aún sorprendido miró rápidamente a su hija y Jisung cuando la señora se retiró, su hija comía triste ahora y el pelinaranja miraba hacia otro lado mientras comía.

La conversación murió y el ambiente se volvió distante, nadie dijo nada sólo comieron en silencio sin preguntas, la visita de la mujer les había afectado de diferentes maneras.

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