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02 - ♡

Un nuevo día de la semana despertó a un joven rubio de su profundo sueño. Los cabellos cortos de Mikey estaban enredados entre ellos por culpa de su almohada. El chico poco a poco fue recobrando los sentidos. Miró al reloj que tenía cerca a su cama.

Aun le faltaba media hora para ir a la escuela.

Mikey quería seguir durmiendo pero sabía que si lo hacía, su molesto hermano mayor vendría a despertarlo.

Durante toda la semana, Shinichiro había estado en casa, encargándose de llevar Mikey hasta la puerta de la escuela, viendo por la comida y también vigilando del niño para que haga sus tareas, mandándolo a dormir a una hora ridícula por las noches.
Mikey se sentía agradecido que de Shinichiro no quiera asegurarse de que tome sus baños, eso ya sería exagerado.

Al menos, tal parecía que su hermano mayor se calmó con la idea de contratar una tonta señora que cuide de él.
Era un logro, por lo que soportar a su hermano mayor actuando como una mamá sobreprotectora no era tan molesto a comparación de compartir su casa con una mujer mayor de cien años o algo así.

Mikey se levantó de la cama para empezar a vestirse, colocando su ropa deportiva, tenis color blanco. Intentó arreglar su cabello, logrando desenredar de algunos mechones. Después de toda esa secuencia, fue hasta el baño para hacer todo lo referente a su higiene.

Cuando terminó, salió del baño para ahora ir hasta la cocina, encontrando a su hermano sentado en una de las sillas del comedor.

一 Oh, Mikey, buen día, aquí tienes el desayuno, come para luego ir a tu escuela. 一sonrió Shinichiro, poniéndose de pie para acomodar los platos de comida para el rubio.

El menor de los Sano, únicamente alcanza un pan que estaba en la mesa para luego mirar al hombre de cabellos negros.

一 ¿De verdad seguirás yendo conmigo hasta la escuela? ¿No tienes que ir a trabajar? 一dijo Mikey mientras llevaba el pan a su boca para comer.

Shinichiro miró al menor acomodando sus brazos en la cintura. Tratando de conseguir una imagen más fuerte ante el pequeño rubio.

一 Quisiera decir que puedo confiar en ti, Manjiro, pero prefiero asegurarme que realmente estás en la escuela.  Hace un mes recibí quejas de que habías estado faltando demasiado, y que cuando por milagro ibas a clases solamente te la pasabas durmiendo. 一el hombre de cabellos negros suspiró, pero siguió con su imagen de figura mayor.

El rubio, mordió de nuevo su pan.
一 La escuela es aburrida.

Fue lo único que dijo, ganándose un pequeño golpe en la cabeza por parte de su hermano mayor.

一 De todas formas, hoy realmente debo estar seguro que asistas a la escuela, así que vamos, ¿de acuerdo?

En ese momento, el mayor estiro de su mano para que el niño pueda tomarla, así salieran de la casa como un par de hermanos felices.
Cosa que obviamente no sucedió.

Mikey tomó de otro pan de la mesa, acomodó su maleta de la escuela en su espalda y salió de su hogar, dejando a un pobre Shinichiro con la mano extendida.

¿Los niños de doce años hoy en día son así de groseros?

El pelinegro tomó de las llaves de su motocicleta CB205T y un par de cascos.

Todo sería más sencillo si recibiera dinero por ser un hermano acargo de un niño como Manjiro.

[...]

La imponente motocicleta se detuvo frente a la primaria. Ya era la hora de salida para Mikey. Por lo que Shinichiro se adelantó unos cuantos minutos para recibir al rubio.

Cuando Mikey asistía a clases durante esta semana, el mayor aprovechaba para poder  ir a su tienda y avanzar con algunas reparaciones de las tantas motos que tenía pendientes.
Shinichiro no podía permitirse faltar al trabajo aunque durante esta semana había sido muy estresante. Estando en casa confirmó que Manjiro era incluso capaz de escaparse de su vigilancia, aunque poco después lograba encontrar el rastro del rubio y casi a jalones de oreja, lo regresaba a su habitación.

Lo positivo fue que con el tiempo había desarrollado ese instinto de saber donde estaría Manjiro antes de que él pensara en un lugar en especifico.

Perdido un poco en su mundo de pensamientos, luego de unos minutos escuchó el sonido de varias voces. Dirigió sus oscuros ojos a esa dirección, y ahí estaba el protagonista de su poco mucho estrés.

El pequeño Manjiro mantenía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón deportivo, con una piruleta en la boca. Cuando los ojos similares de color noche se encuentran con los de su hermano mayor. Mikey frunce  el seño al ver que Shinichiro realmente vino a buscarle.
Normalmente durante esta semana el mayor se atrasaba un par de minutos y eso le daba ventaja a Manjiro de escapar e ir a reunirse con Ken-chin y los demás.

Derrotado, el rubio caminó hasta el moreno.

一 Hermano, de verdad creo que necesitas una novia, tal vez sería mas entretenida tu vida que estar interrumpiendo la mía. 一Manjiro dijo, cruzando los brazos con fastidio.

Mikey adoraba a su hermano y le agradecía demasiado todo lo que hace por la familia, pero en estos momentos donde Shinichiro es demasiado entrometido, Mikey se sentía muy agobiado.

一 No necesito una novia por ahora, y así tuviera una, mi vida te involucra a ti, así que mejor deja de quejarte.

Mikey no dijo nada más, se dedicó a seguir saboreando de su piruleta. Luego de un silencio un poco incómodo. El menor, alcanzó uno de los cascos que traía Shinichiro, notando que esta vez su hermano estaba cargando con dos cascos en la mano y el otro ya lo tenía en su cabeza.

Eso extrañó mucho al rubio. ¿Por qué su hermano traía ahora un casco extra? No estaba Wakasa o alguno de sus amigos, no tenía sentido.

一 Shinichiro, ¿Por qué tienes otro casco? ¿Irás luego por Takeomi?

El rubio preguntó mirando al mayor.

Poco después el hombre le dio una respuesta a su hermano menor; 一 En realidad, hoy llevaremos a alguien más a casa.

Mikey estaba confundido, recién Shinichiro había dicho que no tenía a ninguna novia cosa que le creía pues su hermano mayor era muy desafortunado en cosas de conquistar mujeres, así que no había posibilidad de que este chico estuviera saliendo con alguien del género femenino.

El pequeño rubio iba a hacer otra pregunta pero la reacción de su hermano le interrumpía antes de generar la cuestión.

一 ¡Ahí está! 一dijo Shinichiro, dejando a Mikey y su preciosa CB205T por un momento.

Cuando el menor de los Sano se giró para mirar a lo que su hermano se estaba refiriendo.
Encontró en su campo de visión a una muy pero muy bonita chica de rubios cabellos cortos.

Su hermano mayor, tomó con debida distancia a la chica por los hombros.

Shinichiro acercó a la chica bonita a Mikey, quien aún seguía sorprendido. De hecho el rubio no sabe en que momento su piruleta se había escapado de su boca.

¿Cómo es que Shinichiro conoce a alguien tan linda como ella?

一 Manjiro, quiero que conozcas a tu nueva niñera. Ella cuidará de ti desde hoy. 一Dijo el de cabellos negros, rezando en sus adentros de que este pequeño demonio no sea grosero como comúnmente lo es cuando le presentaba a sus anteriores niñeras.

一 ¿Mía? 一fue lo único que dijo el menor procesando la noticia.

Okay, esa no era una reacción que esperaba Shinichiro, pero era mejor que alguna otra majadería del niño.

一 Un placer conocerte, mi nombre es Takemichi Hanagaki, espero poder llevarnos bien. 一La rubia sonrió un poquito nerviosa一 Sabes, no es necesario que me veas como una niñera, tal vez como una amiga ¿Te parece?

La chica bonita, de nombre Takemichi, traía consigo un brillo a su alrededor. A su manera, había cautivado a Mikey.

Takemichi Hanagaki, una chica de dieciséis años. Estaba en segundo año de secundaria.
No era tan alta de estatura, ella apenas podía alcanzar el hombro de Shinichiro quien estaba a su lado, pero si había mucha diferencia si hablamos de Mikey.

El cabello corto y despeinado de la chica era un calor rubio un poco chillón. Vistiendo el uniforme de su secundaria, que le quedaba justo, moldeando su atractiva figura. Busto grande, cintura pequeña. Por debajo de su corta falda, sus piernas regordetas pero lindas, unas calcetas un tanto anchas pero que le daban una imagen tierna. Pero lo que más resaltaba de Takemichi a demás de su llamativa apariencia, eran esos ojos azules. Tan brillantes, un zafiro hermoso.
Takemichi tenía una bandita en su mejilla izquierda, cosa que llamó la atención de Mikey, pues este pequeño detalle hacía que el bonito rostro de la chica se viera opacado.

一 ¿Qué te pasó ahí? 一Preguntó el menor, señalando la mejilla de Takemichi.

La rubia ojos azules, tocó con sus delgados dedos donde señalaba Manjiro.

一 Oh eso, fue un accidente que tuve hace unos días. 一respondió con suavidad.

En ese momento Shinichiro sacudió un poco del cuerpo de la chica.

一 No hay que ser tímida, Take-chan. 一Shinichiro sonrió, para después volver a hablar一 Sabes, Manjiro,  Takemichi admira demasiado las pandillas, y también entrena un poco, es bastante buena resistiendo golpes.

Takemichi únicamente se sonrojó un poco por lo que decía el mayor de los Sano.

一 No soy muy buena peleando... Pero Shinichiro-san me contó un poco de ti, Mikey, eres asombroso. Alguien como tú, siendo tan joven, eres admirado hasta por los chicos de mi escuela. Así que cuando conocí a Shinichiro-san sentí algo de nervios y más aún cuando me ofreció cuidar de ti.

Takemichi hablaba de una forma tan adorable para los ojos y oídos del rubio de doce años.

一 Mikey... 一El niño susurró.

Los dos jóvenes mayores no entendieron.

Shinichiro con curiosidad a lo que le pasaba a su hermano. 一 ¿Ocurre algo, Manjiro?

一 Me gusta como suena cuando ella se refiere a mi como Mikey. 一respondió el rubio, bajando un poco la cabeza.

Takemichi tenía una feliz sonrisa en su rostro, sentía que le podría agradar al niño.

Hace una semana que Hanagaki había conocido a Shinichiro-san, él y otro sujeto había llegado a su escuela, el día lunes, de hecho, ambos hombres sobresalían bastante durante la hora de la salida. Ellos curiosamente iban entre cada estudiante de la secundaria ofreciendo el trabajo de "Niñera" pero en realidad fracasaron en su búsqueda porque cada chica de secundaria quedaban más en gachadas de querer coquetear con el hombre de largas pestañas en lugar de tomar en serio la oferta de trabajo de Shinichiro.

Fueron unas pocas las que consideraron y prestaron genuina atención a lo que decían.

Shinichiro estaba por tirar la toalla con querer encontrar una nueva cuidadora para su hermano menor, pero por obra de algún estúpido golpe de suerte se encontró a la rubia de cabello corto en una desafortunada situación.

La chica ayudaba a un grupo de niñas siendo acosadas por unos delincuentes, ese tipo de bastardos que se creen la gran cosa y en realidad solo daban asco.

Takemichi fue valiente y les hizo frente a estos tipos, pero al ser una chica contra tres estúpidos, tenía una clara desventaja.

Hanagaki recibió un fuerte golpe en su rostro, su mejilla izquierda para ser precisos.

Wakasa ya estaba por interferir para ayudar a la rubia, pero poco después vieron como la chica, aún con lágrimas en los ojos, se levantó y siguió haciéndo frente a esos maleantes y gritándole a las niñas que huyeran.

Shinichiro junto con Wakasa estuvieron asombrados por la determinación de ayudar a otros y la resistencia que tenía.
Obviamente, luego de eso los hombres se unieron a la joven, para poder darle una paliza a estos cabrones.

Después de todo ese mal rollo, Shinichiro se presentó a Hanagaki, hablaron un poco, y con eso fue suficiente para que el pelinegro supiera que esta chica era ideal para ser quien cuide a Manjiro.

Debía ser ella, era cosa del destino, incluso Shinichiro pensó que tal vez en otro mundo puede que Manjiro y Takemichi sean amigos, porque ambos tenían cualidades que encajaban perfectamente con el otro.

Ante la propuesta de trabajo, Takemichi lo pensó demasiado, así que Shinichiro tuvo que casi suplicar para que acepte. Total, Shinichiro con las mujeres no tiene mucho que perder.

Al final, la rubia aceptó pero le pidió tiempo al hombre mayor para que pudiera ordenar sus horarios, como la escuela y deberes. Por eso fue que apenas esta semana pudo Mikey conocer a su nueva niñera.

Y así sucedió.

一 Bien, será mejor ir a casa, así Manjiro y Takemichi podrán conocerse mejor. 一El pelinegro ofreció el casco extra a la joven.

La chica aceptó el casco pero no se movió.
一 Disculpe, Shinichiro-san, ¿Está bien que me suba en la moto? ¿No es incómodo ir entre los tres?

En realidad Shinichiro no pensó eso, el detalle es que Takemichi es una chica y debe suponer que es incómodo ir entre dos chicos. No tenía en cuenta ese pequeño problema, con razón fallaba mucho con las mujeres.

El pelinegro se montó en su motocicleta, moviendo su cuerpo hacia delante, dejando un gran espacio en el asiento.
Sano pensó que tal vez sería menos incómodo, si Takemichi tenía más espacio.

一 ¿Está bien así? 一Preguntó Shinichiro.

La rubia sonrió moviendo su cabeza para responder de manera positiva, y luego se colocó el casco. Con cuidado se subió a la motocicleta.
El único que falta era Mikey, que luego de esperar un momento se subió detrás de Takemichi.

Cuando Mikey se colocó detrás de la rubia, automáticamente sus brazos envolvieron la delgada cintura. Hanagaki se sorprendió pero no le incomodó, ya que ahora era la niñera del menor y pensó que era normal que Mikey se sujetara de ella.

Shinichiro notó esa escena de su hermano, viendo la diferencia entre ellos. Shinichiro hizo más espacio para que la joven estuviera mejor pero su pequeño Manjiro estaba prácticamente abrazando el cuerpo de la rubia, incluso juntó su rostro contra la espalda de Takemichi.

Era raro ver a Manjiro siendo cariñoso con alguien pero bueno, eso daba a entender que le había agradado su nueva niñera.

Shinichiro encendió de su CB205T, dirigiéndose a casa, dejando sonar el motor de la motocicleta.


Si hay errores, una disculpa, ya después arreglaré de ellos. Gracias por leer. ♡

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