La tarde en la ciudad de Tokio era agradable,  tan perfecta para que cualquier persona haga actividades a su gusto, sería demasiado triste desperdiciar el tiempo sin hacer nada, ser un holgazán es para los débiles de mente y corazón. Eso era lo que pensaba Shinichiro Sano.

Pero ahora, el joven adulto estaba perdiendo de su tiempo arrastrando a su hermano menor, mientras que este daba patadas y arrebatos al aire.

Shinichiro suspira con cansancio.

一 ¡Hermano mayor! ¡Ya déjame! 一 forcejeaba Manjiro Sano, hermano menor de Shinichiro. Aunque era mayormente conocido por su apodo; Mikey.

Detrás de Shinichiro y Mikey, estaba un joven bien parecido acompañándolos a su destino mientras caminaban las calles del barrio.

一 ¡Waka, dile a Shinichiro que me suelte! 一pidió apoyo el niño de cabello rubio.

El mencionado miró la escena que tenía en frente, su amigo y su pequeño hermano protagonizando un momento ridículo pero común entre las familias.
Wakasa realmente no sabe en qué momento dejó de estar con su grupo de amigos para ahora estar con los hermanos Sano.

Si bien, recuerda que Shinichiro estaba en la tienda de motocicletas; S • S MOTORS. Ahí mismo Benkei junto con Takeomi estaban bebiendo unas cuantas cervezas mientras platicaban sobre asuntos realmente tontos y a la vez arreglando las motocicletas de sus clientes, pero luego de un rato se escuchó el ruido de la gente corriendo y escapando de algo que sucedía en las afueras.
Obviamente Wakasa, Shinichiro y los demás salieron para ver de que se trataba tanto escándalo, y fue en ese instante que Shinichiro, dejó atrás de sus amigos para dirigirse al grupo de alborotadores.

Era una pelea entre pandillas, y quien estaba golpeando con triunfo y brillando como una estrella callejera era nada más y menos que el menor de la familia Sano.

Mikey golpeaba sin esfuerzo a sus oponentes, de una sola patada había logrado derribar a unos cuantos tipos. De hecho, la pandilla de Mikey ni tuvo que hacer mucho, pues el líder del grupo contrario ya estaba siendo noqueado por las fuertes patadas de Sano.
Pero eso no fue impedimento para que ellos salieran corriendo justo cuando vieron la conocida figura del hombre mayor.

Los amigos de Manjiro literalmente huyeron de la escena, dejando a su líder confundido.

一 ¿Ken-chin? 一Preguntó Mikey mirando a su alrededor buscando a su amigo pero lo único que logró encontrar fue a un hermano mayor mirándolo con autoridad.

Traidores de mierda.
Fue lo lo que pensó Mikey sobre sus amigos.

一 Oh, hermano mayor, ¿Qué estás haciendo aquí?

El rubio de cabellos cortos preguntó con inocencia mientras empujaba con su pie izquierdo el rostro del sujeto ensangrentado manchando un poco de su tenis blanco.

Shinichiro no dijo nada, solamente tomó a Mikey del brazo para después empezar a arrastrarlo.

Takeomi al ver la situación, supo exactamente que debía de hacer.

一 Bien, Benkei ayúdame a llevar a estos chicos al hospital... Wakasa será mejor que sigas a Shinichiro.

一 De acuerdo. 一respondió el mencionado al mismo tiempo que metía a su boca una piruleta, moviéndose para seguir a Shinichiro.

Y fue así como llegaron a la situación actual.

Cuando por fin llegaron a la casa de familia Sano, el de cabellos negros empujó a Mikey haciéndolo caer en el sofá de la sala.

Wakasa, se quedó a un lado de la puerta para observar y terminar de su dulce.

Mientras tanto, el pequeño rubio solamente hacía muecas esperando a ser reprendido por su hermano.
Cosa que realmente sucedió.

一 Manjiro, se supone que debías quedarte en casa, haciéndo tu tarea o al menos estar durmiendo. ¡No yendo a pelear con tipos de secundaria y metiéndote en problemas!  一Shinichiro habló con fuerza,  retando al menor.

一 Oh, ¿Eran de secundaria? Eso es impresionante para un niño de primaria,  felicidades Mikey. 一Wakasa felicitó al menor, era realmente algo de admirar.

Justo cuando Waka iba a continuar lanzando alabanzas a la fuerza del niño se encontró con la fría y oscura mirada de un Sano molesto.

一 Aah... pero, mal, muy mal, Mikey. Esas cosas no se hacen. 一trató de arreglar su error o mejor continuó disgustando de su piruleta y cerrar la boca.

Shinichiro dejó escapar otro suspiro. Poco tiempo después, se dirigió junto a su hermano menor para sentarse junto al rubio.

一 Manjiro, yo estoy orgulloso de tu fuerza y de tu capacidad de pelear, hasta el abuelo está orgulloso, pero eso no quita el hecho de que también quiero que mi pequeño hermano sea más que un pandillero, me refiero que, me gustaría que también disfrutes de tus etapas de vida, ahora tienes doce años, por lo que tus preocupaciones deben ser la escuela, tus amigos y divertirte... 一El pelinegro hizo una pausa一 , y no puedo negarte a formar tu pandilla ya que yo estuve en una.

Shinichiro miró a Mikey mientras revolvía de sus rubios cabellos, al igual que dio una rápida mirada al otro hombre quien le respondió el gesto con una sonrisa.

De verdad era un momento conmovedor.

Fue entonces turno del joven Manjiro para hablar.

一 Está bien hermano, ¿Pero ya me puedo ir? Necesito darle una lección a esos cabrones. No es momento de ponerte cursi.

Sin más, Mikey se levantó para comenzar a irse, y dejar a un Shinichiro sin habla.

El de cabellos negros había sido amable para tratar a su terrible hermano menor de la mejor manera. Abrió su corazón y fue pisoteado por un niño de doce años.

Wakasa no pudo contenerse y soltó una risa ruidosa.

一 ¡Mierda, Manjiro, vuelve aquí! ¡Estás castigado! 一gritó Shinichiro yendo detrás del menor.

一 Está bien, te veo luego. 一 soltó Mikey entre risas, comenzando a correr.

一 ¡Manjiro, no estoy bromeando!

一 ¡Ni yo estoy bromeando, hermano mayor!

El rubio ya estaba por desaparecer del campo de visión de su hermano pero logró recordar algo que lo hizo detenerse.

一 ¡Por cierto,  la niñera renunció! ¡Dijo que soy insoportable y que no regresará! 一Mikey gritó a todo pulmón, moviendo de sus manos con algo de felicidad.

Shinichiro no lo podía creer, ya era la quinta niñera que Mikey ahuyentaba, y la señora Tachibana solamente soportó dos días.

Mikey desapareció por completo, dejando al azabache cansando de intentar seguirle el paso.

Jadeando y cansado, Shinichiro se dejó caer en la orilla de la calle.
¿Por qué ser el hermano mayor era tan difícil? Cuidar de su abuelo y hermanos era su responsabilidad, al menos contaba que su hermana menor era lo demasiado madura para su edad, y el hecho de que Emma estuviera en otra escuela de la ciudad, le quitaba un peso de encima. Si pensaba en su abuelo, el anciano necesitaba cuidados pero no era tan demandante, aunque ahora a su edad, quien debía trabajar era Shinichiro para poder llevar alimentos y dinero a su hogar, dejar sus días de pandillero fue una decisión por el bienestar de su familia.  Shinichiro ahora tenía veintiún años, trataba de vivir lo mejor posible, pero no contó que su hermano menor era un terremoto de problemas. Lidiar con el rubio era agotador, no podía seguirle el paso. Dejarlo bajo el cuidado del abuelo Sano era un opción pero pensaba que podría ser mucho para el anciano, si para él era difícil lograr que Mikey estuviera en casa, para el abuelo sería un caso perdido.
Los hermanos Sano no contaban con figuras paternas, por lo que su único apoyo a lo ajeno eran las tantas niñeras que Shinichiro había contratado para Mikey pero el niño que debían cuidar era un demonio hecho persona.

Shinichiro despertó de sus pensamientos cuando sintió la presencia de alguien más. Levantó la vista para encontrarse con Wakasa sentándose a su lado.

一 Y bueno, aquí tenemos a Shin-chan perdiendo contra 'El invencible Mikey'

Wakasa se burló del otro, a la vez que posaba su cabeza en el hombro ajeno.

一 Waka esto es serio, ¿Escuchaste lo que Manjiro dijo? ¡Se deshizo de la nueva niñera que le contraté! Recién le había pagado. 一 Se quejó el pelinegro aún sin poder creer que su hermano menor era un espanta viejitas.

Wakasa volvió a reírse por las tantas cosas que le solían suceder a este chico. No sólo tenía mala suerte con las chicas, sino también con su hermano menor.

Los ojos violetas de Wakasa observaron las manos de Shinichiro, y después alcanzó una de ellas para entrelazarla con la suya.

一 En primer lugar, te dije que Mikey no era un niño que necesite una niñera. Siempre hará lo que quiera porque su hermano mayor le consintió demasiado. Y ninguna señora mayor de edad va a soportar a un niño mimado. 一Waka dijo sin vacilar, ellos tenían una relación de años, conocía muy bien la historia de los Sano, y fue testigo de las veces que Mikey ha sido demasiado mimado por su familia.

Al escucharlo Shinichiro se deprimió aceptando su error durante la crianza del menor pero no tardó mucho en recuperarse. Algo en las palabras de Waka resonaban en la mente del pelinegro.

Ninguna señora mayor de edad soportaría a un niño mimado como Mikey.

Ahí estaba donde se equivocaba Shinichiro.

Él siempre buscaba señoras de treinta o cuarenta años para cuidar de Mikey o al menos mantenerlo en casa. Puesto que una mujer mayor tenía autoridad y experiencia, pero con el rubio de doce años fallaban terriblemente.

一 ¡Eso! Waka-chan eres un genio, ahora me encantas más. 一Un joven emocionado, besó los labios del otro hombre de largas pestañas y sin esperar respuesta, aún con las manos estando unidas, se levantó, empezando a caminar sin importar nada más.

Wakasa ahora si que estaba confundido, es decir.  Jamás rechazaría un beso de Shinichiro pero realmente no sabía la razón de recibir ese premio.
一 Espera, Shinichiro,  ¿A dónde vamos? 一Preguntó ahora siendo él a quien el pelinegro arrastraba.

Shinichiro le regaló a los ojos violetas de Wakasa una bonita sonrisa. 

一 Iremos a buscar a alguien que pueda soportar a Manjiro.

¿Eso era motivo para sonreír?
Wakasa se limitó  a reírse por la nueva ocurrencia del chico de ojos oscuros.

Mientras tanto que Shinichiro pensaba; Una nueva y diferente niñera para su hermano. No tenía nada que perder y solo tal vez, esta ocasión podría funcionar.