"¡No me puedes hacer esto!" gritó él con fuerzas.

"¡No te pertenezco!" gritó la joven.

"¡Yo te he dado todo y ¿así me pagas?!" la ira lo invadía por completo.

Ambos se encontraban en el último piso de arriba de la gran casa. Discutían peor que una pareja de matrimonio, Ella sólo quería su libertad, pero Él la quería tener por siempre.

La chica se acercó más a la orilla y en un mal movimiento como si fuera la última gota que colmara, él dejó soltar un grito desgarrador;

"¡Anna!" su grito fue tan desgarrador, que se podía escuchar por todos los rincones de la casa.

El cuerpo de Justin se levantó tan rápido costándole respirar normalmente, las gotas de sudor caían por todo su rostro y cuerpo desnudo de la cintura para arriba.

Había tenido una pesadilla.

Una pesadilla que hace tiempo había sido real y que le había marcado para siempre y no sólo eso, si no que él había sido el culpable.

Después de unos minutos, de volvió a recostar, tratando de calmar su respiración más tranquilo e intentar dormir.

Y es que todas sus noches eran así, desde aquel incidente que había sucedido, era como si sus problemas hubieran vuelto, una revolución en su mente, y lo torturaban.
Y él, por más frío que fuera, su parte débil sufría, porque al final del día, sólo era un joven asustado, preocupado y tenía miedo, incluso necesitaba un abrazo, una persona, que le dijera que todo estaría bien, pero no tenía a nadie, y el hecho de tener muchas chicas, no le era suficiente para él.

Tragó fuertemente cerrando sus ojos y así volver a tratar de dormir.

~•~

-La confianza en una misma -pausó-. Es lo que te hace una verdadera pequeña, una chica que te hace sentir segura de lo que haces y lo que quieres. -los tacones de L'crawn sonaban por toda el aula.

-¿Puedo pasar? -Jenn interrumpió la clase.

La Señorita De L'crawn la miró alzando una ceja.

-¿Tiene alguna razón para llegar 8 minutos tarde? -su voz fría daba miedo.

-Y-yo.... -ella miró a toda la clase y se topó con la mirada de Melanie, quién le decía con ésta que "No"-. No -se puso derecha.

-Adelante -señaló alentándola a que pasara.

Jenn pasó rápido y tomó lugar en una banca vacía en el centro.

-Como seguía diciendo, ustedes siempre tendrán que encontrar una forma de que tomen esa confianza, porque yo sé que todas aquí no poseen lo necesario para ser la pequeña perfecta de Papi. -su mirada se posó en Jenn-. Ni siquiera las favoritas.

Jenn se estremeció. ¿Acaso era una indirecta muy directa?, pensó.

-¿Pero qué sucede si llega alguien que tiene más confianza que todas? -retó la rubia.

-Aún así, no tiene la gran capacidad de aguantar mucho. -contraatacó L'crawn.

-¿Y si usted no está en lo correcto?

-Bueno -se acercó a un mesa antes de ella-. Entonces habría que comprobarlo -sonrió hipócritamente. Acomodó su cabello mejor y miró a la clase completa-. Formen parejas de dos, tendrán que hacer notas acerca de cómo ustedes creen que pueden ser perfectas.

Dicho esto, las chicas empezaron a levantarse y cambiar de lugar.
Por su suerte, Melanie se juntó con Jenn.

-No debiste hacer eso. -dijo la chica de cabello de dos colores.

-¿El qué?.

-Lo de hace minutos atrás, retarla. -siseó.

-Yo no he hecho nada, que ella y las demás piensen lo que quieran, yo sólo decía eso porque... pues porque...

-Déjalo así -interrumpió-. Lo que más me sorprende es que no te ha castigado y mucho menos te ha mandado con Papi. -susurró casi lo último.

-¿Qué quieres decir? -cuestionó curiosa la chica.

-Larga historia, aunque lo mejor sería que te lo dijera en otro lugar, aquí no es bueno -soltó una mueca de disgusto.

Jenn sólo asintió aturdida.

~•~

Después de clases, las chicas salieron a la parte trasera de la casa en donde había juegos como; columpios, resbaladillas, sube y baja, caja de arena y entre otros que podían disfrutar.

Melanie y Jenn fueron a unos columpios.

-Mi primera clase con L'crawn no fue muy amable que digamos. -dijo Melanie mientras se empezaba a columpiar lentamente con Jenn.

-¿Qué sucedió?

-Había llegado diez minutos tarde a la clase, me había dormido, aún no estaba acostumbrada al horario y como la casa era muy grande, me perdí. Cuando llegué al salón, me dijo lo mismo que tú, si tenia alguna razón para llegar tarde y respondí;

"Estaba perdida" susurró.

"¿Dónde?" L'crawn se acercó a ella. "Esta casa no es lo suficientemente grande como para que te pierdas".

"Pero hace días que llegué" defendió.

"A mi no me interesa cuando hayas llegado, tú estás aquí igual que todas."

"Yo no le pertenezco a nadie." siseó cansada ante la discusión.

"Vuelve a tu habitación." su mandíbula se tensó.

Melanie abrió los ojos y trató de no derramar las lágrimas que escondía.
Cuando llegó a su habitación, minutos después se oyó un gran golpe en la puerta dejando ver a un Papi no muy contento.

"Perdón, Papi." sollozó débil.

Justin se acercó a ella, acariciando su mejilla y creyendo por un momento que nada malo sucedería, pero fue tarde para creerlo después de que Melanie recibiera una gran cachetada de Justin.

-Es una maldita -siseó molesta Jenn.

-Lo tenía merecido.

-¡No! -exclamó bajamente-. Melanie, tú sólo le habías dado una razón y punto. El hecho de que ella le dijera a él lo que habías hecho y después fuera a tu habitación y te hiciera lo que sea que hizo contigo, está mal.

-No lo creo.

-Pues créelo -miró a otro lugar-. Con los pocos días que llevo aquí, es como si fuera un infierno.

-Es uno -susurró Melanie-. Si te portas bien y cumples con tu parte, te irá bien, de lo contrario, tendrás que aferrarte a las consecuencias.

-No puedo... -tomó su cabeza entre sus manos.

-No puedes porque no tienes a donde ir, es igual que todas. -dijo Melanie.

De repente, Malorie se acercó a la platica interrumpiendo.

-¡Chicas! -se sentó en uno de los columpios vacíos-. ¡No van a creer lo que se rumora! -dijo contenta. Jenn y Melanie le alentaron para seguir hablando-. ¡Dentro de poco será una nueva fiesta de gala de los Fisher!

-¿Los abogados que trabajan para el Sr. Bieber? -Melanie habló.

-Esos mismos -sonrió-. ¿Sabes que significa eso? -Malorie miró a Jenn, quién negaba.

-Justin lleva sólo a una chica al baile, le da la oportunidad de la noche de su vida. Te presenta ante todos y te hace sentir única. -agregó Melanie.

-Eso suena... no suena muy genial.

-¡¿Qué?! -Malorie se alteró-. Digo, no es que yo haya tenido esa oportunidad, pero las chicas que sí... dicen que es genial -había ilusión en sus palabras-. Yo... yo espero alguna vez ir.

-¿Y qué tienes que hacer para ir o qué? -preguntó Jenn.

-Esa es la parte difícil -intervino Melanie-. Él siempre pone un ultimátum dos semanas antes del evento, en donde tenemos que demostrarle por qué deberíamos ir, pero demostrándole que él vea que estamos muy adentradas en nuestro papel y no tengamos ningún defecto.

-¿Y tiene eso algo de malo?...

-Sí, esa es otra etapa más difícil. -pausó-. Ya que nos ponemos muy nerviosas y hacemos cosas sin pensarlo y nos hacen quedar como tontas perdedoras, es como si fuera una prueba... y si eres la única en hacer todo mal, te vas. -susurró-. Antes, no éramos cuarenta, éramos mucho más, pero conforme el tiempo pasaba, había chicas que no podían y él no permitía eso, así que las envió a una casa hogar muy lejos. Jamás hemos vuelto a saber de ellas. -tragó.

~•~

Las tres chicas iban caminando hacia la habitación de Jenn, justamente cuando entraron, se quedaron asombras por una sorpresa inesperada.

-Wow -soltó Malorie.

En la gran cama, había un enorme oso de peluche y había detalles de flores de colores y dulces.

-Es una nota -Melanie le entregó a Jenn una tarjetita. Jenn la abrió rápidamente y leyó con atención;

"Se que no te di una bienvenida adecuada. Perdón.
Espero verte en mi oficina más tarde.
-Sr Bieber."

-Intenso. -susurró Melanie-. ¿Qué harás?.

-Verlo en su oficina. -tragó fuertemente para después mirar a sus dos compañeras.

~•~

-¿Hola? -tocó después de abrir la puerta. Jenn pasó con timidez hasta toparse con Justin.

-Hola, pequeña. -sonrió bajando del segundo piso de la habitación.

-Leí la nota.. y-yo... gracias por los...

-No es nada. -interrumpió-. Era lo justo. Perdóname a mi por el comportamiento inadecuado que tuve contigo, tenía muchos problemas acumulados y...

-Me usaste para desquitarte de todo. -soltó ella y tragó fuertemente.

Justin se sorprendió por sus palabras. -N-no... -negó-. Lo que intento decir es que...

-Lo que sucedió esa noche, no te mentiré, pero estoy muy lastimada. Creí que al venir aquí sería diferente, pero con lo poco que voy descubriendo y conociendo, me cansa.

-¿Qué quieres decir? -frunció el ceño.

-Que no le agrado a todos, hay una maestra que de seguro no le agrado, algunos creen que no encajo aquí y escuchar el nombre de la tal Anna es cansado. -pausó al borde da las lagrimas-. No seré perfecta... debería volver de donde vine.

Justin negó intentando ignorar todo. No quería hacer..., no quería lastimarla. Todo esto le estaba afectando a una joven chica.
Jenn aún tenía miedo de la cercanía de Justin, no mentiría.

-Perdóname -dijo. Tomó a Jenn de los hombros y la abrazó, seguido de un beso que no lo esperaba-. Tú... -acaricio su rostro mirándola con esos ojos que le gustaban.

-¿Yo?

-Me gustas -tragó -. Me gustas porque llegaste justamente cuando no te esperaba... Me gustan las personas que llegan así, de repente, esas que sacuden tu vida, que colocan a temblar el suelo.

¿Acaso había escuchado bien?.

PREGUNTA; ¿Desde dónde me lees? Tengo curiosidad, quiero conocer más a mis lectoras💕

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