Capítulo 26 (Último): Una familia.
Babygirls House
Capítulo 26 - Último.
Jenn se removió lentamente mientras abría sus ojos y un gran molestoso dolor de cabeza le despertaba.
-Finalmente has despertado. -la voz de alguien le hizo levantar su rostro y encontrarse con la persona que jamás había imaginado.
-¿Q-qué sucede? -murmuró la rubia.
La sombra avanzó y finalmente se mostró ante la pequeña luz de la habitación mientras una sonrisa se plasmaba en sus labios-. Hola, Jenn. -Margaret, la psicóloga.
-¿Señorita Margaret? -Jenn alzó las cejas y se dio cuenta que estaba amarrada en una silla, aunque no lo sentía muy justo y agradeció porque así tenía la posibilidad de deshacer los amarres.
-Tú... -intervino Malorie-. ¡Tu has hecho esto! -se removió la castaña.
-¿Qué sucede aquí? -dijo Jenn sin aún entender nada.
-Veo que no captas muy rápido. -Margaret dejó escapar una carcajada-. Te contaré una historia... bueno -hizo una pausa y miró a Justin-. Les contaré. -le sonrió mientras él le miraba a Margaret con odio.
Margaret tomó una silla de más y se coloca frente a sus tres víctimas, lista para revelar la verdad.
-Hace tiempo atrás, había una niña y era hija única, ella tenía sólo a sus dos padres. También tenía un primo llamado Drew... o como todos le dicen hoy en día, Justin Bieber -posó su mirada hacia él y continúa-. Justin tenía su familia, pero desgraciadamente tuvieron un accidente y bueno... tuvo que mudarse con la familia de su prima Margaret, fue entonces cuando todo cambió para ella. Justin se adaptó y empezó a estudiar demasiado y más tarde se postuló para trabajar con el padre de Margaret. Justin sólo tenía 16 años, y su prima 18.
Durante los años anteriores, cuando Justin llegó a la casa, toda la atención de los padres de su prima fue para él. Parecía como si su prima jamás hubiera existido.... todo el mundo se enfocaba en él -siseó-. Tiempo más tarde... Margaret se dio cuenta que sus padres habían decido despojarle de su herencia familiar a su única hija, pensando en que su vida no tendría un futuro dando consejos, y fue entonces cuando decidieron mejor darle toda la fortuna a su sobrino que más bien parecía su hijo, Justin -ella siseó el nombre con odio-. Margaret se negó a aceptar aquella decisión... así que hizo lo mejor que pudo; asesinó a sus propios padres -sonríe cínica-. Como Justin siempre fue dos años menor que ella, Margaret fue muy lista e hizo cambios en los papeles, se colocó como tutora de segunda mano y sabía, que si algo le llegaba a suceder a su primo, su fortuna pasaría sólo a ella. -dijo finalmente. Se levantó y quitó la cinta de Justin.
-No comprendo lo que haces... -siseó el ojimiel hacia ella.
-Oh querido primo... -chasqueó la legua mientras negaba con la cabeza-; Recibirás la herencia a tus 30 años, y falta poco para eso, así que ya me cansé de esperar, y lo mejor será acabar contigo de una vez por todas. -sonríe-. Al igual que ellas. -ladeó su cabeza hacia Jenn y Malorie.
-A ellas no las metas en est....
-Lo que digas. -interrumpió. Le colocó un trapo en la boca haciendo que guardara silencio-. Mataré a cualquiera que se interponga en mi camino.
-¡Déjanos ir! -pidió Malorie.
-Ugh... me recuerdas tanto a tu hermana. -dijo molesta Margaret-. Creo que tirarla por el gran balcón de la casa fue la mejor decisión que tomé. -le sonrió.
Malorie cerró la boca al instante.
-¿Qué? -murmuró.
-Si.... como verás, tu versión y la de Justin son falsas, ninguno de los dos saben que fue lo que en realidad pasó. -tomó un cuchillo de la nada y miró el gran filo-. Un día antes del incidente, le dije a Justin mentiras y mentiras... el muy idiota me creyó. -hizo un puchero con sus labios mientras miraba a su primo-. Como decía... le dije que se fuera, y como ustedes estaban en un excursión, aproveché para quedarme, ¡Oh! casi lo olvido... -miró a Malorie-. Ella no enfermó de alguna enfermedad, la envenené. Colocaba un veneno en su comida a diario. -sonrió con malicia.
Las lágrimas empezaban acumularse en los ojos de la chica, al igual que Justin.
-En fin, la noche en que estaban por llegar, Justin llegó a la casa borracho, lo había visto pero no dije nada, así que él fue a la habitación de Anna y después discutieron, fue realmente divertido -soltó risas mientras daba una vuelta-. Ambos estaban justo donde quería, así que empujé a Justin a un lado dejándole inconsciente unos segundos y fui yo quién tiró del balcón a Anna, ella era un estorbo.... claro, como todas ustedes. Cabe decir que también acabé con cada chica que se iba de la casa, Zara, Rita, Daisy, Abby y otras más. -pasó el cuchillo por la mejilla derecha de Jenn, asustándola.
-¡Irás al infierno! -gritó Malorie.
Margaret rió y se acercó a ella-. No cariño... -chasqueó su lengua- ¡Yo soy el jodido infierno en persona! -gritó.
Mientras Margaret discute con Malorie, Jenn aprovecha el momento para deshacer los amarres y liberarse por sí misma. Margaret se sorprende y en un movimiento tira el cuchillo dando un mal tiro. Jenn sube las escaleras corriendo, dejando atrás todo con tal de hacer algo, con tal de poner fin a toda esta pesadilla.
-¡Vuelve aquí! -grita Margaret saliendo por ella.
La respiración de Jenn iba a mil, tenía miedo de que Margaret le hiciera daño o cometiera cualquier otra locura. Finalmente llega a la cocina y se esconde.
Margaret sonríe, sabía que no podía ir tan lejos.
-Jenn.... -canturrea Margaret.
No había luz, todo estaba un poco oscuro. La rubia contuvo su respiración, se acomodó mejor y observó en la esquina superior de una mesa, un contenedor de cuchillos de varios tamaños. Jenn avanzó con cuidado de no hacer ruido y tomó el cuchillo más grande.
-Jenn... escucha, no te haré daño, lo prometo. -Margaret alzó las manos en forma de rendición-. Te dejaré ir a ti y a Malorie.
-¿Y Justin? -habló Jenn. Margaret se enderezó.
-También. -siseó de mala gana.
-No te creo.
Margaret dió una vuelta completa para tratar de observar en el lugar dónde rayos estaba Jenn.
-Si sales de donde quiera que estés, podemos hacer las pases. -dijo tratando de sonar creíble.
Jenn salió de su escondite lentamente, mostrándose ante Margaret.
-Déjanos ir, a los tres. -dijo Jenn con la mirada en frente. Detrás de ella, escondía el cuchillo para protegerse de Margaret.
Margaret quitó sus gafas y las tiró al piso, haciendo que se partieran en dos-. Jenn ¿acaso no lo vez? -preguntó.
-¿El qué? -cuestionó mientras ella daba un paso atrás casa que Margaret se acercaba lentamente a ella.
-Justin malgasta su dinero en jovencitas ineptas, la fortuna es demasiado como para gastar en tonterías de cosas de chicas y lo que sea que signifiquen sus relaciones con ustedes. ¿Sabes lo que podríamos hacer tú y yo juntas? Podríamos tomar ese dinero y poder invertirlo en proyectos que valgan la pena... podría, yo podría darte una parte para que inicies una vida desde cero.
-Yo ya tengo una vida -sisea Jenn-. Y es con Justin.
Margaret se sorprende ante su confesión-. Veo que al final te enamoraste -sonríe-. Es una lástima que acabaré con él. -hace un puchero.
En un movimiento rápido, Margaret se abalanza a Jenn y se toman de las muñecas, Jenn tenía el cuchillo en su mano izquierda, Margaret no se dejaría rendir tan fácil.
Jenn la empuja y en un punto, apuñala a Margaret cerca de su cadera derecha. Ella suelta un grito y cae al piso.
Jenn se asusta al momento que ve sangre en sus manos, trayéndole un pequeño recuerdo cuando accidentalmente su hermana murió.
Sale corriendo y deja a Margaret un poco inconsciente en la cocina.
Pero cuando menos lo esper, en un instante Margaret aparece y la toma en un abrazo sin escape.
-¡Suéltame! -grita la rubia.
Margaret la toma pero Jenn muerde su brazo y eso hace que la soltara al instante y así poder escapara. Todo era tan loco, parecía película de terror, en donde había una loca. Margaret estaba totalmente enferma de la mente.
Jenn se dio cuenta que ya no estaba por ningún lado, se centró en el centro de la casa y dio vueltas.
-¡No te tengo miedo! -gritó la rubia.
Los truenos y la tormenta de nieve habían aumentado más, incluso, los truenos iluminaron con su luz la casa casi completa. Jenn se asustó. Subió las escaleras con cuidado y llegó cerca del balcón.
-¡Margaret! -gritó cuando los truenos cruzaron en medio de la llamada.
Detrás de Jenn, la loca de Margaret aparece entre la oscuridad y toma a la chica del cuello mientras grita cosas incoherentes.
~•~
Justin deshace sus amarres finalmente, sus muñecas estaban rojas. Deshizo los amarres de Malorie también.
-Tienes que irte -dice él-. Busca ayuda.
-Hay un tormenta de nieve -la chica dijo nerviosa.
-Confío en ti, Malorie. -la tomó de los hombros y después observaron un pequeño ventanal que estaba en el sótano.
Justin se acercó y tomó un fierro que estaba cerca, con el golpeó el vidrio haciéndolo en pedazos.
-Debes salir por aquí -dijo tomándola de la mano y alentándola.
La castaña asintió y con ayuda de él, salió con cuidado en busca de ayuda. Justin le pasó una manta que había cerca para que así no se congelara ante tal noche fría.
-¡Volveré con ayuda! -fueron las últimas palabras de la chica antes de salir corriendo.
Justin se voltea cuando escucha unos ruidos fuertes y sube las escaleras hasta llegar al centro de la casa y mirar por todos lados hasta ver en el balcón del segundo piso, donde se encontraban Margaret y Jenn.
"¡Te mataré!" la voz de Margaret se debió haber oído en todos los rincones de la casa.
Jenn cerró sus ojos en forma de desesperación cada que Margaret tomaba su cuello entre sus manos e intentaba asfixiarla.
-¡Jenn! -Justin gritó y subió hasta llegar a ambas. Tomó a Margaret de los lados y la empujó haciendo que cayera a un lado.
-¡Justin! -dijo la chica mientras caía en sus brazos aterrada y con la respiración entrecortada.
-Tenemos que irnos, vamos -colocó el brazo izquierdo de la chica en sus hombros listos para partir.
-¡No! -Margaret se levantó rápidamente y jaló el cabello de la rubia. Jenn soltó un grito y Justin se asustó.
Los tres se acercaron en la orilla del balcón. Jenn tenía que proteger a Justin, así que se interpuso en medio, pero Margaret fue más rápida y sacó un cuchillo que tenía guardado pero Justin la empujó.
Y cayó.
Como sí fuera en cámara lenta, Margaret cayó al vacío tan rápido hasta quedar en medio del centro de la casa. La caída es tan fuerte que muere al instante.
Después de todo, Justin no quería nada malo que sucediera, un incidente, por más loca que fuera, al menos hubiera deseado que ella estuviera en rehabilitación, pero ya era tarde.
Su respiración fue tranquila cuando todo terminó.
-¿J-Justin?... -la voz de Jenn susurrando lo interrumpió de sus pensamientos.
Se volteó hacia ella y sonrió,
pero su rostro empalideció cuando ella le mostraba que estaba sangrando cerca de su pecho derecho.
-¡No! -gritó mientras la tomaba en sus brazos y ella caía lentamente-. Jenn! ¡No, no, no! -lágrimas empezaban acumularse en sus ojo-. Resiste -llora.
Los labios de la chica empezaron a expulsar sangre.
-J-Justin... -murmuró leve.
Él toma su rostro entre sus manos y la abraza-. No me dejes... -niega llorando-. Resiste... la ayuda viene en camino...
-Te a-amo... -una lágrima sale de la chica mientras sus ojos se iban apagando.
Justin negó, no, así no podía terminar esto-. Te amo más, pequeña. -besa su frente y la abraza con tal seno lastimarle.
-Gracias p-por dar-darme lo que siempre q-quise....
-¿El qué? -él la miró con ternura, mientras el tiempo se apagaba.
-Una familia. -y esas fueron sus últimas palabras.
Justin rompió en llanto mientras besaba su pequeño rostro y murmuraba cosas.
Golpes en la puerta principal interrumpieron el momento. La policía y paramédicos entraron a la casa mientras inspeccionaban el escenario.
-¡Policía! ¡Quédese donde está! -habló uno mientras llegaba al lado de Justin y el cuerpo pálido de Jenn.
Lo separaron de ella mientras negaba rotundamente a dejarla. Otros inspeccionaron la casa completa. Malorie había llegado con ayuda de todos ellos.
Las pequeñas recién acababan de llegar de la excursión y todos se asustaron al ver tanto alboroto.
-Tiene derecho a guardar silencio.... -un policía hablaba mientras Justin era llevado fuera de la casa esposado y entraba en el auto.
Las chicas se alarmaron, pero todas eran llevadas de nuevo al autobús. El cuerpo de Maragaret había sido llevado al igual que Jenn; que los paramédicos intentaban traerle de nuevo.
Melanie abrazó a Malorie cuando la vio y ella empezaba a explicarle todo.
-Se acabó... todo acabó. -murmuró Malorie.
FIN.
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¡El final! ¡Oh dios!
Todo ha sido inesperado, creo que la mitad de ustedes sacaban sus conclusiones. Sí, todo era plan de la loca desquiciada de Margaret.
Justin es inocente, el jamás asesinó a nadie, al igual que Jenn.
Respiren, Respiren, oh... ¡¿A quién engaño?! VAMOH A LLORAR😭¡PERO TRANQUILAS, FALTA EL EPÍLOGO😍👐!
Recuerden que las amo😭💕
Gracias por todo, las amo😭❤️
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