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𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞

Mi mano se mueve allí abajo sintiéndolo duro y grande, hago lo que una vez me dijo que hiciera, estiro un poco la punta manteniendo un ritmo constante en mi mano. Las sábanas cubren sólo parte de nuestra desnudez, los dos estamos sentados en la cama, beso su hombro dejando suaves mordidas mientras sigo estimulando su miembro. Al mismo tiempo, JungKook mueve sus dedos allí abajo en mi intimidad causándome el mismo placer, su otra mano suele jugar con uno de mis senos, inclino mi cabeza hacia atrás obligándome a no gemir, su mano se mueve más rápido haciendo que mis piernas tiemblen, muevo mi mano en su miembro del mismo modo escuchando un gemido bajo de su parte, su boca se consigue con la mía y una batalla apasionada inicia entre ellas.

JungKook me detiene al sacar su mano de entre mis piernas, el chico me acerca más queriendo que me siente sobre él, sé que mañana mi pierna dolerá y que en este momento no lo considero porque el placer con la excitación reemplaza todo eso. Lo siento llenar el vacío entre mis piernas y ambos soltamos un gemido bajo, nuestras bocas van a su propio ritmo, la lengua del chico roza la mía siempre que pueda, abrazo su cuello con mis brazos moviéndome en un vaivén. No sé porque pero tengo cierta obsesión con ver a JungKook fruncir un poco su ceño durante el sexo, el chico tiene una mano en mi cintura mientras la otra está en mi cuello. Deslizo mis manos sintiendo su piel.

—JungKook—susurro muy bajo sabiendo que puede escucharme.

—Más lento—su voz es ronca y algo...temblorosa. Dejo un camino de besos por su cuello escuchándolo suspirar—Ella—dice con un hilo de voz encantándome.

Él está gimiendo mi nombre.

El vaivén es placentero para ambos, se vuelve jodidamente intenso cuando constantemente toca mi punto débil. No duraré mucho así. Mi rostro se contrae un poco sintiendo mucha presión allí abajo.

—No puedo más—hablo con voz ahogada—Dios mío.

JungKook controla el movimiento de mis caderas con sus manos allí, alcanzo mi orgasmo sintiendo el agotamiento físico, él se corre dentro de mí tan agotado como yo. Lo abrazo apoyando mi cabeza en su hombro, él deposita besos en mi hombro acariciando mi espalda desnuda.

Sonrío un poco sintiéndome...segura en sus brazos.

▪︎▪︎▪︎

Despierto agitada con un malestar en la boca de mi estómago, he tenido una pesadilla, no puedo recordar de qué trataba, llevo mi mano a mi pecho calmando mi corazón, mi habitación sigue a oscuras, todavía no amanece, a mi lado JungKook duerme dándome la espalda, debajo de las sábanas seguimos desnudos. Se supone que su padre había llegado a casa molesto, comenzó a acusarlo de todo sin decir específicamente de qué, no le dio explicaciones y según JungKook, parece que el señor Jeon ya sabía que su hijo estaría en casa. Acerco mi mano a su espalda ancha dibujando pequeños círculos invisibles, rozo su piel con la yema de mis dedos encontrándolo relajante.

Me mantengo haciéndolo por varios minutos, dejo mi mano en su espalda sintiendo su respiración suave. Está profundamente dormido.

"No te enamores de mí, por favor"

Recuerdo sus palabras, pero también...

"Llámame idiota o tonto...pero desde hace varios días vengo sintiéndome del mismo modo"

Una pequeña sonrisa aparece en mis labios, me acerco abrazando su torso, deposito un beso en su espalda apoyando mi frente en ella, JungKook tiene cierto olor adictivo, ese perfume que me encanta desde el primer momento. El chico respira profundo sin despertarse.

¿Qué estoy haciendo?

▪︎▪︎▪︎

El agua de la ducha está perfecta, limpio cada parte de mi cuerpo haciendo un repaso mental de lo que haremos hoy. No creo que mi padre esté metido en algo así porque lo conozco, es mi padre, lo conozco bien. Él no necesita nada de eso, el restaurante da lo suficiente. Cuando salgo del baño me encuentro a JungKook más despierto que antes, su cabello está desordenado, se ve gracioso. Esperando un trato malo me acerco nerviosa.

—Buenos días.

—Buenos días—bosteza un poco apoyando su espalda de la cabecera de la cama— ¿Dormiste bien?

¿Jeon JungKook me pregunta eso?

—Es la primera vez que dormimos juntos.

Él parece caer en cuenta de ello. Toma mi mano acariciando el dorso.

—Eso creo.

—Sigo esperando que seas cruel o frío conmigo—comento. Tengo sólo una toalla cubriéndome—Así fuiste luego de mi primera vez.

También parece caer en cuenta de ello.

—Estas cosas...no suelen pasarme, ¿Entiendes eso?—se inclina hacia a mí sin soltarme—Estoy acostumbrándome a que alguien me importe.

Me preparo para lo que diré.

— ¿Lalisa nunca fue importante para ti?

—No de la manera en que tú lo estás siendo—besa mi mano— ¿Crees que tu padre haya llegado?

—No lo sé. Me vestiré para bajar.

—Tomaré un baño también.

▪︎▪︎▪︎

Bajo las escaleras esperando encontrarme a mi madre en la cocina, no sólo está ella, papá se encuentra en la sala con ella, JungKook baja también y se detiene al ver la escena.

— ¡Ella!—corre hasta a mí abrazándome fuertemente. Mi padre tiene un ojo morado, el labio roto y...hay sangre seca en su camisa, sus ojos van más allá de mí— ¡Tú!—está mirando a JungKook— ¡Maldito hijo de puta!—va directo a él golpeando su rostro— ¡Tú abusaste de mi hija!

"¿Qué?"

Mamá se apresura a separarlos, voy a revisar al pelinegro quien ahora escupe algo de sangre.

— ¡¿Qué demonios te pasa?!—exijo saber más que molesta—Gracias a él sigo aquí, JungKook me ayudó.

— ¿Qué demonios hace él en mi casa?—dice entre dientes.

—Cariño, cálmate, por favor—mamá intenta intervenir.

— ¡No!, este hijo de puta arruinó todos los planes y por su maldita culpa ahora vienen detrás de nosotros—hace el intento de golpearlo de nuevo pero me interpongo—Ella, sube tus cosas al auto, nos vamos ahora.

—Primero me explicas de qué estás hablando, mira la hora que apareces y mira tu aspecto, ¡Dios!, estás horrible—señalo—JungKook no es como su padre, no sé que te han metido en la cabeza, pero él es el único que me ha ayudado en todo esto.

Mi padre sonríe amargamente. Mamá está preocupada y JungKook escupe otro poco de sangre.

—Fui un imbécil, fui un idiota al creer que su familia era buena—niega con la cabeza—Su padre me dio...una gran cantidad de dinero para el restaurante y así surgir más, acepté ese dinero para tus estudios junto al negocio. ¡Por eso hice los cambios!, resulta que el dinero no llega fácil sin ninguna razón.

— ¿En qué te metiste?—cuestiona mamá aterrada de saber lo que viene.

—Él quería su dinero de regreso, sabe lo mucho que me gusta administrar un negocio, sabía de ti porque yo mismo le había contado de tu universidad, tus estudios...—golpea la pared con la palma de su mano totalmente frustrado— ¡Maldita sea!, ¡Él me usó!

Recuerdo como él principalmente lucia emocionado por los arreglos al restaurante, incluso recuerdo haberme sentido orgullosa de ver esas mesas llenas.

—Era dinero del mercado negro, Ella—regreso mi atención a él—El señor Jeon me pidió un día que le devolviera el dinero y no supe cómo, amenazó con cerrar mi negocio, con lastimarlas a ambas—retrocedo temiendo saber que dio a cambio.

— ¿Qué le pidió a cambio?—escucho a JungKook por primera vez.

—Quiere a Ella, sabía que eras virgen, sabía que eras pura...si la vendía recuperaría el dinero...

— ¡Eres un maldito desgraciado!, ¡¿Cómo pudiste vender a nuestra hija así?!—grita mamá. No puedo creer siquiera lo que escucho, JungKook intenta calmarla, papá me mira arrepentido y yo no puedo perdonarle eso.

La culpa no es del padre de JungKook, no es mía, ni del chico, ni de Jimin o YoonGi, ¡Sólo de una persona! Quien menos esperaba.

— ¿Preferiste venderme que vender tu negocio?

—Sabes lo que ese lugar significa para mí...

— ¡Yo soy tu hija!, ¡Soy tu única hija!—ahora yo quiero golpearlo. JungKook se asoma en la ventana de la sala con cautela— ¡Yo significo más que eso, papá!

—Ella...

— ¡Me vendiste!—no quiero que hable—Oh, Dios—paso mis manos por mi cabello. Mi mente ha dejado de funcionar, no puedo pensar siquiera— ¿Cómo pudiste aceptar ese dinero?, para colmo acusas a JungKook de arruinarlo—y ahora entiendo porque su padre también lo acusó—No soy un pedazo de carne, ¿No pensaste que pasará después de eso?, ¿Qué ibas a decirle a mamá?

—Sólo quería lo mejor para...

—No hay tiempo—JungKook interrumpe. Su rostro es preocupado—Los hombres de YoonGi están muertos y los que trabajan para mi padre están aquí.

—Dijo que me daría la oportunidad de huir...

— ¿Enserio le sigues creyendo a ese hombre?—comento molesta—Mamá, trae tus cosas, nos vamos.

—No, no hay tiempo—se escucha la puerta—Ella, debemos irnos ahora.

—Hay una puerta en el sótano—dice mamá.

No perdemos tiempo y nos colocamos en movimiento. JungKook va detrás de mamá, se encuentra frente a mí mientras papá va siguiéndome los pasos, la puerta del sótano da a la parte trasera de la casa, al salir el chico nos indica que nos agachemos y nos coloquemos contra la pared, puedo escuchar como vuelven la casa un desastre moviendo cosas.

— ¿Qué hacemos?—susurro.

— ¿Tienes el número de Jimin? Déjame intentar llamarlo—extiende su mano a mí. Antes de entregárselo levanto una de mis cejas.

—Deberías agradecerme por conseguirlo.

—No es momento de ello.

Mi padre insiste en hablarme, jamás había sido grosera con él, pero en estos momentos lo menos que quiero es escucharlo. Resumiendo, él aceptó el dinero del señor Jeon, creyó que era por generosidad y no, nada en esta vida es gratis, no puedo creer que prefiera su restaurante antes que a mí.

—Nunca te vendí, el padre de JungKook se aprovechó de ello...

—No quiero escucharte—lo ignoro. Mamá se asoma con cuidado y noto como su cuerpo se relaja.

—Creo que se fueron.

—Los chicos están llegando—el pelinegro me devuelve el celular. Mamá vuelve a esconderse, el primer disparo se escucha en el instante que papá se arroja sobre mí.

Viejos recuerdos. Les tengo una sorpresa más adelante.

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