Sinceramente, Yoongi aún no sabía qué hacer.

Pensó que su fin de semana lo iba a pasar tranquilo, viendo películas con Jimin mientras acariciaba su linda barriga de 8 meses de embarazo, tal vez salir a comprar las cosas que faltaban para su bebé o simplemente descansar juntos y cómodos en el calor del otro.

Pero la vida seguía siendo injusta a veces.

Porque claramente la fuente de Jimin no debía romperse y su hijo no tendría que nacer hoy, pero ya ven como son las cosas.

- ¡Min Yoongi! ¡Si no traes el bolso en este instante te juro que yo mismo me paro y me voy al hospital caminando! ¡Apúrate! - un Jimin adolorido por las contracciones no dejaba de gritarle a su novio que llevaba como 10 minutos buscando el bendito bolso con la ropa de su bebé.

- ¡Aquí está, amor! Jungkook y Taehyung ya están afuera esperándonos con el auto, vámonos - dijo Yoongi, aún en pijama y con el cabello alborotado mientras sostenía a Jimin para salir juntos de la casa.

Jungkook fue el primero en reaccionar, sosteniendo el bolso con un brazo y ayudando a Jimin con el otro.

- ¿Y por qué vino este inservible, eh? Mi bello hijo va a tener que ver su rostro a solo horas de nacido, lo va a traumar - dijo Jimin, detestando a Jungkook pero aún así aceptando su ayuda.

- Yo tampoco quería venir, pero mi esposo me sacó a rastras diciendo que tu pelota estaba por nacer y no tuve más remedio que venir, créeme que si fuera por mí te llevaría rodando hasta allá.

Jimin frunció aún más el ceño al escuchar la voz del pelinegro referirse a él y a su pequeño de esa manera, pero en su estado no podía hacer mucho esfuerzo para golpearlo.

Ya lo haría después.

- ¿Pelotas dijiste? Las que te faltan, cabrón, ayúdame antes de que le diga a Taehyung las mil y un razones para divorciarse de ti - y como si hubiese sentido el llamado de su mejor amigo, Taehyung bajó del coche para abrir la puerta de este.

- ¡Minnie! Ten cuidado al subir, estaremos pronto en el hospital, te lo prometo - luego se dirigió a su esposo - ¡Jungkook! ¡Ayúdalos a entrar!.

A regañadientes pero actuando rápido Jungkook hizo lo pedido y subió al asiento junto a su esposo, yendo rápidamente al hospital.

En los asientos de atrás, Jimin sostenía fuertemente la mano de Yoongi cada cierto tiempo, cuando las contracciones se volvían intensas.

- L-Llama a Namjoon, r-rápido - dijo Jimin, seguido de otro apretón en la mano de su novio.

- ¿Y si no está libre?

- ¡Por eso quiero que lo llames, animal! - dijo Jimin sintiendo todo cada vez más intenso - ¡Se me está saliendo el hijo y es el único doctor respetable ahí!

- S-Sí, tienes razón, ya lo llamo - buscó desesperadamente su celular en uno de sus bolsillo con su mano libre, mientras la otra trataba de darle fuerzas a Jimin.

Trataba.

Al encontrarlo marcó el número y dirigió el celular a su oído.

- ¿Hola? ¿Doctor Kim? Soy Min Yoongi, mi pareja está a punto de dar a luz, estamos en camino y necesito que nos esperen en la puerta - los nervios no lo dejaban hablar bien, pero este no era momento para miedos - ya estamos cruzando la calle, sí, ya lo vi, muchas gracias, doctor - un poco más tranquilo le indicó a Taehyung donde estacionarse y arregló todo para bajar junto a Jimin.

Jungkook tambien bajó rápido, dio la vuelta y los ayudó a llegar hacia las enfermeras de la puerta.

- Solo el padre del bebé puede acompañarnos para inciar los trámites - dijo una de ellas - ustedes pueden esperar aquí hasta que finalice el parto.

Al escuchar eso, Taehyung se acercó rápidamente a su amigo y plantó un beso en su frente.

- Eres fuerte, Minnie, te estaré esperando aquí y traeré a Minhyuk para que conozca a su primo - luego se alejó y golpeó a Jungkook para que también diga algo.

- Ojalá no salga feo como tú - le dijo - suerte, supongo.

Con las pocas fuerzas que le quedaban, Jimin levantó el dedo medio y se lo dirigió a Kook.

- P-Por si ya no puedo hacerlo, bastardo.

La enfermera encargada solo giró la silla de ruedas y lo dirigió a la sala de partos, aún sin poder creer lo que había visto.

Jimin se aferró aún más a Yoongi mientras se quejaba del dolor y lanzaba maldiciones a todos lados.

- Un condón no es tan caro, Min Yoongi, q-qué te costaba comprar algunos - jadeó, ya cerca de romper la mano de su novio gracias a la presión que hacía en ella.

- Ya me puedes golpear después, Jim, ahora necesito que seas fuerte y aguantes un poco más, amor.

- Como tú no vas a parir, idiota - le dijo, y al ver que se acercaba el momento de despedirse y entrar al quirófano, se aferró más, tratando de atrasar el momento.

Pero su hijo era igual, o más, impaciente que él y ya quería conocerlos.

- Te amo - dijo Jimin - te amo demasiado, y si algo me pasa ahí dentro...

- Lo único que va a pasar ahí es que vas a salir con nuestro hijo en brazos, tú puedes, mi amor, yo los voy a estar esperando aquí.

- Te amo - repitió Jimin, ya con lágrimas escapando de sus ojos.

- Y yo a ti - dijo Yoongi - te amo, te amo, te amo.

Se acercó para besarlo un instante y darle las fuerzas que necesitaba, luego lo soltó para que lo lleven a la sala de partos.

Al ver como se alejaba y lo ingresaban, solo pudo desear que todo salga bien y sin complicaciones.

No soportaría perder a alguno de los dos.

Cuando Jimin entró al quirófano, las enfermeras le colocaron la bata y lo ayudaron a subir a la camilla. Vio entrar a Namjoon, su doctor asignado en todo el proceso de embarazo, y al que considera como un amigo más.

- Al fin conoceremos al pequeño - dijo Namjoon, un tanto ansioso por el momento - no sé cuándo volverás para poder presenciar otro de tus embarazos, así que estoy emocionado.

- Ni creas que habrá otro - dijo adolorido mientras le colocaban la anestesia y lo recostaban nuevamente.

- Si supieras cuántas veces he escuchado eso - le dijo mientras sonreía y se alistaba para empezar.

Cerca de dos horas después, en la sala de espera, un impaciente Yoongi daba vueltas en su sitio mientras esperaba a sus familiares y amigos que recién se habían enterado del suceso.

No podían culparlo, en estos momento solo tenía cabeza para Jimin y su hijo.

- ¡Yoon! - escuchó la voz de Taehyung, quien venía acercándose junto a Jungkook con su pequeño hijo en brazos - ¿Ya está dentro? ¿Te dijeron algo? - preguntó, haciendo un gesto de preocupación cuando Yoongi negó suavemente.

- Aún no me dan noticias - dijo - según lo que investigué, una cesárea dura de 30 a 60 minutos si es que nada se ha complicado, y ya estoy aquí hace bastante tiempo sin noticias, ningún doctor me da información y la recepcionista solo me dice que espere y espere mientras me ofrece revistas que ya leí - se notaba en su voz que todo el asunto lo tenía nervioso y asustado.

No era para menos.

- Todo saldrá bien, Yoongi, verás que pronto traen noticias de ellos - le dijo Taehyung, tratando de darle ánimos a su amigo.

- Estoy seguro de que seguirá alterándonos con su voz por mucho tiempo, no te librarás tan fácil de él - dijo esta vez Jungkook, quien, aunque no quería demostrarlo, también estaba preocupado.

Yoongi asintió, agradeciendo a sus amigos y girándose para poder jugar con el pequeño Minhyuk de solo diez meses de nacido.

Era el vivo retrato de sus dos padres.

Después de media hora más, las palabras de Jungkook y Taehyung cobraron fuerza, ya que al escuchar "Familiares de Park Jimin" su corazón y mente le decían que todo había valido la pena.

- ¡Doctor! - llamó - soy su pareja, por favor díganme que ambos están bien, por favor.

- Me alegra informarle que así es, señor Min - dijo Namjoon - al principio las cosas se complicaron un poco por la posición del bebé y el estado de su pareja, pero pudimos controlarlo satisfactoriamente - terminó de decir y sonrió, también feliz de que todo haya resultado un éxito.

Para ese momento, las lágrimas de Yoongi ya no podían retenerse más.

- ¡Gracias! - exclamó Yoongi, acercándose y abrazando fuertemente al doctor mientras reía a carcajadas - ¡Muchas gracias por todo! ¡En serio le agradezco!

- No tiene por qué, es mi trabajo - sonrió - si gusta puede pasar a verlo primero, luego podrán entrar las visitas que gusten.

Yoongi asintió y fue guiado a la habitación de Jimin, seguido de un Taehyung muy emocionado y de un Jungkook aliviado de que todo resultó bien.

Sí, muy en el fondo, también estaba preocupado.

- Nosotros esperaremos aquí - le dijo Taehyung al llegar - entraremos cuando nos dejes, Yoon, ahora ve y conoce a tu hijo - sonrió abiertamente y le dio a Yoongi la seguridad que necesitaba.

Asintiendo despacio y preparándose mentalmente para lo que seguía, se dirigió a la puerta del cuarto y la abrió un poco, metiendo primero su cabeza.

Quedó sin palabras.

En la camilla estaba Jimin, sonriéndole a un pequeño bulto envuelto en mantas celestes, viéndose tan pequeñito y frágil que las ganas de volver a llorar se hicieron presentes.

Al sentir que alguien ingresaba a la habitación, Jimin levantó la mirada y encontró a su novio tratando de no llorar, sosteniéndose fuertemente de la puerta para tratar de no hacer ningún ruido.

- Yoonie - le dijo, tratando de no reír por la expresión de su novio - quiero que conozcas a Min Kihyun, nuestro lindo bebé - su mirada volvió a caer en su pequeño, sintiendo también que Yoongi se acercaba despacio hacia ellos.

Era una sensación realmente maravillosa, poder conocer finalmente a su hijo, ese ser que era un pedacito de los dos y que traería tanta felicidad a su vida.

Amor a primera vista, tal vez.

- Lo lograste, Minnie - le dijo, sosteniendo una de sus manos y besándola - muchas gracias, amor, te agradezco infinitamente.

- Yoon - llamó Jimin, viendo como las lágrimas de su pareja amenazaban con volver a salir.

- Tú eres el amor de mi vida ¿sabes?, pero creo que Kihyun está por robarte el puesto - Yoongi rodeaba los hombros de su pareja mientras intentaba agarrar la mano de su bebé - la competencia está fuerte, Jim.

Y ambos solo pudieron reír, mientras admiraban a su pequeño y pensaban en todas las cosas que iban a cambiar.

Puede que sean difíciles, pero qué importaba.

Si se tienen el uno al otro, ya nada importa.