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【ú】【n】【i】【c】【o】.


El sol salió como siempre, la luna, las estrellas y la oscuridad de la noche se habían ido. Un día nuevo empezaba, un día común para muchos, pero especial para Jungkook.

¡Al fin cumpliría la mayoría de edad, cumpliría 18 años!

El tiempo pasaba bastante rápido, su estatura y nueva manera de ver las cosas, eran clara evidencia de ello. ¿Desde cuando dejó de lado la consola de PlayStation y empezó a salir de fiesta seguido?

No recordaba muy bien, a los... quince, dieciséis o diecisiete tal vez.

Seria un dolor de cabeza recordar, después de la gran resaca que tenía por beber tanto anoche en un bar con sus amigos del curso. Su madre no se había enterado, eso era bueno, si se enteraba ya se imaginaba el griterío que se armaría y eso no era bueno en ningún sentido.

Se levantó de la comodidad de su cama y a penas sus pies descalzos tocaron la superficie fría del suelo, escucho como su característico sonido de llamada se hacía presencia. Lo tomó y sin ver quién era el que lo había llamado, contestó.

—¡Feliz Cumpleaños al niño más bonito! ¡Ya son ocho añitos Jungkookie! ¡Ya deja de crecer que me dejaras anciano! —Se quejó a través de la línea el remitente de una voz conocida para Jeon.

—Tae no seas dramático y cumpliré dieciocho años bobo —Comentó sonriendo.

—Tu siempre llevándome la contra —Bufó—. Hoy iré a tu casa, para festejar tus ocho añitos —Dijo cambiando su tono de voz a uno más alegre y alentador.

—No son ocho, son...

El sonido de un pitido en su teléfono le hizo saber que Taehyung había colgado. Jungkook negó con una sonrisa en su rostro, su dongsaeng era un caso perdido y sabia que discutir con el seria tratar con un anciano terco de 80 años.

Se puso las pantuflas y caminó a la cocina en busca de un vaso de agua. Encontrándose con sus padres que lo recibieron con fuertes abrazos y cumplidos.

—Mi hijo ya es todo un hombre —Mencionó su padre con orgullo abrazando fuertemente a Jungkook. Su madre que lo miraba a pocos centímetros también hizo la misma acción siendo correspondida por el menor.

—Lo es, pero para mamá siempre serás un bebé —Dijo su madre con una aniñada voz que hizo a Jungkook sonrojar. No le gustaba que lo trataran como un niño pequeño.

Después de compartir unas cuantas palabras más, Jungkook se dirigió a su habitación nuevamente, se vistió y arregló como mejor le pareció. Unos pantalones ajustados, una camisa holgada y unos botines negros fueron su elección final. Dejando atrás a sus anteriores compañeras de aventuras, sus tan amadas converse rojas.

Se miró al espejo y acomodó sus rebeldes cabellos con algo de gel y fijador para que ningún traicionero cabello se salga de su lugar. Quería verse como el hombre mayor que seria en pocas horas.

Se veía diferente al Jungkook de hace un par de años aunque sus regordetas mejillas le daban un aire jovial y tierno. Antes de que pudiera dar otro paso, se detuvo en seco al sentir su celular vibrar en su bolsillo.

Baby bear🧸💖te ha enviado un mensaje.

Baby bear🧸💖:

Estoy afuera, abre la puerta 😽

¿No tienes manos para tocar?

Mi mamá debe estar en la sala.

Visto.

Baby bear 🧸💖:

¿Para qué molestar a la suegra si puedes hacerlo tú? 💁‍♂️

Jungkook no pudo evitar sonrojarse al leer aquel mensaje. No sabía con exactitud cuál era la fórmula con la que Taehyung lograba hacer de su persona un desastre de emociones. Eso era algo que solo Kim Taehyung sabía hacer, pero Jungkook también sabía jugar sus cartas.

Le voy a decir a mi mamá que me andas corrompiendo -.-

Visto.

Baby bear🧸💖:

¿Quién eres ? Hablas del guapo chico
al que le robe el teléfono?

Atte. Un ladrón.

Incluso en una situación así, eres un bobo.

Visto.

Baby bear 🧸💖:

Así te gusto :)

Jungkook soltó un suspiro de cansancio y solo fue directo a la puerta principal de su hogar. Encontrándose con la alta figura de Taehyung sonriente, entre sus manos una caja con decorado de fresas.

—¿Entonces es un si?

—Es un pasa o te quedas afuera.

Taehyung hizo un puchero pero resignado solo entró al hogar de Jeon.

—¡Hice un pastel especialmente para ti, es de fresas! —Comentó Taehyung entusiasmado. Se la había pasado toda la mañana horneando y decorando el pastel en sus manos, que tanto empeño le puso.

—¿Quemaste la cocina? —Preguntó burlón.

—¿Dejaste de lado tus converse favoritas?

—Ah... si, ya estoy grande así que he cambiado —Contestó haciendo una pose "sexy" que hizo reír a Taehyung.

Su hyung siempre había sido amante de las probar cosas nuevas, eso era algo que admiraba mucho Taehyung. Desde que eran pequeños Jungkook siempre se lo demostró, sin embargo Jeon había pasado por etapas que le hicieron ciertos daños y Taehyung siempre trató de protegerlo.

Jungkook tenía un aire de seguridad bastante llamativo, pero así como tenía grandes fortalezas también tenía debilidades, muchas veces cayó y Taehyung pudo presenciar esos momentos de debilidad. Por eso mismo se hizo una promesa consigo mismo de proteger a Jungkook, pase lo que pase.

Jungkook podía tener un corazón grande, uno grande y muy frágil, por eso tenía que cuidarlo, cuidarlo de que su sonrisa que tanto le costó recuperar no se valla.

Porque quería a Jungkook, porque Jungkook estaba para el y el estaba para Jungkook.

Y nunca lo dejará caer de aquel buen entorno que tanto le constó formar para el.

—¡Estas chiquito Kookie! —Se quejó Taehyung extendiendo sus brazos para abrazar a Jungkook, pero este no se lo permitió.

—Sabes que odio que me trates como un niño.

—Pues te aguantas, al menos hasta que tengas más de 500 años tal vez lo reconsidere —Contestó poniendo una mano sobre su barbilla.

—¡Soy mayor que tu Taehyung!

—¡Siempre serás mi bebé Jungkook!

—No lo soy —dijo frunciendo el ceño tiernamente.

—Si, si eres —Objetó presionando las adorables mejillas de Jungkook.

—No~

—¡Que si!

—¡Que no!

—¡Que si!

—¡No!

—¡Niños!

Jungkook y Taehyung voltearon en dirección del grito, encontrándose con la señora Jeon, tenía un semblante serio que les puso los nervios de punta.

—Aún siendo unos jovencitos, siguen comportándose como unos niños —La madre de Jungkook los miró reprobatoriamente. Los muchachos se miraron entre si y enrojecieron debido a la vergüenza.

Se sentían como dos pequeños regañados.

—Aunque no me sorprende, siempre han sido así desde pequeños —Recordó la madre con una gran sonrisa—. Un pastel, veo que te acordaste del cumpleaños de Jungkookie, ¿Cómo te fue en tu viaje a París?

Lo único bueno era que la señora Jeon era fácil de distraer. Taehyung sonrió y le relató de su experiencia fuera de Corea, dejando a Jungkook con miles de pensamientos en su mente.



—Happy Birthday to you~ —Cantaban todos al unísono.

Ya era el momento de cantar el cumpleaños, la hora en la que Jungkook había nacido, la hora en la que actualmente Jeon Jungkook cumpliría 18 años y sería un adulto.

El cumpleañero miraba a todos con cierta sonrisa incómoda al tener las miradas de todos los invitados, entre ellas las de sus padres, tíos, algunos primos y claro la única a la que le mantenía el contacto visual, la de Taehyung. Este tenía su celular filmando el momento, era un día muy especial para Jungkookie después de todo, era un evento que quería capturar el menor para alguien tan querido por el, como lo era Jungkook.

—¡Viva el cumpleañero! —Gritaron todos a excepción de uno.

—¡Que me bese el cumpleañero! —Gritó con euforia Taehyung que grababa las expresiones de todos con su celular, sus rostros eran todo un dilema.

Jungkook sintiendo sus mejillas arder le tapó la boca a Taehyung antes de que dijera otro disparate que descolocara a sus invitados.

—El solo bromea, no le hagan caso —Trato de hacer entender Jungkook sintiendo los nervios salir a flote —Verdad que es una broma, ¿Taehyung?

—Si es una broma —Aceptó Taehyung viendo a todos los presentes suspirar aliviados. Fue entonces que Taehyung se acercó lenta y silenciosamente a Jungkook y le susurró algo al oído—. Aunque si tu quieres no es broma.

Jungkook lo miro con el rostro aún ruborizado y le pegó suavemente con su puño en su antebrazo. Espero escuchar alguna otra queja pero no, solo se podía escuchar la risa de Taehyung.

Ese chico era tan extraño, pero no iba a negarlo, ese distintivo era una de las tantas cosas que le encantaban de Taehyung.

—¡¿Quien quiere pastel?! —Gritó la madre de Jungkook recibiendo distintas respuestas de los presentes.

Sus miradas fueron a parar en dirección de la señora Jeon que los llamaba con un pedazo de pastel sobre uno de los platillos.

—¡Yo quiero! —Respondió con emoción Taehyung acercándose a la mamá de su mejor amigo. Dejando a un pobre y altamente confundido Jungkook hundido en sus pensamientos.



—La noche esta bastante linda, ¡Hay muchas estrellas! —Exclamó con alegría Taehyung viendo a cada una de ellas maravillado.

—Es mi cumpleaños, obligatoriamente tenían que brillar el día de hoy —Respondió Jungkook como si fuera lo más obvio, sacándole una risa a Taehyung.

—¿Vas a comerte eso? —Cuestionó Taehyung señalando el platillo de pastel de Kookie intacto.

Jungkook asintió empezando a comer este bajo la atenta mirada de Taehyung. Jungkook se percató de eso y se alejó unos cuantos centímetros del menor que no alejaba la mirada de su rostro y el pastel.

—Ni pienses que te daré de mi pastel, ya comiste más de cuatro porciones, me compadezco de tu pobre estómago que resiste toda esa cantidad —Jungkook frunció levemente el ceño regañando con la mirada a Taehyung.

Taehyung negó con su cabeza y volvió su mirada al cielo.

—No es eso, solo quería saber si te gusto, es decir, el chef necesita criticas para mejorar y esas cosas.

—¿Desde cuándo eres chef?

—Eso no importa, ¿Te gustó o no? —Evadió la pregunta centrándose en los gestos de Jungkook.

—Muy rico —Respondió sonriendo.

Taehyung asintió con una gran sonrisa, entonces no había fracasado.

—¿Tienes una servilleta? —Preguntó y Taehyung negó—. Creo que fue mala idea subir al techo, no recuerdo como bajar —Gruñó exasperado.

Se volvieron a recostar sobre la superficie observándose sin saber que decir, lo único que se escuchaba siendo el sonido de los grillos y algunos autos que pasaban por la pista cercana a la casa de Jungkook.

Taehyung cerró los ojos por unos momentos tratando de descansar un poco su vista debido a los faros de luz cercanos, aprovechando Jungkook para mirar detenidamente cada detalle del sereno rostro de Taehyung.

Taehyung era bastante guapo, todos desde sus finos labios hasta sus bellos ojos café, su nariz también era bonita junto a su bien estructurada mandíbula.

Taehyung era una belleza etérea en todos los sentidos. No sabía como fue a parar aquel atractivo chico en su vida, pero lo que si sabía es que no lo dejaría solo nunca. Aunque no lo malentiendan, es más por todo lo que pasaron juntos, aún recuerda sus primeros años junto a Taehyung. El rubio en ese entonces azabache, era un chiquillo muy molestoso y antipático.

Un estorbo para Jungkook, ¿Quién pensaría que en el futuro serían cercanos?

—¿Alguna vez has besado, Kookie? —Cuestionó Taehyung abriendo sus ojos.

¿Besar?

—Ah.. no, tu sabes que nunca me han llamado la atención esas cosas TaeTae —Respondió Jungkook rascándose la nuca, estaba algo avergonzado. Tenía 18 años y aún no había dado su primer beso.

Taehyung asintió comprendiendo y se sentó sobre la superficie abrazando sus piernas debido al frío.

—Pero... si tuvieras la oportunidad de hacerlo, ¿Lo harías? —Preguntó con un tono divertido en su voz.

Jungkook lo pensó unos breves segundos y no llego a nada, solo alzó y bajo los hombros de manera vaga.

—¿Me estas diciendo indirectamente que quieres besarme?

—No, aunque no es mala idea.

Jeon y Kim se miraron mutuamente y luego rieron ante aquellos disparates.

—No digas esas cosas otra vez Taehyung —sentenció Jungkook.

—¿Porqué?

—Porque si eres tu quien me lo pide, no creo poder negarme.

—¿Qué te detiene? —Retó divertido Taehyung.

Jugar a hacerse los atrevidos era algo usual y muy común en ambos. Sin embargo por primera vez Jungkook no lo sintió así.

El mayor posicionó sus brazos tras el cuello de Taehyung y se acercó a escasos centímetros del rostro de Kim.

—Necesito de tu permiso Taehyung —Dijo con un tono suave Jungkook, viendo al menor con su rostro levemente ruborizado.

—Bésame, Jeon Jungkook —Sentenció dejando leves caricias en la abultada mejilla del mencionado.

Sus rostros se acercaron tímidamente rozando sus narices, un suspiro salió de los labios de Jungkook y sin previo aviso el menor juntó sus labios en un corto y tierno beso. Tan solo ese pequeño contacto hizo sentir millones de emociones salir a flote en el joven de encantadora sonrisa.

Había cumplido 18 hace poco, había dado ya su primer beso y.. ¡rayos! Era un descontrol de emociones que le estaba costando sobrellevar al pobre de Jungkook.

—¿Y? ¿Qué sentiste? —Preguntó Taehyung con una gran sonrisa.

Jungkook tocó sus labios por primera vez en la noche y respondió.

—Siento mi estómago revolotear, es una sensación rara pero linda, aunque debo aceptar que no es la primera vez.

Entendiendo todo Taehyung asintió y miro hacia algún otro punto en el cielo. Taehyung sabía que significaba aquellas sensaciones y aunque le doliera admitirlo, Jungkook estaba creciendo y...de seguro tenía a alguien más, una persona especial de la que se enamoró.

Y al no le quedaría otra opción que aceptarlo y apoyar a su mejor amigo en ello. Porque eso hacían los amigos, ¿No?

—Taehyung —llamó.

El nombrado hizo un sonido con su garganta que le hizo entender que lo escuchaba. Aunque Jungkook parecía no estar satisfecho con ello.

El mayor tomó una de las manos de Taehyung y acarició esta.

—Eres y siempre has sido tu el de las extrañas sensaciones, siento mariposas revolotear en mi interior cuando me abrazas, cuando me mimas y acaricias mis rebeldes cabellos e incluso cuando haces y dices esas tonterías que siempre me hacen reír —Relató viendo a este a los ojos—. He tratado de ser a largo de estos años bueno y maduro para en un futuro yo devolverte el favor y protegerte, tal y como lo hiciste conmigo.

Tomó las manos del chico y las posicionó en su pecho, específicamente en el lugar donde se situaba su corazón.

—Me hace inmensamente feliz que seas tu el que me haga sentir esto, pensé y pensé muchas veces.. ¡rayos! que es este sentimiento y con el tiempo lo comprendí, pero no lo quise aceptar, no quise aceptar el hecho de querer de una forma distinta a mi mejor amigo, todo es tan extraño que me cuesta aún procesar como es que paso, pero solo pasó... —Suspiró y prosiguió—. Me he enamorado de ti, Kim Taehyung.

Silencio, fue lo único que se escuchó después de aquella confesión. Ninguno de los dos se atrevía hablar.

Jungkook mantenía la cabeza gacha tratando de no llorar en aquel momento, no sabía si compartir sus sentimientos que tanto había guardado durante mucho tiempo había sido la mejor decisión de su vida.

Taehyung no decía nada, no hacía nada, ¿Se iría?, ¿Lo rechazaría? ¿No le hablaría más?

De todas las opciones nunca creyó pensar en la que ahora presenciaba.

La dulzura de sentir sus labios otra vez unidos, su mejilla reposando en la cálida mano de Taehyung, su cintura siendo aprisionado por uno de los fuertes y protectores brazos de Taehyung, su delicioso perfume inundando sus fosas nasales y las molestas mariposas revoloteando en su interior.

Muchas sensaciones en una sola acción, eso y más era lo que provocaba su.. mejor amigo en el.

Sensaciones que nunca creyó sentir.. sensaciones que en algún momento deseaba poder descubrir, sensaciones que sentían que eran su nueva perdición.

—¿Te embaracé? —Preguntó separándose de a poco de Jungkook.

—¡Taehyung! —Regañó el mayor escuchando las fuertes carcajadas de Taehyung resonar.

—Lo siento, lo siento es solo que nunca pensé escucharte decir eso o bueno si, al menos solo en mis sueños —Contestó viendo el ruborizado rostro de Jungkook—. Es que... ¡enserio! ¿Esto es un sueño? Jeon Jungkook si esto es una broma, tienes mis respetos nunca pensé en algo como esto antes, tienes qu-

—Joder, ¡¿Podrías tomarte algo enserio por primera vez?! Es la primera vez que me sinceró y tu, ¡Kim Taehyung no me hagas perder la dignidad!

—¿Tenías? —Replicó Taehyung.

—Bien, me rindo —Dijo dispuesto a irse.

—¡Kookie! Era broma, por favor no te enojes conmigo, ¡quédate! prometo ya no molestarte —. Sostuvo el brazo de Jungkook evitando que se fuera.

—¡No! Eres imposible Taehyung, tu-

—También estoy enamorado de ti, Jungkook —Confesó sosteniendo las suaves manos del mayor entre las suyas—. Y... esta es la parte donde tu lloras de alegría y me besas.

—Miras muchas novelas Taehyung —Respondió Jungkook dando media vuelta.

—Pero.. ¡hey! ¡No tienes que irte! —Exclamó viendo como el mayor bajaba del techo.

Con cuidado Jungkook bajo de la gran estructura hasta pisar finalmente el césped del patio de su casa.

—¿Entonces bajarás o te quedas? —Bromeó haciendo un ademán de irse.

Taehyung con un evidente puchero en sus labios gritó desde lo más alto un "espérame" que el mayor escuchó, accediendo al llamado de su dongsaeng. Cuando finalmente el menor bajó, Jungkook tomó de la mano a Taehyung y se abrazó al hombro de este.

Taehyung era muy cálido.

—Quiero quedarme, pero contigo Taehyung, deja de jugar, me gustas... ¡me gustas tonto! —Dijo en forma de queja el mayor y al no ver una de las típicas sonrisas ladinas del contrario espero una respuesta.

—También me gustas señor Jeon Jungkook, por eso mismo, ¿Quisiera salir con este bobo y guapo chico ardiente que desprende un aura varonil a cada paso que da?

—Creo que exageras eh, pero si, ¿Por qué no?

—¿Porqué no? ¡Pero si te gusto!

—Exacto me gustas, así todo tontito no presumido —Contestó con obviedad besando una de las mejillas de Taehyung.

Algo atontado, Taehyung asintió comprendiendo y con la poca valentía que tenía, tomo su mano y entrelazo sus dedos con los de Jungkook. Y como si fueran dos perfectas piezas perdidas, se unieron encajando perfectamente.


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