Embarazo en el mundo de piedra
-¿Estás seguro de que no es otra cosa?- Kohaku se frotó los brazos frenéticamente. -¿Alguna peste? ¿Algún insecto venenoso?-
-Seguro al diez billones por ciento, para nuestra desgracia.- Senku estaba sentado en su silla con las manos unidas bajo su barbilla, aunque estas temblaban visiblemente. –Los síntomas y la falta de tu periodo lo hacen evidente. Podría fabricar una prueba de embarazo fácilmente con materiales que tenemos a la mano, pero a este punto es innecesario. No hay ninguna duda.- suspiró. –Tienes trece semanas de gestación.-
-¿Gesto qué?-
-Gestación, embarazo. Llevas trece semanas embarazada.- hizo una mueca. –Es una pena que no tengamos más formula de despetrificación, realmente me gustaría revivir a un obstetra ahora mismo.-
-¿O-tetra-qué?-
-Es un médico especializado en... Olvídalo.- negó con la cabeza. –Es una lástima... eras un miembro valioso del equipo de la fuerza, pero ahora debo prohibirte completamente cualquier tipo de trabajo pesado.- se lamentó. –De hecho no deberías haber estado haciendo nada en la mina ni ayudar a pavimentar los caminos, eso fue muy arriesgado. También descubrimos el embarazo ya entrando al cuarto mes, eso es pasar la etapa de mayor riesgo pero sí no tuviste el cuidado necesario puede que el feto ya haya sufrido un daño irreparable. ¿Qué has estado comiendo?- dejando de lado su ataque de pánico, volvió a entrar en modo científico y tomó sus papeles para volver a anotar.
-Solo la comida de Francois y unos cuantos pescados asados cuando me quedaba hasta tarde trabajando en la mina.-
-¿Los pescados estaban bien cocinados?-
-Me gustan quemados, así que yo diría que sí.-
-Bien, eso es bueno. Pero todavía necesitas lo más importante para una embarazada: ácido fólico.- alzó un dedo.
-¿Dónde se consigue?- preguntó emocionada, por un momento olvidando la terrible situación en la que se encontraba.
-Bueno, en realidad sí has estado comiendo el pan de Francois ya obtuviste una pequeña cantidad, pero necesitaremos más para asegurar tu salud. Mientras más rápido y más sano nazca el mocoso más rápido podrás volver a trabajar.- sonrió con otra de esas sonrisas diabólicas de súper villano suyas.
-¿Pero qué pasara cuando nazca?- los nervios volvieron con fuerza. -¿Tendremos que criarlo?- preguntó temerosa.
Senku tardó un momento en responder.
-Estoy demasiado ocupado con el barco, los planes y muchas otras cosas. Muchas personas dependen de mí para sacar adelante al Reino de la Ciencia. Una vez se termine el barco, lo que nos puede llevar meses o años, tendremos que zarpar inmediatamente, ya que no podemos ignorar la amenaza del "Hombre del WHY" colgando sobre nuestras cabezas. Me necesitaran allí y te necesitaremos allí también.- Kohaku hizo una mueca. ¿Eso significaba que...?... -Por otro lado, mi padre no me enseñó a ser un hombre que huye de sus responsabilidades. Sí cometo un error debo corregirlo o enmendarlo, y no pienso desentenderme de esto.- suspiró. –No es como si pudiéramos meterlo en un saco y arrojarlo al mar, pero podríamos arreglar que alguien más lo cuide cuando tengamos que zarpar.-
-Bueno, la madre de Suika murió al dar a luz y su padre mucho antes en un invierno cruel donde los alimentos escaseaban, y entonces las ancianas se turnaron para cuidar de ella.- recordó de su infancia, aunque la verdad en ese momento no estaba muy interesada.
-Entonces imaginó que no habrá problemas sí la situación lo amerita, de todos modos tenemos varios meses antes de tener que preocuparnos por eso.- se cruzó de brazos. –Por ahora deberé de prohibirte el entrenamiento y todo tipo de trabajo pesado, lo que es básicamente todo lo que venías haciendo los últimos meses, y hablaré con Francois para que preparé diariamente un menú especial para ti. También tengo que empezar a controlar tu peso, necesitaré una balanza para eso. Ah, y nada de sake.- dijo alzando un dedo.
-¡Nunca volvería a beber esa bebida infernal!- lo miró ofendida. -¡Hablando de eso, antes decidí dejarlo pasar, pero ahora definitivamente haré que Gen pague por esto! ¡Esto es totalmente por su culpa! ¡Él y su estúpida fiesta y su estúpido concurso de beber y toda su estupidez en general!- pisoteó prácticamente lanzando fuego por la boca. Luego se detuvo, quedándose en blanco al recordar algo. –Oye, Senku...-
-¿Qué? ¿Tienes otro síntoma?- preguntó con cansancio.
-No, no es eso.- volteó a verlo con preocupación. -¿Cómo vamos a decírselo a los demás? ¡Esta vez mi padre realmente va a matarte!-
-No me mataría, respeta que ahora yo soy el líder de la aldea. Tal vez me dé un par de golpes, pero puedo soportarlos.- se encogió de hombros con indiferencia.
-¡Estás loco! ¡Apenas puedes con una de mis bofetadas! ¡Un par de sus golpes te dejaran inservible por semanas! ¡Y Ryusui te necesita para que lo ayudes con el barco!-
-Tranquila, veré la forma de hablar civilizadamente con él, y si no funciona Taiju y los demás verán la forma de detenerlo antes de que se sobrepase demasiado con la paliza.- comenzó a escarbar en su oreja, con completo desinterés por el tema.
Kohaku le hubiera gritado por su completa falta de instinto de supervivencia, pero las ganas de orinar se hicieron tan fuerte que corrió fuera del laboratorio aunque no sin antes gritarle que esto no había terminado.
Al día siguiente Senku los arrastró a todos al restaurante de Francois a unas pocas horas antes del almuerzo, sacando a varios de su trabajo y provocándoles mucha intriga.
-Qué extraño que nos llamará a todos...- murmuró Yuzuriha con los ojos muy abiertos. –Bueno, no es como si llamara a toda la aldea, pero sí a los principales trabajadores, supongo. Y él nunca quiere que perdamos tiempo de trabajar así que se me hace muy raro.-
-Hasta llamó al antiguo jefe de la aldea.- Chrome miró extrañado al hombre de gesto serio junto a Ruri.
-¿Tendrá algún anuncio importante? ¿Ryusui ya acabó con el modelo del barco?- preguntó Ukyo.
-No, aún no he acabado, pero estoy muy cerca.- dijo sonriente el avaricioso capitán. –Yo también me preguntó qué quiere ahora.-
Kohaku temía ya saber cuál era el anuncio. Pero él no se atrevería a decirlo como sí nada frente a tantas personas tan pronto y sin siquiera hablar con ella antes ¿verdad?...
-¿Y bien, Senku-chan? ¿Cuál es tu anuncio?- preguntó Gen.
-Ah, sí.- el científico dejó de revolver entre los ingredientes de Francois y se volteó para verlos. –Kohaku está embarazada.- anunció como sí nada para luego volver a revolver entre los ingredientes.
-¡¿QUÉÉÉ?!- todos menos Kohaku y Gen se fueron de espalda, totalmente tomados por sorpresa. Aunque Gen igual parecía levemente sorprendido pero también ¿divertido?
-¡Kohaku! ¡¿Eso es cierto?!- su padre la enfrentó con los puños apretados. Tragó saliva y apretó los puños, asintiendo. -¡¿Y quién es el padre de tu hijo bastardo?!- parecía verdaderamente furioso.
-Yo.- Senku finalmente dejó de revisar los ingredientes y encaró a su sucesor en el liderazgo de la aldea, señalándose a sí mismo.
-¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?!- de nuevo, todos menos Kohaku y Gen prácticamente colapsaron por la sorpresa.
-¡¿TÚ?!- Kokuyo lo señaló con ira. -¡¿Te casas y te divorcias de una de mis hijas y embarazas a la otra fuera del matrimonio?! ¡Esto es imperdonable! ¡La has deshonrado frente a toda la aldea!- sacó su cuchillo y lo apuntó hacia él.
-¡S-Senku...!... ¡¿Senku va a ser papá?!- Taiju parecía al borde de las lágrimas.
-Ah, sí, olvide que estuve casado con Ruri.- escarbó en su oreja con desinterés. –No tiene importancia ahora. Planeó cuidar del mocoso hasta que tenga la edad suficiente para valerse de sí mismo, y eso.- bostezó. -¿Eso es suficiente o vas a darme una paliza?-
-Debería.- lo miró con furia mortal... antes de relajarse. –Pero bueno... en realidad siempre temí que Kohaku nunca me diera nietos, así que supongo que en vez de golpearte debería agradecerte.-
-¡¿QUÉ?!- esta vez ella fue la única que gritó, completamente indignada.
-Ah, entonces todo está resuelto.- sonrió diabólicamente. –Muy bien, ahora me gustaría hablar con Francois sobre...-
-¡SENKUUUU! ¡FELICIDADES! ¡SERÁS PADRE!- Taiju se lanzó sobre él para apretarlo en un gran y doloroso abrazo que amenazaba con exprimirle hasta el alma.
-Jamás creí que llegaría a ver este día.- Yuzuriha también tenía lágrimas en los ojos y una bonita sonrisa. –Menos tan pronto, pero supongo que sería ahora o nunca así que no me quejare. ¡Felicidades Senku, Kohaku! ¡Sabía que había algo especial entre ustedes!-
-Ehh...- Kohaku hizo una mueca de horror mientras Senku seguía luchando por apartar a Taiju.
-Estoy sorprendida, pero aun así me alegro por ustedes.- Ruri se acercó a darle un abrazo. –Nunca creí que viviría para ver a mis sobrinos, pero gracias a Senku ahora estaré aquí para ti en todo lo que necesites.- aun a pesar de la locura que la rodeaba, Kohaku no pudo evitar conmoverse por las palabras de su hermana mayor.
-Ruri-nee...- correspondió a su abrazo, sintiendo por primera vez que tenía a alguien que la apoyaría.
Claro que Senku había prometido no dejarla sola, pero recibir el cariño incondicional de su hermana la hacía sentir mucho mejor.
-¡El amor ha dado frutos, los vientos soplan a su favor!- Ryusui se acercó a Senku finalmente libre y le dio una buena palmada en la espalda. -¡Felicidades, hombre! ¡Has capturado un buen botín allí!- lo codeó con un guiño.
Ukyo y los demás solo murmuraron tenuemente sus felicitaciones, todavía demasiado sorprendidos. Chrome todavía seguía congelado, con su boca colgando.
-¿Tendremos un mini gorila?- cuando finalmente salió del shock, Kohaku marchó a golpearlo al escuchar sus palabras, pero Senku la detuvo tomando su muñeca.
-Recuerda, nada de volteretas ni movimientos bruscos.- le recordó lo que le dijo esa mañana.
Ella odiaba no poder protestar, y más aún al ver el alivio y la burla en los ojos de Chrome.
-Bueno ¿y cuándo piensan casarse?- ante la pregunta de su padre, Senku y Kohaku se congelaron.
-Si tenemos tiempo, me gustaría planear una bonita boda para mi hermana.- dijo Ruri soñadoramente. –Hace mucho que no tenemos una en la aldea. ¡Todos necesitan un evento tan alegre como este!-
-¡Oh, yo quiero hacer su ropa! Siempre he soñado con hacer un vestido de novia.- acotó Yuzuriha.
-¿Y bien? ¿Cuándo planean casarse?- repitió su padre.
-Ehh... nunca.- dijeron los dos con los rostros en blanco.
-¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?!- de nuevo todos casi se van de espaldas.
-¿N-no están enamorados?- preguntó Yuzuriha con los ojos muy abiertos.
-¿No quieren ser una familia?- Ruri los miró con tristeza.
-Ehh... no.- contestaron de nuevo de la misma forma que antes.
-¡Todo es su culpa!- Kohaku señaló incriminatoriamente a Gen. -¡Por culpa de su tonta fiesta Senku y yo nos emborrachamos y estuvimos juntos por error! ¡Nada de esto hubiera pasado de no ser por este malvado murciélago!-
-¡Ohh, Kohaku-chan, eres tan mala conmigo!- se llevó una mano al pecho, fingiendo estar herido. -¿Por qué dices esas cosas malas?~-
-¡Lo digo porque es la verdad! ¡Apuesto que nos viste demasiado borrachos en la fiesta y no hiciste nada para detenernos! ¡¿O acaso me equivocó?!- era la única razón que se le ocurría para que no estuviera sorprendido.
-¿Por qué insinúas algo como eso?- hizo pucheros. -¿Qué crees que hice?~ ¿Empujarlos a ti y a Senku-chan a una habitación una vez estuvieron ahogados de borrachos?~ ¡Yo nunca haría algo así!~ ¡Lastimas mis sentimientos!~- su tristeza era tan obviamente falsa que le daba náuseas.
Se zafó del agarre de Senku dispuesta a darle una paliza con volteretas y todo no importa que no debiera, pero se detuvo al darse cuenta de que las náuseas que sentía eran verdaderas y no solo por su repulsión hacia Gen ahora mismo.
-¡Te voy a...!...- no pudo seguir hablando, la bilis se le subió a la garganta y corrió a un arbusto para vomitar su desayuno.
Aun cuando se recuperó y Ruri le trajo mucha agua en lo que Francois le preparaba una comida deliciosa y nutritiva a pedido de Senku, Kohaku todavía siguió mirando con intenciones asesinas a Gen.
Definitivamente nunca se lo perdonaría.
O al menos eso pensó hasta que Francois puso el plato de comida más lleno que nunca había visto frente a ella, y para colmo todo era absurdamente delicioso, ¡y hasta le ofreció postre! Otro nutritivo y lleno de cosas raras que Senku decía que necesitaba cuyos nombres no se molestó en aprender mientras se llenaba la boca.
Y nadie se estaba quejando de que comiera de más ¡todo lo contrario! ¡Decían que necesitaba comer más! ¡¿Cómo era esto posible?!
Muy bien, tal vez sí perdonaría a Gen... aunque sea parcialmente. Por ahora.
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