022.
Lo que sucedió a continuación fue un poco confuso para Baby.
El dolor ardiente lo hacía desvanecerse y recuperar la conciencia, recordaba vagamente a la señorita Blake atando a Lydia a una silla y colocando un fino alambre alrededor de su cuello.
Las voces, y gente entrando y saliendo de la habitación .
La señorita Blake hablándole a Lydia sobre el significado de un sacrificio, Lydia murmurando débilmente, ella suplicaba.
Baby no podía moverse, todo le dolía.
Lydia empezó a gritar y el eco resonaba tan fuerte a su alrededor que hizo que Baby perdiera el conocimiento nuevamente, sus sentidos demasiado sensibles por las heridad.
El grito resonaba y se mazclaba con el canto y la sangre en la mente de Baby.
Todo le dolía, demasiado.
De pronto se escuchó un rugido.
Baby parpadeó y pudo ver la figura de Scott justo cuando la profesora Blake lo empujó y lo hizo volar.
El sheriff estaba allí, su sangre goteando en el suelo y respirando con dificultad.
Tantas sensaciones que Baby se ahogaba en ellas, el dolor ardiente y sofocante.
El sheriff disparó su arma y el estruendo resonó en su cabeza, demasiado fuerte, todo se sentía demasiado y todo le dolía.
Alguien estaba llorando.
¿Era Lydia?
Sollozos, lloriqueos secos, entrecortados, jadeantes, pero era él, Baby estaba llorando.
Lydia gimoteaba en su silla pero no podía moverse para acercarse a ella, lo único que lograba era temblar por el dolor ardiente.
Alguien más estaba gritando, el sheriff, gimiendo de dolor.
—Sanadores. Guerreros. Guardianes. Vírgenes.
Pronto se escuchó un estruendo de una ventana rota y pasos corriendo.
—Papá.— llamó Stiles, pero era demasiado tarde, el sheriff y la Darach se habían ido.
Baby jadeó por aire.
Oh, dios, dolía tanto.
—¡Baby!.— lloró Lydia, arrodillándose a su lado, su cuello se encontraba rojo por el alambre. —¡Dios mío, Baby!
Scott y Stiles estaban allí.
Baby trató de enfocarse en ellos mientras temblaba, movió su mano, sus dedos aferrándose y Stiles los tomó en la suya.
Su tacto lo reconfortó y lo aliviaba mientras su aroma los envolvía. Baby gimió cuando Stiles lo levantó y lo apoyó en su hombro.
—¿Qué diablos le pasó?— preguntó Stiles.
—Ella le lanzó agua bendita.— tosió Lydia, evidentemente con dolor de garganta.
—Necesitamos llevarlo a Deaton rápidamente.— afirmó Scott.
Alguien lo levantó y el movimiento hizo que Baby gritara y volviera a perder el conocimiento.
***
Baby despertó con el techo familiar de la clínica de Deaton sobre él.
Todo le dolía y ardía.
Afuera, el trueno retumbaba y relampagueaba, la luz de la habitación iluminaba el lugar en brillantes destellos.
Gimió y parpadeó, notando como la habitación estaba vacía y él estaba solo.
Eso le dolió un poco.
Siempre lo dejaban solo.
El dolor volvió mientras intentaba ponerse de pie, una de sus manos se movió para apoyarse pero solo logro derrivar algo que sonó fuertemente al caer contra el suelo.
La puerta se abrió y entró Deaton, quién sonrió ligeramente al ver que Baby estaba despierto.
—Ah, me diste un buen susto. Fue una mezcla desagradable la que te lanzó. Pero no te preocupes, las quemaduras sanarán pronto.— comentó Deaton nada más llegar.
Sacó una linterna y la encendió, la luz brillante cegó a Baby por un momento mientras Deaton se acercaba para revisar las vendas.
—Hay advertencias de una gran tormenta sobre Beacon Hills. Se cortó la electricidad.
—¿Dónde están Stiles y Scott?— balbuceó Baby, aún estando muy confundido.
—Están buscando al padre de Stiles.— murmuró Deaton, ocupado revisando las heridas, una vez que estuvo satisfecho, levantó una taza de slushie familiar y se la ofreció.
Baby la tomó y bebió ávidamente. La sangre lo llenó de más fuerza, la taza se vació en segundos y Deaton la tomó de vuelta.
—Quédate. Pasa la noche aquí. Revisaré las vendas por la mañana.— ofreció Deaton.
Baby asintió y se acurrucó en la mesa de acero, el metal era duro y frío, pero realmente no tenía fuerzas para moverse a otro lugar más cómodo en ese momento.
Las vendas crujieron mientras se acurrucaba y el sueño llegó rápidamente a él.
Mientras el caos reinaba en Beacon Hills, Baby soñaba con luciérnagas y las raíces de un árbol.
***
La escuela estaba tan brillante y alegre como siempre. Baby se quedó en el pasillo, observando con somnolencia cómo todos pasaban.
No podía ver a Scott ni a Stiles. ¿Dónde estaban? Deseaba tener sus números de teléfono para poder llamarlos en momentos así.
—¡Baby!—llamó una voz. Era Lydia, que se abría paso entre la multitud, con Stiles pisándole los talones. Ella lo abrazó y su peso lo hizo dar un paso atrás. —Dios mío, estaba tan preocupada. ¿Estás bien?
Ella se apartó para revisarlo. Sus manos acariciaron la piel recién curada de su rostro, Baby sonrió y gimió cuando rozó las quemaduras aún sanando en su pecho.
—Lydia, Stiles, hola. Estoy bien. Deaton curó las quemaduras, pero todavía debo mantener algunas vendas en el pecho durante el resto del día.— les sonrió y luego notó los oscuros moretones debajo de los ojos de Stiles. —¿Qué pasó?
—Jennifer Blake se llevó a mi papá y a la mamá de Scott...— murmuró Stiles. —Ahora va por Chris Argent y no tenemos idea de dónde están. Y para colmo, Scott se fue con Deucalion.
Stiles suspiró, encorvando los hombros. Parecía agotado, casi derrotado. Baby se dejó llevar por sus instintos y se alejó de Lydia para acercarse a Stiles y abrazarlo.
—Hey...— murmuró Stiles. —Estás frío y hueles a hospital.
—Acostúmbrate y déjame abrazarte.— murmuró Baby. —No abrazo a la gente muy seguido, deberías sentirte honrado.
Stiles se rió y lo abrazó de vuelta. Sus brazos rodearon la cintura de Baby mientras apoyaba su rostro en el hombro de Baby.
—Oye. Los encontraremos.— tranquilizó Baby. —No te preocupes.
El teléfono de Stiles vibró y los dos chicos se separaron, Stiles sacó el teléfono y se quedó inmóvil, con la expresión en blanco.
—¿Qué pasa?— preguntó Lydia, captando la expresión de Stiles. —Oh, dios. ¿Qué pasa ahora?
—Es de Isaac...— balbuceó Stiles. —Jennifer, ella tiene al padre de Allison, se lo llevó, su respiración se aceleró, Baby podía escucharlo. —Ahora tiene a los tres.
La mano de Stiles temblaba al guardar el teléfono en el bolsillo.
—Aún hay tiempo.— afirmó Lydia. —Todavía hay tiempo, ¿verdad?
—¿Stiles?— Baby se acercó con cautela cuando Stiles empezó a temblar. —Stiles, ¿qué pasa?
Stiles tomó una bocanada de aire entrecortada.
—Creo que estoy teniendo un ataque de pánico.
Baby sujetó los hombros de Stiles y lo dirigió, llevándolo por el pasillo y hacia el vestuario de lacrosse, lo sentó en el suelo mientras Lydia estaba casi en pánico detrás de ellos.
—Trata de pensar en cosas felices.— sugirió Lydia. —Cosas buenas. Cualquier otra cosa.
Era evidente que ella nunca había lidiado con un ataque de pánico antes.
—Shhh.— Baby la apartó suavemente. —Deja de hablar por un momento y dale espacio.
Lydia obedientemente se retiró mientras Baby se arrodillaba al lado de Stiles el chico de pelo oscuro temblaba y jadeaba ahora, su respiración entrecortada y aguda desigual mientras su ritmo cardíaco aumentaba.
Tomó la cabeza de Stiles entre sus manos y la guió para que descansara entre sus rodillas.
—Stiles...— habló Baby con voz lenta y calmada. —Stiles, escúchame, concéntrate en mí y en mi voz, ¿de acuerdo? ¿Puedes hacerlo? Solo asiente si puedes. Stiles asintió bruscamente. —Bien.
Baby pasó los dedos suavemente por su cabello. —¿Esta posición te ayuda a respirar?— Preguntó Baby y Stiles asintió una vez más. —Bien. ¿Aún sientes que estás fuera de control?
Otro asentimiento, Baby hizo una pausa y escuchó la respiración y los latidos del corazón de Stiles, ambos se habían desacelerado, pero no tanto como le gustaría.
—Stiles, Voy a intentar algo para calmarte, ¿está bien?— Stiles asintió con nerviosismo. —Está bien.
Baby levantó la cabeza de Stiles para que lo mirara, ojos oscuros encontrándose con plateados.
—Solo mírame, ¿de acuerdo? Mírame.
Acarició los pómulos de Stiles con los pulgares para asegurarse de que su atención estuviera completamente en él, y luego se acercó.
Baby besó a Stiles suavemente, cuidando sus colmillos.
Stiles estaba medio congelado bajo sus manos, su pulso se estaba desacelerando mientras los labios de Baby se movían contra los suyos suavemente.
Baby besaba con una intensidad exigente y absorbente que atrajo a Stiles, quién estaba devolviendo el beso antes de darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
Un lento baile de labios hasta que su ritmo cardíaco volvió a la normalidad y Baby se apartó.
Stiles se quedó mirándolo en silencio mientras el otro chico parpadeaba y sus ojos volvían a ser marrones.
—Lo siento por eso. Pero contener la respiración ayuda con los ataques de pánico. Solía tenerlos mucho durante mis años de vampiro joven y a menudo un susto o contener la respiración ayuda. Pensé que esa combinación podría funcionar y parece que funcionó.— Baby sonrió, ocultando sus colmillos de nuevo.
—Tu corazón volvió a la normalidad.— anunció Baby mientras Stiles solo lo miró boquiabierto.
—Buen trabajo.— comentó Lydia con una sonrisa traviesa. —Exactamente el tipo de efecto que buscaría.
Baby sonrió tímidamente hacia ella.
Stiles inhaló y tosió, sus ojos aún húmedos por las lágrimas. —Gracias. Eso, eh, realmente ayudó.
—Está bien. Aunque si quieres otro beso mío, tendrás que llevarme a una cita.
Stiles se rió de eso, negando levemente con la cabeza. —Ya veremos.
—Tal vez deberías ver al consejero escolar.— dijo Lydia. —Por si esto sucede de nuevo.
—Si esto vuelve a pasar, entonces tú mismo podrás contener la respiración.— advirtió Baby. —Los besos solo funcionan con la sorpresa algunas veces antes de que deje de funcionar.
Stiles resopló y luego sus ojos se iluminaron. —Espera. Morell. La consejera escolar. Debemos ir a su oficina.
Y con eso se levantó y Lydia y Baby lo siguieron.
***
¡OMGGG! QUE LINDOS MIS NIÑOS
Su primer beso ♡♡♡♡
¡Consulta rápida! ¿Leen en ao3? ¿Alguna recomendación de fics de Stiles? Esta traductora necesita algo que leer AJSJS
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