012.
—¿Él está bien?— preguntó Lydia mientras Allison sacaba a Scott de los baños.
Scott ya no parecía tan delirante, y su palidez comenzaba a desvanecerse, lo cuál podría ser algo positivo. Baby lo observó desde donde estaba apoyado en el autobús, con las manos en los bolsillos. A unos metros de él, Stiles estaba de pie junto a un grupo de adolescentes que estaban animando.
—Stiles.— llamó Scott al acercarse. —¿Qué ha pasado?
Stiles se giró aliviado. —Acaba de ir tras él.— retrocedió al lado de Scott. —Le dije lo que estaba pasando contigo y simplemente fue tras él.
—¿Boyd?— preguntó Scott confundido.
—¡Isaac! ¡Isaac! Atrás!— El entrenador agarró al chico de cabello ceniza por el brazo y tiró de él hacia atrás.
Con un grito, Isaac se liberó de su agarre y lanzó otro puñetazo a la cara de Ethan.
Baby, que estaba jugando a un juego en su teléfono, se estremeció al oír el sonido de la carne contra la carne. Pudo oler la sangre de Ethan en el aire y adivinó que Isaac había partido el labio del otro.
Scott se abrió paso entre la multitud de estudiantes apresuradamente, empujándose hacia el frente. —¡ISAAC!— Gritó. Su voz se quebró, una orden, e Isaac vaciló. Dejó caer a Ethan al suelo y miró temblorosamente a Scott.
Baby suspiró y se reincorporó de su lugar contra el autobús. Guardando su teléfono, se dirigió hacia el caos y se arrodilló junto a Danny. Estaba acunando la cabeza de su novio y usando su camiseta para limpiar la sangre de su cara.
—¿Está bien?— preguntó Baby. Danny lo miró, y luego a donde Scott estaba hablando con Isaac.
—Sí.— suspiró Danny. —¿Qué pasa con ellos de todos modos? Es una locura atacarlo así.
Baby ayudó a Danny a poner a Ethan de pie. Balancearon un brazo alrededor de los hombros de ambos y comenzaron a caminar hacia el autobús. —No sé.— se encogió de hombros. —Reconozco que tenías razón, son raros.
Danny se rió. —Tienes razón. ¿Estás bien?— La pregunta iba dirigida a Ethan, que había gemido. Ethan parpadeó sin comprender, obviamente algo conmocionado.
—¿Quién es él?
—Este es mi amigo Baby. Baby, este es mi novio Ethan.— resopló Danny mientras subían al pesado Alpha por las escaleras y lo llevaban al autobús.
—Huele raro.— se quejó Ethan.
—Bueno, tú también, chico perro.— murmuró Baby mientras conseguían sentar a Ethan en un asiento.
Danny se deslizó junto a él y apoyó la cabeza de Ethan en su hombro. Baby tomó el banco de enfrente, girando y apoyando los brazos en el respaldo del asiento.
Registró vagamente a Scott y a sus lobos, junto con Stiles, Lydia y Allison entrar y tomar los asientos del fondo. Se oyó al entrenador gritar para que la gente subiera al autobús y pronto los asientos comenzaron a llenarse.
Cuando el autobús salió de la estación de servicio, Baby se giró y llamó la atención de Stiles. El otro chico le estaba mirando.
—¿Por qué andabas con ellos? ¿Por qué estás aquí?— preguntó Danny tras un largo periodo de silencio.
Baby miró a su mejor amigo. Ethan hacía tiempo que se había quedado dormido sobre el hombro de Danny. Sus cortes y magulladuras se estaban curando rápidamente.
Baby se encontró con la mirada de Danny y se encogió de hombros. —Han descubierto lo que soy y quieren vigilarme.
Sacó un paquete de regaliz de su bolsillo y le ofreció uno a Danny. Los había traído de la estación de servicio. —Esto es un caramelo raro. Los del Reino Unido son más bonitos.
Danny resopló. —Como si lo fueran. Su chocolate es horrible.
—Al menos nuestro chocolate contiene leche de verdad.
—Sí, sí, volviendo a la pregunta. ¿Por qué estás aquí?
Baby agitó un regaliz rojo en el aire despreocupadamente. —Lydia y Allison me secuestraron. No sé por qué, pensé...
—Pensaste que sería divertido.— terminó Danny con sarcasmo. Frunció ligeramente el ceño hacia Baby. —¿Cómo es que cada vez que alguien te dice que no te metas en problemas, tú te metes en ellos?"
—No es que sea mi culpa. Stiles sólo tiene una personalidad entrometida.
—Puedo oírte, ¿sabes?— llamó Stiles desde la parte trasera del autobús.
—Lo sé.— respondió Baby con una sonrisa. Un silencio incómodo descendió por un momento antes de que Danny dejara escapar un largo suspiro.
—Sólo trata de mantenerte a salvo, Baby. Mantente al margen todo lo que puedas.
—No puedes hablar, estás saliendo con el gemelo alfa.— Baby señaló a Ethan que roncaba ligeramente.
Danny sonrió y movió las cejas. —Sí, lo sé. Y tiene unos abdominales de infarto.
Baby se rió. —Te tomo la palabra, el musculoso y torpe no son mi tipo.
Danny dejó escapar un grito ofendido. —No es tonto. Retira lo dicho.
—Cuando el sol deje de brillar, tal vez.
—Baby, ¿por qué soy amigo tuyo?
—Porque me quieres y soy maravilloso.
Danny resopló. —Sí claro.
***
Era tarde cuando el autobús se detuvo en un motel de mala muerte. El cielo se había oscurecido y Baby vigilaba la carretera.
Danny y Ethan estaban dormidos con sus cabezas balanceadas una encima de la otra adorablemente. Baby les dio un golpecito en la frente a cada uno.
—¿Qué demonios?— gimió Ethan al despertarse. Danny emitió un ruido de queja y trató de acurrucarse más.
—Es hora de bajar del autobús.— afirmó Baby. Lanzó a Ethan su bolso, golpeándole en el pecho, antes de recoger la de Danny. —Vamos, el entrenador nos quiere fuera.
—Dame mi bolso.— bostezó Danny mientras él y Ethan seguían a Baby fuera.
—No. No tengo bolso, así que reclamo el tuyo. Puedes compartir ropa con tu novio.— Baby hizo girar el bolso de Danny en el aire burlonamente.
—Idiota.— murmuró Danny. Pero fue interrumpido por el agudo ruido del silbato sonando.
—Escuchen.— el entrenador se dirigió al grupo. —El encuentro ha sido pospuesto para mañana. Este es el hotel del armario con más plazas libres y con menos buen criterio a la hora de aceptar a un grupo de degenerados como todos ustedes. Van a ponerse en pareja y estarán juntos toda la noche así que les recomiendo elegir bien.
—¿Has visto algo peor?— preguntó Stiles, acercándose a Baby. Danny y Ethan se habían ido a reclamar la primera llave. Ambos parecían muy contentos con el arreglo de la habitación.
Baby apenas lo miró. —Dormí en lugares peores. ¿Has estado alguna vez en un ataúd, Stiles?— Preguntó astutamente, observando la expresión de sorpresa de Stiles. Se rió siniestramente de él antes de alejarse hacia el motel.
—Y no permitiré perversiones sexuales por parte de nadie, pequeños y sucios desviados.— gritaba el entrenador a los estudiantes que desaparecían. —Guarden esas sucias manitos para ustedes mismos.
Baby soltó una carcajada mientras se alejaba del autobús. El entrenador debería haber dicho eso antes de que Danny y Ethan se fueran.
________
si llegamos a 50 comentarios en este capítulo antes de que se termine el día habra una actualización más.
¿les va gustando esto? <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro