➸ 001
Dos semanas.
Ese era el tiempo que había pasado Namjoon con el pequeño bebé que dormitaba sobre su pecho mientras veía una película. Al siguiente día de haberlo traído, el pequeño había presentado fiebre, por lo que tuvo que llevarlo al médico y mentir en algunas cosas, además de haberle puesto un nombre provisional.
Youngsoo, ese era el nombre que había escogido para el bebé. No iba a mentir, desde hace mucho tenía pensado que nombre quería ponerle a su hijo, si algún día tenia uno, y el pequeño parecía encajar perfecto con el nombre. El médico le había dicho que el quebrando se debía a que había estado expuesto al frío durante mucho tiempo, además que presentaba principios de desnutrición y a Namjoon no le quedó de otra que decirle la verdad al anciano, pagándole una suma generosa de dinero para que no dijera nada.
Entre estudios habían llegado a la conclusión que el pequeño debía de tener alrededor de seis meses y debía estar bajo observación un tiempo para poder estar seguros que no presentaba alguna infección o enfermedad extraña que pudo contraer al estar en medio de la basura.
Durante esas semanas, el mayor había trabajado desde casa, podía darse ese lujo, y se había concentrado por completo en el pequeño Youngsoo. No todo había sido perfecto, no tenía demasiado conocimientos sobre bebes más allá de lo básico y su torpeza muchas veces le jugaba en contra, pero hasta ahora no había matado al niño, tampoco se le había caído y le agradaba, era un gran avance.
Constantemente recibía mensajes de sus mejores amigos, los cuales había puesto al tanto una vez llegó del doctor, sobre que iba a hacer con el bebé y si era sincero, aun no lo sabía.
Todos los días al despertar y verlo dormido en el pequeño moisés que le había comprado su corazón se sentía cálido, se sentía orgulloso de poder cuidar de alguien más y no ser un inútil como su madre le decía, sentía cariño por ese pequeño y el solo pensar lo mucho que podría llegar a sufrir en una casa hogar lo ponía de mal humor.
― ¿Debería entonces adoptarte?―Preguntó mientras acariciaba la rosada mejilla de Youngsoo y este soltaba un pequeño bostezo― ¿Te agrada la idea, Soo?
Namjoon sonrió y soltó un suspiro, podía adoptarle, claro que sí. Él tenía los ingresos suficientes como para ofrecerle una vida estable, no tenía un vicio más allá de los dulces a las dos de la mañana, tampoco estaba en pandillas o estuvo en la cárcel, era educado y su familia era buena y de renombre, cumplía todos los requisitos para adoptarle.
Esa misma tarde, después de tomar su decisión y consultarla con su almohada, salió de compras. Si quería adoptar al pequeño, debía de amoldar su apartamento a Youngsoo y sus necesidades, además de que la ropa que tenía guardada ya no le era suficiente.
Desde que había cumplido los veintidós, Namjoon mantenía una extraña obsesión de comprar cosas de bebé y guardarlas. Muchas veces le habían preguntado porque lo hacía si no tenía hijos ni pareja con quien tenerlos y él solo respondía que le parecían bonitos y que algún día llegaría alguien quien las podía portar.
La tienda donde entró primero era gigante y tenía miles de cosas que utilizaban los bebes, tantas que empezaba a marearse entre la gama de colores. Empezó por lo más básico y eso era la mueblería, compró una bonita cuna color café oscuro que podía luego convertirse en una cama para cuando creciera, era bastante funcional, también compró un cambiador, una silla para comer, una carriola y muchísimas otras cosas como pañaleras, protectores de enchufes, biberones, peluches, chupones, entre otros.
La chica que lo estaba atendiendo estaba bastante sorprendida de todo lo que el hombre llevaba pero, ¿Quién era ella para cuestionar a un padre primerizo emocionado?
Youngsoo había despertado de su siesta de auto en el momento justo para elegir la ropa, el bebé miraba curioso los conjuntos de diferentes colores y al hombre que le preguntaba si algo le gustaba o no.
―Vamos bebé, si no me ayudas no sabré que te gusta―murmuró con un puchero mientras le mostraba unos pequeños y adorables zapatos de color azul oscuro.
―Creo que está muy pequeño para contestar esa pregunta―dijo una voz femenina divertida―. A juzgar por su tamaño, aun no debe ni hablar.
Namjoon se dio la vuelta y observó con curiosidad a la mujer que le había hablado. Era muy bonita, con un largo y ondulado cabello castaños, gruesos labios y una mirada que reflejaba dulzura. La chica sonreía mientras los miraba y por alguna razón, él también se encontró sonriendo.
―Aún no sabe hablar, pero pronto tendremos nuestro primer diente, ¿verdad Youngsoo?― Dijo animado y el bebé soltó una adorable risita. El doctor le había dicho a Namjoon que las encías hinchadas significaban que pronto saldría el primer diente del bebé.
―Es un bebé adorable―dijo la chica sin dejar de sonreír―, tu papi debería de llevar esos zapatos, se te verían muy bien con ese conjunto de pantalón jean con camisa a cuadros.
La desconocida señaló un bonito conjunto y luego se despidió de ellos y sin pensarlo mucho, Namjoon llevó eso que la chica había dicho.
Pasaron el resto de la tarde de compras, Namjoon también aprovechó de comprar el regalo de cumpleaños de su madre y hacer el mercado, agregando más vegetales y frutas para el nuevo integrante de la casa.
― ¿Crees que estas galletas sean del agrado de Bang?― Le preguntó al pequeño que estaba entretenido con su sonajero nuevo―. Yo creo que sí, podemos llevarlas.
Su largo día terminó como a eso de las doce, ya que tuvo que armar todo lo que había comprado para Youngsoo, además de bañarlo, prepararle la cena y dormirlo, estaba orgulloso de sí mismo.
―Sí puedo ser un padre soltero―Se dijo a sí mismo antes de acostarse a dormir, mirando unos segundos el pequeño moisés donde descasaba el niño―. Puedo hacerlo, vamos a estar muy bien.
Aquí el primer cap, espero lo disfruten.
Sin editar.
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