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02. ASNL.
— ¡No es justo! — Jiae elevó su voz un poco más, sólo recibiendo una sonrisa por parte de su profesor, como si estuviese disfrutando el hacerla enojar — ¡Estudié! ¡Estudié mucho! ¡Al menos lea una de las páginas completas!
— No tengo que leerlo completo para saber que está mal, — dijo con toda la calma posible, dejando de ver a Jiae y tapando el marcador — Iniciaste diciendo que Byunchul Han se inspiró en el pesar del olvido.
— ¡¿Y?! ¡¿No está bien eso?!
— No, — tranquilamente volvió a sonreír, tomando una libreta y empezando a escribir cosas a las que Jiae no le había puesto atención alguna.
Jiae suspiró, levantándose de la silla con toda la calma posible y dándose cuenta de la atención de terceros sobre ella: — ¿Está diciéndome que no estudié 597 páginas de un libro tan aburrido como ese? Aparte que lo leí completo, cada punto y coma; y que no dormí por dos días seguidos y que mi habitación está hecha un desorden, usted dice que interpreté el libro mal, — bufó, soltando una risa irónica — ¡Increíble!
Baekhyun se quedó callado por unos instantes y subió su mirada para encontrarse con la de ella: — Si hubieses estudiado, hubieras entendido que sí hablaba sobre libras, y no libras que se refieren al peso, sino la Libra Esterlina porque el autor basó su libro en la situación económica de Inglaterra durante el tiempo que estuvo ahí.
Jiae parpadeó varias veces, incrédula, recapitulando lo que había leído del libro para sacar una conclusión...
Él tenía razón.
Le sonrió y volvió a concentrarse en su libreta mientras Jiae se había quedado en el aire; no encontraba qué decir, se sentía estúpida: — De todas formas, no soy de regalar puntos pero por tu bonita caligrafía y la dedicación que tuviste... — volvió a tomar el examen de Jiae y su marcador, para colocar un +2 al lado del cero grande que había puesto en su hoja de examen — Aunque sigues necesitando 4 puntos más en el examen para que te regale el punto que te falta para pasar la materia.
Jiae tomó su examen de las manos de Baekhyun con algo de brusquedad, sintiéndose impotente por no haber cumplido con sus propias expectativas, y salió de ahí sin decir nada.
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— ¡Bienvenidos a la Academia Superior Nacional de Lenguas!
Jiyoon, su hermana, la había traído con ella al tour que solía darle a estudiantes que aún cursaban la secundaria, para persuadirlos de que asistieran a la academia.
— Jiyoon, déjame hablar contigo.
— Después, Jiae, — Jiyoon le susurró y volvió a ponerle atención al grupo de adolescentes que les tocaba hoy — Mi nombre es Yoo Jiyoon, profesora de arte y cultura, y su ayudante por el día de hoy, — dijo con una sonrisa, que según Jiae, era tan falsa como los novios que decía tener — Y ella, — la apuntó — Es Jiae, mi ayudante.
Jiae los saludó incómodamente, no sabiendo cómo lidear con chicos que tenían (probablemente) su misma edad. Porque sí, Jiae tenía 17 y era la más joven de la academia.
— Como saben, la ASNL, en siglas, es la mejor institución del país, especializada en la enseñanza de idiomas...
Mientras Jiyoon seguía hablando, Jiae estaba en su propio mundo, aún sin poder comprender cómo había pasado a reprobar una materia. Y que de todas las materias, tenía que ser literatura...
Porque sí, literatura es la materia más difícil de todas las que tiene que tomar. Suspiró, siguiéndole el paso a su hermana y a los estudiantes que iban tras ella por el gran edificio principal de la academia.
— ...Entonces pueden aplicar para entrar cuando tengan su ID, tienen que ser mayores de edad y haber terminado la secundaria — Jiyoon prosiguió mirando a su hermana con una sonrisa.
Le debía a Jiyoon el haber estado aquí, porque para empezar, ella aún era menor de edad, pero luego de que su hermana insistiera e insistiera a la directora, al final la había dejado entrar. Hace exactamente 6 meses desde eso, y faltaba un poco para su cumpleaños número 18.
Pero en lo único que puede pensar es qué van a decirles sus padres cuando vean sus calificaciones en la página de la academia por internet y se enteren que acaba de reprobar literatura y que al parecer, no es buena leyendo cuentos. Y ahora también le preocupa Jiyoon, quien sabe que ya está enterada, y la gran charla que van a tener después de que termine de dar la guía.
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Jiyoon dejó de lado su brillo labial y miró a su hermana: — ¿Puedo saber qué te pasó?
Hace unos minutos habían terminado, y ahora estaban en la cafetería más cercana, sin embargo ninguna había pedido nada para comer: — Reprobé literatura, — le respondió a Jiyoon mirando hacia el suelo.
— Eso lo sé, Baekhyun me lo dijo, — escuchó lo exasperada que sonaba su hermana y empezó a sentirse mal — De verdad no estudias, no te concentras, no pones nada de empeño en tus calificaciones. No entiendo, nosotros hacemos todo lo posible por ayudarte y lo único que haces es decepcionarnos.
Jiae permaneció en silencio, sintiéndose culpable. Sí estudiaba, sí trataba de comcentrarse y ponía empeño en lo que hacía es sólo que... A veces sólo eso no es suficiente. Al menos el haber reprobado literatura lo había demostrado.
— No sé porqué me da pena — Jiyoon dijo en el tono más irónico que había encontrado — Ni tampoco sé porqué te lo digo, pero voy a ver qué puedo hacer para que te ganes puntos extras.
— ¿Qué? — a Jiae se le iluminó la mirada, y la miró esperanzada — ¿De verdad puedes hablar con él y-
— No, — interrumpió — Voy a preguntarle qué puede hacer por ti, sino, repruebas y ya.
— Bien.
— ¿Bien?
— Sí, bien.
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— ¿Y? ¿Qué le dijo a Jiyoon? — Yein preguntó mientras daba vueltas en la mesa de su escritorio.
— Que no me va a ayudar en nada, — Jiae mordió su almohada llena de frustración — Ni siquiera porque él es el encargado de la feria este año.
— ¿Y eso qué tiene que ver?
— ¡Podía darme los puntos extras si me dejaba como su asistente o algo! — exclamó, alzando sus manos al aire — ¡Por un miserable punto, Yein! ¡¿Por qué no quiere que apruebe literatura?!
Yein dejó de dar vueltas, visiblemente mareada y se apoyó de la pared de su habitación: — Y fuiste la única que reprobó literatura en nuestro horario.
— Gracias, Yein — contestó con sarcasmo.
— Ni siquiera Jongin reprobó, y ese sí es un flojo — puso su espalda contra la pared y adoptó una expresión pensativa, recibiendo una mirada aburrida de parte de su amiga.
— Creo que ya no tomaremos literatura juntas, ni nos graduaremos juntas — hizo un puchero, tirándose en la cama y abrazando la almohada.
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