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⤻Seventh month

Siete meses, Jungkook había tenido siete meses de Jimin con mareos, vómitos, gritos, insultos, llanto, enojo y risas, para el pelinegro que al principio estaba que se salía de sus casillas por no poder tolerar los constantes cambios de ánimo de Jimin, ya con pocos meses para que su bebé naciera se había acostumbrado (un poco) a las actitudes de Jimin.

Hace un par de días habían ido con la doctora Hye para la revisión mensual de Jimin, ella dijo que el canal de parto ya estaba listo y que por estos meses podrían tener sexo sin necesidad de lubricación lo que para Jungkook fue una muy buena información, Jimin solo asintió sonrojándose hasta las orejas.

Y eso fue lo que hicieron al llegar a casa, el sexo fue placentero para ambos, especialmente para Jungkook que después de varios rounds Jimin seguía teniendo orgasmos, lo que le recordó lo que la doctora Hye les dijo:

"Es muy normal que las hormonas causen multiorgasmos y eyaculación precoz"

El pecho de Jimin también había crecido lo que hacía del sexo más emocionante, Jungkook se sentía en el cielo.

Las caminatas de una hora se alagaron a una hora y media lo que para Jimin era una tortura, el solo quería quedarse en casa recostado en su cama o en el sillón, pero órdenes son órdenes y lo hacía por su bebé.

—Quiero un perro. —Pidió Jimin terminando su segunda ración de pastel.

Ambos estaban en una cafetería luego de su caminata diaria, a Jimin le entraron los antojos por lo que decidieron ir por unos dulces.

—¿Un perro?

Jungkook se quedó pensativo, adoptar un perro no lo veía como algo bueno a estas alturas, ya era suficiente para él cuidar a Jimin que era como cuidar a cinco niños pequeños además iban a tener uno, Jungkook no se imaginaba cuidando a Jimin, a un bebé y a un perro.

—Lo siento amor, pero no creo que se pueda, no ahora.

Jimin bajó su cabeza y asintió sorprendiendo a Jungkook. No se enojó, ni gritó.

—¿Entonces un gato?

¿Si le compró tres pasteles más, se olvidará de querer una mascota?

—¡Tengo calambres!—Gritó Jimin desde la sala de estar a Jungkook que se encontraba en la cocina en un intento de hacerle unos muffins.

Eran más de las once de la noche y Jimin tuvo uno de sus tantos antojos dulceros, por ser domingo no había nada abierto a esas horas, haciendo que el tatuado tuviera que cumplir de nuevo sus caprichos.

Unos muffins de chocolate con banana y miel.

Jungkook no era muy bueno cocinando, solo sabía las cosas básicas ¿muffins? tuvo que ver en internet como hacerlos, o al menos eso intentó. Ya que la mayoría habían salido quemados.

—Minnie te dije que te quedaras en la habitación. —Dijo Jungkook quitando sus guantes de cocina.

Estaba todo sudoroso y lleno de harina. Lo que hizo reír a Jimin, se veía tan tierno.

—Tengo hambre ¿Están listos los muffins?—Preguntó con un pequeño puchero en sus labios.

—Aun no, pero puedes comer la mezcla de chocolate.

Jimin asintió sonriendo yendo a la cocina. Cogió el bowl y lamió todo el chocolate.

—Huele a quemado. —El rubio arrugó su nariz.

Jungkook rápidamente corrió al horno, colocó sus guantes y maldijo al ver que estos también se habían quemado.

—¡Maldición!

El mayor lloriqueó al ver sus intentos fallidos de muffins. Jimin al verlo sobó su hombro y le acercó una cuchara con chocolate a su boca.

—No te preocupes Jungkookie, el chocolate está muy bueno, puedo sobrevivir con eso. —Jungkook asintió y saboreó el chocolate.

Al menos algo le había salido bien después de todo.

—¡Entremos a esa Kookie!

Jimin arrastró a su novio a una tienda llena de productos para bebés, los ojitos del rubio tenían corazones mientras que Jungkook suspiraba revisando mentalmente su presupuesto.

No había trabajado como mula pidiendo horas extras para nada, él lo había hecho porque quería darle lo mejor a su pequeña familia, pero con los súper antojos de Jimin y que la comida del supermercado se triplicó en los últimos meses no le había ayudado. Agradecía haber guardado algo de dinero para comprar las cosas para su bebé.

—Recuerda bebé, nada de exagerar. —Jimin asintió con un puchero.

Primero la ropa, ya sabían que era un varoncito, así que podían elegir con facilidad.

—¡Con esto se vería adorable!

Jimin metía como loco toda la ropa adorable a la pequeña canasta que sostenía Jungkook.

—¡Mira estos calcetines! ¡se parecen a los míos!— Chilló metiendo seis pares de pequeños calcetines.

Jungkook lo seguía por toda la tienda por el momento tenían ropa, pañales, talco y lociones, ahora Jimin buscaba zapatos, lo que para Jungkook no le parecía útil aún, pero como siempre Jimin lo convenció.

—Cuando camina hace esto. —Dijo emocionado con unas pantuflas de patito que decía "Cuack" cada vez que él bebé diera sus pasitos.

—Mi amor, no creo que el bebé necesite esto... —La mirada de Jimin decayó― Podemos comprarlos luego.

Jimin asintió y siguió buscando en la tienda.

—Me duelen los pies.—Se quejó Jimin.

Y como no, si se la pasó recorriendo de arriba abajo la tienda por tres horas.

—Ya tenemos todo, podemos irnos. —Sonrió Jungkook llegando a la caja. El rubio asintió, pero se desvió cuando vio unos lindos biberones, yendo de inmediato por ellos.

La chica de la caja miró a Jungkook de arriba abajo poniéndolo incómodo.

—¿Padre primerizo?—Preguntó la chica mirando a Jungkook con una sonrisa coqueta.

—Sí. —Respondió ignorando la mirada penetrante de la chica.

—Oh bueno si alguna vez quisieras divertirte y pasar un buen rato... —Comenzó a decir la chica tomando la mano de Jungkook.

—¡aleja tus asquerosas manos de mi novio! —Gritó Jimin apartando a Jungkook para mirar a la chica que coqueteaba con SU novio.

—¿Disculpa?

—¡eres una atrevida! Estoy esperando un hijo suyo. —Jimin apretaba su mandíbula enojado― Mírame y luego mírate a ti ¿Por qué iba a querer contigo si me tiene a mí? —Habló con arrogancia ganándose una mala mirada de la chica.

—No es mucho lo que veo. —Atacó la chica.

En ese momento Jungkook sentía que el mundo ardería en cualquier momento, con tan solo ver los furiosos ojos de Jimin sabía lo que venía.

—Cuando te ponga las manos encima... ¡No volverás a ver nada en tu vida!

Y de allí todo pasó en cámara lenta. Jimin voló sobre la chica arrancando parte de su cabello y dejó un gran moretón en su ojo. Luego los de seguridad los sacaron no sin antes entregarles lo que ya habían pagado.

Jimin estaba intacto sonriendo con satisfacción mirando los mechones de cabello que tenía entre sus dedos.

—Estás loco Jiminnie. —Bromeó Jungkook acomodando las bolsas en el auto.

—Mmm talvez. —Dijo Jimin sin borrar su sonrisa― Pero solo me defendí, ¿quién se creía que era? —Bufó.

Jimin acomodó su cabello antes de entrar al auto seguido de un Jungkook sonriente. Aun no procesaba lo que había pasado pero lo mejor era no meterse con Jimin.

Al menos no cuando estaba embarazado.

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