YoonGi en definitiva estaba cansado, asqueado y muy irritado. Todo por culpa de un pequeño bebé y dos imbéciles que tenía como amigos.

Llevaba de la mano a JungKook, quien miraba con curiosidad todo lo que había a su alrededor, estaba vestido con un kigurumi de panda, haciendo que sus orejitas y colita de panda se movieran a cada pequeño paso que daba.

El supermercado que estaba más cerca a la guesthouse no estaba muy lleno para su suerte, sin embargo era bastante grande ya que estaban en una zona céntrica de Seúl.

Después de el desastre que JungKook había ocasionado, se quedaron sin fórmula ni toallitas para el bebé, esto último porque el estúpido de NamJoon utilizó las toallitas húmedas para limpiar el piso.

YoonGi había estado maldiciendo por más de media hora, pero fue HoSeok quien había terminado con la paciencia de el pálido cuando, tirando los pañales al agua. Esos dos no sabían ni lo más mínimo sobre cómo cuidar de un bebé. Así que ahora tenía que comprar toallas, pañales y además leche.

Molesto con ellos, tomó a JungKook y se alejó de sus amigos, pues temía que si dejaba al bebé con ellos lo matarían y si iban a la tienda se perderían.

Bufando entró al supermercado tomando de la mano al bebé, quien sonreía por haber entrado a un lugar con muchas cosas de colores. YoonGi caminó en dirección a la sección de bebés, pero en el camino se encontró con alguien que conocía extremadamente bien. Nervioso por ver al chico que le gustaba, soltó a JungKook e intentó "llamar la atención" del mencionado.El bebé miró que el pálido no le observaba, así que "inocentemente" ideó un pequeño plan mientras que una traviesa sonrisa se asomaba sobre su rostro.

 Quería jugar al escondite, así que se alejó del pálido dando leves saltitos, en busca de un buen lugar; notó a varias personas cruzar su camino mientras le ignoraban, pues el bebé llevaba una gran sonrisa. Vio la sección de ropa repleta de camisas, pantalones y más; río pensando que YoonGi no lo encontraría ahí. Se sentó entremedio de varias camisas, riendo por lo divertido que sería.

YoonGi mientras tanto sentía sus manos sudar. Había olvidado el pequeño detalle del porqué no iba al supermercado y aquella razón tenía nombre y apellido. Park JiMin. El chico era tierno y agradable, lo había conocido en la universidad, se había sentido nervioso desde la primera vez que lo vio, teniendo un flechazo instantáneo.

Por desgracia era muy malo para hablar cuando estaba nervioso. Terminaba por sudar y tartamudear, olvidó al bebé y caminó hacía el chico que estaba arreglando algunas muestras en los estantes de bebés. YoonGi se acercó mirando de reojo intentando disimular su nerviosismo.

—¡Hyung! —exclamó el rubio al notar la presencia del pálido.

—He-ey, JiMin

—¿Qué hace en la sección de bebés?

—Ah, bueno y-yo estoy cuidando de un bebé —habló Min con un leve sonrojo.

—¿Enserio? ¿Qué edad tiene? —preguntó aún más alegre JiMin, pues él amaba a los bebés.

—É-él... —Dejó de hablar cuando notó como JiMin colocaba su mano sobre su sien.

—Hyung, usted siempre está rojo y con fiebre cada que lo veo. —YoonGi carraspeó intentando alejarse del chico que lo hacía tener un romance adolescente de fantasía. JiMin de igual forma se separó un momento haciendo un tierno puchero.

—Creo que debe cuidarse más Hyung. Su salud es importante. —YoonGi se sonrojó de nuevo

—S-si, eso creo... —JiMin le dedicó una linda sonrisa haciendo desaparecer sus ojitos. YoonGi sintió una punzada en el corazón.

Si, él también tiene corazón aunque sea pequeño.

—Me gustaría ver al bebé, me agradan mucho —dijo JiMin con una sonrisa. YoonGi frunció el ceño pues se supone que él tenía al mocoso en su mano. Apretó su diestra derecha sintiéndose vacía y apretó los labios.

El mocoso no está.

Lo perdí.

¡Joder!

—¡Mocoso! —gritó YoonGi sorprendiendo a JiMin, quien lo miró correr lejos de los estantes. YoonGi sentía que su corazón se le saldría, pensando miles de incoherencias.

¿Y si salió?

¿Y si se lo llevaron?

¿Y si alguien lo creyó perdido?

¿Lo tendrán secuestrado y venderán sus órganos?

¿Se moriría?

¿Dónde vergas estás, mocoso?

YoonGi fue a la sección de juguetes, no había nada.

Fue a la sección de farmacia, y nada.

Fue a la sección de enlatados y nada.

Revisó hasta en los sanitarios y nada. Las gotas de sudor bajaban lentamente mientras sentía que su corazón había perdido a un bebé de tres años.

—¿Hyung? —La voz de JiMin le hizo girar, el chico lo miró extrañado, nunca había visto tan alterado al pálido

—Ji-Jimin

—¿Qué ocurre?

—Y-yo perdí al bebé

— ¡¿Qué?!

—Lo tenía de la mano, un momento y después él desapareció.

—Vamos, podemos cerrar la tienda para buscarlo, necesitamos ir a seguridad.

—¿Eh? —YoonGi no sabía qué hacer, si había perdido al bebé era obvio que era un estúpido y mala persona, ¿no?

¿Por qué se preocupaba tanto por ese pequeño engendro del mal?

Media hora después y con ayuda de JiMin la tienda había sido cerrada y hasta las personas se habían sumado para buscar al pequeño panda. El pequeño seguía en la tienda y se habían asegurado de ello con las cámaras de seguridad, por desgracia no había cámaras en la sección donde YoonGi había perdido al bebé y no sabían a donde había ido.

YoonGi estaba pasando por el mismo pasillo, las lágrimas estaban amenazando con salir. Podían haberse equivocado y que alguien se llevará al bebé.Vio la sección de ropas viendo unos kigurumis muy parecidos a los que usaba el bebé. Se acercó y sintió que las lágrimas salieron.Había perdido al bebé

Miró como última opción los estantes donde había ropa, uno, dos, tres. Y nada se acercó al último que estaba en la esquina, abrió la ropa y entre ella un bebé panda con una sonrisa lo observó.

—¡Bú!

Sus fuerzas se fueron y cayó de rodillas.

—¡MALDITO ENGENDRO CASI ME DA UN ATAQUE! —El bebé solo río, había sido divertido esconderse pero ahora tenía hambre. YoonGi estaba seguro le compraría una correa para perro si era necesario.