—Me estás jodiendo. —Gruñó YoonGi observando la pequeña bolsa color azul la cual NamJoon encontró en alguna de las habitaciones de huéspedes. Los otros dos miraban con tristeza todo lo que traía consigo la mencionada.

Pañales, toallitas húmedas, talco, kigurumis, pantaloncitos relativamente pequeños y alguno que otro papel. De igual forma, en un pequeño estuche había algo de dinero aunque no era mucho a decir verdad.

Mientras tanto, Kookie estaba dentro de una pequeña fortificación de sillones la cual habían hecho a último minuto sus mayores, pues estaban sumamente absortos en lo que veían.

JungKook intentaba ver qué tanto hacían sus hyungs, así que trató de levantarse de puntitas y asomó sus pequeños ojitos sobre las orillas del sillón; pero como este era mucho más grande que él, no podía hacer nada más que dar pequeños saltitos. Desde hace un par de minutos ya se había tranquilizado un poco, puesto que YoonGi dijo que podía salvar al oso Ryan y eso le alegró un poco.

"Ongi es genial" Pensó el bebé.

Los chicos entretanto se observaban mientras sobre la mano de YoonGi yacía un pequeño sobre con diferentes papelitos. Siendo una nota sobre una hoja blanca la que encontraron primero.

"Hola, a las personas que tienen a Kook. Siento mucho que sea un problema ahora; yo no pude dejarlo en otro lugar por algunos inconvenientes, realmente lamento si el bebé les ha causado algún problema. Es un bebé muy amigable y demasiado inteligente; me gustaría que lo llevaran a una casa hogar o algo por el estilo. Yo no puedo hacerme cargo de él y si lo mantenía conmigo solo... Bueno, espero que puedan hacerme ese favor. De nuevo lo siento mucho si ha causado algún problema. Hay otra nota que le pueden dar a quien se quede el bebé. Diganle qué lo siento"

La letra no se veía tan refinada, parecía escrito por un niño y se notaba que estaba hecho a las carreras. YoonGi miró al bebé y volvió a ver la nota sobre su mano.

—Lo abandonó —soltó HoSeok mirando a los chicos. Ambos estaban completamente callados observando a YoonGi mientras leía la nota.

—Debió dejarlo cuando estábamos dormidos. Tal vez por eso no logramos escuchar nada —dijo Nam mientras se colocaba de pie y denotaba algo de molestia por la situación que atravesó aquel niño.

—La maldita lo abandonó. —Gruñó YoonGi. Sus amigos lo miraron de vuelta y le dieron unas palmaditas en su espalda. Min mejor que nadie sabía el futuro que le deparaba a aquel pequeño.

¿Por qué no tengo papá?

¿Dónde está mi mamá?

¿Por qué me dejaron solo?

¿Por qué no puedo ser como los demás?

A él lo había abandonado en una noche fría de diciembre. No recordaba a aquella mujer la cual le indicó que esperara pacientemente en aquel solitario parque.

"Quédate aquí y sé un buen niño, YoonGi"

Observó al pequeño niño que intentaba ver lo que hacían sus mayores. Quería sonreírle al menor, pero le era imposible al recordar aquellos estúpidos sentimientos que comenzaban albergar en su mente.

—¿Lo llevaremos a una casa hogar? —preguntó Nam, quien estaba mirándolos curioso; HoSeok asintió con lágrimas en sus ojos.

—Es lo mejor para él —dijo YoonGi levantándose y guardando de regreso las cosas que antes estaban dentro de la bolsita azul. Pero mientras realizaba aquello, miró la nota que decía; "Si lo cuidaran" e instintivamente la desdobló.

"Si lo cuidarán, se qué necesitan saber algunas cosas

Su nombre es JungKook, tiene 3 años.

Ama los ositos y su kigurumi favorito es el de Stitch.

Le gusta mucho ver películas.

No permitan que haga berrinches.

Es muy inteligente.

No les gustan las manzanas a menos que estén cortadas en cuadritos.

Detesta los gatos.

Es un niño muy travieso pero compréndanlo por favor.

Le gusta mucho que le den mimos.

Ama las galletas.

Gracias por cuidarlo y amarlo."

YoonGi cerró el papel con sus ojos empapados en lágrimas.

¿Qué culpa tenía un bebé por haber venido a la vida?

¿Por qué no podían cuidarle y darle el amor que merecía?

—¿Yoongi? —NamJoon lo llamó y giró al ver al pequeño con sus ojitos rojos.

—¿Qué ocurre? —NamJoon le dio al bebé y lo tomó entre sus brazos. JungKook lo observó por un momento y luego le dedicó una dulce sonrisa; colocó su cabecita entre la curvatura de su cuello y soltó un pequeño suspiro.

—Ongi~ —YoonGi miró a sus amigos, quienes le observaban con una débil sonrisa.

—No podemos, Yoon. —HoSeok negó. Lo sabían, si ya de por sí era difícil con ellos tres, agregar un bebé complicaría las cosas.

—Pero queremos —contestó NamJoon con una sonrisa.

¿Qué tan difícil podría ser cuidar un bebé?