Capítulo 34: Un bebé a la escuela
Yoongi miraba con una mueca su ahora teléfono roto.
—No es justo, se supone que Nam es quien destruye sus teléfonos y ahora soy yo quien tiene hecho pedazos el suyo— Gruñó el mayor mirando con recelo el teléfono.
—No seas quejista llorón hyung —Dijo el pelirrojo quien se ponía su camisa con dibujos de colores.
—Solo son unos cuantos rasguños, además se que Jungkook no quería romperlo— Hoseok empezó a reírse por sus propias palabras, mientras el mayor le mostraba el dedo de en medio.
—Mira el lado bueno, puedes decir que ya le diste su estrenón oficialmente— Dijo NamJoon quien venía poniéndose su corbata de color rojo. Los tres estaban alistándose para ir al trabajo, Yoongi y NamJoon estaban más nerviosos que nunca a pesar de que no lo estaban demostrando.
—¿Por cierto Hoseok pusiste el letrero de la renta de los dormitorios?— El nombrado miró al mayor y puso un sonrisa en su rostro.
—Oh, si claro que lo hice, lo colgué ahí fuera ya sabes... — Hoseok decía mientras salía lentamente de la vista del mayor quien solo rodó los ojos. Yoongi terminó de ponerse su corbata esperando no verse tan formal dando clases a universitarios.
Entró a su cuarto y se observó, soltando una maldición ahora que su cabello era negro.
—Ongi uapo— Yoongi se giró para ver al dueño de esa pequeña vocecita quien le sonreía desde la puerta. El menor llevaba una pequeña mochila roja con sus colores y libros para colorear dentro, un pantalón color caqui, con unos zapatos negros que Nam le había comprado y un enorme suéter felpudo de color azul marino que la abuela le había dado.
—Gracias mocoso, tú también te ves bien— El menor sonrió con sus dientecitos a la vista. El mayor se agachó acomodándole su suéter y cabello.
—Muy bien amigo, vamos a repasar esas reglas de anoche. ¿Que haces se alguien te empuja?— El menor sonrió y con emoción contestó.
—¡Kookie empuja! —Yoongi sonrió
—¿Si te pegan?
—¡Kookie pega!
—¿Y sí te muerden?
—¡Kookie muede!
—Yoongi irá a traerte cuando terminen las clases. ¿Si se te acerca un extraño con galletas te vas con él? —El menor no lo pensó dos veces antes de contestar.
—¡Shi!
Yoongi dio un suspiro frustrado no importa cuanto se lo repitiera si hablaban de galletas las respuestas de él menor siempre eran un si.
—¿Te iras con el tipo de las galletas? —Preguntó el mayor de nuevo.
—¡Shi!
—¿Aunque te lleve a un lugar feo y horrible con monstruos y feos animales? —Preguntó el mayor con una sonrisa. El menor parecía pensarlo pues movió sus ojitos a otros lados pensando en lo que él mayor decía.
—¡Galleta shi!—Yoongi resopló frustrado. Se levantó y sonrió cuando vio al menor correr a la sala. Se giró cuando escuchó al menor regresar al cuarto.
—Jungkook siempe degesa con Ongi— El menor se alejó igual de rápido que como había llegado. Yoongi abrió la boca y se quedó en silencio repasando lo que el bebé había dicho por alguna razón una tonta sonrisa adorno su rostro.

Los cuatro iban nerviosos por dejar al menor en la guardería, Yoongi quería correr y no dejarlo allí.
¿Que tal y le pegan?
¿Y si lo molestan?
¿Y si lo hacen llorar?
En definitiva, iba a arrancarle el pelo a las mamás si sus hijos molestaban al mocoso.
—Vamos Hyung, Lisa debe estar esperando por Jungkook— Habló Hoseok sacándolo de sus pensamientos, el mayor asintió desconfiado. Lisa había sido bastante amable con los tres yendo a su casa y explicándoles que ella haría pasar al menor como su sobrino para que la directora de la guardería no dijera nada. Los tres estaban de acuerdo con ello mientras que la chica se comprometía a cuidar del bebé mientras los tres trabajaban, de paso la chica también les pediría favores cuando lo necesitaran.
Llegaron a la entrada de una pequeña casa bastante rústica pintada con diferentes colores, varias madres que iban a dejar a sus pequeños miraban con sorpresa al trió de hombres que se veía nervioso por dejar al bebé allí.
Lisa quien al verlos sonrió, se agachó con Jungkook para mirarlo y apretujarlo. El menor no se quejó pues le agradaban los mimos de Lisa. Los mayores al verlo sonreír se relajaron un poco.
—El estará bien bola de llorones— Dijo Lisa —.Vamos diles adiós a tus hyungs
El menor quien iba tomado de la mano de la chica miró a sus hyungs. Hoseok y Nam le sonreían mientras movían sus manos efusivamente y exagerando todo, pero los ojitos del bebé se llenaron de lágrimas al ver que Yoongi se quedó allí parado sin decir nada, solo mirándolo.
—Ongi— Jungkook se soltó de la mano de Lisa corriendo con Yoongi, quien al verlo le sonrió agachándose y abriendo sus brazos lo abrazó con fuerza. —Ongi no tiste, Jungkook egresa con Yoongi—. El mayor soltó unas lágrimas con risas combinadas por lo que decía el menor, separándolo de él lo miró a los ojos.
—Se supone que yo debería consolarte y no tu a mi mocoso— Jungkook le sonrió limpiando su mejilla que estaba húmeda. —Ongi no tiste, po favor
—No lo estaré lo prometo
—¿Pomesa?
—Promesa, ahora ve. Te veré en un rato— Jungkook sonrió, dándole un beso en su mejilla corrió con la chica que miraba todo con lágrimas en los ojos. Yoongi se sonrojo, volteó a ver a sus amigos y estos estaban peor que Lisa soltando lágrimas a moco tendido.
—Eso fue tan hermoso...No creo que tengas un corazón de hielo hyung— Yoongi golpeó al moreno, y vio como Jungkook le sonreía y caminaba dentro de la estancia. Lisa se acercó a ellos y les sonrió a los tres.
—Aquí— Ella le tendió una tarjeta a Yoongi, los menores con curiosidad se acercaron viendo la tarjeta. —Mi tía acepto tu caso y estará feliz de verte en su oficina. Yoongi leyó con curiosidad la tarjeta y miró a la chica quien le sonreía con apoyo.
"Lee Chaerin, abogada"
Aún quedaban unas horas, para ir a la universidad a presentarse. Yoongi estaba parado frente a un lujoso edificio.
—No creo poder pagar un abogado que tiene una oficina aquí
—¡Con cuidado!— Estaba por irse cuando escuchó el gritó de alguien detrás de él. Yoongi volteó a ver a un chico que se tropezó y cayó de bruces al suelo derramando sobre sus zapatos café y leche caliente. Yoongi soltó una maldición al sentir lo caliente de las bebidas.
—¡Lo siento muchísimo!—Yoongi miró a su atacante de café dándose cuenta de que conocía a aquel joven.
—¿Chanyeol?—El joven miró al pálido y le sonrió.
—Hey
—Espera aquí traeré un kit de medicinas— Chanyeol se fue dejándolo en una sala de espera bastante grande. Yoongi se removió incómodo. Cuando vio a una mujer de cabellos platinados amarrados en una coleta alta entrar a la oficina, se veía bastante intimidante para ser una mujer. Ella venía leyendo unos documentos con concentración.
¡Que no me vea!
Ella estaba por entrar en su oficina cuando se detuvo, se giró para mirar a Yoongi quien solo soltó una maldición pues lo había notado.
—¿Eres otro?
—¿Eh?
—¿Chanyeol te tiró café?— Yoongi asintió confundido y ella solo suspiró.
—Ven, entra a mi oficina, por favor— Yoongi camino lento entrando a la lujosa oficina, ella le tendió una crema y una pequeña venda—. No se porque lo mantengo aquí, me ha causado muchos problemas, en especial quemaduras. Es un milagro que las personas no me hayan demandado por sus accidentes.
—No fue tan grave, solo cayó en mis zapatos y lo demás salpicó mi traje, solo fueron gotas que llegaron a mi tobillo— Yoongi levantó un poco su pantalón y puso la crema que alivió un poco su ardor.
—Lamento las molestias que le haya causado. Chanyeol es mi hijo y bueno es algo torpe— Yoongi levantó la mirada sorprendido.
—¿Es su madre?— La mujer sonrió
—Lo soy, mi hijo será un tonto a veces. Pero es mi más grande orgullo...—Ella soltó una sonrisa que la hizo ver menos intimidante.
—¿De donde lo conoces? —Preguntó ella
—Ah, cuando estaba en la universidad él fue uno de los alumnos a quienes les di tutorías, estaba varios años detrás mío y perdí contacto con él después de...—Yoongi no terminó la oración pues recordó lo que había dejado después del fallecimiento de su madre. La mujer lo miró por un momento, sentándose y cruzándose de piernas habló.
—¿Que puedo hacer por ti?—. Preguntó.
—¿Eh?— Ella se sentó en un sofá cercano al de Yoongi.
—Las oficinas de este edificio están divididos en dos, una es un buffet de abogados y el otro es un hospital de fecundación invitro y dudo que vengas para eso—. Yoongi abrió los ojos y rió nervioso.
—Una amiga me dijo que viniera. Dijo que aquí podían ayudarme pero se ve que es un lugar que no podría pagar— La mujer lo observó antes de preguntar.
—¿Como se llama?— Yoongi soltó un suspiro
—Lisa, es una maestra...
—Ah, eres el amigo de Lisa. ¿El del caso del bebé?—Yoongi abrió los ojos sorprendido por lo que dijo la mujer.
—¿Lo sabe?
—Lisa es una chica que piensa más con el corazón que con el cerebro, y la admiró por eso. Ella ama a los niños tanto como yo y por eso siempre me ayuda con casos de pequeños. Me dio el nombre de el pequeño e investigue lo que pude— Yoongi vio como ella se levantó y caminó a su escritorio tomando una carpeta.
—Soy Lee Chaerin, por cierto— Yoongi agachó la cabeza sorprendido —Min Yoongi— Contestó el pálido. Ella le sonrió y sento esta vez mostrando los datos que tenía en una carpeta.
—Lisa me contó sobre tu caso, y te diré no será sencillo— El miró con nervios a Chaerin.
—¿No podré?
—Dije será difícil, no imposible.
—Investigue por mi cuenta, fue algo difícil dar por sentado algo, pero logré dar con tus datos. No hay deudas, ahora estás contratado de maestro y te dará un buen estado económico en tus cuentas. Además de que ahora el Guest House está cerrado, eso ayuda en demasía tu situación, el que estés casado ya no es un problema, por suerte ahora no exigen un matrimonio para poder adoptar, es más una cuestión económica, además de que yo no te cobraré mucho considéralo mi acción gratuita del año, asi evito que demandes a mi hijo por lo del café— Yoongi asintió sorprendido por la abogada.
—¿Estás consciente de todo lo que conlleva adoptar un menor de edad? Las citas con el psicólogo, algunas visitas domiciliares te controlarán por todos lados.— Yoongi alzó la mirada asintiendo mirando a la abogada. —Quiero a ese bebé.
Chaerin sonrió. —Perfecto entonces, abriremos tu caso y en poco tiempo serás padre.
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