La lluvia en Seúl azotaba con fuerza. Después de unos cuantos días de un potente sol, la lluvia hizo acto de presencia. Un pequeñito miraba por la ventana, observando todo el paisaje, miraba con curiosidad como caían gotas de agua sobre las flores del jardín. Movía sus piecitos con lentitud mientras que con sus manos apretujaba sus mejillas.

Jungkook estaba aburrido.

Giró su cabecita y vio a dos de los mayores viendo una película de acción. Le habían quitado la televisión para verla ambos, el felizmente estaba viendo canciones en ella y se las quitaron. Miró de nuevo afuera y prefirió levantarse, camino al cuarto de el pálido, abriendo lentamente la puerta. Ahí estaba Yoongi con unos enormes audífonos mientras tenía un rostro serio.

El pálido se dio cuenta de su presencia y gritó. —¡Vean a Jungkook!—. Hoseok apareció rápidamente tomándolo de su torso y levantandolo como una almohada.

—Perdon lo perdimos de vista—Susurro el pelirrojo.

—¡Ayúdenme si me preocupo por él no puedo avanzar!— Hoseok rodó los ojos y camino a la ventana dejando al bebé ahí de nuevo. Cosa que no le gustó, quería estar con oongi, quería jugar con él. Hizo un puchero que fue infinitamente ignorado por los otros dos, ya que había llegado una parte interesante de la película.

¿Que podía hacer un bebé aburrido?

Los dos adultos volvieron a entretenerse en la película. Así que el bebé salió de la ventana y con pequeños pasitos fue a la cocina.

¿Podía jugar a que era un explorador abriendo el Horno?

¿Podría jugar en el refrigerador?

Hizo un puchero pues no le gustó ninguna de sus ideas. Se dirigió al piso de arriba en silencio, subiendo las escaleras con velocidad haciendo pequeños jadeos típicos de un bebé. Miro la sala de juegos, pero no le aparecía entrar. Por lo que se dirigió al baño, tomo un pequeño peluche de oso que había en el sillón de arriba.

—¡Hoy bañare oso!— Río el bebé.

Camino al baño, abrió la puerta y sonrió cuando vio la enorme bañera. Hizo lo que el pálido hacía cuando lo bañaba, lo llevaba en brazos y lo soltaba en la bañera, después abrió la llave notando como el agua llenaba está y sonrió. Tomo el bote de shampoo y lo apachurro con fuerza sacando la sustancia de este. No hizo muchas burbujas y eso no le gustó a Jungkook. Fue al cuarto de lavado trayendo consigo varios botes más. La bañera ya estaba más que llena pero no importó.

¡Mientras más agua mejor!

Tomó un bote negro que había traído y le vacío toda la sustancia en la bañera.

¡Ese oso quedará limpio!

Después un bote amarillo con azul y vacío todo en el agua.

¡También debe de oler rico!

Después el último bote que trajo uno completamente verde.

Sonrió cuando las burbujas aumentaron y empezó a reír metiéndose en el agua.

Hoseok estornudo mientras cerraba los ojos. Miro a la ventana y no vio al bebé, golpeó a NamJoon con su codo quien estaba dormitando.

—¡Nam!— Golpeó el pelirrojo

—¿Eh?

—¿Dónde está nuestro bebé?

—¿Nuestro? Que yo recuerde cariño no te puedes embarazar— Hoseok rodó los ojos pegándole en la nuca.

—¡Auch!

—¡Para que despiertes! ¡Jungkook no está!— Nam abrió los ojos y vio hacia la ventana camino a la cocina mientras observaba con cuidado que las cosas no estuvieran fuera de su lugar, rotas o algo peor. El demonio siempre rompía algo cuando empezaba con sus travesuras. Llegó a la cocina notando todo en orden. Frunció el ceño y corrió al Horno, solo por si acaso. Pero al abrir estaba vacío.

Dio un suspiro de alivio, no tendría aún bebé horneado.

Hoseok mientras tanto fue a las habitaciones, que por suerte estaban vacías. Subió las escaleras y cuando llegó al último piso, había agua. En todos lados.

¿Habrá una gotera?

Camino al baño y vio que el agua salía de allí. Abrió la puerta y un Jungkook sonriente y empapado lleno de espuma salió de la bañera.

—¡AGUA!— Olió varias cosas, suavizante, jabón, aromatizante y muchas burbujas.

Hoseok cerró la puerta.

—Yoongi nos va a matar— Susurró Nam quien llegó minutos después. Hoseok se giró dramáticamente.

— Solo quiero que sepas Nam.... Esto es tu culpa

—¿Por qué mía?— Ambos bajaron las escaleras peleando entre sí, tomaron sus distintos suéters, una sombrilla. Y se sonrieron

—Ya tengo algo de hambre ¿Tú no?

—La verdad si. Vamos a buscar algo de comer y tardemos lo suficiente para no regresar hasta mañana.

—Me parece una excelente idea amigo— Ambos rieron y salieron dando carcajadas de la casa.

Yoongi bostezó estirándose un poco, un baño le sentaría bastante bien. Salió viendo que la televisión estaba encendida y arqueó una ceja. Tomó el control apagando el electrónico y fue dando pasos hacia arriba, al llegar al último escalón noto agua.

—¿Hoseok, Nam?— Preguntó con un poco de miedo.

—¿Hoseok, Nam?— Preguntó cuando avanzó hasta los cuartos viendo que todos estaban llenos de agua.

—¡JUNG HOSEOK, KIM NAMJOON!— Grito con furia al abrir la puerta de baño.

—¡Jungkook!—Grito el bebé sonriendo.

—¡POR LA GRAN PUT****!— (Se censura para que el bebé deje de aprender malas palabras de Yoongi)

Jungkook estornudo mientras un moquito le salía por su naricita, tenía un pequeño chipote en la cabeza, cortesía de el pálido quien le secaba el cabello.

—¿Jungkook vas a jugar con agua de nuevo?— El bebé negó varias veces, pues para asustarlo, Yoongi tomó el ácido lo puso en una cubeta y deshizo el oso que Jungkook había bañado con tanto esfuerzo.

Del pequeño osito solo quedaron sus pequeños ojitos.

El bebé travieso aprendió la lección podía jugar con agua y después podía dejar que los dos idiotas limpiarán su desastre, como Oongi dijo.