9- Gotham III
Al día siguiente, al mediodía, se dirigieron hacia la casa del viejo amigo de Susan. Esta le contó a Gaby que le ayudaba dándole clases particulares de algunas materias como matemáticas en el instituto, ya que a él no se le daban muy bien y también le dijo que él poseía una empresa muy conocida que había heredado de su familia.
Cuando Gaby vio la enorme mansión donde vivía, se quedó sin palabras "¿Tan rico será este hombre?", pensaba.
Nada más llegar, fueron recibidas por un hombre mayor, parecía que las estaba esperando.
- Señorita Quinzel, me alegra mucho volver a verla. ¡Ah! Y es un placer conocerla a usted también- dijo mirando a Gaby.
-¡Alfred! El gusto es mío, ¿como está?- preguntó Susan con alegría.
- En... encantada de conocerle- dijo Gaby.
- Bien señorita, no me puedo quejar... Por cierto, el señor les espera en el salón.- Comentó Alfred mientras las guiaba a la habitación.
Mientras paseaban por la casa, Gaby se dio cuenta de que parecía mucho más grande por dentro que por fuera (y eso que por fuera era GI-GAN-TE). Alfred se detuvo en la puerta del salón y las invitó a entrar.
Dentro del enorme salón había un hombre leyendo un libro. Enseguida levantó la vista al ver que entraban.
- ¡Bruce!, ¡Cuánto tiempo! Dime, ¿cómo estás?- dijo Susan con mucha alegría.
- ¡Susan! -dijo Bruce- ¡Me alegra volver a verte!
Se dieron un abrazo y de repente se giró hacia Gaby y le dijo:
- Por cierto... encantado de conocerte señorita.- Dijo ofreciendole la mano.- ¿Donde están mis modales? Me presento: Soy Bruce Wayne.
- Hola... lo mismo digo, yo me llamo Gabrielle Smith, pero todos me llaman Gaby.- dijo mientras le daba un apretón de manos.
Bruce las invitó a sentarse y se pusieron a hablar de recuerdos que tenían de cuando eran amigos en el instituto, cosas que habían cambiado por Gotham... Gaby mientras se entretenía escuchando, pero de todas formas se aburría bastante.
De pronto Alfred irrumpió en la sala y dijo que la comida estaba lista, así que se dirigieron a otra habitación con una mesa enorme donde seguro que cabían más de 30 personas. Sólo habían puestos 5 cubiertos.
"¿Espera un momento, 5 cubiertos? Contándome a mí, a mi madre, Bruce y su mayordomo somos 4... ¿Quién es la quinta persona?" Pensaba Gaby.
Bruce se sentó en el sitio de anfitrión, justo en la esquina de la mesa. A su lado izquierdo estaban Susan y Gaby y al derecho se puso Alfred. Aún faltaba alguien al lado del sitio de Alfred y justo en frente de Gabrielle...
De pronto, apareció un chico de su edad, vestido con una camiseta roja y unos vaqueros, tenía el pelo negro y los ojos azules. "La verdad es que es muy guapo...¿Quién será?" pensaba Gaby que se quedó embobada mirándolo.
- Hola... Perdón por el retraso- dijo disculpándose.
- Grayson, no pasa nada. Hoy tenemos compañía, ¿recuerdas que te lo dije ayer?- Le preguntó Bruce.
- Si... es cierto- Se dirigió a nosotras- Es un placer conocerlas, por favor, llámenme Grayson.
- El placer es mío Grayson, yo soy Susan y esta es mi hija Gaby.
- ¡Hola!- fue lo único que dijo Gaby, no pudo articular más palabras, estaba embobada.
Bruce les contó que Grayson en realidad no era su hijo, sino que era adoptado, al parecer sus padres murieron cuando él era un niño, como los de Bruce, eso le hizo querer adoptarlo.
Alfred había preparado un montón de platos, Gaby los probó todos y estaban deliciosos. Mientras los adultos hablaban, Gaby se sentía un poco incómoda porque Grayson no dejaba de mirarla... Daba la sensación de que quería hablar con ella pero no sabia que decirle, lo mismo que le pasaba a Gaby.
- Entonces... ehh... tú... ¿no eres de aquí, no?- dijo por fin Grayson.
- No... Estoy aquí de vacaciones un mes con mi madre... Ella sí que nació y se crió aquí.- respondió Gaby.
Después de haber empezado con vergüenza a hablar, se empezaron a soltar y empezaron a hablar un montón sobre muchas cosas. Por lo visto tenían muchos gustos parecidos.
A la hora de servir el postre, Gaby dijo que ya no podía comer nada más, estaba llena. Grayson también dijo que no quería más y le dijo a Gaby que si se iba con él a dar una vuelta, esta dijo que sí y se fueron.
Estuvieron dando una vuelta por el enorme patio y los jardines que tenía la casa, hablando de un montón de cosas sin importancia... Pero se lo estaban pasando muy bien.
- Entonces, si tú tienes 17 años y seis meses... ¡Eso significa que soy mayor que tú!- dijo Gaby llena de orgullo.
- ¡Pero sólo por unos pocos meses!- protestó Grayson.
Y se pusieron a reírse.
Entonces, oyeron a Alfred llamarlos, por lo visto Susan había dicho que ya se iban. Pero antes de irse Grayson le dijo a Gaby:
- Oye Gaby... como me has dicho antes que no conoces a nadie más de nuestra edad por aquí... Si quieres esta noche podríamos ir a algún sitio de fiesta o algo... si tú quieres, claro...- Preguntó Grayson con vergüenza como antes.
- ¡Vale! Si mi madre me deja... Luego te envío un mensaje y te lo confirmo. ¡Adiós!- Se despidió Gaby.
Al rato Grayson recibió un mensaje:
" Mi madre me ha dicho que sí!!!! Ven luego a recogerme a la entrada del hotel en el que estoy, nos vemos luego =) "
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