Tres: "Liam"
"Entonces, apenas asimilé que estaba en problemas"
Harry detestaba trabajar y sí el destino se lo concediera, se casaría con un hombre mayor y millonario, dispuesto a mantenerlo lo que le resta de vida.
Lástima que todos esos hombres ya estaban casados o tenían amantes plásticas mucho más lindas que él, además de ser heteros, demonios, esa opción fue desacartada desde hace tiempo.
Era un completo martirio levantarse a las seis de la mañana, desayunar treinta minutos después y llegar al trabajo tarde, justo como lo hacía en estos momentos.
Agitado, entró a su oficina, alisando su traje o algo parecido a ello. No se le dio el tiempo suficiente para saludar a sus compañeros de piso o al amable guardia que negaba divertido cuando veía tropezar a Harry por no tener el control de sus largas piernas y caer de bruces. La semana pasada derramó accidentalmente café en el piso.
-¿Cuando será el día que llegues temprano al trabajo? -Liam saluda, entrando a la oficina.
Liam es la definición de amabilidad y Harry lo ama demasiado en secreto. Además de ser su jefe (Harry agradece aquello, joder, que suerte la suya) Liam podría ser su hermano mayor, Harry confiaba ciegamente en el hombre de sonrisa brillante y mirada de cachorro.
-Cuando aumentes mi sueldo, tal vez -responde divertido, la presencia de Liam le alegra el día, el buen humor es contagioso.
-¿Eso es un "Nunca llegaré temprano, Liam"?
-Eres un tonto.
Harry continúa acomodando sus pertenecias en el escritorio mientras Liam se pasea por todo el lugar.
Liam está en sus gloriosos treinta años y el tiempo lo hace más atractivo. Elegante y sexy, las secretarias del primer piso babean por él, todos lo hacen, ¿por qué es tan perfecto? Un completo inglés de pies a cabeza, toma el té por las tardes y alza el dedo meñique, ¿quién hace eso en pleno siglo veintiuno? Liam, el chico de buenos modales y mejor amigo de Harry, por supuesto.
Harry ha considerado la brillante opción de que Liam sea el padrino del pequeño o pequeña que lo ha hecho vomitar las últimas dos semanas.
-Oye, Liam -el mencionado lo mira -deberías ser el padrino de mi floresita, ¿qué opinas? Eres rico y podrías pagarle la universidad -propone Harry. En su mente descarta la conveniencia y suena mucho mejor, hasta divertido diría él.
-No lo sé, Harry, ¿y sí se confunde y me dice papá?
Harry rueda los ojos.
-El ya tiene un papá y soy yo.
-¿Y Louis?
Louis. Harry a veces olvida que necesitó de un tercero para embarazarse.
-Louis podría ser su hermano mayor, por favor, el chico es inexperto. Además, el sólo se encargó de plantar la semilla, yo la haré crecer.
En realidad la complexión de Louis y su vestimenta lo hacían lucir como un adolescente en pleno desarrollo. Vans de calza mediana, playeras negras, blancas, azules, ¿Louis colecciona colores? Quizás y skinny sueltos. A veces los revoltosos cabellos castaños son cubiertos por gorras de beisbol.
-Eso no pensaste cuando decidieron tener sexo.
-¡Estaba ebrio! Hasta hubiera tenido sexo contigo si hubieras estado en aquella fea habitación, pero no, era Louis, un niño de diecisiete años, ¿por qué dejan entrar a la fiesta a menores de edad? -explica.
-Es dos mil quince, Harry. Niall nos conseguía identificaciones falsas cuando éramos adolescentes ¿lo recuerdas?
Retrocede diez años atrás. Harry, Liam y Niall eran muy buenos amigos y buscaban nuevas aventuras, creían que la adrenalina estaba por comenzar y jamás se equivocaron. Niall, como el buen irlandés concentidor que robó sus corazones y una tienda departamental, consiguió identidades falsas y así lograron entrar a centros nocturnos; centros donde toqueteaban las nalgas de Harry e incluso perdió su virginidad una inolvidable noche de verano.
Una vez más, Liam lo quería matar.
-No es la misma -sus labios forman un puchero.
-Por supuesto que no, ¿qué mocoso embaraza a un adulto, eh?
¿Louis? Cierra su boca de inmediato, no estaba para respuestas sarcásticas, debe aprender a madurar un poco, (no tanto porque al pobre embarazado le explota el cerebro) y pensar antes de actuar; pensar sin alcohol en su cuerpo, y claro, Liam protegiendo su espalda. No más embarazos. Qué cruel sonó aquello.
-Ya, déjalo ir, tus preguntas me dan hambre.
Liam le lanza una sonrisa comprensiva. Se coloca al lado de Harry y le comienza a acariciar sus largos rizos.
-Solo quiero lo mejor para ti, ¿Si? Te amo y no quiero dejarte solo en esto -admite en voz bajita, casi susurrando. Harry se levanta rápidamente de su asiento y abraza a Liam.
Él y su floresita también lo aman, tanto que terminaron vomitando sobre el costoso traje de Liam.
✨✨✨
✨ Seré sincera, el capítulo lo tenía escrito desde hace mucho pero wattpad no me dejaba subir capítulo, siempre me aparecía una "restauración" y no se subía, e incluso llegué a pensar que ya había actualizado, ¡pero no! Gracias por leer :D perdón si la descripción de Liam es exagerada pero amo a ese hombre.
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