"Era tan pequeño como tú, si, tan pequeño, podría cargarlos en mis puños y protegerlos"

Después del accidente, bueno, realmente no se denominaba "accidente" lo ocurrido, puesto que Louis saltó por voluntad propia del auto, cayendo con fuerza contra el frío pavimento. Se golpeó la cabeza de manera tan súbita que lo mandó al hospital.

Harry tuvo que cargar el pequeño y ligero cuerpo de Louis  aventándolo sin delicadeza a los asientos traseros. La calle parecía deshabitada en su totalidad, nadie fue deponente del fallido suicidio de Louis Tomlinson.

Ya en el hospital, Harry no dejaba de caminar, izquierda, derecha, los largos y castaños rizos bailaban al compás de los movimientos. Estaba nervioso, no era inédito, de nuevo las forasteras manos imaginarias ahorcaban su cuello. El embarazo incluía todo tipo de ataques, el más reciente es el de atracarse de comida hasta vomitar.

—Bueno, el joven Tomlinson está bien, solo fue un golpe, nada grave. —Anunció el Doctor entrando a la habitación. Entre sus manos sostenía algunas hojas, las dejó sobre una de las mesitas localizadas a los costados de la cama y comenzó la revisión.

Acomodó correctamente el estetoscopio, los articulares cubriendo ambos oídos, dirigiendo el diafragma hasta el pecho del paciente. Los sonidos de bajo volumen provenientes del corazón de Louis se encontraban bien. Todo estaba en orden, no se han encontrado huesos rotos u otros problemas que atenten su bienestar físico.

Harry suspira aliviado.

—Pero aún no entiendo cómo sucedió esto. —Cuestiona algo absurdo el Doctor, seguía mirando confundido a Louis, vendas cubriendo la parte superior de su cabeza, aun dormía, tal vez nadando en la profunda modorra, despertaría más adelante.

El Doctor no dijo nada hasta que decidió retirarse para atender a otros pacientes. Harry le agradeció.— Cuídelo, los accidentes están a la orden del día. —Y salió de la habitación. 

Cuidar a Louis Tomlinson. ¡Ja! El adolescente suicida. Harry enserio evitó soltar escandalosas carcajadas sino fuera por la diabética anciana acostada sobre la camilla vecina, la mujer moriría de un infarto hasta por el más mínimo ruido alterado. Ella le lanzaba miradas amenazadoras, como si leyera la palabra peligro rayado en su frente. El ojiverde la ignoró o esta trataba de hacer, joder, lo incomodaba. Al principio resultó ser divertido, le recordaba a su abuela materna. Él solía molestarla años atrás, robando los medicamentos. Una vez casi muere porque Harry olvidó dónde los escondió. Inolvidable anécdota casi mortal.

Pasaron las horas y Louis despertó.

—¿Dónde estoy? —Preguntó el menor, la anestesia pesaba demasiado, no logró sentarse. 

—En el hospital, has decidido saltar fuera del auto cuando te dije que estaba embarazado. —Explica Harry, el teléfono celular robando toda su atención.— De ti.

Louis parecía más sorprendido que hace dos segundos.

—¡¿Enserio?! Pensé que era una pesadilla.

Ahora sí, Harry se concentra en Louis y las constantes quejas. Una pesadilla, bien, él también lo pensó cuando la prueba de embarazo marcó positivo y lloró por tres días seguidos, ese tiempo tardó en asimilar que una criatura crecía dentro de su vientre. Todo lo mantuvo en secreto, solo lo sabía él, hasta ahora que ha decidido anunciárselo a Louis, el otro padre.

Durante dos meses, Harry experimentó un fardo cargado de sentimientos y temperamentos que ni el mismísimo Liam Payne toleró.

—Bienvenido a la realidad, Louis Tomlinson, serás padre. —Dijo Harry.

—Woah, esto es woah, mi sueño se ha hecho realidad, seré padre, ¡hurra! —Fingió emoción. Harry arruga su nariz descontento pero no dice nada.

Su sueño tampoco era el de ser padre a los veintiséis años, tenía un trabajo estable y un departamento amplio. Estaba arruinando parte de su reputación, por Dios, un chico mucho menor que él se ha metido entre sus piernas para dejarle una bendición/maldición. Adoraba a los niños, claro que lo hacia, pero estar embarazado marcaba la diferencia. Difícil, definiría así al destino, súbito como la muerte.

Louis era muy chico, tal vez aún ni cumplía la mayoría de edad, Anne y Desmond, padres de Harry, contaban con apenas dieciocho años vividos cuando Harry fue concebido, ninguno de los dos estaba preparado (eso le dijeron a Harry) situación ajena a la actual. Aquí un adolescente embarazó a un adulto. Cualquiera se reiría.

Trató de buscar soluciones, tampoco obligaría a Louis hacerse responsable de la criatura.

—Mira, yo podría hacerme cargo del bebé, no necesito de tu ayuda...

Louis volvió a interrumpirlo por segunda vez. —Oye, tranquilo, solo que, ¡jamás imaginé ser padre a los diecisiete años!, ¿okay? Esto es nuevo para mi. —Sobó a través de las vendas, la cabeza le comenzaba a palpitar.— ¿No tendrás de esas imágenes en blanco y negro? No recuerdo su nombre, necesito verlo con mis propios ojos, esto tiene que ser una jodida broma.

—¿Hablas de la ecografía?

—Si, eso creo.

Harry conservaba varias ecografías, la última cita fue justamente ayer. En esta ocasión había decidido guardar tres de estas en el bolsillo delantero de sus jeans. Las sacó del lugar y le ofreció tres copias a Louis

El menor se las arrebata y enseguida frunce el ceño.

—No se mira nada.

Harry rió. —Es porque aún está creciendo, es tan pequeño como una semilla, Louis.

La boca de Louis formó una enorme "O" por la impresión y pregunta, zafiros inocentes.

—¿Estás seguro que crecerá?

—Espera algún tiempo, incluso lo hará más que tú.

Y esa no fue una indirecta para Louis.

(....)

Dedicación: Yane_Tommo espero y te guste<3