✦ 𝗙𝗂𝗇𝖺𝗅
De pronto, las cosas con Jungwon estaba funcionando para Heeseung. Ya no era molestia acomodar sus tiempos junto a Jake para cuidarlo, ya que el bebé se encontraba bastante tranquilo.
La única cosa, es que se había vuelto más besucón, y buscaba ser mimado a cada segundo. Era una costumbre despertar junto a Jake ahora, con Jungwon en el medio de ambos.
Pero esta mañana, el colchón se sintió vacío.
Abrió los ojos despacio, y no por estar recibiendo caricias a su rostro de parte de Jungwon; sino porque estaba solo.
Frunció el ceño, confundido, y se sentó para mirar al rededor.
— ¿Jake? ¿Jungwon?
Al ver que ninguno contestaba, y de hecho no estaban ahí, se levantó para ir a la sala.
Ahí lo vio, de espaldas, sentado en el suelo. — Jake, ¿por qué estás aquí? — Caminó hacia él. — Volvamos a la cama, aún es temprano. — Pero no recibió respuesta. — Bebé, ¿Dónde está Jung-
Detuvo la pregunta cuando lo vio. — Ah, ya veo...
Heeseung se sentó a su lado y apoyó la cabeza en el hombro del otro. Su mano se deslizó por el brazo contrario hasta dar con la mano de Jake. — Él se fue.
Lo escuchó decir cuando vio que el pelirrojo también acunó el huevo con su mano. — Bueno, no es como si no supiéramos que pasaría, Jake.
— Pero aún así duele. — Lo miró. Los ojos de Jake estaban rojos, evidentemente había llorado antes. — Porque tambien te duele, ¿Cierto?
— Sí... — Negó. — Pero no es como que no esté o algo así. Lo tenemos aún, en nuestras manos. Siempre fue así.
— Hay que dárselo a Taeyong.
— Podemos decirle que nos lo deje, ¿No crees?
— ¿Y luego qué? es sólo un huevo. Yo quiero a Jungwon, no un souvenir. — Dijo con los ojos llorosos.
Heeseung se enderezó y lo tomó de la nuca para acercarlo y dejarlo llorar en su hombro. Nunca pensó que afectaría así a Jake. Sí, puede que él también lo extrañe, pero no lloraría por su ausencia. Jungwon nunca fue real, ambos lo sabían.
¿Entonces por qué aún así duele?
— Lo siento. No creo que pueda hacer algo al respecto.
Jake observaba cómo sus compañeros iban entregando su huevo a la vez que los llamaban, intercambiandolos por su hoja de examen. Él no quería ni levantarse de su lugar.
— Jake, nos van a llamar pronto. — Heeseung le habló bajito, pues el castaño seguía algo sensible por la despedida.
— ¿Crees que él nos recuerde? ¿Que esté teniendo pensamientos en este momento? ¿Que esté triste?
— No. En verdad lo dudo. Jungwon no era más que una combinación de ambos. Nada de él se va realmente si los dos estamos aquí, ¿Entiendes?
Jake parpadeó seguido. En un punto tenía razón. — Pero él tenía algo. Yo lo sé, él tenía algo más. Me hacía sentir como... yo me sentía importante para él. Como indispensable. Jungwon me miraba como si no viera a nadie más. Como si no necesitara a nadie más. Quería cuidarlo por siempre.
— Entonces sirvió para que te des cuenta de cómo te estoy mirando. De cómo siempre te miré.
Jake lo observó y una media sonrisa se asomó. — Quiero dejarme cuidar por ti también. — Siguió.
— Viéndolo así, creo que no tendría tiempo de ocuparme de Jungwon cuando tengo un bebé más grande aquí. — El castaño sonrió y acercó su frente a la de Heeseung. — Lo siento por ponerme así. Jungwon somos nosotros, y aquí estamos.
Heeseung asintió. — Podemos quedarnos con el huevo, y así no olvidarnos de que tenemos a quien mimar a nuestro lado.
— Oigan, par de tortolos allá atrás. — Llamó Taeyong. — Traigan su huevo.
Los chicos se levantaron y caminaron hacia el escritorio tomados de la mano.
— Nuestro huevo sano y salvo. — Dijo Jake, entregándolo.
Taeyong lo tomó y lo miró, buscando el sello. Cuando lo encontró, dejó el huevo junto con los otros en el maple y tomó el par de exámenes, dandoselos.
— Y, ¿Podría ser que nos podamos quedar con el huevo? — Preguntó Heeseung, mirando a Jake después, quien sonreía.
Al final, no había acabado mal.
— Claro. Total que ya aprobaron el proyecto.
Taeyong sujetó el huevo sin mirar, pero la superficie de la cáscara se resbaló de sus dedos, y el huevo rodó hacia el suelo, haciéndose pedazos.
— ¡Noooo!
Heeseung y Jake fueron a ver el desastre. — ¿Jungwon? — Jake tomó un pedazo de cáscara. — ¿Castaño? — Mostró el pedazo a Heeseung.
— Orale, este no es Jungwon. — Él tomó otro pedazo.
Una silla chirrió con fuerza y todos los ojos fueron a dar hacia Sunghoon y Sunoo.
— ¡Mataste a Ni-ki!
¿me duele terminar esta historia? sí.
pero bueno, espero que hayan disfrutado
esta historia tanto como yo, gracias por leer. ♡︎
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