Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• Baby Don't Stop - Parte 2

A Nayeon le gusta tener el control, por eso amó que Mina no haya mostrado ninguna objeción a su trato y en su lugar la obedeciera.

El restaurante estaba lejos de la oficina, sabía que nadie de los empleados iría allí y eso la impulsó a elegirlo. No quería que la directora se sintiera incómoda ante conocidos, estaba mejor con la idea de que fuera más abierta y en confianza con ella.

Una vez ordenaron su comida, Mina se notaba tímida otra vez.

—No voy a morderte todavía.

Nayeon guiñó un ojo y ahora la alfa era la ruborizada. ¡Tan linda!

—Señorita Nayeon, es-

—No estamos en la oficina, Mina—recordó señalando al lugar—. No quiero formalidades ahora.

—Mh, Nayeon—asintió una vez—, es una sorpresa que me invitaras. Después de cómo huiste después de mi confesión, creí que lo mejor sería dejarte en paz.

—Es complicado—admitió—. No sabía cómo responder y preferí pensarlo. Y ya lo he hecho, mi respuesta es; quiero conocerte mejor antes de nada.

Mina pareció estar más tranquila ahora. Ella suspiró y dejó salir una pequeña sonrisa.

—Estoy dispuesta a eso, también quiero saber más de ti—respondió con total honestidad.

Nayeon y Mina se conocieron más en esa cena. Aprendieron un poco más de la otra, algo no muy profundo para ser su primera cita, cosa que Nayeon agradeció porque no quería apresurarse y le gustaba la idea de saber de Mina de forma natural.

Pero al final de la noche, Mina le pidió que no dijera nada de eso a sus compañeros de trabajo, en especial a Jimin. Según lo que ella dijo, está más tranquila con mantener el secreto por ahora ya que, después de todo, la oficina es su trabajo y ella es extremadamente profesional al respecto. No quiere involucrar su vida privada de esa forma, Nayeon aún es de las nuevas y no será especial para ella en ese sentido.

Pero de todas formas, días más tarde, la oficina entera sabía que algo ocurría entre la nueva y la directora. Lo sabía hasta el conserje del primer piso. Aunque Mina fuera buena en ocultar sus expresiones y miradas a Nayeon, la omega es atrapada muchas veces al observar a Mina y buscando excusas para ir a su oficina. Nadie dijo nada al respecto, sin embargo. La política de ser profesional seguía fuerte y Mina seguía siendo la alfa con más rango entre ellos.

—Y la trompa te apesta a hormigas.

Nayeon rodó los ojos de nuevo. —Sana, es la quinta vez en el mes que vemos "La Era de Hielo 2" y te sabes todos los diálogos, cambiemos de plan.

Su omega amiga se quejó. —¡Pero es mi favorita!

—Cómo sea, tienes que irte en un rato.

—¿Por?—le preguntó comiendo una palomita.

—Tu celo empieza mañana, ¿no? ¡Ve con tu novia!

—¡Ay, es cierto!—recordó saltando del sillón. La chica comenzó a ir a su habitación casi corriendo, luego regresó y miró a Nayeon.

—¿Y ahora qué?

—¿Cuándo es el tuyo?—se interesó.

—En dos semanas—respondió usando un tono confundido—. No entiendo, ¿por qué preguntas?

—Entonces tendrás que irte tú para cuando te toque—avisó.

—No seas tonta, ¿dónde voy a ir?

—Con tu alfa, duh.

—Yo no tengo alfa.

—Apestas a menta y chocolate amargo últimamente, creo que eres la única que no sabe sobre tu alfa.

Nayeon abrió la boca para decir algo y terminó por hacer silencio. Derrotada, ella suspiró y se quejó mientras se recostaba más en el sillón.

—¡Le dije que no hiciera más eso!

Sana se rió. —¡Nayeonnie tiene alfa, Nayeonnie tiene alfa!—aplaudió mientras cantaba.

—¡No, no tengo, calla!—pataleó.

—¡Nayeon y Mina están enamoradas y las dos se quieren besar!

—¡Sana, no!

—Son dos taradas—una tercera voz se hizo presente. Ambas omegas pararon su "discusión" y miraron a Jihyo parada en la entrada.

—Oh, olvidé que tienes la llave—murmuró Nayeon, poniéndose de pie ella carraspeó—. Llévate a tu novia, por favor.

—¡Y tú ve por tu alfa!—le acusó Sana corriendo a los brazos de su novia.

—Que no es mi-

—¿Por qué huele tanto a Mina Unnie aquí?—Jihyo olfateó.

—¡Ugh!

Mina no era su alfa. Aunque todos lo creían, Nayeon aún se negaba a aceptarla como tal.

Es decir, le gusta que tome su mano cuando están solas, que le cuente a detalle sobre su día porque aunque estén en el mismo edificio no se ven tan seguido, le gusta que le regale collares y pulseras, le gusta que invite a todo el equipo a beber y esta vez si acepte sentarse a su lado, le gusta totalmente que no ponga resistencia y acepte sus condiciones sin rechistar. Le gusta que la obedezca pero que aún así siga siendo un poco rebelde en ciertos puntos.

Le gusta su aroma, le gusta su cabello negro, le gustan sus manos delicadas, le gustan sus lunares, le gustan sus ojos grises, le gusta su risa tímida, le gusta el rubor de sus mejillas, le gusta su piel blanca y suave, le gusta. Mina le gusta.

Pero no por eso ella estará bajo su dominio. Nayeon sigue siendo la única con poder sobre Mina.

Y a tan sólo unos días de su celo, Nayeon todavía no acepta que Mina sea su alfa. Hay algo en el tema de jerarquía que no le gusta. Ella nunca fue una omega obediente, ella no quería ser marcada y usada. Nayeon no quería que Mina pensara que tenía poder de esa forma.

Nayeon es quien manda, siempre será así.

—Unnie—la llaman mientras resalta con color lila algunas cosas importantes en el papel con letras impresas.

—¿Qué sucede, Tzuyu?—le presta atención a la adorable pasante.

—Mh, necesito ayuda con algo, ¿puedes venir?

—Claro.

Cuando se dispone a seguir a la omega menor, pasan por delante de la oficina de Mina donde Nayeon escucha una fuerte discusión allí. Mina rara vez se enfada pero ahora sonaba bastante molesta. Así que decidió hablar con ella luego de ayudar a Tzuyu.

Sin embargo no logra encontrar el momento, tiene mucho trabajo que hacer en las siguientes horas. Yoongi se había reportado enfermo y era su compañero en la misma área, entonces Nayeon tenía el doble de trabajo ahora.

Se mantuvo un poco alarmada por no ver salir a Mina en todo el tiempo que estuvo allí, aunque es bastante solitaria en el trabajo ella suele buscar por su cuenta ciertos documentos o llamar a Jihyo, su mano derecha, para que le ayude con algo. Pero tampoco tenía buena cara cuando Nayeon la vio entrar y salir de ahí.

—Jihyo, pss—la llamó al verla pasar en su dirección, al parecer iba camino a la fotocopiadora.

—No soy un gato, Nayeon, ¿qué sucede?—no sonó grosera pero sí cansada.

—Eso me pregunto yo, ¿por qué tú y la directora Myoui están tan molestas?

Jihyo miró hacia los lados y luego dijo: —Un contrato importante está teniendo problemas, si no arreglamos eso hoy quizás tengamos que despedir a alguien.

—¿Tanto así?

—Es difícil tomar una decisión ahora, la directora está moviendo cielo y tierra para que eso no ocurra.

Nayeon asintió dejando que Jihyo vuelva a lo suyo.

—¿Aún aquí?—cuestionó Jimin viendo a Nayeon sentada frente a su computadora—. Es hora de ir a casa, ¿harás horas extra?

—Hum, estoy terminando un informe importante, ya me iré en un rato—le mintió.

—Oh, bien—asintió el rubio—. Iré a visitar a Yoongi, le diré que se recupere rápido porque hoy hiciste muchas cosas por tu cuenta y él sólo no respira por un lado de la nariz.

—Tiene fiebre y mareos también.

—¡Ugh, tendré que usar mascarilla!—se quejó el omega—. Bien, nos vemos el lunes, ¡adiós, Nay!

—Nos vemos—terminó de saludar y rápidamente miró hacia la oficina de forma dudosa.

Soltó aire y terminó por decidir ir a verla. Iba a golpear la puerta hasta que esta es abierta y pronto siente brazos a su alrededor y una cabeza escondida en su cuello. Mina la abrazaba fuerte pero sin ser sofocante.

Nayeon entendió que estaba muy estresada y terminó por corresponder y acariciar su cabello.

—No me gustan los recortes de personal—admitió la mayor—. Este equipo es muy bueno y eficiente, no quiero quitar a nadie—la omega se dedicó a escucharla—. Hice todo lo que pude, el lunes tendré la respuesta final.

Después de unos segundos de silencio, Mina salió de su escondite y reveló sus ojos brillantes por contener lágrimas. Nayeon rápidamente tomó sus mejillas y las acarició lentamente.

—Haces un excelente trabajo cuidando de este equipo, Mina, estoy segura de que sea lo que sea que pase igual tendrás el respeto de todos aquí.

La alfa asintió no muy convencida. —Está bien.

—Mírame—pidió—. Eres la mejor en tu trabajo y diste todo de ti, yo ya estoy orgullosa de eso.

No tenían una cita para ese día, pero Nayeon no estaba convencida de dejar ir a Mina estando como estaba, así que aceptó la invitación de ir a su casa a cenar. La alfa no quería restaurantes ni bares, ella sólo quería tener a Nayeon a solas con ella y disfrutar mejor de eso.

Nayeon ayudó a preparar la cena a su lado, ambas encontrando que hacen un buen equipo incluso en la cocina. Mina cortaba las verduras y Nayeon preparaba la carne, después tomaron el mismo ritmo en preparar los platos. Al final, se sentaron en el comedor y siguieron charlando animadamente.

—¿Dónde dormiré?—se interesó Nayeon después de que Mina le enseñara más a profundidad su departamento y ver que no tenía un cuarto de huéspedes.

Mina la rodeó con sus brazos por la espalda. —Aquí.

Nayeon quería gritar de lo lindo que fue eso, pero se obligó a calmarse y actuar normalmente.

—Para tu carro, yo ni siquiera te besé aún—le provocó girando y quedando frente a frente, aprovechó que Mina es más alta y apoyó sus manos sobre sus brazos mirándola hacia arriba.

—Eso se puede arreglar pero tú no quieres.

—¿Quién dijo que no?

—Nayeon, te he querido besar desde que te vi la primera vez—admitió con timidez—. Pero me gusta hacer lo que pides.

—Si te pido uno, ¿me lo darías?

—Te doy cinco.

—¿Y si pido diez?

—Te doy veinte.

Nayeon se rió de ella. Pero tenía que admitir que se sentía igual, entonces mandó a la mierda sus tontos pensamientos.

Adora a esa alfa.

Dejó de torturarla y finalmente posó sus labios sobre los contrarios. Un beso cálido y suave, que se convirtió en dos, en tres. En varios besos que Mina le dió porque ella claramente iba a cumplir su palabra. Nayeon se dejó derretir en sus brazos y saborear su boca de una forma tan espectacular que pronto se separó de ella y apretó los labios.

—M-Mina...

—¿Qué pasa?

Nayeon miró a los ojos a Mina con cierto brillo y pupilas dilatadas.

—Creo que mi celo llegó antes.

la siguiente ya es la última parte, la hice re larga perdón jsjsj

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro