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●Narra Jungkook●
Todo comenzó el día de la graduación de la Universidad, hace ya dos años.
Yo estaba enamorado de Jimin, pero era demasiado cobarde para decírselo, él se veía tan...serio e indiferente. Pero aquello me gustaba, le hacía atractivo.
Cómo era obvio, aquel día todo el mundo bebió alcohol y se emborrachó. Yo casi nunca tomaba, por eso me afectó mucho y entonces...me declaré a Jimin, quien me sonrió y me dijo que llevaba todo el año esperando a que me atreviese a decirlo. Me dijo que él tambien se había fijado en mi, y ese mismo día nos dimos la oportunidad de salir con el otro.
Me llevó a su casa aquella noche. Quizás nuestro primer error fue ir tan rápido.
Tuvimos sexo y fue...fue impresionante. Jimin era tan rudo en la cama que al fin entendí bien el concepto de "morder la almohada".
Al día siguiente se disculpó porque hubiesemos tenido sexo borrachos el primer día de nuestra "relación".
Comenzamos a salir formalmente, y no, no todo era sexo. Yo realmente estaba enamorado de Jimin, aunque a veces pareciese tan frío.
Me contó que tenía un hermano al que odiaba. No estudiaba en la ciudad pero venía de vez en cuando a su casa, porque era la de sus difuntos padres y aún tenía ahí sus cosas.
Iba con frecuencia a su casa, ya que yo de aquellas vivía con compañeros de piso y no era plan de que me oyesen gritar de placer con cada estocada que Jimin me proporcionaba.
Un día llamé a Jimin, pero éste no respondía al teléfono, así que fui directamente a su casa.
Cuando me abrió la puerta, parecía ligeramente sorprendido de mi visita, pero por supuesto no le di importancia, yo no sabía nada.
Le besé con necesidad y le mostré mi preocupación al no responderme.
Jimin me sonrió algo extraño y me dijo que no me preocupase más, él estaba ahí para mi.
Subimos a la habitación, pero por alguna razón me llevó a la habitación de su hermano.
Me dijo que quería tener sexo ahí porque odiaba a su hermano, y así cuando volviese a su cuarto éste olería a sexo.
Comencé a sentir que algo iba mal. Jimin podía ser frío, pero él no haría algo así jamás, además se estaba portando de un modo mucho más...infantil conmigo.
Le pregunté que por qué estaba tan extraño, y entonces, a los pocos segundos Jimin se puso a llorar en mis brazos.
Me confesó que le habían diagnosticado un trastorno de identidad disociativo y que yo hasta ahora sólo había conocido a su otro yo. Le daba vergüenza que lo hubiese descubierto, y me hizo prometer, que cuando su otro yo, el Jimin serio, volviese, que jamás le mencionase a su otra personalidad, porque además no recordaría lo que hubiesemos hecho.
Me pareció algo lógico, asi que así fue. Le prometí que jamás le hablaría del otro yo al mismo Jimin y actuaría como si no lo supiese.
Jimin me abrazó y me dio las gracias. Entonces me sonrió y me confesó algo más. Que cuando estaba con esta identidad, tenía un fetiche sexual.
Quería que fuese yo el que...bueno, el que se la metiese. Me sorprendí bastante, pero por supuesto, no me negué.
Él me llamaba papi, y yo le llamaba bebé mientras teníamos sexo.
Tengo que reconocer que aquel juego me ponía bastante cachondo.
Así que, así pasaron los meses. Iba a casa de Jimin, y cada día, una personalidad me recibía. Uno me penetraba y a otro le penetraba yo.
Realmente no me importaba el Jimin que me recibiese. Yo amaba a los dos.
Nunca se me escapó ningún recuerdo del otro Jimin, así que todo iba genial.
Hasta que un día, mientras follaba con el Jimin bebé...otro Jimin entró por la puerta y nos descubrió en pleno acto.
No entendía nada.
Salí del interior de mi bebé y los miré a ambos confundido. La cabeza me retumbaba.
Entonces todo ocurrió muy deprisa.
—¡¡¡Hijo de puta!!! - El Jimin serio se abalanzó sobre su hermano gemelo, con las manos directas al cuello, ahogándolo.
Comenzaron a pelearse y a insultarse a gritos. Yo estaba en un completo estado de shock. ¿Por qué Jimin no me había advertido de que su hermano era gemelo? ¿Por qué no me dijo que ahora venía con frecuencia?
—¡¡¡Te odio maldito cabrón, te odio!!!
Rodaban por el suelo, golpeándose, incluso mordiéndose.
—¿¡Cuanto tiempo llevas aquí, Jihyun!?
Yo ni si quiera podía pronunciar palabra. Llevaba meses acostándome con dos hombres distintos.
Jihyun le sonrió a su hermano con la boca ensangrentada.
—Llevo tres meses follándome a tu querido novio casi a diario, hermano, ¿o debería decir...nuestro, novio?
Jimin le golpeó en la nariz una vez más y Jihyun comenzó a gritar de dolor.
Entonces yo también comencé a gritar desesperado. Me lancé a ellos para intentar separarlos, pero Jimin me golpeó como acto reflejo y, según dicen...me golpeé la cabeza y caí inconsciente al suelo.
Cuando desperté, los dos yacían muertos.
El suelo estaba bañado en sangre, Jimin tenía una navaja en su mano inerte y Jihyun tenía una botella de cristal rota en la mano.
Se habían matado el uno al otro.
Aún no sé de dónde saqué la fuerza para llamar a la policía.
Les conté lo sucedido, me interrogaron y me sacaron muestras de ADN para descartar que hubiese sido yo el autor del crimen, aunque la escena estaba más que clara y además yo había estado inconsciente mientras todo sucedió.
Fue como un disparo en el pecho descubrir la cruda realidad.
Jimin no tenía doble personalidad, aquello había sido un inteligente invento por parte de su hermano gemelo Jihyun.
Nunca lo sabré, pero lo más probable es que, Jihyun jamás me amó como yo lo hice. Con Jihyun tan sólo tenía sexo, casi sin conversar, supongo que para que yo no pudieses sospechar nada.
Jihyun me usó para su propia satisfacción y para dañar a su hermano. Él sabía que algún día Jimin nos descubriría, tenía que pasar en algún momento.
Me sentí el hombre más estúpido en la faz de la Tierra.
¿Cómo podía haber sido engañado tanto tiempo?
Eran idénticos, me atrevería a decir que incluso ambos tenían uno de los dientes delanteros ligeramente torcido.
Sus voces y actitudes eran opuestas, sí, pero lo atribuí al trastorno de doble personalidad que Jihyun había puesto de excusa para hacerme caer.
Asistí al funeral. Apenas había nadie. Sólo un amigo de Jimin y una amiga de Jihyun.
Fue entonces cuando te llamé hace un año. Te dije que tenía un novio llamado Jimin, pero acababa de morir.
No quise contarte más, porque desde el día que murieron...siguen conmigo. Los veo Jin, los veo, están a mi lado y puedo tocarlos...son reales. Puedo oirlos e incluso olerlos. Me acuesto con los dos.
Sigo amándolos a los dos a pesar de todo, y ellos siguen luchando por mi amor. Se turnan para enloquecerme, Jin.
•
Jin se cubrió la boca con la mano, tenía los ojos rojos de retener las lágrimas. Abrazó a su hermano menor.
—Dios santo Jungkook...mi pobre Jungkookie, cuánto has sufrido...debiste contármelo...
Jungkook miró a Jimin. Por primera vez vió a Jihyun a su lado, sonriente.
Volteó la vista a Jin.
—Doctor, ¿es grave?
Jin se secó las lágrimas y tomó varias respiraciones para calmarse.
Jihyun se acercó a su oído.
—No dejes que nos aleje de ti, papi.
—Sí, Jungkook, es grave. El hecho de que veas personas que han muerto y...y hables con ellas e incluso creas tener sexo con ellas...me temo que se me escapa de las manos...
—Kook, olvídate de nosotros. Estás enfermando. -dijo Jimin.
Jungkook miró a la pared, viendo algo que Jin era incapaz de ver.
—No puedo, Jimin...no puedo.
—Jungkook por favor, deja de hablar con ellos. No son reales, son sólo tu imaginación, tu propia conciencia. Los fantasmas no existen, mi querido Jungkookie, sólo es tu mente jugando contigo, y sólo tú puedes ponerle fin al juego.
Jihyun negó con la cabeza, asustado, y se aferró a Jungkook
—No lo hagas, papi por favor, tu bebé te necesita.
Jimin le empujó, separandolo de él.
—Kook, hazlo. Sé que puedes. Olvídate de nosotros.
Jungkook volvió a llorar antes de cerrar los ojos y concentrarse. Jin se sentó a su lado y le tomó la mano.
Durante dos horas no abrió sus ojos. Luchaba internamente con Jihyun y Jimin. Jihyun no quería irse de su mente y Jungkook no quería que Jimin se fuese.
Cuando abrió los ojos de nuevo, en la sala sólo se encontraban Jin y él. No le había soltado la mano ni un segundo.
—No están, Jin. No están. Se han ido los dos.
Jin sonrió y abrazó a su hermano.
—Sabía que podías, Jungkookie. Pero...-Jungkook miró asustado a su hermano, ¿cómo que "pero"? - No puedo dejar que te vayas a casa sin más. Tus creaciones podrían volver en cualquier momento, Jungkook. Es mi deber como psicólogo y no cómo hermano mandarte a un psiquiatra. Te he dicho que esto se me escapaba de las manos. Es por tu bien, Jungkook. Tan sólo te hará unas preguntas y quizás te recete unas pastillas...
—No...Jin por favor, no me hagas esto...
—Lo siento.
—Jin, ¡¡no!!
Jin cerró los ojos cuando dos hombres de seguridad entraron por la puerta para llevarse a Jungkook.
◇◇◇◇◇◇◇◇◇
WOOOOOOOAAAAHHHOOOOO!!!
SE LO ESPERABAN???
NO MIENTAN SÉ QUE NO!!
Todas sus teorías fueron muy interesantes y muchas yo tambien las pensé pero, esta fue la que más me gustó.
Seguro que están más en shock que Jungkook al descubrir la verdad.
Bueno, me voy antes de que me peguen.
Las amo no lo olviden ❤
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