Jimin estaba apoyado sobre el borde de la cama tan sólo en calzoncillos, moviendo sus pies en el aire, sin rozar el suelo, mientras abrazaba a su osito de peluche.

Cuando Jungkook salió del cuarto de baño tras darse una ducha y vio a Jimin así, soltó un gruñido enfadado.

—Jimin, ¿por qué no estás vestido ya? Vamos a llegar tarde por tu culpa.

Jimin puso un puchero.

—Pero daddy aún no ha bañado a su bebé, además Jiminie todavía no sabe vestirse solito...

Jungkook bufó realmente molesto.

—Mira Jimin, está muy bien todo este juego de vez en cuando, pero somos adultos, eres 3 años mayor que yo, y vamos a llegar tarde.

—¡Pero Jiminie necesita de la ayuda de daddy!

—¡¡Jimin basta ya!! -gritó exaltado Jungkook.- Si no te vistes ahora mismo iré yo solo.

Jimin cruzó los brazos sobre el pecho e hinchó los mofletes.

Espera...¿se estaba poniendo rojo? ¡El maldito no estaba respirando!

Jungkook soltó otro gruñido al darse cuenta del detalle y le dió un tortazo en la cara a Jimin.

—¡Ay! ¡Daddy me ha pegado! -Jimin comenzó a lloriquear- Daddy prometió no pegar nunca a su bebé...daddy es malo...

—Sí, daddy es malo, y daddy te va a castigar duramente por tu comportamiento esta noche, créeme.

Jimin sonrió y entonces Jungkook comprendió.

Jimin sabía bien como jugar.