jimin refunfuñaba en bajito mientras veía su celular, antes de sentir a jungkook acercarse a él.

era de mañana, apenas jimin acababa de llegar y estaban desayunando. habían pasado dos semanas desde que habían comido juntos, había cambiado un poco su relación.
jungkook ya no escapaba tanto, se dejaba ir mas seguido y seguía el coqueteo de jimin.
namjoon le había convencido de dejar de tener miedo, que jimin no era un niño y que tampoco era tanta la dferencia de edad. que el que tuviera dos niños, no significaba que no podía enamorarse de nuevo.

y así lo estaba haciendo.

-qué pasó, jimin? -jungkook le preguntó mientras se acercaba a él, los bebitos sentados en sus sillitas mientras jugaban con sus juguetitos.

-mhh, esta semana tengo exámenes. -jimin dejó de ver su celular- el problema es que tengo que hacer varios proyectos.

jungkook entendió que el problema era que no tenía tiempo, hizo una mueca.

-puedes quedarte aquí. -sonrió- tu amigo optó por lo mismo al tener que estar todos los días con los niños de tae, puedes traer tus cosas y hacer tus proyectos mientras cuidas a mis hijos, jimin. te diría que puedes irte, pero en serio te quiero con nosotros, te necesito con nosotros. y los niños te necesitan.

jimin miró al mayor mientras le escuchaba, sus ojitos tomando un brillo mientras el mayor seguía hablando.

jungkook notó esto y sus mejillas se hicieron rojas, antes de empezar a arrepentirse, jimin habló.

-está bien, me gusta la idea. así también estoy mas al tanto de los niños.

jimin sonrió acariciando la mejilla roja de jungkook y se dio la vuelta para ir a la mesa.

jungkook había cavado su propia tumba.