十四. Capítulo Catorce
Observando el techo de su habitación Jennie despertó sintiendo el calor corporal de algo a su lado.
Miró a su costado, ya habían pasado los 3 días de celo, se sentía mareada y algo enferma, si hubiera sabido que sería así preferiría no haber experimentado el ciclo de calor.
Lisa la había ayudado con sus visitas el segundo y tercer día, ya que el primero se mantuvo alejada de ella, cuando recordó lo que pasó sintió el calor escalar por su cara que ahora se sentía caliente.
Miró a Lisa dormir como un bebé a su lado, con una pijama de fresas y rodeando su cuerpo por la cintura manteniéndola apresada entre sus brazos.
- Lisa -la llamó sacudiendo su cuerpo un poco, Jennie observó como se removia pero no despertaba- alfa floja te dije que despiertes -
- Eres muy mandona -Lisa se quejo sin abrir los ojos- con esto del celo te volviste muy demandante, renunció -dijo soltando su cuerpo y dándose la vuelta para seguir durmiendo-
- De mi no te vas a librar tan fácil -se burlo la omega girando el cuerpo de la alfa y posandose sobre ella-
Lisa apenas abrió los ojos ante sus movimientos.
Colocándose sobre su estómago Jennie se rió desde lo alto antes de levantarse y caer sobre la alfa.
Un bufido y la abertura abrupta de los ojos de Lisa le causaron gracia.
- Me acabas de sacar el aire -se quejo quitando a Jennie de encima con cuidado y haciéndose bolita- mejor no renunció -
- Mejor levantate, tenemos clases y ya se hace tarde -canturreo Jennie brincando de la cama, la verdad sea dicha se la había pasado de maravilla con Lisa-
Y era una alfa muy controlada, no se había propasado ni aprovechado de ella cuando no estaba en sus cinco sentidos.
Más bien la omega era la que se quería propasar con la alfa que se refugiaba en la esquina.
A causa del celo de Jennie ambas habían estado durmiendo en el nido que Jennie hizo, Lisa se había dado la vuelta para no invadir su privacidad ya que había leído que eso era de suma importancia para los omegas, así que después de que Jennie le prohibiera salir solo se quedaba en la esquina dándole la vuelta.
A Jennie le parecía gracioso como en clases o fuera de casa la alfa se comportará tan seria e intimidante si era una masita.
Jennie observo a Lisa ir en dirección al baño después de tomar su uniforme y cerrar la puerta, tomando eso como una señal se cambió la pijama por el uniforme dándose cuenta de la alfa en la puerta del baño.
Esta se tapaba la cara con las manos y parecía esperar una orden, ni siquiera de movía.
- Puedes abrir los ojos -dijo Jennie cruzandose de brazos aunque trataba de contener la risa- ¿o viste algo? -
- No -Negó la alfa destapandose los ojos- me arregle y salí tapando mis ojitos por si acaso -dijo mostrando la pijama en sus manos- me dio miedo caerme así que me quedé quieta -
- Ya no se si me provocas comerte a besos o dejar que tu me comas a mi -dijo observando el sonrojo en la alfa-
- Oye como que estas muy atrevida -se quejo la alfa desviando la mirada- si tu mamá te escucha se va a reír -
Jennie casi olvidaba que Lisa se llevaba de maravilla con su mamá, era como si congeniaran y daba miedo porque su mamá aveces se reía de su torpeza y sumada a Lisa era peor.
- Ustedes son insufribles -
- Te voy acusar con tu mamá -se cruzó de brazos la alfa-
- Mejor ayudame a peinarme -dijo Jennie extendiendo un cepillo en dirección de la alfa-
Bufando antes de acercarse la alfa comenzó a cepillar el cabello de Jennie con delicadeza y esmero, le gustaba su cabello porque era lindo y largo.
A Jennie le gustaba mucho que Lisa la cepillara, no lo había dicho, pero desde la vez en que Lisa le había arreglado el uniforme esta tenía la manía de acomodar su cabello.
- Me gusta como te ves con el cabello suelto -dijo Lisa terminando de cepillar su cabello-
Girando a encarar a la alfa Jennie la miró fijamente, tenía unos ojos muy bonitos y cuando la miraba era como si solo fueran ellas dos.
Acercándose con lentitud, ambas chocaron sus labios en un toque suave y relajado que le erizo los vellos de la nuca a la omega quien paso sus brazos alrededor del cuello de la alfa quien a su vez la abrazo tímidamente por la cintura. Sus labios se movían apaciblemente disfrutando el contacto que estaban teniendo, los labios de Lisa eran algo gorditos y cuando éstos dejaron una leve mordida en su labio inferior al separarse tembló un poco.
- Te quiero mucho -susurro la alfa levemente dejando un beso en mejilla y sonriendo como una niña antes de abrazarla-
- Yo también te quiero -dijo la omega cuando se separaron, tomando las manos ajenas sonrió jalando su cuerpo así afuera- Vamos cariño, es hora de irnos -
En este capítulo celebraba 10000 leídas en la historia.
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