二十一. Capítulo Veintiuno
Mirando alrededor Jennie confirmó que todo estaba en su lugar para su pequeña reunión con Lisa.
Ya había hecho la comida, con algo de esfuerzo de por medio cabe destacar y tenía listo el regalo.
También su segundo plan estaba marchando bien.
Había estado cuidando su figura un tiempo para verse mejor, aunque Lisa siempre la estaba halagando constantemente, siempre solía ser por su rostro o por su actitud y personalidad.
Jennie aveces era muy despistada y no se daba a cuenta cuando alteraba a la alfa al punto de hacerla ocultar sus erecciones o huir.
Le parecía tan común que Lisa escapara de situaciones comprometedoras que había comenzado a pensar que sólo era por que tenía pena.
En fin, Jennie había preparado todo y todo era todo.
Tenía el departamento limpio, se había arreglado más de lo común, ya tenía la comida y la película que verían, el regalo, su mamá no volvería hasta dentro de 2 días como siempre, y lo extra que haría su plan funcionar a la orden.
El timbre sonó y chillo del susto en su lugar debido a la sorpresa que eso le había provocado, se sostuvo el pecho justo donde estaba su corazón que parecía querer escapar.
Camino hacia la puerta y después de ver por la pequeña abertura abrió la puerta para la alfa.
— Hola guapa —dijo recargandose en la puerta mientras veía a Lisa—
Tenía unos pantalones de mezclilla, unas botas negras, una blusa blanca y una chaqueta de cuero, su cabello estaba suelto y parecía que lo había recordado un poco, Jennie mordió su labio ante la vista que le otorgaba su novia.
La risita tierna de la alfa la hizo volver a la realidad.
— ¿Puedo pasar? —dijo Lisa sonriendo hacia Jennie antes de dejar un beso en sus labio y una leve caricia en su mejilla— ¿o me dejaras esperando cariño? —
— ¡Oye! —refunfuño Jennie haciendo que Lisa entrará, le quito el pastel llevándolo al refrigerador antes de volver— ¿Quien te crees que eres para decirme cariño? —bromeó al respecto sentándose al lado de Lisa quien ya estaba en el sofa encendiendo el televisor—
— ¿Tu novia? —respondió Lisa sonriendo antes de jalar a Jennie y comenzar un beso—
Sus labios de movían sobre los de Jennie en caricias sutiles pero experimentadas debido a la práctica que tenían la una con la otra.
A Jennie le gustaban los besos de Lisa, consideraba que besaba bien aunque era su única experiencia, lo hacía con suavidad y la dejaba deseando más en cada contacto.
Se separaron con un vergonzoso chasquido de por medio antes de reír como dos niñas que acababan de hacer una travesura.
— Creo que te va a gustar mi regalo —dijo Lisa mostrándole la bolsa a Jennie, tenía el logo de Chanel en ella—
Jennie parpadeo confundida sacando de ahí una bolsa que había visto en una de sus citas por el centro, miró a Lisa incrédula, la alfa solo se alzó de hombros evitando su mirada.
— No debiste, es muy caro —Negó Jennie metiendo el regalo en la bolsa—
— Pero te gustó —puchereo Lisa— es un bolso lindo, y creo que podrías usarlo, esta completamente con tu estilo —
— Es muy caro —Negó Jennie, lo había dejado pasar precisamente cuando lo vio por que era muy caro para su bolsillo–
Ahora que recordaba Lisa vivía en una zona cara y en una casa, a diferencia de Jennie que vivía en un departamento.
— Nunca le puse atención a tu situación económica hasta ahora —bufo Jennie rememorando cada suceso en casa de Lisa, padres alfa, vivir en una zona cara, cuando observó el auto fuera, o el hecho de que tenía un casa y no un departamento—
— Mama me dijo que quería mandarte un regalo y papá también —mencionó Lisa sacando algo del bolsillo de su chaqueta, un cajita de terciopelo— pero ahora que viste la bolsa no se si lo quieras —Murmuró abriendo la casa, un collar estaba dentro y un juego de aretes—
— Pero... No tengo un regalo para tus padres —de quejo Jennie demasiado emocional por las acciones de Lisa, ella siempre trataba de rechazar las cosas caras porque no le gustaba mucho gastar y también no querida darle un problema a su mamá—
— Si no lo aceptas se van a enojar —dijo Lisa y luego murmuró casi inaudible— posiblemente te llenarán de regalos —
— ¿Qué dijiste? —preguntó Jennie—
— Que lo aceptes y comamos —bufo Lisa metiendo la cajita en la bolsa y luego extendiendola a Jennie—
— Espera traigo tu regalo —Dijo Jennie levantándose del sofa en un rebote, desapareció rumbo a su habitación y luego apareció con dos cosas en brazos— el que tiene un moño ábrelo ahora —
Lisa se percató que la casa tenía algunos hoyitos y que salía un aroma extraño de ahí, la abrió encontrando un conejito, sus orejas y cuerpo blancos como la nieve y tenía unos enormes ojos negros que la miraban dudosa, miró a Jennie con una expresión sorprendida y luego la omega rió.
— Se parecen un poco —se burló dejando la otra cosa a un lado, se encaminó a la cocina y salió llevando una charola con la comida a la sala— me habías dicho que soñabas con una mascota, y cuando lo vi, pensé que sería ideal para ti —
— Es muy bonito —dijo la alfa emocionada abrazando al conejo sobre su pecho sin ejercer fuerza para no lastimarlo— va a ser como nuestro hijo —
— ¿Y como le vamos a poner? —preguntó Jennie con un sonrojo en las mejillas, ya sentía emoción debido al segundo regalo, pero también un poco de inseguridad—
— Bolita de algodón —sonrió mirando fijamente al conejo—
— Creo que definitivamente se parecen —
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