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Salida

Espero que les guste~

-Eso...estuvo cerca- suspiro Ink de alivio, habían estado corriendo por pasillos y habitaciones con aquella cosa siguiéndolo de cerca, hasta que de alguna manera pudieron perderá. Miró hacia Mug al no recibir una respuesta, mirándolo con preocupación al notar que este estaba sentado en el suelo y con la espalda apoyada en la pared, mirando hacia abajo con una triste expresión en su rostro. -Mug...-

-Me congele...- murmuró con tristeza.

-Oye, esta bien- se acerco para sentarse a su lado, sonriendo ligeramente. -Tenias miedo, es normal congelarse-

-P-Pero...- hizo una mueca, luchando para poder expresarse. -...pude haberme lastimado si tu no hubieras reaccionado...- frunció el ceño. -...podría haberse lastimado alguien si todos hubiéramos estado juntos...- suspiro. -...todo porque me congele- la coneja lo miro con tristeza, pensando en lo que podía decir a continuación.

-No te sientas mal...- apoyo su mano en el hombro ajeno. -...yo también tengo miedo-

-¿En serio?- la miro con los ojos bien abiertos.

-Claro que si. Todo el mundo tiene miedo a algo...- se encogía de hombros. -...tú le tienes miedo a las arañas y yo a los lugares pequeño-

-¿Lugares pequeños?- parpadeo, sorprendido ante aquello. No solo por ese miedo, si no por la confianza que ella mostraba al contárselo.

-Sip, quede atrapada en un lugar pequeño cuando era niña y entre en pánico hasta desmayarme. Fue una experiencia horrible- hizo una mueca de espanto al recordarlo.

-¿Como lidias con eso?- pregunto con curiosidad.

-Evitando ese tipo de lugares lo mejor que puedo- sonrío ligeramente.

-¿Y si no puedes?- esta vez, pregunto con timidez.

-Pues...usualmente, lugares como este, están repletos de guardianes de algún tipo, con acertijo o trampas, eso sirve como distracción en mi caso...- quedo pensativa. -...y cuando nada de eso esta, la compañía ayuda mucho- lo miro con una sonrisa.

-Me alegro poder ayudarte- sonrío ante eso.

-El punto es que no tienes que enfrentar a tu miedo, puedes simplemente ignorarlo, nadie puede obligarte a enfrentarlo...aunque, por ahora...- sonrío. -...yo te ayudare con tu miedo...-

-...Y yo con el tuyo- él asintió, luciendo más tranquilo y contento que antes.

-¡Genial!- rio ligeramente. -Ahora vamos...- se levanto con una gran sonrisa, feliz de que él estuviera más animado. -...tenemos que buscar una salida-

-¡Si!- se levanto de un saltó, tropezando cuando su pie se hundió repentinamente y una puerta se abrió en la parecen la que habían estado apoyando. Era una escalera, con la luz del solo en lo más alto. -¡Libertad!- Mug corrió escaleras arriba

-Bueno...supongo que la salida nos encontró a nosotros- enarco una ceja, algo sorprendida. Hizo el amague de subir, deteniéndose de golpe cuando una para alargada se interpuso en su camino. Retrocedió rápidamente y se volteo, encontrándose con una gran araña muy cerca de ella para su gusto. Alzo el puño pero se detuvo en seco al notar un detalle. Los ojos de aquella araña eran de color rojo, no verdes como la anterior. Se miraron en silencio por unos segundos, sin siquiera hacer algún movimiento, hasta que la araña hizo un gesto hacia el piso. Ella bajo la vista, viendo con curiosidad y sorpresa el libro en el suelo, justo debajo de la gran araña. Eso no había estado allí antes. Se agacho lentamente y con cautela alcanzo el cuaderno, enderezándose al agarrarlo y no ser atacada. Miro el cuaderno con curiosidad pero lo acuno contra su pecho, ya luego miraría que tenía. Lo guardo rápidamente en su mochila.

-¡Ink!- se sobresalto ante la voz de Mug.

-¡Ya voy!- miro a la araña, haciendo una ligera reverencia como agradecimiento, para después correr escaleras arriba. Sonrío ante la sensación del sol contra su pelaje, la puerta cerrándose tras ella apenas estuvo fuera. -Espero que puedan encontrar la salida- pensó con una ligera mueca, su estomago rugiendo sacándola de sus pensamientos. -Tengo hambre...- se quejo sin poder evitarlo.

-Comamos- sonrío él, ya sacándose la mochila para dejarla en el suelo y mirar dentro. Ella sonrío y asintió, acercándose rápidamente.

... ... ... ...

-¡Correr, corre, corre, corre!- chillo Félix, arrastrando de la mano al pobre de Bendy, quien tropezaba un poco y luchaba por seguirle el ritmo. Estaban huyendo pero, al doblar en una esquina del pasillo, se encontraron de frente con otra araña de gran tamaño. Antes de que pudieran reaccionar, golpeo con fuerza al mayor con una de sus largas patas, haciendo que Félix golpeara una de las paredes y cayera al suelo con un gemido.

-¡Señor Félix!- Bendy podía sentir algo de pánico al ver que él no se levantaba. Respiro profundo y tomo una decisión al ver a aquella criatura hacerse al gato. -¡No dejare que le hagas daño!- se entre ambos, dispuesto a proteger a aquel que consideraba su ídolo y amigo.

-Ho no...- el mayor abrió grande los ojos con pánico al ver eso. De repente, la araña se detuvo frente al demonio y como este le estaba dando la espalda, Félix no pudo ver como el brillo negro que inundo los ojos de Bendy por unos segundos. El gato contuvo el aliento, el pequeño y la criatura mirándose fijamente, hasta que la araña asintió ligeramente y se dio media vuelta, alejándose a paso lento. -¿Que...?- eso lo dejo realmente confundido, esa cosa los había estado persiguiendo y ahora, ¿simplemente se iba? Bendy no se volteo a verlo y simplemente dio un paso adelante, haciendo el amague de seguir a la araña, algo que alarmo al mayor.

-¡Bendy!- el felino lucho un poco para levantarse pero no dudo en casi correr hacia él cuando lo logro, agarrándolo del brazo. -¿Qué estas haciendo?- pregunto con seriedad, sin entender porque el más pequeño quería seguir a aquella cosa que los había atacado.

-Quiere que lo sigamos- respondía con sinceridad.

-¿Como lo sabes?- trago en seco, sintiendo que algo no estaba bien con todo esto.

-Es...un presentimiento- hizo una mueca, buscando como expresarse. -Solo...confía en mi, Señor Félix- sonrío ligeramente, esperando la respuesta del mayor. El gato se le quedo mirando, mordiéndose ligeramente el labio inferior, confiaba en Bendy pero no confiaba en esa cosa.

-B-Bien- se decidió, recibiendo una gran sonrisa ante aquello y empezaron a seguir a la gran araña, quien los había estado esperando. Mantuvo su mano en el hombro del más pequeño, atento a cualquier movimiento brusco de aquella cosa, sin saber como sentirse con todo eso. Lo siguieron en silencio, el gato sorprendido cuando se detuvo frente a una pared y esta cayo, dejando ver unas escaleras y la tenue luz del solo en lo más alto.

-Gracias- Bendy sonrío enormemente, acariciando ligeramente la cabeza de la araña antes de empezar a subir las escaleras.

-G-Gracias- asintió rápidamente y siguió a su pequeño acompañante, aun sorprendido por lo sucedido. Félix no pudo evitar respirar profundo al estará al aire libre, notando que ya era mucho más allá de la mañana, seguro era medio día. Suspiro, habían estado ahí dentro por horas. El olor a comida llamo su atención y, ambos guiados por sus estómagos y sus narices, siguieron aquel olor, sonriendo al ver a Ink y a Mug acomodados alrededor de una fogata, con una olla arriba de esta y de donde venía el olor a comida.

-¡Bienvenidos!- sonrieron ambos. Bendy y Félix sonrieron, corriendo para unirse a ellos, aliviados de ver que ambos estaban bien pero algo preocupados al notar que aun faltaban dos integrantes aun.

-¿Todo bien?- pregunto la coneja una vez que el felino se sentó a su lado, podía notar que algo le estaba molestando.

-Después te cuento- sonrío ligeramente y ella asintió rápidamente, sonriendo ligeramente mientras le entregaba a su amigo algo de comer.

... ... ... ...

Ya era prácticamente de tarde cuando Cup y Boris salieron de ese lugar a tropezones, luciendo algo sucios y casados, ambos suspirando de alivio al estar al aire libre.

-¡Por fin!- rio Ink al verlos. 

-¡Boris!- Bendy no dudo en levantarse, corriendo para abrazar a su hermano menor, quien se arrodillo con una gran sonrisa para recibirlo. El lobo suspiro, aliviado de ver que su hermano estaba bien.

-¡Cup!- Mug también se levanto para abrazar a su hermano, quien sonrío con cansancio pero le devolvió el gesto.

-Oigan...- Félix sonrío al verlos. -...¿quieren comer?-

-¡Comida!- Cup y Boris no dudaron en acercarse rápidamente, ambos desesperados por comer algo lo más pronto posible.

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