Pueblo
Espero que les guste~
Bendy se despertó, sintiéndose cansado y enfermo. Apenas pudo comer porque sentía nauseas y apenas pudieron dar unos pasos cuando se derrumbo, cayendo de rodillas y apoyando las manos en el suelo mientras tosía con fuerza, podía sentir la tinta escurrir por su cabeza hasta cubrir sus ojos y como algo goteaba sobre sus manos. Ink fue la primera en reaccionar y acercarse, Boris congelado y mirando con los ojos llenos de miedo mientras mirada a su hermano. La coneja lo movió y lo sujeto para que quedara algo sentado, sujetándolo con una mano y tomando con la libre una de las manos del demonio, esperando que se sintiera acompañado. Félix maldijo entre dientes y también se acerco, sacando un trapo de su bolso mágico y limpiando un poco la frente ajena. Cup les dio la espalda con una ligera mueca y se alejo unos pasos, Mug acercándose a Boris para consolarlo. La coneja y el gato se quedaron junto al demonio, su ataque durando más tiempo de lo usual y dejándolo visiblemente agotado, jadeante.
-¿Cuan lejos crees que este el siguiente pueblo?- pregunto la coneja con curiosidad, después de unos segundos de silencio. Bendy estaba recostado, su cabeza apoyada en el regazo de Ink, quien le acaricio con suavidad el cabello.
-Unas horas caminando, supongo- hizo una mueca, viendo al demonio semiconsciente. -¿Crees que debamos esperar un poco o...?-
-...si...puedo llegar...- suspiro Bendy con cansancio. Ambos suspiraron pero asintieron, colocando al demonio en la espalda del felino y todos caminando lo más rápido posible, suspirando de alivio al ver al pueblo no muy lejos después de unas horas. Se metieron en lo que parecía ser un hotel, Bendy durmiendo profundamente en la cama. Boris hizo una mueca, mirándolo con tristeza y preocupación, sus ataques empezaban a durar cada vez más y eso no le daba un buen presentimiento. Cup decidió irse a dar una vuelta por el pueblo pero Mug se quedó, sentándose al lado del lobo para intentar animarlo. Felix e Ink simplemente salieron del cuarta para ir a ver el pueblo, los dejarían solo por el momento.
... ... ... ...
Cup no pudo evitar gruñir entre dientes, Mug aún se negaba a hablar del todo con él después de esa tonta pelea. No entendía a su hermano, se suponía que debían hacer lo que sea para sobrevivir pero el menor era sentimental, encariñándose rápidamente con el extraño grupo y negándose a lastimarlos, incluso si él debía morir a manos del diablo. Suspiro y de repente, pudo sentir que lo estaban mirando.
-Oye tonto...- Cup se volteo, retrocediendo un paso ante el pequeño demonio que flotaba frente a él. -...el jefe tiene un mensaje para ti- la expresión burlona en el rostro del demonio fue reemplazada por una llena de furia, sus ojos brillando de color rojo de golpe. -¡Tasa inútil!- Cup se estremeció ante la voz de Devil. -¡Sólo tenían que matar al enano y robar el mapa para llegar a la máquina!-
-Y-Ya lo se pero...- intento explicarse pero no pudo.
-¡No quiero escuchar tus tontas excusas!- gruñó con molestia. -Más les vale que tu y tonto hermano se apuren o sus cabezas serán para servir mi café en la mañana, ¿entendido?- el de rojo asintió lo más rápido posible. -Estas tan muerto~- la expresión del demonio volvió a la normalidad, alejándose volando mientras reía a carcajadas. Cup hizo una mueca, cubriendo su rostro con sus manos, sintiendo algo de pánico en su interior y estaba tan distraído que no noto que era vigilado por una coneja. Ella no podía creer lo que había visto y retrocedió en silencio, dispuesta alejarse rápidamente pero algo se lo impidió. Ink se tenso cuando una mano, salida de la nada, le tapo la boca. Levantó el puño, dispuesta a golpear a quien sea que estuviera tras ella, pero se detuvo en seco al verlo.
-Shh...- era un perro con expresión seria, de remera blanca y pantalones negros, con guantes blancos en sus manos.
-¿Bimbo?- pudo reconocerlo, su voz era ahogada por la mano ajena.
-Tenemos que irnos- y ella solo pudo asentir, dejando que él agarrara su mano y se la llevara de allí. Ambos terminaron en la que sería la habitación Félix, quien levantó la vista del cuaderno de bocetos que habían encontrado para mirarlos con los ojos bien abiertos.
-¿Pero qué...?- enarco una ceja ante su amiga y el desconocido.
-Hola- sonrió el canino con diversión ante la cara ajena.
-Lo siento Félix, necesitábamos escondernos- Ink sonrió con nerviosismo. -Él es Bimbo, es un amigo mío...- presentó rápidamente. -...y antes de que se me olvide...- se lanzó a abrazar a Bimbo, quien rio ligeramente y le devolvió el gesto.
-También es bueno verte- la apretó un poco antes de soltarla.
-Entonces...- el felino se acercó, curioso.
-¡No vas a creerlo, Cuphead trabaja para Devil!- hizo una mueca, pensativa. -Y ahora que lo pienso, de seguro Mugman también-
-¿Estas segura?- preguntó Félix son seriedad.
-Yo puedo confirmarlo- asintió Bimbo, llamando la atención. -Cuphead jugo contra Devil pero perdió, condenando su alma y la de su hermano a estar unidas a un contrato-
-Eso no es bueno- el felino hizo una mueca.
-Nop, no lo es- la coneja negó. - Su objetivo era matar a Bendy y llegar a la máquina-
-Pues, si ese es el caso, pudieron haber echo eso hace tiempo y simplemente llevarse el mapa- el perro se cruzo de brazos.
-Eso...es cierto- ambos asintieron, pensativos.
-Lo intentamos...- de tensaron ante la nueva voz. -...pero el mapa no funcionó- se voltearon, viendo que Mug estaba parado en la puerta, mirándolos con nerviosismo y tristeza.
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