Problemas
Espero que les guste~
Bendy esta en pánico, contando con torpeza a aquella cosa que vio en sus sueño y lo que le había dicho, también el como lo había echo sentir el tan solo verlo y escucharlo. Espera que su hermano lo mire con sorpresa o algo así pero el lobo se ve nervioso.
-¿Boris?- este desviando la vista, le está ocultando algo.
-Yo...- y de repente, cierra los ojos con fuerza y baja las orejas, luciendo resignado y culpable al mismo tiempo. Habla sobre aquella criatura, de cómo él se trasformaba de la nada y simplemente se derretía después de poco tiempo, sin recordar nada al despertar. Algo hace "click" en su mente y cobre sentido, había momentos en su viaje en el que simplemente todo se volvía negro y no podía recordar absolutamente nada, sin importar cuanto se esforzara. Bendy se siente algo traicionado, había estado pasando algo con su estúpida enfermedad y ninguno en el grupo había decidido decirle, simplemente se lo ocultaron. Puede sentir el enojo creciendo, algo en su interior rompiéndose de golpe.
-Son...¡unos mentiroso!- gruñó, su voz sonando más grave. Boris retrocede como reflejo, viendo con los ojos bien abiertos y con algo de miedo como su hermano parece transformarse. La tinta se extiende y se acumula en sus extremidades, alargándolas y haciéndolo más alto, hasta que se convierte en aquel ser de ojos negros y pupilas rojas brillantes. Gruñe, luciendo enojado y aterrador.
-¡Boris!- Félix entra con expresión preocupada, estaba pasando por el pasillo para ir a su habitación cuando escucho los ruidos y decidió verlos. Los hermanos lo siguen ante los gritos, tensos al ver a la criatura allí. Entrar sin dudarlo, atentos a lo que sea.
-Ustedes...- alza las manos y alguien más entra a la habitación. Ink se detuvo en seco al verlo, bajando las orejas y haciendo un pequeño sonido de sorpresa.
-¡Hola grandote!- sonrío con nerviosismo. Él sonríe y eso no le da una buena sensación a nadie. Se lanza hacia ella, alzándola sin mucha dificultad e ignorando sus quejas, alejándose rápidamente. Ellos chillan y no dudan en seguirlos, viendo como entran a la habitación de Ink después de patear la puerta de manera brusca. No dudaron en entrar y cerrar la puerta, agradeciendo que hubiera pocas personas en donde se estaban hospedando, esa cosa hubiera sido difícil de explicar.
-¡¿Dónde está?!- se oye molesto y exigente, sosteniendo a la coneja y agitándola un poco.
-¡Se más claro, tonto!- gruño ella con molestia.
-¡Oye!- Félix y Mug dieron un paso adelante, este último alzando su mano y apuntando con su mano. Cup hizo una mueca y dudo solo un poco antes de también adelantarse, imitando el gesto de su hermano.
-...cuaderno...- responde después de unos segundos de tenso silencio en la habitación.
-En mi mochila- bufa y parpadea con sorpresa cuando la criatura la acerca a su mochila y no la suelta. Con toda la resignación del momento, saca ese pequeño cuaderno de bocetos guardado en uno de los bolsillos de su mochila y se lo muestra. Espera ser soltada o algo así, es por eso que chilla con sorpresa y algo de pánico cuando él simplemente se siente de golpe en el suelo...dejándola en su regazo. Los demás están tensos, viéndolos fijamente y con algo de temor. Ink se prepara para golpearlo, Félix lo puede decir por lo tensa que se ve, pero se detiene en seco de repente. El felino abre la boca, dispuesto a preguntarle con preocupación si estaba bien, cuando ella se le adelanta. -¡Lápiz! ¡Necesito un lápiz!- extendió sus manos hacia ellos, haciendo gesto de que se dieran prisa. Se miran entre ellos, sin entender, pero el aventurero obedece y saca un lápiz de su bolsillo, acercándose con algo de desconfianza y dándole el lápiz a la coneja, quien empieza a escribir con rapidez apenas lo agarra. Con su cercanía puede verla escribir y escuchar a aquella cosa susurrar algo que no puede entender. -¡Termine~!- sonrío enormemente, logrando levantarse donde estaba de un salto.
-¿Qué dice?- Mug y Cup se acercan para mira.
-Son...instrucciones- Félix frunció ligeramente el ceño.
-Más bien es una...traducción- murmuró la coneja, era una traducción de aquellas cosas que Bendy, en su estado de sonámbulo, había escrito con apuro. -No eres Bendy- miro a la criatura con seriedad, era más una afirmación que una pregunta.
-Todo a su tiempo, niña- sonrío con algo parecido a la diversión antes de que empezara a derretirse...literalmente. Boris corre con algo de pánico hacia el charco de tinta, acunando entre sus brazos a su inconsciente hermano y sonriendo con alivio, limpiando su rostro con algo de dificultad.
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