Pequeños Demonios
Espero que les guste~
Se fueron al día siguiente, una vez que tuvieron todo empacado y hubieran comprado provisiones para los siguientes días. Salieron del pequeño pueblo a paso lento, el mapa no estaba flotando a ningún lado pero si mostraba un camino, así que no les quedo otra que seguirlo. Las cosas parecían estar más tranquilas en el grupo, Cup y Mug hablaban entre ellos con grandes sonrisas, el primero acariciando al gato posado en su hombro; mientras que Bendy y Boris estaban caminando uno a l lado del otro, el mayor perdonando al lobo por el secreto guardado después de una buena hora de llantos y lamentos. Todo parecía estar tranquilo, hasta que la coneja se detuvo en seco y llamo su atención.
-¿Ink?- ella parecía concentrada, con sus largas orejas bien paradas.
-Algo se acerca- dijo, volteándose para mirar. A lo lejos, acercándose rápidamente, habían una ola de cosas negras.
-Son demonios- dijo Félix con unos binoculares sacados de su bolso para poder verlos bien. Eran regordetes, con el pelaje completamente negro y una larga cola que se movía de un lado a otro, con pequeñas alas, con una gran sonrisa y ojos amarillo brillantes con la pupilas rojas. Su manos, que colgaban de manera floja mientras se acercaban, tenía unas garras visibles que a ninguno le gusto.
-Devil...- Mug y Cup se miraron entre ellos, con miedo.
-¿Tu crees...?- el menor hizo una mueca, temblando ligeramente en su lugar.
-...perdió la paciencia- Cup apretó los puños con fuerza, negándose a mostrar externamente la sensación de terror que invadía su cuerpo al pensar en eso.
-¡Vamos!- empezaron a correr tras el mapa, el cual se había alejado un poco de ellos. Ninguno se quería voltear a ver pero podían escucharlos acercarse, se estaban riendo con maldad y haciendo extraños ruidos. Corrieron por lo que parecieron horas, jadeando pero sin poder detenerse hasta estar a salvo, cuando de repente el mapa se detuvo de golpe.
-¿Qué pasa?- Boris frunció el ceño, viendo que el mapa se mantenía flotando en el lugar, casi parecía bailar en su lugar.
-¡No lo sé!- negó Bendy con el ceño fruncido, el mapa no solía detenerse de esa manera.
-¡Se acercan!- chillo Mug al escuchar los chillidos de la multitud de pequeños demonios cada vez más fuerte.
-¡Reacciona, maldito mapa!- gruño Cup con enojo pero el mapa se mantuvo en su lugar.
-Esto es malo...- Félix miro a su alrededor, buscando algún tipo de salida o intentando idear algún plan. Ink quedo pensativa, el mapa se suponía que marcaba por donde debían ir, guiándolos a donde encontrarían su siguiente pista para llegar a la maquina, pero estaban en medio de la nada, sin nada por sobre sus cabezas ni nada a su alrededor, ni siquiera había una marca visible en el suelo que les pudiera abrir una puerta o algo por el estilo.
-¿Puede estar...abajo?- murmuro pensativa y termino por mirar de reojo el mapa, el cual ahora flotaba cerca del suelo, como si fuera una especie de señal. Suspiro, esperando que lo siguiente que iba a hacer saliera bien, extendiendo sus manos y haciendo aparecer su fiel martillo. Con un rápido movimiento, el mango se hizo más largo y la cabeza de su martillo creció un poco más, cayendo con pesadez en el suelo y llamando la atención.
-¡¿Qué estás haciendo?!- chillaron de pánico al ver levantar el martillo más grande de lo usual por sobre su cabeza pero ella no les presto atención, simplemente gruño entre dientes y bajo el martillo con toda su fuerza, golpeando el suelo y logrando su cometido. El piso se rompió con un fuerte sonido, derrumbándose bajo los pies del grupo, haciendo que cayeran con un grito en la nada.
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