Maquina
Espero que les guste~
Estaban corriendo, intentando mantenerse no perder al creador de vista, quien con sus largas piernas están bastante adelantado. Podían escuchar gritos inentendibles y alejados, solo haciendo que la tensión aumentará. Entraron en lo que parecía ser una gran habitación, el ajugero que funcionaba como entrada viendo bloqueada justo después de que entraran con aquellas piedras azules. El creador camino con paso seguro hacia una gran piedra de un tono más oscuro de azul en el finde de la habitación, colocando su mano contra la superficie por unos segundos y dando un paso atrás, los demás viendo con los ojos bien abiertos como la piedra parecía derretirse, dejando ver una máquina de aspecto antiguo pero en perfecto estado, sin polvo o tela de arañas en encima.
-La máquina...- los demás estaba sorprendidos, sin poder creer que el motivo de su viaje, que aquella cosa que podría curar y salvar a muchos estaba justo frente a ellos.
-¿Tienen todas las cosas?- preguntó el creador, llamando la atención. Felix e Ink asintieron, dejando las mochilas en el suelo y sacando los componente de allí, entregándolos al creador junto al viejo cuaderno de bocetos. - Han pasado tantos años...-
-Bueno, bueno, bueno. Supongo que la maquina no estaba tan lejos, ¿he?- se tensaron ante la repentina voz que resonó por el lugar y se voltearon, justo para ver como una parte de la pared era derrumbada con un fuerte golpe, el alto ser de pelaje negro y cuernos entrando por allí, mostrando una maligna sonrisa. El creador simplemente lo miró de reojo, haciendo una mueca, no tenían tiempo para lidiar con ese sujeto.
-Devil...- Cup y Mug hicieron una mueca, temerosos al verlo en persona.
-Wow...si que eres feo- silbo Ink, llamando la atención y ganándose una mirada de muerte de muerte del gran demonio pero lo ignoro.
-¡INK!- chillaron con algo de pánico ante lo que dijo ella, sin poder creerlo del todo.
-¿Qué?- ella se encogió ante las malas miradas ajenas. -Si eres feo- sonrió con burla y los demás no sabían si ella era muy valiente o muy loca.
-Mocosa ordinaria...- gruñó con los dientes apretados del enojo, mostrando de repente una sonrisa aterradora. -...dupongo que esta basura te pertenece- tiro algo hacia ellos, aquella cosa cayendo con un fuerte golpe al suelo.
-¡Bimbo!- reconoció a su hermano apenas consiente. Ella no dudo en arrodillarse a su lado, tocando con la mano temblorosa la mejilla ajena. No se veía realmente herido pero sí muy golpeado. -Bimbo...- llamo, recibiendo un ligero gemido de dolor como respuesta. Alzó la vista al escuchar al gran demonio reír y apretó los puños, levantándose y haciendo aparecer su martillo en mano con un simple gesto, lanzandolo con todas sus fuerzas. La risa de Devil se vio interrumpido por el golpe del martillo contra su cara, haciendo que hasta retrocediera un par de pasos por la fuerza.
-Voy a matarte, mocosa entrometida- el martillo desapareció, dejando ver el golpeado y absolutamente furioso rostro de aquel ser con cuernos.
-¡Inténtalo, imbecil!- gruñó ella, enojada, haciendo aparecer otro martillo en su manos, corriendo hacia él antes de que el demonio pudiera avanzar.
-¡Ink, espera!- Fkx hizo una mueca, ya era muy tarde porque ya estaba atacando al gran demonio. -Rayos...-
-Ella esta loca...- Cup hizo una mueca al verla.
-¡Ella es increíble!- sonrío Mug con ojos brillantes.
-Si lo distraemos, ¿podrás activas la maquina?- preguntó el felino cln seriedad.
-Si, eso creo- asintió, ya empezando a mover las manos para empezar a hubicar los últimos componentes de la máquina.
-Bien- suspiro. -¡Boris, cuida de Bimbo!- pidió antes de correr a donde la coneja estaba peleando.
-¡Si, señor!- el lobo se acercó rápidamente, ayudando al débil canino sentarse lentamente, mirándolo con preocupación.
-¡Vamos a ayudar!- chilló el menor haciendo el amague dar un paso pero su hermano se lo impidió.
-¡No!- hizo una mueca. -Él...puede hacerte daño...- su hermano era su prioridad, no quería que saliera herido y menos por ese demonio.
-¡No me importa, tenemos que ayudar!- dijo de manera firme y sería. -Cup...llegamos hasta aquí, no podemos quedarnos simplemente aquí mirando mientras ellos pelean...- miro a los ojos de su hermano, serio. -...no quiero ser un cobarde, ¿tú si?-
-No...- hizo una mueca ante aquello, apretando los puños con fuerza. -¡Vamos!- terminó por asentir, el menor sonriendo enormemente y con entusiasmo. Ambos corrieron, la punta de sus dedos brillando intensamente. Era hora de ir en contra del gran Devil.
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