¡Esta encendida!
Espero que les guste~
Nota: Lo que este con esta letra, será dentro de la mente
El creador hizo el amague de bajar su mano con garras afiladas, estaba tan dispuesto a lastimas a ese demonio odioso y creído que había ocasionado una gran cantidad de muertes solo por aburrimiento pero una mano agarro su muñeca ante de siquiera poder moverse.
-Aléjate- gruño con enojo, podía escuchar la voz de Bendy en su cabeza pero sonaba lejana y ahogada, así que no le presto atención, el enojo parecía ahogar todo.
-No- Ink apretó su agarre y dio un firme tirón, logrando que el otro no tuviera más opción que alejarse un par de pasos del gran demonio herido. -No puedes hacer eso-
-Es un asesino- mostro los dientes con enfado.
-Y tu te volverás uno si lo haces- dijo con firmeza y eso pareció hacer reaccionar al creador, quien parpadeo un par de veces, sus ojos viéndose menos nublados.
-Cierto...- hizo una mueca, se sentía mucho más tranquilo y con la mente despegada, incluso la voz de Bendy en su cabeza sonaba mucho más clara que hace unos segundos.
-¡CUIDADO!- se sobresaltaron antes aquel grito de alarma, el creador empujando a un lado a la coneja sin pensarlo justo cuando Devil se levanto y levanto su mano con garras en la punta de sus dedos, golpeando con fuerza y dejando un gran arañazo en el pecho del demonio más pequeño, quien jadeo ante el dolor y tropezó hacia atrás, cayendo de espaldas.
-No eres más que un cobarde...- Devil sonrío enormemente, la punta de sus dedos goteando un liquido negro algo viscoso. -...y una molestia de la que pienso deshacerme de una vez por todas-
-¡Oye, imbécil!- el gran demonio se volteo, solo para recibir un fuerte golpe justo en todo el rostro, tropezando y cayendo de sentón, un liquido saliendo de su nariz. -¡Aprende a callarte, idiota!- ella no dudo en volver a golpearlo con su gran martillo, bajándolo solo al ver como Devil caía de espalda, al fin inconsciente. -Es peor que un cucaracha...- gruño entre dientes, tropezando, sus piernas repentinamente débiles. Su martillo callo, desapareciendo con una pequeña nube de humo, y sus rodillas se doblaron de repente.
-¡Ink!- Mug no dudo en correr hacia ella, sujetándola con cautela y preocupación.
-Ho cielos...todo me duele- murmuro para si misma, para después levantar la vista. -¡Bimbo!- llamo, su hermano mirándola con preocupación. -¡Hay una poción en mi mochila, dásela!- él asintió rápidamente, corriendo hacia la mochila ajena, empezando a buscar por los bolsillos y volviendo solo cuando encontró un pequeño frasco.
-¿Qué va a hacer eso?- pregunto Boris con preocupación, viendo como Bimbo se arrodillaba al lado de la versión transformada que antes era su hermano.
-Lo va a curar- respondió él, ya destapando el frasco. Dejó caer el líquido dentro de la boca del creador, quien trago con una mueca, quejándose ligeramente mientras la herida de su pecho empezaba a sanar de manera lenta pero segura.
-Ho...- el lobo dejo escapar un suspiro tembloroso, arrodillándose en el suelo para acariciar ligeramente la cabeza de su hermano transformado. Los demás estaban a punto de relajarse un poco en sus lugares, aprovechando que el gran demonio estaba inconsciente, cuando pasos pesados y pausados se empezaron a escuchar, resonando por el lugar.
-Maldición...- Cup hizo una mueca.
-Ink...deberías sentarte- dijo Mug con preocupación cuando ella se enderezo, dando unos pasos hacia el frente.
-Lo hare después- hizo un gesto, su gran martillo apareciendo en su mano.
-Ink...- Bimbo la miro con el ceño fruncido, suspirando con resignación cuando ella lo miro de reojo con una gran sonrisa.
-Cuiden de Bendy- Félix se paro al lado de la coneja, con los ojos atentos al gran agujero en la pared y con una mano ya metida dentro de su fiel bolso, dispuesto a sacar cualquier cosa que necesitara para defenderse a si mismo y a sus amigos. La punta de los dedos de los hermanos no tardo en brillar intensamente, parados cerca del inconsciente creador y preparándose para disparar.
-Deben relajarse...- se escucho una voz nueva y tranquila, al mismo tiempo que una gran figura entraba por el agujero de la pared. -...no soy su enemigo- el ser de cabeza con forma de dado y vestido de traje sonrío ligeramente.
-¡King Dice!- Bimbo se levanto de su lugar, ligeramente aliviado de verlo pero aun no del todo confiado.
-¿Qué rayos haces aquí?- gruño Cup, ninguno de los presentes bajando la guardia.
-Vine por él- señalo al gran demonio inconsciente, dando unos pasos hacia adelante, deteniéndose en seco al ver como Félix e Ink se paraban frente Devil, mirándolo con el ceño fruncido.
-Antes que te lo lleves...- el felino se cruzo de brazos.
-...sus contratos, ¿Cómo los rompemos?- señalo a los hermano, quienes los miraron con los ojos bien abiertos. Ambos tenían el presentimiento de que si King Dice se iba junto a Devil, no podrían encontrar una respuesta a esa pregunta con tanta facilidad.
-¿Contratos?- frunció el ceño con confusión. -Nunca hubo ningún contrato-
-¿Qué?- lo miraron con alarma, una repentina risa macabra haciendo que se sobresalte, volteándose para ver como Devil se sentaba de manera temblorosa. La gran herida causada por el creador aun no parecía curarse y su nariz se veía torcida, incluso esculpió lo que estaba muy seguros eran algunos dientes. Se veía horriblemente golpeado pero aun se estaba riendo con maldad obvia, era un ser odioso sin duda.
-¿En serio creen que gastaría uno de mis preciados contratos en dos ilusos y tontos mortales?- rio, solo haciendo que los presentes se sintieran aun más enojado. Si antes no odiaban a ese demonio, ahora no había duda alguna. -¡Son unos imbécil, igual que ese estúpido científico y el inútil de se demonio!-
-¿Papa? ¿Tío Flug? ¿Sus contratos...tampoco existieron nunca?- pregunto Mug con nerviosismo y algo de ansiedad, sin saber como sentirse al ver al más alto asentir ligeramente con la cabeza.
-¡Eres un maldito bastardo!- las manos de Cup brillaron intensamente, un disparo grande y brillante yendo directamente hacia el gran demonio, quien a pesar de recibir el disparo en su pecho y jadear un poco, simplemente volvió a reír. Ink no dudo en tirar su martillo con todas sus fuerzas, sonriendo al darle por completo en el rostro.
-Llévatelo antes de que termine por romperle toda la dentadura- gruño ella con enojo. King Dice hizo una mueca, agachándose para levantar a Devil, ambos desapareciendo con un destello de llamas saliendo del suelo bajo sus pies de repente.
... ... ... ...
Estaban en un lugar relativamente abandonado, con grandes charcos negros en el suelo y dos figuras de alturas notablemente diferentes paradas en medio de todo.
-¿Ya todo va a terminar?- pregunto Bendy con curiosidad.
-Muy pronto- asintió el creador.
-Si yo me curo...- pareció dudar un poco en como continuar. -...¿Qué va a pasar contigo?- lo miro fijamente.
-No lo sé...- se encogió de hombros, sin verse muy preocupado. -...quizás me desvanezca o quizás simplemente vuelva a estar dormido en lo profundo de tu mente nuevamente-
-¡¿Qué?!- abrió los ojos con alarma. -¡Eres un ser irritante y el dolor más grande que he tenido en mi vida pero...!- hizo una mueca. -...ni siquiera tu merecer un final así- miro hacia abajo con tristeza, una muy pequeña sonrisa dibujándose en el rostro del creador.
-Bendy...- llamo, agachándose para poder estar a la altura de Bendy, quien levanto la vista para mirarlo. -...viví una buena vida junto a mi hermano hasta que él murió y pase los años que me quedaban construyendo esa maquina para poder salvar miles de vidas...- sonrío ligeramente, agarrando las manos ajenas para darle un pequeño apretón. -...quizás no sea el mejor final pero que esa maquina se encienda y todo es infierno de la enfermedad de tinta termine...es el mejor final que puedo pedir-
-Me gustaría poder hacer algo para que tuvieras tu final feliz- murmuro sin poder evitarlo, el más alto se veía totalmente sincero respecto a lo que decir pero aun no se sentía del todo correcto.
-Lo sé y gracias- ambos se sonrieron por unos segundos, voces empezándose a escuchar por todo el lugar de repente. -Debo irme...- se enderezo. -...y terminar con esto- extendió su puño cerrado hacia el más pequeño, quien sonrío de manera algo temblorosa, pequeñas lagrimas saliendo de sus ojos.
-Buena suerte- choco su puño contra el ajeno.
... ... ... ...
Los ojos del creador se abrieron lentamente, apoyando las manos a cada lado y haciendo fuerza para sentarse lentamente, llamando la atención. No pudo evitar mirar su pecho, viendo con algo de sorpresa al ver que la herida que le había echo Devil ya estaba completamente curada, sin siquiera dejar marcas.
-¡Estas bien!- todos se veían absolutamente aliviados, Ink y Boris riendo mientras se lanzaban a abrazar al creador, quien parpadeo un par de veces y luego sonrió, correspondiendo el gesto con cariño.
-Por supuesto que lo estoy- se levanto apenas fue soltado, moviendo su larga cola y estirando los brazos por sobre su cabeza, estirándose. El creador camino a paso lento hacia la gran maquina, los demás siguiéndolo de cerca. Aquí estaba, el motivo de su viaje, la razón por la que habían venido, justo enfrente de ellos. -Hagan los honores- hizo un gesto hacia la palanca, mirando a quienes lo había acompañado en aquel viaje. Los ojos de Ink y Félix brillaron con entusiasmo, Boris luciendo como si estuviera a punto de llorar, Mug ya tenía algunas lagrimas saliendo de sus ojos y Cup estaba apretando los dientes con fuerza pero ninguno de ellos dudo en adelantarse, poniendo un de sus manos sobre la palanca y bajándola después de mirarse de reojo.
Ahí estaba, el final de toda aquella enfermedad. La palanca se bajo y de repente, una especie de ola de magia surgió de la maquina y se extendió por todo el lugar hasta mucho más allá. Bendy no tardo mucho en sentir un fuerte dolor en el pecho, uno mucho peor de lo usual, cayendo al suelo de rodillas y apoyando sus manos para sostenerse, algo negro subiendo por su garganta y saliendo de su boca, creando un charco rápidamente bajo él. El demonio se desmayo sin poder evitarlo, las voces de sus amigos y un suave "Gracias por todo" en su cabeza siendo lo último que escucho antes de perder la conciencia.
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