Después de Todo
Espero que les guste~
Bendy gimió, la consciencia volviendo lentamente. Podía sentir vagamente que estaba sobre algo blando y con algo cálido encima. Abrió los ojos, estaba recostado en una cómoda cama, en una habitación con las paredes pintadas de blanco.
-Hey- sonrió ligeramente quien estaba sentado en una silla a su lado, llamando su atención.
-¿Bimbo?- podía reconocerlo de los libros de la coneja. -¿Donde estoy?- preguntó con curiosidad.
-En una enfermería- respondió él con tranquilidad. -Después de que te desmayarse, corrimos al pueblo más cercano- ayudo al demonio a sentar al verlo removerse ligeramente en su lugar, volviendo a sentarse en la silla una vez que lo vio un poco más cómodo.
-¿Donde esta Boris?- pregunto al no ver a su hermano en la habitación. -¿Y los demás?-
-La enfermeras pensaron que Boris era muy joven para quedarse aquí, así que a pesar de lo mucho que insistió, lo mande de vuelta al hospedaje donde nos quedamos- respondió con una ligera sonrisa, recordando el leve berrinche que había echo el lobo al no poder quedarse y como tuvieron que llevarse a rastras. -Félix también quería quedarse pero decidió que era mejor hacerle compañía a Boris...también fue para cuidar de Cup y Mug, quienes estaban en shock cuando se fueron-
-¿Shock?- frunció el ceño, confundido.
-Se enteraron que nunca existió ningún contrato, ni para ellos, ni para su familia- explico.
-Ho...- eso debió ser duro de escuchar. -¿E Ink?- podía recordar que, mientras estaba transformado, ella había estado herida.
-A tu lado- señalo y el demonio se volteo, apenas notando que había una segunda cama y que ahí estaba la coneja recostada, parecía estar durmiendo profundamente. -Por suerte, logre convencer a las enfermeras de que los pongan en la misma habitación para poder vigilarlos a ambos- sonrío ligeramente, luciendo de repente cansado y Bendy se pregunto cuanto tiempo él había estado allí. -Tiene unos cuantos huesos rotos pero nada que no arregle mucho descanso...y la poción que le pedí a mi contacto que me envié- Bimbo miro de reojo al más pequeño, quien se estaba mirando las manos con expresión pensativa. -¿Como te sientes?- era lo primero que había querido preguntar.
-Sano...- los años de estar enfermo venían con una pesada y horrible sensación que oprimía su pecho todos los días pero ahora ya no estaba, podía respirar con toda la tranquilidad del mundo. -...y vacío- había una vacío en el fondo de su mente, donde seguro había estado el creador dormido o escondido durante todos esos años sin que se diera cuenta y ahora que ya no estaba, lo podía sentir. -Yo...- hizo una mueca y sollozo por todo aquello que tanto le había costado expresar en su momento. Lloro el miedo que había tenido día tras día de morir antes de poder llegar a su meta, lloro el alivio que sentía de lograr estar curado y poder pasar más tiempo con su hermano, lloro la pena de que el creador se hubiera ido, lloro simplemente porque sentía que lo necesitaba antes de siquiera ver a su hermano.
-Ya pequeño, todo termino- Bimbo, hermano mayor que había lidiado con las lagrimas antes, no dudo en medio subirse a la cama para abrazar a Bendy, quien se aferro sin dudar, hundiendo su rostro en el hombro del perro y escuchando como este susurraba palabras de consuelo. Lloro hasta que ya no le quedaban lagrimas y luego, en algún momento, se quedo dormido.
La próxima vez que se despertó, fue envuelto en los brazos de su hermano menor, quien se subió a la cama sin pensar para abrazarlo y llorar contra su hombro, aliviado y alegre. Félix les dio unos cuantos minutos antes de reír y unirse, apretándolos a ambos, con Mug arrastrando a Cup para también unirse en su momento de alegría. Incluso Ink, después de que la poción curativa llegara y ella estuviera al 100%, no dudo también en abrazarlo con una sonrisa de alivio en su rostro.
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