Espero que les guste~

Caminaron en silencio tras Bendy, sintiéndose nerviosos y tensos, sin saber exactamente a donde iban. El lugar era más grande de lo que parecía, con múltiples pasillos que estaban seguros que llevaban a otros más, como si fuera un laberinto de algún tipo. Ninguno de ellos se sentía particularmente cómodo en esos momentos pero sin importar cuantas veces preguntaran, Bendy ni siquiera los miraba o hacia el amague de detenerse para responderles.

-¿Félix?- Ink rompió el silencio, mirando al felino con una mueca de preocupación, él asintiendo ligeramente y dando largos pasos rápidos para alcanzar a su amigo, inclinándose para mirarlo a los ojos y haciendo una mueca. Los ojos ajenos se veían opacos y vacíos, mirando hacia al frente pero sin realmente mirar nada, como si estuviera en transe. Se detuvo para volver a caminar junto a los demás, quienes lo miraron con curiosidad.

-¿Él esta bien?- pregunto Boris con las orejas ligeramente abajo, preocupado.

-Parece estar en trance o algo así- hizo una mueca, sin saber como explicarse exactamente. Cup frunció el ceño y se adelanto con pasos grandes, para poder mirar la expresión ajena, haciendo una mueca mientras retrocedía.

-Esta recordando algo de esa cosa- comento, llamando la tención.

-¿Como lo sabes?- Ink lo miro con curiosidad.

-Su expresión...- señalo, pensativo. -...es la misma que tenía en el parque aquella vez- respondía y los demás no pudieron evitar hacer una mueca, no sabían que estaba viendo exactamente Bendy en esos momentos pero la última vez no había sido bonito. Caminan por un rato más, en silencio, cuando de repente el demonio se detiene de golpe, en el medio de aquel pasillo de la cueva subterráneo, sus puños firmemente apretados. Eso no es una buena señal.

... ... ... ...

Estaba corriendo, jadeando, con el corazón palpitando a máxima velocidad y con algo grande tras él. No sabía la razón pero podía escuchar sus pasos pesados y gruñidos lejanos. Esta herido, su costado arde, pero se niega a detenerse, doblando rápidamente por una esquina. Corre un poco más por los pasillos iluminados por aquellas rocas de color azulado, algo rodeando su tobillo y haciendo que tropezara, cayendo con un gemido en el suelo. Clava sus dedos en el suelo cuando empieza a ser arrastrado hacia atrás, luchando con desesperación pero puede sentir el lo profundo de su ser que es totalmente en vano. Chilla y se queja cuando es volteado de manera brusca, gritando de dolor cuando algo grande atraviesa su pecho, un ser peludo y su risa macabra es lo último que ve y escucha antes de que sus ojos se cierren, su respiración y corazón deteniéndose casi al instante.

-Lo mato aquí...- es lo primero que sale de la boca de Bendy, parpadeando un par de veces, sintiéndose ligeramente cansado. Ellos se tansaron ante aquella frase, haciendo una mueca, tenían razón al pensar que lo que sea que haya estado viendo el pequeño demonio no era nada bueno.

-¿Al creador?- Ink se le acercó, mirándolo con preocupación.

-Si...- hizo una mueca, llevando su mano a la frente, sintiendo el comienzo de un dolor de cabeza. Había destello de alguien construyendo la máquina, haciendo planos, escondiéndose y de alguien más ofreciendo su ayuda después de su muerte. La coneja rodeo sus hombros en silencio, inclinándose un poco para apoyar su mejilla contra la cabeza ajena, los demás mirándolos con tristeza.

-¿Estas bien?- preguntó Boris, acercándose para agarrar las manos ajenas entre las suyas, dándole un ligero apretón.

-Él quiere que continuemos- murmuró después de asenrir como respuesta para el menor.

-¿Puedes escucharlo ahora?- preguntó Cup con los ojos bien abiertos, ninguno de ellos del todo seguro de cómo sentirse con eso.

-Si...y es irritante- gruñó entre dientes.

-¿A donde vamos entonces?- preguntó Mug, sintiéndose algo emocionado y nervioso al mismo tiempo. Bendy simplemente se acerca a uno de las paredes, apoyando su mano sin siquiera pensarlo, la pared moviéndose un poco y abriendose como si fuera una puerta, mostrando unas escaleras que iban hacia abajo.

-Supongo que por allí- suspiro Felix al ver al pequeño demonio ya bajando rapidamente. Ellos no tuvieron más lbci9n que seguirlo, bajando por las escaleras epenas iluminadas hasta llegar a lo que parecía ser un cuarto de algún tipo, las piedras azules en el techo brillando de repente para dejarles ver a su alrededor. Hay libros acumulados en un rincón, hojas esparcidas en el suelo, un escritorio cubierto de polvo y tierra con más libros arriba pero los más llama la atención son las paredes.

-Wow...- la coneja roso con la punta de sus dedos las marcas familiares en las paredes. -Esto se parece a...-

-...lo que Bendy escribió sonámbulo- asintió el felino a su lado, igual se sorprendido.

-¿Son instrucciones o algo así?- Mug se les acercó, curioso.

-No, creo son más bien...- negó ella, pensativa.

-¡Bendy!- se voltearon ante la voz llena de pánico, abriendo los ojos con alarma al ver como el demonio caía se rodillas al suelo, tosiendo con fuerza, la tinta empezando a escurrir por su cabeza. Ellos solo pueden ver como Bendy se retuerce, gimiendo en medio de la tos, la tonta ya empezando a acumularse a su alrededor. Lo primero en apareces es su larga cola con final el puntos y luego sus extremidades, una de sus manos levantándose para sacar el exceso de tinta del rostro.

-...son mi planos- y allí estaba, frente a ellos, el creador.