Espero que les guste~

El creador ignoro lo que estaba pasando no muy ojos, ignoro la voz preocupada de Boris y los quejidos de Bimbo que estaba despertando por completo; ignoro el chillido de dolor de Ink y los gritos de alarma de Cup, Mug y Félix. Ignoro todo aquello y se concentro por completo en lo que tenía entre sus manos, colocando cada componente en su lugar con todo el cuidado que podía con el apuro que tenía. Esta tan centrado en lo que estaba terminando que no ve como alguien es lanzado en su dirección hasta que siente el golpe, ambos cayendo no muy lejos de la máquina. Gruño, moviéndose, sentándose con una mueca.

-¡Ink!- ella estaba a su lado, acurrucada y con una mueca de dolor.

-Estoy bien...estoy bien...- gruñó entre dientes, permitiendo sin ninguna queja que las grandes manos del creador la agarrara y la sentará. -Creo...que algo de rompió- murmuró ante el punzante dolor en su pecho.

-¿Estás bien?- ignoro lo mejor posible la voz preocupada de Bendy que resonaba en su cabeza y se centro en sujetar a la coneja, quien abrió la boca para responder pero un grito se le adelanto.

-¡INK, CUIDADO!- alzaron la vista, viendo como Devil se acercaba a ellos a paso lento.

-¡Aléjate de ella!- Mug corrió para pararse frente a ella, luciendo muy enojado. Cup estaba sorprendido de ver las pequeñas burbujas salir de la cabeza de su hermano, no recordaba la última vez que su hermano se enojara lo suficiente para que eso pasara. Mug preparo su disparo pero esta vez, para sorpresa de los hermanos, ambas manos empezaron a brillar y él realmente no lo pensó, simplemente disparo con todas sus fuerzas. Su disparo fue mucho más grande que el notar, golpeando con fuerza contra la cara del gran demonio y haciéndolo retroceder con un gruñido de dolor, cayendo de espaldas mientras se cubría la cara. -Eso...fue nuevo...- miro sus manos con sorpresa, para después sacudir la cabeza y correr hacia Ink, arrodillándose a su lado y mirándola con preocupación.

-Eso fue...¡Increíble!- miro a Mug con una gran sonrisa y ojos brillantes, él sonriendo con cariño ante su entusiasmo y extendió sus manos para agarrar las ajenas, ayudándola a levantarse. Ambos corrieron hacia el gran demonio, quien se estaba levantando mucho más furioso que antes y el creador no pudo evitar hacer una mueca, esperando que ellos pudieran aguantar un poco. Corrió hacia la maquina, colocando los últimos detalles, acercando su manos a la gran palanca. Sólo debía bajarla y la enfermedad dejaría de existir, todo su esfuerzo del pasado no habría sido en vano pero un grito de una voz familiar lo alertó, haciéndolo voltearse y abriendo los ojos con alarma. Devil tenía bajo su gran pie al pequeño Boris, quien se estaba retorciendo, intentando soltarse pero sin lograrlo. Los hermanos le estaban disparando con algo de pánico, Bimbo estaba agarrando las manos del lobo e intentando sacarlo, mientras que Félix rebuscaba con algo de pánico dentro de su bolso mágico.

-¡Boris!- Ink hizo aparecer su martillo, frunciendo el ceño. -¡Suéltalo, demonio feo!- dio un gran salto, dispuesta a golpearlo.

-¡Aléjate mocosa!- el la golpeó con su mano como si fuera una simple mosca, ella chocando contra suelo con fuerza. Se quedo tumbada allí en el suelo, boca arriba, jadeando con dolor.

-¡SALVALOS!- grito con pánico Bendy en su mente y el creador gruñó, parándose y acumulando algo de tinta en sus manos, haciendo sus garras más largas, para después lanzarse hacia el gran demonio, dando un gran salto para darle un buen arañando en su cara y haciéndolo retroceder, logrando liberará a Boris, quien fue rápido en levantarse y alejarse.

-Bastardo...- bufo el demonio, limpiando con el dorso de la mano el corte sangrante en su mejilla.

-Aléjate de ellos...- gruñó con molestia, la punta de sus garras goteando con la sangre ajena y así, empezó la pelea entre ambos demonios. Devil era grande y fuerte pero el creador no solo era más pequeño y ágil con su transformación, sino que también estaba lleno de ira pura. Ira por la muerte de tantos inocentes y por su propia muerte, ira de parte de Bendy por haber sufrido aquella enfermedad y porque aquel gran demonio se atrevió a meterse con la gente que quería. Así utilizo la ira para pelear, arañando, mordiendo e incluso desagarrando parte la piel del demonio con pelaje sin detenerse hasta que Devil cayo con fuerza al suelo, con múltiples heridas de todo tipo en su cuerpo. El creador se paro sobre su gran pecho, con los dientes afilados y garras manchados, mirando al demonio mayor con enojo, los demás mirando todo aquello con sorpresa y algo de miedo.

-Hazlo...si te atreves- rio con burla, totalmente confiado y eso solo sirvió para aumentar la molestia tanto del creador como de Bendy. Eso debía terminar, Devil debía pagar por todas la muertes que ocasiono al soltar esa maldita enfermedad por simple capricho.