veintiocho.
—Hyunjin... —el rubio sonrió sin embargo jeongin solo volvió a golpear su mejilla haciendo que el alfa gruña —¿Que carajos te pasa? No puedes simplemente volver así y creer que todo... ¡Cobarde! —Gritó
—Jeongin deja que hable...
—¡No! —Gritó —No puedes simplemente, ¿Por qué ahora? —Refunfuñó —Ademas... No es...
—¿quieres ir a caminar?
Jeongin sentía el peso de la cachetada que le había dado antes, pero su mente estaba enredada en pensamientos más pesados. ¿Cuándo había vuelto Hyunjin? Estaba confundido; una parte de él quería gritarle, decirle que lo odiaba por haberlo abandonado, mientras que otra parte deseaba abrazarlo y perderse en el reconfortante aroma a vainilla que emanaba de él.
Hyunjin, con una serenidad que contrastaba con la tormenta interna de Jeongin, ambos comenzaron a caminar sin rumbo, sumidos en un silencio que parecía extenderse como un abismo entre ellos.
Fue Hyunjin quien rompió el silencio, su voz interrumpiendo el murmullo de la noche.
—¿Quién era el alfa con el que estabas? — preguntó, intentando sonar casual, pero Jeongin podía escuchar la tensión subyacente en su pregunta.
—Solo era una cita a ciegas —respondió Jeongin con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. —Nada importante.
La palabra "cita" pareció resonar en Hyunjin, pero no dijo nada más al respecto. En cambio, Jeongin, intentando aligerar el ambiente, comentó con una sonrisa juguetona, —Te ves mucho más omega con el cabello rubio... Aunque ahora te ves más serio...
Hyunjin solo pudo ofrecer una sonrisa en respuesta, una que no llegaba a sus ojos.
De repente, Hyunjin se detuvo. Se volvió hacia Jeongin, y las palabras que había contenido durante tanto tiempo finalmente encontraron su camino hacia el exterior.
—No he podido seguir adelante —confesó Hyunjin, su voz apenas un susurro. —No he encontrado a nadie más. Sé que fui un cobarde... y no he dejado de pensar en ti.
Jeongin sonrió, una expresión de alivio y esperanza iluminando su rostro.
—Yo tampoco pude seguir adelante —admitió. —Viví con la esperanza de que volvieras y no encontraras a alguien más.
Hyunjin dio un paso hacia adelante, reduciendo la distancia entre ellos hasta que sus rostros estuvieron a centímetros de distancia.
—Te amo, Jeongin —declaró Hyunjin, su voz cargada de emoción. —Nunca dejé de hacerlo.
Jeongin sonrió, su corazón latiendo con una mezcla de miedo y felicidad.
—A mí nunca me importó lo de Heeseung o lo que sucedió —dijo Jeongin, su voz firme. —Solo que te fueras. Necesito que entiendas cómo me sentí, solo y tenía que hacer tantas cosas y yo...
Hyunjin extendió sus manos, buscando las de Jeongin.
—Dame una oportunidad —pidió Hyunjin, su mirada implorante.
Jeongin no necesitó más palabras. Sus labios se encontraron con los de Hyunjin en un beso que hablaba de segundas oportunidades, de perdón y de un futuro que, tal vez, podrían construir juntos.
La noche envolvía a Jeongin y Hyunjin en un manto de estrellas mientras se separaban lentamente, sus alientos entremezclados en el aire frío. La confesión de Hyunjin había dejado a Jeongin con un torbellino de emociones, pero ahora, con el sabor dulce del beso aún en sus labios, sentía una claridad que no había experimentado en mucho tiempo.
—¿Esto significa que...?—curioseo Hyunjin
—Que estoy dispuesto a intentarlo, Hyunjin. A darle una oportunidad a 'nosotros'...
Hyunjin tomó las manos de Jeongin entre las suyas, sus ojos brillando con una mezcla de alivio y felicidad.
—Entonces, ¿qué dices de empezar de nuevo? Podemos tomarlo con calma, redescubrirnos...
—No, mejor empecemos dónde nos quedamos. Pero esta vez, sin secretos ni miedos. Solo tú y yo, y la verdad entre nosotros. —Pidió y Hyunjin asintió.
—Me gustaría eso.
(...)
Hyunjin acercó sus labios a los del omega dejando un beso en ellos, sus labios comenzaron a moverse lentamente encajando a la perfección el uno con el otro. Las manos de Jeongin fueron al cuello del rubio y las de este fueron a su cintura. Los labios del jeongin debían tener alguna especie de droga que hicieran que Hyunjin los besara a cada momento, lo deseaba. el mayor asintió, y Hyunjin lo tomo de los muslos sujetándolo para llevarlo a la habitación.
Dejándolo sobre la cama comenzó a besarlo para luego bajar sus labios al cuello del menor y morder con fuerza con la intención de dejar una marca.
—Alfa..
—Quiero volver a marcarte —Susurro y luego miró al Omega —Eres mío, Yang Jeongin —exclamó, Jeongin vio como el alfa comenzaba a sacarse la camiseta así que imitó la acción del mayor.
—Si, soy tuyo —Volvieron a besarse y las manos de Hyunjin fueron al vaquero de Jeongin para sacarlo dejándolo sin ropa, lamió sus labios antes de hablar.
—Date la vuelta —Ordenó y Jeongin se dió la vuelta quedando en cuatro, Hyunjin llevo sus manos a los glúteos del menor seprandolos observando como se encontraba completamente lubricado. Lamiendo aquel lugar con lentitud y succionando con algo de fuerza, chupando y lamiendo logro introducir su lengua en la zona.
—Dios, agh...sí —Gimió Jeongin con la boca entreabierta. Hyunjin siguió dando golpecitos con su lengua mientras el menor lloriqueaba por más, para luego sentir como Hyunjin succionaba nuevamente —oh Dios —Hyunjin se alejó para bajar sus vaqueros y comenzar a masturbar su miembro con su mano para luego rozar la entrada de Jeongin una y otra vez sin penetrar. El goteante y erecto miembro de Hyunjin pedía más.
—Quiero que me Montes, Omega —Habló Hyunjin y Jeongin se dió la vuelta para que Hyunjin se dejará caer en la cama y este subió a el. Una hermosa vista para Hyunjin, aquel chico con sus mejillas sonrojadas y sus labios entre abiertos, apoyó sus manos en el pecho de Hyunjin, guiando el miembro del alfa con sus manos a su entrada, introduciendo la cabeza, lentamente Hyunjin subió un poco y Jeongin terminó de bajar sintiendo como su interior era penetrado.
Estando dentro sin duda era una sensación de la cual no se cansaría.
Tan apretado, húmedo. Sentía como cada músculo le apretaba y palpitaba, ambos jadeaban con fuerza mientras las manos de Hyunjin apretaban con fuerza la piel del menor dejando marcas.
Sin previo aviso comenzó a estocar con fuerza. Jeongin grito y sus ojos comenzaron a nublarse, sus labios entre abiertos y con la conciencia fuera comenzó a dar brincos sobre la polla del alfa ayudándose con sus piernas para sentir más y más profundo, Jeongin sentía como el miembro del mayor lo atacaba con bastante fuerza, una sensación única...
—No sabes cuánto extrañe estar dentro de ti —Las palabras de Hyunjin eran como fuego en gasolina —¿Te gusta? —Jeongin Gimió su nombre y asintió de manera frenética con la cabeza, moviendo La cadera rápidamente.
—Mmgh, ah~ Dios —Delirantes gemidos salían de los labios de Jeongin, Hyunjin jamás había escuchado algo tan hermoso como los gemidos del chico, extraba aquella sensación, había creado una frenética adicción hacia aquel chico. Las extremidades del omega temblaban amenazando con desplomarse en cualquier momento.
—Muevete para mí, cielo —Pidió y Jeongin comenzó a mover sus caderas en círculos y luego moviéndose nuevamente de arriba a bajo. En un rápido movimiento Hyunjin tomó a Jeongin de la cintura para darle la vuelta y dejar la espalda del Omega contra el colchón y comenzar a estocar con fuerza, para que Jeongin sintiera cada centímetro, cada vena, Cada gota de pre-semen que chorreaba dentro de el, sintiendo como las paredes de Jeongin lo apretaban con fuerza.
—Mas, Oh dios... más~ —Suplicó el omega, perdido en el placer, mientras sus manos se aferraban con fuerza a la sábana.
Hyunjin salió hasta la cabeza para volverlo a estocar soltando un gemido liberador, pidiendo por más y Gimiendo su nombre con fuerza. Las caderas de Hyunjin golpearon con fuerza hasta que Jeongin sintió como llegaba al orgasmo, Hyunjin siguió penetrandolo, sin rapidez pero profundo hasta sentir como su cuerpo temblaba ante el placer del éxtasis y el orgasmo, suspirando y Corriendose dentro del menor para luego salir y tumbarse en la cama y mirar a Jeongin.
—Te extrañé mucho.
—Y yo a ti...
🥟.
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