—Jeongin párate derecho...

—Si, mamá —Soltó mientras enderezaba su postura haciendo caso a la alfa.

—Hoy comenzarás tu último año, espero que todo salga como lo planeamos, sin distracciones, ni juegos —Soltó el padre y jeongin asintió.

El cobrizo se adentro en su habitación y mientras acomodaba sus cosas en la mochila su hermano se acercó y comenzó hacer morisquetas para hacerlo reír, ganándose una sonrisa del Omega.

—¿Qué haces, tonto? —Investigó y su hermano sonrió.

—Debes dejar de ser tan serio, ahora que tenemos nuestras presentaciones parece que papá y mamá te presionan más... Y tenemos menos tiempo juntos —Soltó.

—No me molesta estudiar.

—Mentiroso, a nadie le gusta estudiar, ahora deberías conseguirte un buen chico y pasar tu primer celo con el —Mencionó coqueto.

—Ni Siquiera se cuando venga mi primer celo, y ya vamos tarde —Mencionó.

El camino al nuevo instituto fue bastante silencioso, mientras su hermano jugaba en su teléfono jeongin estaba intentando recordar sus líneas a la hora de presentarse con el director. Tenía pánico, sabía que su último año debía ser perfecto si no tendría consecuencias. Luego de la presentación con el director esté le dijo que esperara a la entrada.

Fue bastante rato hasta que un chico bajo de cabello negro y un olor a menta, haciendo que el omega sienta un revoltijo en su estómago, sonrió y observó como este hacia una pequeña reverencia.

—Soy Seo Changbin, seré tu guía en este nuevo año escolar, espero llevarme bien contigo...

—H-hola, soy Yang Jeongin. Espero llevarme igual de bien.

—Eres una alfa que deslumbra, te envidio ví varios omegas mirándote y rogando ser cortejados por ti —Confesó y jeongin sonrió avergonzado.

—De hecho soy Omega, pero gracias por el cumplido —Soltó, dejando al alfa sorprendido.

—Joder, no pareces un omega...

—¿Gracias? —El pelinegro le dió un golpecito con el codo

[Dos semanas después]

El sol se filtraba a través de las hojas del árbol, creando un mosaico de sombras en el césped. Changbin y jeongin yacían uno al lado del otro, sus dedos entrelazados, disfrutando de la tibieza del día. El aroma fresco de la hierba llenaba el aire mientras las risas y los susurros flotaban entre ellos.

El alfa se volvió hacia jeongin, sus ojos curiosos. —¿Tienes algún sueño, jeonginnie? preguntó, su voz suave como una caricia. —¿Algo que anheles lograr en el futuro?

El Omega parpadeó, sorprendido por la pregunta. —En mi familia, soñar está mal visto—confesó. —Dicen que los sueños te alejan de la realidad, que debemos limitarnos a lo que ya conocemos.

Seo sonrió, una sonrisa que iluminó su rostro. —Hablas como un adulto, Innie —bromeó. —Pero no estoy seguro de estar de acuerdo. Los sueños son lo que nos impulsa a seguir adelante, a alcanzar nuevas alturas.

Jeongin se sonrojó, sintiéndose vulnerable ante la mirada intensa de Seo. —Bueno, supongo que tengo un sueño —admitió. —Quiero estar a cargo de la empresa de mi papá. Hacerla crecer y llevarla al éxito.

Los ojos de Seo brillaron con admiración. —Eso sería increíble —dijo. —Me gustaría verte triunfar, jeonginnie. Eres inteligente y apasionado. No tengo dudas de que lo lograrás.

Sin pensarlo mucho, Seo se inclinó hacia adelante y plantó un beso en los labios de Innie. El Omega se quedó sin aliento, sorprendido por la audacia del alfa. Pero luego, su corazón comenzó a latir con fuerza, como si todo el universo se hubiera reducido a ese momento.

—¿Qué... qué fue eso? —balbuceó jeongin, sus mejillas ardiendo.

Seo se encogió de hombros, su sonrisa traviesa. —Solo un beso —respondió. —Porque creo en tus sueños, Innie. Y quiero ser parte de ellos.

El corazón de Innie latía a millón, y en ese instante, supo que su futuro estaba lleno de posibilidades.

[Un mes después]

—Ah~ Changbin... Ah~ —Gimió el omega mientras aferraba sus manos a las sábanas. Al sentir como el pelinegro lo estocada cada vez con más fuerza. Acelerando sus movimientos.

Una de las manos del pelinegro fue hasta el cabello cobrizo del Omega, tomándolo entre sus dedos y jalando hacia atrás. Haciendo que este eche su cabeza para atrás, mientras le daba fuertes embestidas, provocando dolor al Omega. Sus paredes apretaban con fuerza mientras lubricaban el miembro del mayor haciendo que ambos cuerpos sean abrasados por el orgasmo, el omega sintió un fuerte dolor en su interior, sin duda un lazo se habia formado. Changbin lo observó y comenzó acariciar la cabellera del Omega.

—Lamento si...

—Estuvo bien, Hyung... Yo...

—Innie, escapa conmigo —Propuso dejando al Omega algo perplejo —Tu mismo dijiste que no querías más esto, vente conmigo, vayamonos juntos a...

—Lo siento, no puedo en unos meses mi papá va anunciar su sucesor y yo...

—Solo quieres eso, porque es lo que te han dicho siempre y...

—No Changbin tu no lo entiendes, acabo de perder a mi hermano, no voy a perder todo por lo que he trabajado solo por... —Hizo silencio sabiendo que no sería capaz de decirlo...

—Entiendo... Dime algo, ¿Me amas?

—Yo- no lo sé —Contestó —Binnie yo...

—Buenas noches, innie —Soltó y jeongin sintió lágrimas aproximarse. Sin embargo se contuvo.

[Tres meses después]

—Mamá, juro que yo...

—Tu mamá no va a ayudarte, ¿Sabes lo que has hecho? —Investigó —Has arruinado tu vida, tu futuro y todo por lo que hemos trabajado...

—Yo no quería, Papá juro que yo...

—Mentiroso, al final sigues siendo un asqueroso Omega —Soltó —Ni siquiera tu hermano se atrevió a tanto —Soltó y jeongin sintió su corazón quebrarse...

—Yo... yo...

—Sabes, lo que debes hacer ¿no? —Jeongin tragó saliva y asintió.

Se dirigió a su habitación y tomó su teléfono para marcar el número, su corazón latía con fuerza y queria largarse a llorar, no queria, no queria hacerlo, sentia su corazón quebrandose poco a poco, sabia que habia cometido un error, al tercer tono Changbin contestó.

—innie estaba por...

—¿Puedes venir a mi casa?, necesito hablar contigo...

—¿Estás bien? Te escucho algo...

—Solo ven, ¿Si?

—Voy en camino...

Al llegar Changbin tocó el timbre haciendo que rápidamente la mucama abra la puerta, sin embargo al entrar se topó con un jeongin como ojos llorosos, su padre y su madre junto a el. El señor Yang no dijo nada simplemente me extendió aquel contrato hacia Seo, quien lo tomó y luego de leerlo quedó en completo silencio, estaba en shock.

—Innie tu... ¿De verdad quieres esto? —Investigó, sin embargo jeongin solo desvío la mirada —¿Innie?

—Si, es lo que quiero... Ya te dije que no siento nada por ti —Con cada palabra su corazón se hacía más chiquito.

—Si tu lo dices... Entonces quiero el doble, digo no querrán que diga algo sobre que el único hijo de los Yang está embarazado.... ¿O si? —Investigó haciendo que el padre sonría.

—Esta bien, lo que tú quieras, firma y luego lárgate.

—Hecho.

Más tarde esa noche jeongin se dejó caer en su cama sintiendo su corazón quebrarse.

—Innie, no te pongas así, mira igual el imbécil no vale la pen-

—Cierra la boca, no quiero escucharte...

—Hermanito... Soy yo y además el tipo también...

—¿También que?¿Qué mierda quieres? —Soltó molesto.

—Solo quería decirte que también se acostó conmigo... Yo no quería el fue quien...

—¡LÁRGATE! NO QUIERO VERTE, NI A TI NI A NADIE —se quejó. Estaba cansado, se dejó caer en la cama y observó su teléfono sonar, al abrir el mensaje se trataba de un vídeo, de su hermano y Seo teniendo sexo.

Enojado solo lanzó el teléfono y cayó nuevamente en la cama soltando un suspiro.

—Malditos alfas...