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RL | and he's close to my mother

REAL LIFE !!

❝ he respects my space and
never makes me wait and he calls exactly when he says he will.
he's close to my mother ❞

CHAPTER ELEVEN
❝ MOM AND COUGHING,
BAD COMBINATION ❞

ASPEN INMEDIATAMENTE SOLTÓ EL TELÉFONO DE SUS MANOS y lo dejó caer en la cama, cambiando la posición de estas ahora sobre su boca. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, pero por sobre todo de que Chris también lo había notado se arrepintió inmediatamente de sus acciones. Sí, había grabado a Evans la noche anterior sin que él se diera cuenta mientras tocaba piano y al parecer a él e había encantado ese gesto.

Eso se suponía que no tenía que pasar.

Claro, todo fue una estrategia para contraatacar la publicación de Amelie y ayudar al bostoniano, pero sus buenas intenciones ahora habían sido demasiado sobrevaloradas y no se podría sacar de encima aquel problema con rapidez ya que inminentemente tendría que ver el rostro de su novio muy pronto ¿Por qué? Bueno...

El día al que Aspen más temía finalmente había llegado:

Eliza Hiddleston había invitado a Chris a cenar.

Sí, después de varias semanas en las que la ganadora del Oscar se había negado rotundamente a esa idea ya había llegado el momento en que la insistencia de su madre había cruzado su límite; ya no podría posponer más aquel momento...Evans iría a conocer a su mamá.

¿Estaba aterrada? La verdad es que un poco ¿Creía que las cosas podrían estropearse? Probablemente ¿Eliza era capaz de descubrir que todo era mentira, humillarla, reprenderla por eso y hacerle la ley del hielo por meses...? Asustaba decir que sí.

Pero bueno, era algo que en algún momento tenía que suceder y ellos lo sabían, sólo habían estado nerviosos por el momento en que esto llegara a acontecer. No podía ser tan difícil ¿O sí? Bueno, las cosas tenían que salir a la perfección o Eliza lanzaría a Chris por el balcón.

Después de haber tomado las respiraciones correspondientes y de haber dejado el asunto del video de lado, la actriz salió de su cuarto para dirigirse al comedor, en donde su progenitora ya tenía todo listo para la llegada de su yerno.

Una pequeña mueca de confusión apareció en el rostro de Aspen cuando vio lo bien arreglada que estaba la mesa para cenar; todo obra de Eliza, claro, la cuál aún se encontraba ahí ordenando flores en un florero y servilletas decorando las copas.

—Ya deja de sólo mirar y ven a ayudar a tu madre.

La menor puso los ojos en blanco cuando la oyó.

—¿En serio mamá? —se acercó—. ¿Tanta parafernalia es necesaria? Es sólo una cena común y corriente.

—¿Común y corriente? —puso sus brazos en jarra—. Chris Evans viene a comer y para colmo como tu pareja luego de su escándalo en aquella boda —soltó una risa nasal y volvió a su trabajo—. No es cualquier cosa.

La ojiverde frunció el ceño extrañada por aquella ínfima chispa de emoción que se le podía notar a la mayor cuando habló de tener a Evans en la casa.

—A pesar de todo el estúpido alboroto que armaron quiero ver si es apto para ti.

Rió—¿Apto para mí? Por favor, no tengo quince años, creo que es importante que lo sepas. Sólo le dije que viniera por tu insistencia...Y por respeto.

—Di lo que quieras...El ojo de una madre no se equivica

Aspen tuvo que morderse la lengua pata retenerte de decir: ¿El dicho es ojo de madre u ojo de loca?

—¡Vamos hija! Mueve esas manos —la aludida salió de su trance y se movilizó a ayudar a la mujer—. Y ¿Qué le hiciste a tu cabello? No me gusta.

La menor puso los ojos en blanco. Evidentemente ella había aclarado más más cabello, pasando de ser de una pelirroja a una pelinaranja. ¿Qué más daba? A ella le gustaba, pero a su progenitora no.

—Extrañaba cuando tenías el cabello más castaño...Te parecías más a mí, ahora no.

—Exactamente ese es el punto —murmuró por lo bajo.

—¿Qué? —la mayor alcanzó a captar la intención de aquellas palabras.

Para la buena suerte de Aspen hubo algo que la salvó: El sonido del timbre. No sabía si sentirse feliz porque eso había interrumpido la incomoda charla con su mamá o nerviosa porque sabía quién estaba detrás de esa puerta.

—¡Yo voy! —la actriz giró sobre sus talones—. Debe ser Chris.

Al oír eso Eliza agitó sus manos de arriba hacia abajo, ansiosa por aquel anuncio.

—Bien, bien, bien, es hora. ¡Tom! —llamó por el pasillo hacia las habitaciones—. ¡Tom, hijo! ¡Ya ven! ¡El novio de tu hermana está aquí!

—¡Ya voy!

Cuando la pelinaranja llegó a la puerta tomó una gran bocanada de aire sabiendo que, si su actuación antes estaba siendo estrictamente prolija, ahora lo debía ser mucho más en presencia de Eliza. Si ella veía que algo no estaba bien los descubriría al instante.

—Hola —sonrió ampliamente cuando vio al bostoniano en su puerta—. Aún estamos a tiempo de fugarnos y decir que me dio indigestión.

Su melodiosa risa acarició sus oídos—No, ya es muy tarde.

Gruñó—Bien, entonces hay que hacer esto bien o terminaré colgada de un puente por mi madre.

—Le eché un repaso a todos mis recordatorios así que...No creo que algo pueda salir mal.

—Por favor no digas eso que siempre que lo hacemos específicamente eso es lo que pasa —suspiró y se hizo a un lado para que él hiciera ingreso—. Bienvenido.

Ambos hicieron ingreso al lugar y comenzaron a caminar hacia el comedor principal, donde su familia los estaba esperando. En el trayecto, Aspen se dio cuenta de que Chris traía algo en las manos.

—¿Qué es eso? —apuntó.

—Oh ¿Esperabas que llegara con las manos vacías? —alardeó enseñando la bandeja que llevaba en su mano—. Si voy a dar la impresión de novio falso, al menos tiene que ser de uno bueno. Traje el postre, de nada.

—Déjame adivinar, ¿Llevas ese mismo postre cada vez que vas a conocer a la familia de tu novia?

El silencio del bostoniano la hizo sacar sus propias conclusiones y negó con gracia.

—Por supuesto —rió—. Además, todo el mundo siempre trae una botella de vino. Me sorprende que tú no...

Antes de que pudieran terminar sus palabras el actor ya había sacado el objeto anteriormente mencionado que había estado ocultando detrás de su espalda.

—Olvídalo.

—¿Qué? ¿Demasiado predecible? —alardeó otra vez.

—No me quejo, amo el vino —tomó la botella con cuidado atrayéndola hacia sí mientras él reía.

Lo disimularon muy bien ya que prácticamente se ganaban la vida actuando, pero el ingresar al comedor con Eliza Hiddleston de pie al centro de ella, los hizo temblar como la misma gelatina.

Pero ya estaban ahí...No había vuelta atrás.

El primero que tomó la iniciativa para acercarse a ellos fue Tom ya que éste conocía previamente al bostoniano y le guardaba mucho cariño.

El hermano de Aspen estrechó su mano con su novio y se dieron un corto abrazo. El cálido gesto armonizó mucho más el ambiente y los hizo sentirse más tranquilos.

—Chris —dijo cuando se separaron—, qué gusto verte.

—Digo lo mismo...Gracias por recibirme.

—Tú siempre eres bienvenido aquí... —le echó una mirada a la pelinaranja—, aunque ahora sea de otra manera.

La menor sólo se limitó a hacer una muaca hacia él y con los ojos le rogó que le ayudara en su situación.

Posteriormente el actor británico se hizo a un lado para dejar en evidencia a la persona que tenía a los 3 con los nervios de punta en tan sólo unos pocos minutos.

—Bueno, finalmente tengo el honor de conocer a Chris Evans —se le acercó lentamente hasta que estrecharon sus manos.

Él trató saliva—Es un placer, señora Hiddleston.

—Eliza —le corrigió en tono neutro cuando se soltaron—. Pues, qué te digo, es primera vez que mi hija trae a un novio decente a casa...O en realidad, es la primera vez que me presenta uno con tanta formalidad.

—Mamá, por favor no empieces —rogó la aludida en un susurro.

—¿Qué? —se encogió de hombros como si nada—. Es verdad, solamente le estoy diciendo...

—De acuerdo madre, creo que todos ya entendimos —trató de suavizar Tom poniendo sus manos con delicadeza sobre los hombros de su progenitora.

—Bien —suspiró y miró a Evans de pies a cabeza—. Te ves decente, mucho más impresionante que en la televisión, me atrevo a decir.

—Ay por favor, que me trague la tierra —murmuró la ganadora del Oscar pata sí misma, cubriéndose el rostro.

—Sin embargo, y a pesar de que te veas bien para mi hija, ambos fueron amantes, hicieron un escándalo en una boda y mintieron muchísimo...Eso...Eso no es de mi agrado.

—Eliza, le aseguro que nuestras acciones no reflejan como es nuestra relación...Cometimos un gran error, sí, pero estamos arrepentidos y estamos tratando de dejar eso atrás —la pareja se miró—. Nosotros...Nos amamos y queremos que eso sea lo importante.

Con lentitud Aspen enganchó su brazo en el de Evans—¿Lo ves mamá? ¿Es lo que querías? Bien, ahora a comer.

La menor de los Hiddleston no dejó que su progenitora emitiera otra palabra e impulsó a Chris hacia la mesa, en donde los 4 tomaron asiento.

La comida comenzó.

Para su buena fortuna todo se desarrolló en la mayor calma posible. Se sentaron a comer y Eliza les hizo cientos de preguntas con respecto a su relación. Cómo se habían conocido, cuando había empezado su supuesta aventura, por cuánto tiempo se habían escondido, dónde se habían escondido, si realmente iban a renunciar al otro cuando se llevara a cabo la boda, quién más sabía sobre lo que había sucedido entre ellos, etcétera, etcétera.

La pareja logró responder a todas aquellas preguntas con —lamentablemente— hábiles mentiras. Ya habían repasado y creado escenarios falsos para poder responder a todas esas inquietudes de la manera más neutral y relajada posible, sin dar espacio a que pensaran que lo de ellos era una farsa.

Pues, lo hicieron, lo lograron. Pudieron hacer que Eliza les creyera y al parecer eso fue suficiente para la mujer y que ella pudiera comenzar a aceptar la relación que ambos ahora estaban manteniendo.

—...Pues, ahora que me cuentan la historia, no suena tan terrible después de todo.

Las palabras de la mayor de los Hiddleston los hicieron celebrar internamente. Chocaron sus pies debajo de la mesa como si se tratara de un choque de puños para festejar.

—Te lo dije mamá. Si bien es cierto nos equivocamos en la manera en que llevamos a cabo las cosas...Nos amamos y queremos seguir con lo nuestro, eso es lo importante —dijo la pelinaranja.

—Y yo agradezco que ustedes me hayan recibido y hayan accedido a que les expliquemos todo —miró a la mujer a su lado—. Les prometo que no estoy aquí para dañar a nadie.

—Mas te vale —dijo Tom mirándolo atentamente pero en el fondo, con gracia.

—¿Y qué opinan tus padres de esto, Chris?

La pregunta de Eliza los tensó un poco.

—Mamá, te repito, no tenemos 15 años.

—Oh, ellos...Se lo están tomando bien e igualmente quieren conocer a Aspen pronto —contestó rápidamente él tratando de salvar el momento.

—¿Es eso cierto? —susurró ella a su lado tan bajo que sólo el bostoniano pudiera oírle.

—Sólo di que sí ¿Okey? —contestó de la misma forma.

La mayor asintió convencida—Me parece apropiado —a continuación la mujer suspiró, dejó su cuchara en el plato, limpió sus labios con una servilleta y soltó sin más—. Bueno, en vista de que esto es algo bastante serio no creo que al señor Evans le moleste ser parte del día de Nala.

Inmediatamente Aspen comenzó a toser con frenesí.

Todos la miraron con atención y Chris con confusión ante lo que recientemente había escuchado. El ambiente en la sala había vuelto a cambiar.

—Mamá...No...Por favor no... —trataba de decir la menor mientras bebía vino para calmar su tos—. Es muy pronto.

—¿Qué es el día de Nala? —cuestionó el bostoniano inocentemente.

—Se refiere al cumpleaños de nuestra abuela: Eloisa, pero todos le decimos Nala —explicó Tom con tranquilidad.

—Hay una historia bastante divertida detrás de ese apodo —empezó a decir Eliza con tono de burla.

—Mamá —Aspen la detuvo antes de que siguiera por ese camino, ya que sabía que aquella burla estaba relacionada a su persona.

—Pues...¿Cuándo es?

—No, Chris, no —trató de frenarlo su pareja de que hiciera una pregunta de la que no iba a disfrutar la respuesta.

—Oh...La semana entrante...En Londres.

Ahora quien empezó a toser fue Chris.

La inesperada respuesta de Eliza hizo  Evans comenzar a toser y con delicadeza Aspen hizo masajes en su espalda para que aquello cesara. No se esperó ni el tiempo, ni el lugar, y por eso ahora estaba arrepentido de haber preguntado.

—¿Qué? ¿Acaso eso te causa algún conflicto? —cuestionó la mayor con una ceja alzada—. ¿Te incomoda pasar tiempo con la familia de tu pareja?

—Mamá —nuevamente la pelinaranja buscó detenerla.

—Creí que lo de ustedes era serio.

—Mamá, ya basta.

—No, no, no, está bien —Evans recuperó el habla luego de unos segundos—. Es sólo que...Me tomó por sorpresa que ya me quieran participando en días especiales para su familia.

Mentira, en realidad estaba aterrado.

—Oh, ¿Cómo no hacerlo? Si Aspen va a traer a su novio que al menos nos acompañe. ¿Oh no, cariño? —batió sus pestañas en dirección a su hija.

Ella hizo una mueca—Sí...Eso mismo.

—Bueno yo... —miró a Aspen y esta le regaló una mirada que exclamaba: Si quieres puedes decir que no, está bien, sólo hazlo. Sin embargo, él terminó diciendo—: Claro, no podría rechazar la invitación.

Eliza soltó un pequeño votoreo mientras su hija miraba a Chris sin poder creer lo que había oído.

—Es una fiesta maravillosa que dura todo un fin de semana. Tenemos una gran casa en Londres y allí podrás conocer a nuestra enorme familia.

—¿Enorme? —él tragó saliva.

—Nos gusta hacer algo elegante pero también tirar la casa por la ventana —sonrió al hablar de la celebración de su suegra—. No se cumplen 95 todos los días.

—Sí, sí, ya entendimos —dijo la menor dando palmadas en la espalda de Evans.

—Entonces ¿Es un sí? ¿Una confirmación oficial? —Eliza se veía realmente emocionada—. ¿Contaremos con tu excelente presencia esos días?

La pelinaranja puso los ojos en blanco.

El actor una vez más le echó una mirada a su novia para estar seguro de sus siguientes palabras y finalmente dijo—: Sí, iré con ustedes.

La matriarca soltó un pequeño grito de emoción y batió sus blancas manos al aire debido a la felicidad que esa noticia le había causado.

—Eso es maravilloso —tomó su celular—. Le avisaré a Eloisa de inmediato para que empiecen a preparar todo. Tiene que saber sobre esta asombrosa noticia —volvió a chillar y se puso de pie para desaparecer por el pasillo.

—Eh...Yo... —habló Tom señalándola—. Iré con ella para asegurarme de que no hable de más. Disculpen.

Y sin otra cosa que agregar, el actor se levantó de la mesa para seguir a su progenitora, lo que dejó a Aspen y a Chris solos en la estancia con un gran nudo en el estómago.

—No puede ser, no puede ser, no puede ser —repitió ella mirando un punto fijo en la pared—. Me voy a matar en este mismo instante.

—Oye...No creo que sea tan malo... —la mujer lo observó casi sin pestañear—. ¿O sí...? ¿O sí?

—Tú no quieres conocer al resto de los Hiddleston —movió su cabeza en negación.

—¿Por qué?

—Porque... —suspiró—. Somos muchos y tengo primas odiosas, tías chismosas, tíos que no tienen respeto por nada y ¡Ah! —se cubrió el rostro—. Es un caos.

—En todas las familias hay gente así.

—Sí, lo sé...Bueno, no todos son malos pero realmente me genera ansiedad tener que mentirle a todos y a cada uno contigo de la mano —eso último lo susurró—. ¡A penas pude hoy!

—Todo saldrá bien, te lo prometo —la tomó por los hombros—. ¿Qué tan malo puede ser? Son un par de días en Londres.

—Yo odio Londres.

—Pero es tu casa.

—Exacto.

Él suspiró y se llevó una mano a la cara—Por favor, hay que ver el lado positivo de todo.

—¿El cuál es...? —esperó que él le completara la frase.

Meditó unos segundos—Serán unas pequeñas vacaciones —ella dejó caer su cabeza sobre la mesa, causando un fuerte ruido—. Oye, por favor, ya basta, me estás poniendo más nervioso de lo que ya estoy.

—Me va a dar un ataque cardíaco.

—Oh, eso no —la detuvo preocupado—. Cuando tú lo dices no es gracioso...Es preocupante —recordó su historial médico paterno.

—Bien, bien —se pasó las manos por el rostro—. Ya está, no hay vuelta atrás. Si decimos que no mi mamá nos va a matar así que lo único que nos queda es...Ir y que conozcas a los Hiddleston.

—Así es.

—Nos deseo buena suerte a ambos —siguió comiendo del postre en su plato—. No sé qué rayos va a resultar de todo esto pero estoy segura de que será un caos y...¡Oh Dios! —hizo una pausa mirando su cuchara—. ¿Qué rayos tiene esto? Está delicioso.

Él ladeó su cabeza con orgullo—Soy un gran chef.

—Ya me estoy dando cuenta —tomó otro bocado.

—Bueno, en lo que tu madre vuelve iré al baño ¿Te importa?

—No, no, no, pasa, estás en tu casa —apuntó hacia el pasillo—. Primera puerta a la izquierda.

—Gracias —se puso de pie.

No obstante, su trayecto se vio interrumpido por sí mismo ya que se giró sobre sus talones para decir:

—Te equivocaste en algo —ella lo miró con atención—. No llevo ese postre a todas las casas de mis novias. De hecho...Es la primera vez que lo hago.

Hiddleston enmudeció y se le sacudió el corazón.

Y por si fuera poco, el bostoniano agregó antes de irse:

—Oye y...Nuestra charla sobre el video en Instagram aún está pendiente.

Aspen se ahogó con su comida y volvió a toser sin parar mientras él se retiraba con una sonrisa en la boca.












































































HOLA BUENAS A TODOS, BABE VOLVIO

mil disculpas por la tardanza djdjd pero ahora que estoy de vacaciones tengo las tiempo de escribir <3

qué les pareció? puro caos la vdd, te odiamos eliza

ESTE CAP ES RE IMPORTANTE. esto marca el inicio de una nueva etapa en la historia aka las aventuras del chrispen en londres🤭 y esas se vienen MUY MUY BUENAS, EN SERIO YA LAS QUIERO ESCRIBIR.

peeeeero, antes de que nuestros papás se vayan a Londres va a pasar otro escandalito interesante que vendrá en el siguiente capítulo jiji🤭 be READY

90 votos para actualizar <3

en fin! gracias por todo el apoyo que le dan a esta fic, en serio, ya somos 21k!!! son lo máximo!! nos vemossss

nat

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