B  U  T  T  E  R  F  L  Y

❝ Hablar con ella era como tener en las manos a una delicadísima mariposa, de alas coloridas, de alma dulce, y él tenía miedo. Miedo de que las alas de Adara se deshicieran en sus manos como lo hacen las alas de las mariposas ❞

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❝ Deseo al hombre equivocado, él tiene una familia, una esposa, hijos. No pienso ser la causante de una ruptura en una familia tan feliz. Voy a sacarme sus ojos de la cabeza y sus sonrisas del corazón❞

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❝ Ella es una niña muy alegre, veo la adoración que le tienen las personas del hospital, el amor y la felicidad que le da a los pacientes. Es inevitable para mi pensar egoístamente, la quiero a mi lado. Aunque tenga que atrapar a mil mariposas para que me regale una sola de sus dulces sonrisas ❞

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Era lo último que iba quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto, pero sin acabar de acabarse jamás.

—Cien años de soledad, Gabriel García Márquez