Era la noche libre de Jimin y mientras el tanque de oxígeno estuviera lleno no había necesidad de velar por su madre, así lo hacía cada tarde para salir al bar; atendía a su madre durante el día y por la noche esperaba a que durmiera para poder salir. La pequeña casa era oscura, fría y podía escuchar perfectamente el horrible estruendo de la vida callejera. Pero era lo más accesible que podía permitirse sin tener que preocuparse cada fin de mes por el alquiler y el tratamiento médico. El viejo y solitario sofá de su estancia era lo único que tenía para dormir, con una montaña de edredones y la televisión encendida sólo para alumbrar tenuamente.

La llamada de Taehyung lo había descolocado, pero en su momento no podía detenerse a pensar puesto que todo el día habló con su madre acerca de negarse al cambio de catéter. Una vez que ella parecía tranquila al dormir, él se acostó para que enseguida aquel asunto le pegara fuerte.

Sí, había sido descortés con el castaño, pero solo porque este era un idiota creyendo que alguien estaba de verdad interesado en él. Jimin tenía clientes mierdas, lidiaba a diario con gente terrible, la única persona que había hecho dudar de su criterio fue Yoongi, pero el mismo estaba involucrándose con una chica tan pronto Jimin salió de su vida.

El problema era que Jimin no quería estar fuera de su vida.

Los minutos pasaban lentos y no podía dejar de pensar que seguramente el imbécil de Taehyung estaba con las piernas abiertas a su "príncipe frecuente" y el maldito de Yoongi estuviera revolcándose con esa. Jimin era un desastre y sabía perfectamente que era su culpa, más sin embargo ahí estaba, envidiado de Taehyung y dolido de Yoongi. Y cuando menos lo pensó ya estaba de pie, cubriéndose con una gorra y una chaqueta, dio una última mirada a su madre, besó su frente y luego salió. Porque necesitaba una jodida explicación y no tenía la paciencia de esperar a que Yoongi doblegara su orgullo.

Caminar por la calle cuando estaba por ser media noche era lo que menos le importó, sin detenerse hasta llegar frente al edificio, el estándar estaba estacionado, cual significaba que Yoongi estaba ahí, subió las escaleras con decisión,siendo ignorado por el portero que dormía en lugar de cuidar. Agradeció que dentro de todos sus ajetreos mentales recordará con exactitud la fachada del marco de la puerta del ahora rubio. Y cuando estuvo de frente, con un puño a punto de golpear, la puerta fue abierta. Los ojos de Jimin se abrieron por completo al igual que los de Suran, quien luego de la sorpresa le dedicó una pequeña sonrisa.

- ¿Puedo ayudarte en algo? - Le preguntó curiosa.

- Yoongi. - Fue lo único que dijo, no queriendo por ningún motivo compartir palabras con ella. La peliverde asintió.

- ¡Min, creo que te buscan! - Habló gritando, se escucharon pisadas, el corazón de Jimin latiendo como loco cuando el rubio salió detrás de ella, usando un ridículo mandil y unos guantes de cocina.

- ¿Jimin? - Indagó con conmocion, el pelirosa luchaba contra el instinto de apartar la mirada de sus ojos, y Suran los miró a ambos, muy sorprendida.

- Yo... Creo que podemos dejar esto para después. - Dijo ella, mirando de soslayo a Yoongi. - Quiero saberlo todo. - Murmuró al rubio muy bajito y luego salió, cruzando con Jimin. - Un placer. - Después de eso Jimin no espero invitación, entró y se cruzó de brazos en medio de la estancia, Yoongi cerró la puerta, silencioso mientras giraba a ver al chico.

- ¿Quieres un café? - Propusó al ver la punta congelada de su pequeña nariz, más Jimin negó.

- Hablemos. - Ordenó sentándose en el banquillo del piano. Yoongi sacó los guantes de sus manos y se acercó, de pie y racargado mientras cruzaba sus manos. Atento a escucharlo. - ¿Estás saliendo con ella? -

- ¿Te interesa? -

- Por supuesto. - Respondió de inmediato, Yoongi sonrió.

- No. -

- ¿Porqué parece pasar contigo cada jodido minuto de su tiempo? -

- Ambos la hemos pasado muy mal, es... tranquilizante. - Terminó con una agradable mirada. - ¿Qué haces aquí Jimin? -

- ¿Porqué no has vuelto? -

- Te prometí que no iba a hacerlo, ¿no era eso lo que querías? -

- Dijiste que estabas enamorado de mí. -

- Lo estoy. - Aceptó.

- ¿Entonces por qué te fuiste? porque dices cosas y luego pasas tu tiempo con alguien más, porque no has estado conmigo cuando te necesito y yo... Yoongi no puedes dejarme. - Aseguró con desespero, poniéndose de pie para tomar el rostro del mayor entre sus manos. - Si hubieras esperado, si me hubieses dejado explicar lo que pasó no estaría aquí rogandote, es una estupidez y estoy tan confundido que ahora lo único que quiero es besarte, maldita sea, te odio. - Gruño sintiendo las manos del otro tomarlo por la cintura.

- ¿Qué hay con Jungkook? -

- Jungkook se puede ir a la mierda. - Soltó con coraje, pasando ambos brazos por el cuello de Yoongi. - Te quiero a ti, necesito tanto de ti... -

- No sabes la agonía que he pasado. - Confesó Yoongi. - Pero esto no es lo correcto. - Dijo y soltó al chico. - Me trataste como un idiota cuanto quiciste. Yo no voy a aceptar tenerte solo cuando quieras Jimin, es todo ó nada. -

- No puedes pedirme estar del lleno contigo, tengo mis propios problemas, responsabilidades-

- Déjame tenerlas contigo. - Le cortó. - Nunca he pedido que te alejes de todo, solo quiero que estés a salvo, yo daría lo que fuera por ti. - Jimin apartó la vista y de pronto Yoongi ya estaba sobre él, con sus brazos rodeándolo y sus labios besando su mejilla. - Te amo. -

...

- Hoseok... -

- Eres tan hermoso, mierda... -

Los ojos de Taehyung estaban apretados y los de Hoseok admirando el espectáculo de facciones en su rostro. Tenía toda su longitud dentro del castaño y estaba tan sorprendido por el hecho de que fuera resbaladizo, Taehyung era una cajita de sorpresas en cuanto al sexo y Hoseok estaba tan caliente por eso. Una de sus manos busco soporte sobre el colchón mientras la otra acariciaba los muslos del menor, aquellos gruesos y suaves, sus labios se pasearon por el contorno de la mandíbula de Taehyung mientras se enterraba hasta al fondo, las uñas de Taehyung arañaron su espalda, el ardor perceptible y delicioso. Entonces ambos se quedaron quietos, esperando a que sus cuerpos se acostumbran a la intromisión y a la presión.

- Amo los lunares que se esparcen por tu piel. - Susurró Hoseok. - En la punta de tu nariz, en tus labios, en tus mejillas, en la línea de tus ojos, dios mío, eres arte. -

Taehyung acarició sus homoplatos, bajando una de sus manos para tocar la parte púbica de Hoseok, sus largos dedos tocando la base del miembro que no entraba aún en su interior.

- ¿Te han dicho que eres un tipo encantador? - Preguntó bajito, subiendo su mano para enredarla en los cabellos de su nuca. - Tú también me gustas mucho. - Dijo robándole un beso. - Hazme el amor. - Pidió y Hoseok sonrió con pícardia, retirándose un poco para con todas sus fuerzas, penetrar de una, precisó y al fondo. - Ah... -

El cuerpo del moreno se curvo, sus hombros enterrándose, su vientre en alto y su trasero sobre los muslos de Hoseok, dejando expuesta y dispuesta su entrada, sintiendo como a cada movimiento las bolas del mayor lo golpeaban, sonidos sucios y exquisitos mientras se movían uno contra él otro, su enloqueciente punto siendo golpeado con brutalidad y sus orbes corrieron hacia atrás. El sexo nunca había sido tan placentero hasta esa ocasión.

Cuando Hoseok besaba su cuello mientras lo empalmaba con desespero, rápido y fuerte. El pelirojo de estaba en las nubes, con el dulce castaño debajo gimiendo gustoso y ronco mientras arremetía contra él, no había fondo, pero la posición y el como sus caderas estaban completamente pegadas a su retaguardia le hicieron saber que estaban al límite, la masa musculosa dentro de Taehyung era suave y cada vez que la rozaba el castaño apretaba de manera deliciosa. Siguieron así por unos minutos, hasta que Hoseok fue empujado sobre el colchón, Taehyung gateo sobre su cuerpo como un gatito sensual y tomó su miembro, para lamerlo de una y luego acomodarse sobre él.

- ¿Vas a... Oh ¡joder! - Gritó cuando el menor se autopenetro, de cuclillas a cada lado de su cuerpo mientras echaba su cuerpo un poco hacia atrás, masturbándose y gimiendo, Hoseok comenzó a estocar hacia arriba, las tiras de semen de Taehyung mancharón todo su torso, y lo vivió vivir su orgasmo, deteniéndo sus saltitos y dándole a Hoseok tanta presión en su interior que fue cuestión de unos pocos movimientos para correrse dentro.

El moreno cayó sobre su cuerpo, respirando pesado y temblabando en espasmos. Hoseok lo abrazó, besando su hombro mientras salía de él y luego tanteaba su entrada, solo para sentir el semen correr de esta y apretar un poco.

- Eres increíble. - Le dijo y Taehyung rió.

- Te quiero tanto. - Soltó y jadeo cuando los dedos del otro lo invadieron. - ¿De nuevo? -

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Aguante el vhope smut 🌚