O6.
Las dos parejas estaban sentadas en una mesita de noche en un restaurante algo sofisticado. Ambas chicas lo habían escogido, ya que ambas antes iban a aquel lugar a hacer tareas cuando tenían tiempo limitado y nunca podían darse tiempo para ellas. TaeHyung quería irse a su hogar, alimentar a sus gatos y dormir mucho, pero por otro lado SeokJin estaba emocionado, triste, decepcionado, feliz... No lo sabía, era una mezcla extraña que ni el mismo comprendía del todo.
Pasaron una hora aproximadamente hablando de temas triviales y demás, hasta que SeokJin se levantó y dijo que iría al baño. TaeHyung también quería ir, sentía sus manos bastante tibias; ello le pasaba cuando estaba nervioso y necesitaba enfriarlas nuevamente, así que se levantó poco antes de que Kim hubiera anunciado que iría y volvía.
El castaño caminó hasta el baño, donde se apoyó en una de las paredes mientras soltaba un suave suspiro. Sus mejillas estaban rojas y sus ojos picaban, haber aceptado aquella cita había sido como el reto suicida, la decisión más masoquista que había hecho en su vida.
ㅡ¿TaeHyungie Hyung? ㅡKim inquirió cuando salió de un cubículo y vio ahí al mayor con cara de querer darse un balazo contra su frenteㅡ. ¿Todo bien?
Lee negocios con su cabeza a la vez que sentía sus párpados pesados gracias a la reciente capa de agua que había aparecido en sus ojos. Kim lo conocía tan bien, lo odiaba por ello, pero no podía odiar a alguien que amaba, solo odiaba el hecho de amarlo.
ㅡNada bien, Jinnie.
El menor se acercó mientras relamía sus labios nervioso. Sabía que cuando TaeHyung estaba triste era la cosita más débil del mundo, así que debía tratarlo con pinzas para no dañarlo más de sea lo que sea que lo haya hecho antes. Se conocían tan bien, eran prácticamente hermanos adoptivos después de todo.
La madre de TaeHyung nunca tenía tiempo para su pequeño hijo y la madre de SeokJin se ofreció a cuidarlo cuando su madre tenía trabajos que hacer, así fue como SeokJin y TaeHyung fueron compañeros de infancia.
Y por ello TaeHyung tenía miedo.
De perder a alguien tan significante para su vida, tan esencial.
Todo por cometer el error de enamorarse.
ㅡCuénteme, Hyung. ¿Qué pasó? ㅡpreguntó el de cabellos negros mientras llevaba sus manos a las mejillas del mayor, obligándolo a mirarle. De inmediato lágrimas cayeron de los ojos de TaeHyung y este rió destrozadoㅡ. Hyung...
ㅡMe gustan los niños ㅡadmitió, sintiendo como aquella daga en su corazón se iba retirando poco a poco de aquella zonaㅡ. Sé que está mal y yo no... U-uhm... No sé qué hacer...
TaeHyung sollozó mientras se soltaba de las manos del menor y se dedicaba ahora a limpiar sus mejillas y ojos mojados. Se sentía bien, mejor. Mejor de haber soltado un peso que cargaba encima, pero aún quedaba carga por la cual deshacerse.
SeokJin estaba en blanco. Era otra mezcla de emociones que extrañamente volvió a sentir y se confundió nuevamente.
No entendía nada.
ㅡ¿T-Te gustan los...?
TaeHyung asintió mientras suspiraba de manera temblorosa. Sus mejillas y nariz estaban levemente sonrojadas al igual que bajo sus ojos brillantes por las lágrimas. Su cabello estaba algo desordenado por haberse limpiado el rostro y tenía carita de cachorros sin amigos; era, sin dudas, la imagen más tierna que SeokJin habría visto en su vida.
ㅡNo está mal ello ㅡJin sonrió intentando transmitirle confianza a su mayorㅡ. Es más, sigues siendo el mismo. La orientación no define tu personalidad, sino más bien es un gusto de muchos. Un gusto distinto, pero no raro ni malo ㅡy volvió a sonreír, depositando un suave y cariñoso beso en la frente cubierta por los cabellos alborotados de su mayor.
TaeHyung sintió nuevamente sus ojos picar, ¿por qué SeokJin tenía que ser así?
ㅡEres perfecto ㅡTae se atrevió a decir y sintió su corazón latir con fuerza. Es ahora o nunca, pensó y abrió su boca para hablar nuevamenteㅡ. Jinnie, me gustas tú... gracias a ti me di cuenta de mis preferencias sexuales ㅡpero ahora no sentía un peso menos, sino el peso del miedo y nervios lo consumían y lo empujaban hacia el suelo, haciendo sus piernas temblar nuevamenteㅡ. Lo siento... ㅡsusurró.
SeokJin ahí, nuevamente se quedó sin palabras. Quieto, inmóvil.
Sus pensamientos pasaban de recuerdo en recuerdo, había sido tan obvio todo ese tiempo. Desde ciertas miradas hasta ciertos tonos de voces. De los celos que derrochaba TaeHyung cada vez que estaba con Solar... ¡Ahora todo tenía jodido sentido! Todo menos sus sentimientos y emociones, más pensamientos que se cruzaban y tropezaban por los latidos irregulares de su corazón. Latidos que no debían sentirse en esa situación.
ㅡYo...
ㅡShhh... ㅡSeokJin habló y puso uno de sus dedos en los esponjosos y rosados labios del más alto. Sonrió con pena, no quería oír ninguna respuesta de su parte, ni un pío quería saberㅡ. No quiero oír nada ahora, ¿si? ㅡpregunta y pasa fugazmente su mirada sobre los labios y nariz del otroㅡ. No quiero sentir esto por ti, en serio créeme que no quiero... ㅡy lentamente comenzó a acercarse a los labios de Kim.
El más alto quedó estático, posando su mirada sobre los labios de su mayor. Se veían tan bien, tan... No. No estaba bien... Pero no quería alejarse tampoco.
Sus labios estaban casi tocándose si no fuera por aproximadamente un centímetro que había entre ambos. TaeHyung estaba decidido a acortar la distancia hasta que...
ㅡ¡Chicos! ㅡSolar habló en alto, y TaeHyung se alejó rápidamente de los labios del otro, totalmente nervioso y asustado. Menos mal la puerta seguía cerrada y nadie había visto nadaㅡ. WheeIn tiene que irse, ¿saldrán ya? ㅡinquirió Solar del otro lado de la puerta.
ㅡS-Sí ㅡSeokJin se atrevió a hablar cuando salió de aquel tranceㅡ. Ya vamos ㅡafirmó su voz y salió del baño, no sin antes pasar fugazmente su mirada por su mejor amigo.
Mejor amigo que, nuevamente tenía su mundo de cabeza.
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