Termino de cerrar la ultima caja y la apilo junto a las demas en una esquina de la habitacion. Realmente no son muchas y es por eso que Christian le pidio su auto a su padre para llevarme hasta  Luisiana. Realmente admire tanto su gesto como el de su padre y ambos se prestaron amables.

En este momento, el se encuentra trabajando y faltan casi tres horas y media para que finalice su horario, asi que le doy una ultima limpieza a mi apartamento para despedirlo y dejarlo en condiciones para el, porque estoy segura que una vez que yo me vaya volvera a oler a ropa interior en estado de descomposicion material.

Una vez que termino la limpieza, decido ir a comprar algo para llevar en el camino ya que el viaje seria de muchisimas horas y no queriamos hacer parada en ningun hotel.

Y finalmente, para matar los ultimos veinte minutos que faltaban antes de que el llegara, prepare unas hamburguesas para almorzar antes de partir.

Estoy a punto de terminar de armarlas cuando escucho como el pestillo es dado vuelta y el entra con su uniforme de empleado de la cafeteria.

-¿No te lo quitaste?- Digo refiriendome al uniforme.

-Tenia prisa por llegar- Se justifica y arroja su mochila al piso antes de llegar hasta mí y besarme anclando sus manos a mis caderas mientras yo hago puntillas de pie y paso una mano por su hombro mientras la otra sigue intentando abrir el empaque del pan de hamburguesas.

-Carajo, es dificil preparar el almuerzo si me sigues besando de esa manera- Sugiero de forma divertida y el ignora mi comentario para abrazarme y apoyar su barbilla en la coronilla de mi cabeza.

-Ire a ducharme rapidamente, amor- Dice estrechandome mas fuerte entre sus brazos y yo me remuevo en su pecho- No tardo nada.

Dicho eso se separa y me roba un rapido beso antes de quitarse la camisa del uniforme dandome la espalda y yo muerdo mi dedo indice al ver su espalda.

-Lo hiciste a proposito- Lo acuso completamente colorada y el carcajea confirmando mi acusacion antes de encerrarse en el cuarto de baño.

-Maldito Christopher Perkins... que bueno estas- Maldigo para mis adentros con una sonrisa picara antes de volver a mi mision de abrir el empaque de pan.

_ _ _ _ _

-¿Lista?- Dice el y yo asiento pero el niega con la cabeza- Abrochate bien ese cinturon- Observo la correa de seguridad y la ajusto un poco mas a lo que el rie y yo saco la lengua-Ahora si. Vamonos- Gira las llaves para encender el vehiculo y entonces, partimos del campus.

Miro por el vidrio retrovisor hacia atras diciendole con la mirada adios a esa habitacion, a ese mini departamento compartido, a ese B-M1N3 donde conoci a la persona mas maravillosa del mundo.

Viajamos por unos instantes y entonces, decido hablar.

-Sabes... voy a extrañarte.

El no responde pero puedo ver como sus manos se ponen tensas en el volante.

-Rita... yo...

Ninguno de los dos dice nada mas y quedamos en silencio por casi media hora de viaje.

Estoy tan concentrada en mirar por la ventanilla la preciosa vista a la calida playa de Seattle que no noto el momento en que el carraspea la garganta.

-Estamos por llegar- Anuncia con una sonrisa y yo lo miro con completa confusion.

-¿Qué? Pero si hemos salido hace apenas media hora-Digo colocando mis manos a mis lados en el asiento.

-Rita, ¿Ves ese pañuelo que esta en el posavasos?- Dice mirandolo de reojo sin quitar las manos del volante- tomalo y cubrete los ojos.

-¿Chris?

-Solo hazlo- Dice dibujando una sonrisa teñida de picardia y diversion. Asiento con la cabeza y lo tomo extendiendolo y doblandolo varias veces y pasandolo por mis ojos antes de anudarlo en la parte trasera de mi cabeza- ¿Ves algo?

-No, cielo- Digo sonriendo y con mucha curiosidad- Me siento Malory.

-Bien- Lo oigo decir- Nos detendremos en un momento. No te asustes.

Asiento intentando descubrir que maleficas intenciones se trae entre manos en lo que conduce unos minutos mas antes de detenerse y apagar el auto.

Sus labios rozan los mios con fiereza y le correspondo el beso. Un escalofrio recorre mi espina dorsal y me rio entre besos.

-¿Hiciste que me vendara los ojos para besarme?- Pregunto riendome.

-No, es que se me antojaba hacerlo- Su voz es firme y segura- Esperame aqui. Voy a bajar del auto y te abrire la puerta.

Asiento una vez mas. Y cuando escucho que esta fuera del auto, paso mi lengua por mis labios hinchados por el reciente contacto y rio divertida. La puerta de mi lado se abre.

-Vamos, baja conmigo. Dame la mano- Dice tomandola y me guia fuera del vehiculo antes de cerrar la puerta.

Caminamos un corto trecho y de repente, siento como si el piso se ablandara bajo mis pies. Sin dudas, es arena.

-¿Me trajiste a la playa?- Rio y el me chista disfrutando de mi curiosidad.

-No arruines la sorpresa- Me reta y yo finjo un puchero de niña castigada-Bien, aqui estamos. Y yaaaaa llegamos.

-¿Me la puedo quitar?- Pregunto con diversion y el dice que si pero que debo mirar hacia arriba cuando lo haga. Desato el nudo detras de mi cabeza y miro hacia el cielo. El resplandeciente sol ilumina el altisimo y sonrio porque ya no puedo contener las ganas de saber que trama.

-Ahora si. Mira al suelo frente a ti- Dice y aprieto su mano con fuerza cuando leo un corto mensaje escrito en la arena.

"Hola, Rita" esta escrito en la arena como con una rama o cosa parecida. Junto al mensaje se encuentra una flecha que indica que debo seguirla para seguir leyendo. Me entusiasmo y camino en la direccion que me indica sin soltar la mano de Chris.

"¿Como estás, muñeca?"

"Se que te vas y posiblemente este sea el adios"

"Vivimos muchas cosas juntos, niña"

"Estos seis meses han sido sin duda los mas maravillosos"

"En toda mi vida fui tan feliz como contigo"

"Descubri una persona maravillosa en ti"

"Y creeme que eres todo lo que quiero para mi."

"Eres graciosa"

"Tierna y chaparrita (me vuelve loco tu estatura)"

"Risueña y divertida"

"Soñadora y ligera de preocupaciones"

"Eres la luz que ha sabido estar cuando yo solo era oscuridad"

"Eres el angel que mi vida necesitaba"

"Compartiste conmigo tu fuerza incluso cuando eras tu quien necesitaba la mia"

"Eres tan fuerte que cuando estas debil, siento que me desmorono contigo"

"Eres todo lo que me hace bien y eres todo lo que está bien en este mundo, Rita Norman"

"Y por eso quiero que me hagas un favor. Ya que vas a irte, antes de irte, sigue esta ultima flecha y  busca por mi una caracola blanca del tamaño de una fresa. Esta a simple vista"

Sigo la ultima flecha con la vista, y sonrio con ternura cuando veo al final del camino un castillo de arena muy pequeño. Encima del castillo esta el objeto que debo encontrar y estoy a punto de recogerlo cuando el me frena tirando de mi brazo.

-¿Encontraste la caracola?- Pregunta como si no estuviese viendo que estuve a punto de recogerla. Asiento muy confundida y el se arrodilla a recogerla. En el momento en el que la toma, deja a la vista un precioso anillo sobre una almohadilla blanca. Un anillo con una pequeña perla rosada, tan sencillo pero tan bonito que no puedo evitar abrir la boca y cubrirla con mis manos en lo que el me lo ofrece.

¿Esta sucediendo lo que creo que está sucediendo?

-Rita... porfavor... escuchame- Dice sonriendo y yo sigo cubriendome la cara y las lagrimas corren por mi rostro sin que haya dicho nada todavia- Niña ya te emocionaste.

-¿Como te atreves?- Balbuceo secando mis lagrimas con rapidez.

-Si, lo se- Dice mirandome a los ojos. En ese momento, siento como si no existiera nadie mas que el y yo- Pero... eres la mujer de mi vida. Te amo, mujer. Te amo, niña. Te amo, amiga mia. Te amo y no pienso dejar de decirlo una y otra vez. Te adoro, te amo. Y no estoy dispuesto a dejarte ir.

-Chris...

-Casate conmigo- Parece reafirmarse y yo sonrio sin poder dejar de llorar- Se lo que estas pensando. Se que piensas que seis meses no son nada, que estoy loco y que de todos modos vas a irte. Lo se lo se. Pero... casate conmigo. No me importa tener que dejarlo todo aqui en Seattle si debo irme contigo a Luisiana y empezar de nuevo... maldita sea, no me importa nada. Pero no quiero volver a la vida que llevaba y sin ti estoy perdido, nena- Aclara su garganta y pareciera que esta a punto de llorar- Cariño, amor, Rita, estoy cansado de no pertenecer a nadie. Se mia y sere tuyo. No tengo demasiado para ofrecerte cariño, no tengo un buen trabajo ni un auto bonito, nisiquiera he terminado una carrera pero de lo que soy, de lo que tengo, aqui esta todo... te amo y no quiero volver atras.

-Ya callate y ponme el maldito anillo- Sollozo como una niña y me tiro sobre el haciendo que caiga de espaldas a la arena mientras lo beso como nunca antes lo habia besado- Claro que me caso contigo, idiota- Rio y el se pone de pie y me alza levantando mi peso del suelo haciendo que de vueltas en el aire y yo carcajeo aun abrazada con fuerza de su cuello con mis brazos.

-Espera- Dice el de pronto cortando de tajo todo- ¿Y el anillo?- Mira sus manos y no lo tiene ahi, miramos el suelo y no lo encontramos y comenzamos a buscarlo desesperadamente por la arena hasta que lo haya. Se le cayo y tanto movimiento de pies en la arena lo tapo. Suspirando hondo por el susto que se llevó lo coloca en mi mano derecha y los dos carcajeamos por la racha de suerte.

Y por eso te escribo, querida tia Frank.

No voy a volver a Luisiana por hoy. No me esperes. Pero descuida, igual volare a Alexandria la proxima semana y asi quizas puedas conocerlo en persona. Creeme que los primos lo amaran.

Diras que estoy loca por comprometerme con un muchacho que conoci hace un semestre por un error de alojamiento, pero creeme, nunca he sido tan inmensamente feliz como con el.

Con Christopher Perkins.

El fastidioso Chris.