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꒰ ⌗ Septimo ! ꒱

Una de las manos de Jungkook acariciaba el rostro rojizo de su novio, que farfullaba cosas molesto con los ojitos cerrados, sintiendo como horas en labor de parto le caían encima poco a poco, obligándole a dormir, pero aquella necesidad que tenía de estar cerca de su cachorrito le impedía conciliar el sueño, siendo Jungkook quien cuidaba del pequeño.

Aquel cachorrito dormilón que soltaba débiles balbuceos y se negaba a abrir sus ojitos tenía como nombre Jeon Yeonjun, algo pequeño y bajo de peso según los médicos pero no es de mucha preocupación, el pobre Taehyung se sintió algo culpable por no comer lo suficiente o cosas que aportaran a un mejor crecimiento para su bebé.

Pero ahora que ya estaba fuera de su vientre, le tocaba a Jungkook apoyar en eso.

—Duerme ya, TaeTae... -Susurró el pelinegro dejando un corto besito en la cabecita castaña de su novio, sonriendo enternecido al verle acurrucarse contra él y el pequeño cachorro, bostezando.

Pero antes de que pudiera darse el lujo de descansar en los brazos de su novio junto a su recién nacido, por la puerta se asomó la cabellera rojiza de su mejor amigo, que como un niño pequeño dio un salto entrando a la habitación con un gran oso de peluche.

—Yeonjunie~ -Canturreó sonriendo en grande ante el bebé, que como si no fuera con él, seguía durmiendo. Jungkook lo mostró orgulloso moviéndole un poco, dejando ver a su niño- Se parece a Taehyung-Admitió tocando su mejilla, la puerta se cerró y Yoongi pasó con un ramo de flores y una cajita envuelta.

—Más le vale, le he llevado nueve meses, como para que ahora se parezca a Jungkook -Farfulló rasgándose los ojitos, escuchando a su novio remedarle- Yoonie, cariño~ -Se quejó al ver a su amigo parado en el marco de la puerta, viendo por encima de su novio al pequeño.

—Felicidades, TaeTae-Su vista se posó en el Omega, pasándole las flores, Jungkook a su lado alzó una ceja- Son de parte de Jimin -Recalcó alzando sus manos en son de paz al recibir una mirada amenazante del otro Alfa- Y esto es de ambos -Extendió la cajita blanca al castaño, Jimin camino al lado de su novio viendo a su amigo romper el papel de regalo.

—No sabía que se daban regalos -Musitó Jungkook bajito, meciendo un poco a su bebé, sin querer una sonrisa se dibujó en sus finos labios por la carita de su niño.

Pero su novio parecía bastante entusiasmado con el regalo en sus manitas, rasgando rápidamente el envoltorio se topó con una caja rectangular de color azul, algo dudoso la destapó y encontró con una foto enmarcada.

Sus ojitos se aguaron en cuestión de segundos, dirigió su mirada al azabache que trataba de ver la foto, pero los ojitos cristalizados de su novio le distrajeron.

Tanto Yoongi como Jimin habían revivido muchísimos recuerdos cuando estaban preparando todo, incluso Yoongi se dio sus minutos a solas, apenas tenían diecisiete años, cuando se tomaron aquella fotografía, los cuatro sentados en el césped con muchos libros y cuadernos esparcidos a sus costados, todos viendo a la cámara y haciendo muecas. Y en una de ellas, Jungkook miraba a Taehyung como un bobo enamorado mientras que el Omega reía sin ser consciente de ello, justo a su lado Jimin apoyaba su espalda en el pecho de Yoongi, con sus manos entrelazadas y hablando tranquilamente, justo esa era la que ahora estaba entre las pequeñas manitas de Taehyung.

—Eras un feto -Se burló Jungkook a su lado, ganándose un suave empujón. De todos, el castaño era el que más había cambiado, sus grandes gafas fueron reemplazadas por lentillas y a pesar de no crecer mucho, sus facciones se habían potenciado bastante.

Pero lo que el castaño se quedó apreciando por varios segundos, fue a Jungkook viéndolo. Un color rojizo se apoderó de sus mejillas y vio a la pareja frente a él.

—Muchas gracias... -Murmuró retirando las lágrimas de sus rellenas mejillas, Jimin se inclinó para abrazarle y el azabache se quedó de pie a su lado.

Con Taehyung en casa cuidando de su retoño, Jimin había exigido un poco más a Seokjin en cuanto el trabajo pesado, ya que el castaño en los anteriores meses únicamente se había encargado de la cocina y de la barra, dejando al menor con las mesas y la limpieza en general.

Así que cuando el castaño llegó esa mañana, comenzó a explicarle cómo se debía mover dentro de la cafetería para no perder el hilo del trabajo y dejar mesas sin atender.

El mayor aprendió y ejerció lo que su jefe le dijo, haciéndolo todo perfecto las primeras horas, cuando en la cafetería habían unas quince personas y unas siete mesas que atender, la barra estaba llena así que Jimin también estaba liado.

Las cosas llegaron a apretarse cuando más gente comenzó a acudir, algunas personas esperaban de pie y muchas otras perdieron la fe en ser atendidos.

El problema estaba en la cocina, Jimin intentaba sacar postres y atender la barra al mismo tiempo, cosa imposible, lo peor era el bullicio que se montó, incluso la música de fondo era  inaudible. Seokjin no lograba grabar tantos pedidos, perdió el boli y su letra era un jeroglífico egipcio, así que tiró de su memoria a corto plazo.

—La mesa dos, tres cafés y... -Rebuscó entre sus recuerdos para recordar lo demás, Jimin le escuchaba apurado, preparando ya los cafés y el castaño ni siquiera estaba seguro de si era esa mesa o de si eran esos cafés.

—¿Y? -Inquirió afligido, tomando tres platos pequeños.

—Eran día cafés dobles -Aclaró y Jimin cesó sus movimientos.

—¿Dos cafés dobles? -El castaño asintió y el menor suspiró buscando entre su poca paciencia un poquito más.

Apagó la cafetera, tirando lo que había hecho, colocando el café y todo rápidamente.

—¿Algo más? -Cuestionó al más alto.

—Perdona, ¿me podrías poner una ración de tarta de zanahoria? -El Omega asintió, dirigiéndose ahora a la cocina, supuso que Seokjin se volvió a marchar pues había visto de reojo a alguien llamarle.

Pero como si el día de verdad estuviera en su contra, no había ni una sola ración de tarta de zanahoria, sus ojos fusilaron el listado a un lado de la nevera, topándose con un enorme "REPONER T. ZANAHORIA"

Y fue cuando su cabeza comenzó a doler.

Volvió a la barra con una carita de cachorro regañado confiado en convencer al cliente de pedir otra cosa, pero el chico se negó, diciendo que era su favorita, sus opciones se acabaron y el Alfa le gruñó.

Era justo eso lo que su lobo temía, incluso Seokjin que preparaba un zumo de naranja se sintió intimidado, se giró solo un poco, visualizando a aquel Alfa.

—No tenemos tarta de zanahoria, mi compañero te ha ofrecido otras cosas-

—No gracias -Interrumpió endureciendo su mirada- Es solo que su estúpido lobo me saca de quicio -Aclaró apuntando a Jimin con un movimiento de cabeza. El mayor sin entender echó a Jimin hacia atrás, alejándolo.

—Si no gustas nada, puede retirarse-

—Me iré cuando yo quiera -Afirmó, gruñendo nuevamente.

Seokjin estaba intentando buscar una alternativa para sacar al Alfa, tal vez llamar a la policía, pero no esperó que Jimin se desmayara a su lado.

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱

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