—Jeon te estoy hablando en serio —dijo, Tae, mientras observaba al menor que se encontraba a un lado de él.

Ambos jóvenes se hallaban dentro de la estación del metro. Habían bajado del transporte ferroviario hacía unos minutos, sin embargo; continuaban en aquel lugar debido a que la conversación que estaban llevando a cabo parecía más importante que sus ganas de regresar a su pequeño hogar.

—Y yo también hablo en serio Tae, no me quiero bañar —se quejó el pelirrojo. Y es que, para ser sinceros, Jungkook odiaba bañarse; creía que eso era algo innecesario en su vida cotidiana y por esa misma razón optaba por saltarse esa actividad, era mucho más feliz de esa manera, para él, bañarse debería de estar catalogado como algo ilícito.

El mayor, por otra parte, suelta un largo suspiro antes de mirar nuevamente a su acompañante—. Jungkook, tienes 23 años, no estás en edad para que andes con éstas cosas.

—Mmmm, ¿Me estás diciendo viejo infantil? —pregunta, el pelirrojo, haciendo un adorable puchero.

—Y también cochino —agrega, el de tez morena.

—Hey, yo no soy un cochino, solo ahorro energéticos —se defendió.

—Ya no dejaré que veas mucho el chavo del 8 —comenta, el de tez morena, mientras una pequeña carcajada brota de sus labios, en definitiva las ocurrencias del menor cada día le sorprendía más— Mejor vámonos a casa —finalizó aquella frase estirando su mano hacia el otro, quien sin pensarlo tomó la extremidad y entrelazarla con la suya.

Una vez que la pareja se encontraba dentro de su hogar JungKook fue rápidamente a la habitación, cosa que al mayor le sorprendió un poco, por lo general el pelirrojo suele ayudarlo a guardar las compras una vez que llegan a casa; y el simple hecho de verlo ejecutar una acción totalmente distinta a la acostumbrada le pareció algo extraño, él no era así y lo sabía, conocía muy bien a su pareja, por lo que dejó las compras en el mesón de la cocina para después ir tras el menor.

—Amor, ¿Qué pasa? —Preguntó, entrando a la habitación que ambos compartían, encontrándose a JungKook sentado al borde de la cama.

—¿Por qué preguntas? —dice, mirando al peligris acercarse a él

—Bueno es que no tiendes mucho a venir directamente hacia la habitación cuando llegamos de la calle, ¿Pasa algo? —interroga, un poco preocupado por el comportamiento del otro.

—Bueno, la verdad es que sí pasa algo —confiesa, observando a su pareja confundido—. Es que, obligarme a tomar una ducha.

—Oh, se me había olvidado pero gracias por recordármelo ovejita, vamos, debes bañarte —habló, mientras se da media vuelta para dirigirse a la salida del cuarto.

—Eres un idiota, Jeon —susurra para si mismo en tono de regaño,  Taehyung había olvidado por completo que debía tomar una ducha y él se lo había recordado— N-no es necesario tigrecito, me siento muy bien así, mugrosito -—comentó, con vocesita tierna, esperando lograr que Tae cambiara de opinión y no lo obligara a bañarse.

—Pues mal por ti, no importa que te sientas bien así, debes bañarte ahora mismo, desde hace dos días no tomas una ducha, ya es hora —dijo, usando un tono de voz que era de regaño.

—¿Desde hace dos días? —pregunta Jeon, y ver a su pareja asentir— Eso es muy poco tiempo, sé que puedo aguantar más —aseguró.

—No seas puerco cielo, además mañana viene de visita tu mamá, con más razón debes bañarte — le recordó el peligris.

—Nooo amor, no me quiero bañar, no me quiero bañar, así cochino me voy a quedar —cantó aquello al pie de la letra como en la canción.

—No seas puerco, Jeon Jungkook, debes bañarte —Volvió a decir Tae, mientras de a poco se acerca al menor sin despegar su mirada de él.

—¡No! —gritó, haciendo que el peligris detuviera su andar—. Espera... ammmm, t-te prometo que mañana, antes de que venga mi mamá, voy a tomar una ducha.

—¿Lo prometes? —pregunta, y su pareja solo asiente— Bien, eso espero —termina de decir y sale de una vez por todas de la habitación, dejando al pelirrojo aliviado, había logrado librarse de esa horrible ducha por hoy, ahora solo debía hallar la manera para salirse con la suya el día de mañana.

La mañana había llegado más rápido de lo esperado en todo Seúl. Nayeon, la madre de JungKook, se encontraba dentro de la casa de la pareja, hacia unos minutos había hecho acto de presencia y eso ponía muy felices a los jóvenes, sobretodo al más pequeño de los dos, tenía mucho rato sin ver a su mamá por cuestiones de trabajo, y que por fin encontrase un tiempo para compartir lo tenía emocionado.

—Y cuéntame precioso, ¿Cómo han estado? ¿Cómo están en su relación? ¿Todo bien? —pregunta Nayeon, preocupada, mientras se sienta en uno de los dos sofás individuales que se encontraban en la sala.

—Realmente sí suegra, todo está muy bien —respondió, Tae, con honestidad.

—Me alegra oír eso —sonrió, aliviada al ver que todo iba de maravilla en la relación. Su mirada fue hacia JungKook—. ¿y cómo vas en el trabajo, hijo?

—Bien madre, estamos haciendo nuevos proyectos —contestó con simpleza, a pesar de que le iba bien no quería hablar de su trabajo, así que optó por desviar la conversación y por fortuna funcionó.

La charla entre los tres adultos se centró más que todo en los nuevos planes que la pareja tenía a corto y largo plazo, uno de esos planes era referente a tener un hijo, ambos adultos habían tocado ese tema muchas veces, les hacia ilusión tener un integrante nuevo dentro de la familia, pero para eso debían informarse y prepararse bien, puesto que un hijo no era algo tan sencillo como algunos hacían ver.

Luego de un rato, JungKook y Tae fueron juntos a la cocina por bebidas y algunos bocadillos, justo cuando iban de regreso a la sala el peligris tocó el tema que su compañero menos deseaba escuchar. 

—Bueno, me parece que alguien dijo ayer, que antes de que viniera su madre iba a tomar una ducha —comenta, como si intentará recordar quien había dicho eso, aunque era algo más que obvio.

—Ay, ¿pero quién será ese alguien? —dice con un tono bien fingido de inocencia. Él haría todo lo posible por evadir ese baño, además; le parecía muy divertido seguirle la corriente a Tae.

—¿Con qué así estamos? Bien, vamos a jugar entonces —finaliza, pensando en algunas  palabra para continuar el juego.

—Tome suegra, espero le guste —habló Tae, entregándole la bebida a la mujer y luego se dispuso a tomar asiento al lado de JungKook— Amm, suegra, ¿Me aclara algo sobre su hijo, por favor? —pide de manera amable.

—Claro cariño, dime —la señora  lo observa atenta esperando la pregunta.

—Bueno, resulta y acontece que su hijo no se baña —pronuncia aquello, fingiendo estar sorprendido ante aquel descubrimiento. Mientras que el menor parecía estar en una especie de shock por las palabras que su novio acababa de soltar.

—¿Qué acaba de decir? —pensó el menor, y de inmediato se asustó por lo que pudiera decir su madre.

—A-ammm... ¿okey? —Aquella pregunta la había tomado por sorpresa, podía esperar cualquier cosa menos eso, su hijo aún tenía esa mala costumbre y eso bastó para ponerla nerviosa, pues creyó que se le había quitado cuando no fue así.

—Sí, okey, bueno lo que necesito que me aclaré es que, ¿él siempre fue así de marrano? —Tae mira a su pareja y después dirige la mirada hacia Nayeon— ¿Ó solo es así desde que empezó, bueno, la adultez? —Interroga. Necesitaba respuestas sobre eso y estaba seguro que su suegra se las daría.

—Y-yo... —balbucea, sin estar muy segura de contarle la verdad a su yerno, o quedarse callada y hacerse la desentendida.

—No, no se ponga nerviosa suegra, estamos en confianza, dígame —pidió, Tae, mientras mira desafiante al pelirrojo quien por fin parecía haber salido de su trance y dispuesto a hablar.

—No, no tienes porque responder mamá, además TaeHyung solo está jugando... —comenta, sin embargo su mirada se encuentra fulminando al de tez canela quien está muy entretenido con la situación.

—¿Jugando? —pregunta, sin poder evitar que una pequeña risa escape de sus labios— Claro que no bebé, eres un marrano y tu madre debe saberlo, además solo hice una pregunta.

—Bueno, viendo y sabiendo que ahora sabes sobre el lado oscuro de mi hijo, responderé a tu inquietud —A Nayeon no le queda de otra que decir la verdad, pues ya no tenía caso seguir guardando ese secreto,  respira profundamente para lo que va decir— Jungkook siempre ha sido de esa manera. Ese desde que era un niño nunca hubo toda una semana seguida en la cual se bañara, dura hasta 3 o 4 días seguidos sin que su cuerpo toque el agua, la verdad no sé cómo puedes estar así con él —expresó sorprendida, ella amaba a su hijo, pero nunca estuvo de acuerdo con eso de no bañarse.

Cuando JungKook aún seguía viviendo con sus padres, su madre y él tenían una constante lucha por hacer que tomara un baño, cosa que dejó de lograr cuando su hijo llegó a la adolescencia. TaeHyung debía de amarlo mucho para aguantarse algo así, estaba segura de que si ese caso le hubiera tocado a ella como su esposo, su relación no habría llegado muy lejos.

—Que cosas ¿no? —rió el pelirrojo al ver a su hyung,  puesto que ahora era él quien había entrado en shock al escuchar lo que Nayeon comentó sobre su hijo.

—¿Se puede saber por qué le dijiste eso a mi mami? —Pregunta JungKook con enojo fingido. Hacia horas que la madre del joven se había marchado de aquel hogar, dejando a la pareja solos nuevamente.

—Bueno pues para que se enterara de que su hijo no cambió en nada cuando creció, bueno, si es que se puede decir que has crecido.

—Hey, ¿qué quieres decir con eso? —Interroga, mientras hace un puchero con carita molesta.

—Nada, solo ve a bañarte por favor  —pidió Tae.

El susodicho ve a su pareja alejarse, aún conservando su expresión de molestia y por un instante el peligris cree que le ha obedecido, sin embargo; lo ve regresar ésta vez con su celular en la mano, el mayor lo observa confundido al no saber que es lo que está haciendo el otro con dicho aparato hasta que éste empieza a reproducir un audio

"No me quiero bañar, no me quiero bañar, así cochino me voy a quedar, no me gusta el shampoo, no me gusta el jabón, asi cochino me siento mejor" —el audio finaliza, y Kook mira a Tae con una sonrisa.

—oh, o sea que te sientes bien estando así, y no te gusta ni el jabón y menos el shampoo —comprende.

—Sipi, exactamente —responde el pelirrojo, emocionado al pensar que había hecho entrar en razón al mayor.

—Ah mira, que bien, que chevere —comenta de manera sarcástica.

—¿verdad que síí? —pregunta de forma tierna.

—Aja, pero bueno, llega el caso en el cual esto para nada me convenció, así que vamos al baño, si es necesario yo mismo te voy a quitar lo marrano que tienes —lo regaña, y por un momento el más joven siente que es su madre quién le está hablando por el tono que utilizó.

TaeHyung tenía voz de mamá regañona.

—¡No! por favor, ¿al menos puedo dar mis últimas palabras? —pidió con tono dramático.

—Estas en tu derecho, humano —le siguió el juego, aguantando la risa ante lo gracioso que estaba siendo su ovejita de dramático.

—No me quiero bañar, no me quiero bañar, asi cochino me voy a quedar, no me gusta el shampoo, no me gusta el jabón, asi cochino me siento mejor —empieza a cantar a la vez que hace una especie de bailecito raro pero a la vez divertido para su hyung, sin embargo éste no se deja convencer, JungKook se bañaría sí o sí.

—Bien, has desperdiciado tu oportunidad, vamos a bañarte —habló tomando al menor por uno de sus brazos, y obligándolo a caminar con él.

—¡No, NOOOOOOOOOOO! —gritó, mientras era arrastrado al baño.

—Canelitaaaaa, ¿vas a seguir enojadito? —pregunta con un puchero

—Sí, porque no dejaste que te bañara ayer —lo miró con cara seria— Y sí, damas y caballeros, se me volvió escapar el puerquito —dijo en su mente.

—No, es que... agh, no sé pero creo que mi caso es de nacimiento —comentó, intentando hallar alguna explicación.

Tae hizo su máximo esfuerzo para no reír ante lo dicho por el pelirrojo ¿qué tenía eso que ver? Aunque no iba a negar que esa respuesta le había parecido algo tierna de su parte.

—No quieras poner excusas para tus cochinadas JungKook, eres un puerquito y listo —le dice con diversión — Además, puedes morir por no bañarte —Habla con seriedad para darle miedo.  Aunque es verdad.

—¿Q-qué? —exclama con su carita soprendida ante la nueva información.

—Sí, como escuchaste, que, ¿ya quieres dejarme? ¿y nuestros planes donde quedan? —finge hacer un pequeño drama, con el fin de asustar, más de lo que ya estaba, al joven.

Pero todo rastro de broma se esfumó al momento que observa como los ojitos de su ovejita se cristalizaban, significaba que iba a llorar, TaeHyung deja a un lado su papel de actor y se acercó a él.

—No ovejita, ¿Qué pasa? ¿por que lloras? —interroga preocupado.

—Es que... ¡NO ME QUIERO MORIR, QUIERO QUE SEAS EL PAPÁ DE MIS HIJOS Y AÚN NO NOS CASAMOS! —sollozó.

El mayor no sabe sí reír o consolarlo, realmente se había tomado muy en serio las cosas que su pareja le había dicho.

—Awww ovejita bebé, ven aquí —-habló, mientras le otorgaba un  gran abrazo de oso, de esos que tanto le gustaban al otro— Ya ya, no llores bebé, solo fue un  pequeña bromita —intenta calmarlo.

—¿Qué?... entonces no moriré ¿verdad? —alzó su rostro para mirar a Tae— ¿Entonces no me voy a morir? ¿No? —preguntó con miedo.

El peligris rie mientras quita con su pulgar las lágrimas que estaban en las mejillitas de su ovejita— Claro que no amor, solo era una broma, pero creo que si deberías ducharte.

—Jajajaja, no gracias —Se separa del abrazo y enseguida se corriendo a otra parte de la casa, muy feliz al saber que no se morirá por no tomar un baño.

—Este niño me va a sacar canas verdes —comenta el mayor, como si fuera todo un padre quejándose de no poder controlar a su hijo.

Horas más tarde el peligris se hallaba dentro del baño tomando una ducha, se le había pasado por la mente una maravillosa idea para que el menor de una vez por todas tomara un baño, y esperaba que le funcionara.

—¡JUNGKOOK! ¡VEN UN MOMENTO! —gritó. Esperó unos segundos hasta que oyó la puerta del baño ser abierta, y unos pasos acercándose.

—¿Qué pasa? —hace a un lado la cortina y apenas deja ver su cabeza, su idea de mantenerse lo más lejos posible del agua seguía  en pie, el hecho de estar en el baño no sería la excepción.

—¿Por qué te escondes? El agua no es estiércol ni otra cosa fea o infectante, bueno en fin, necesito que entres aquí por favor —dijo, mientras apuntaba a la ducha.

—¿¡Qué!? —exclama, y sus ojos se abren mucho más ante lo dicho por su pareja— ¿P-para qué? —dice con penita por lo que había dicho su canelita, no esperaba esa petición de su parte.

—B-bueno ammm... es que, n-necesito que me esparzas jabón en la espalda... —pidió con nerviosismo.

—Ohh, bueno —empieza a despojarse de sus prendas hasta quedarse en ropa interior. Entra de manera lenta a la ducha, y procura dejar su cuerpo bien alejado del agua para que no le caiga ni una gota a su cuerpo.

El mayor le llama y aunque al principio el otro duda en acercarse, al final accede, el de tez canela sonrió al ver como su ovejita se acerca a él; allí es donde aprovecha la cercanía que existe entre ambos cuerpos para tomar a JungKook por uno de sus brazos y lo colocarlo bajo la lluvia artificial.

—¡TE BAÑAS O NO SALES DE AHI! —el peligris sonríe al lograr su cometido. Toma una de las toallas, se seca rápidamente para luego salir del baño y dejar al menor encerrado.

—¡KIM TAEHYUNG! —Se acerca a la puerta de madera del baño y golpea fuertemente—. Déjame saliiiiir !EL AGUA ME ESTA QUEMANDO¡

—No, ya bañate ovejita.

—No Canelita ¡No me quiero bañar! —hizo un puchero, mientras se cruzaba de brazos.

—Demasiado tarde bebé, dile bienvenida a la limpieza —dice con un tono divertido, y se aleja de ahí escuchando los quejidos del menor, mientras se devolvía a la ducha.

Y es que después de varios días de constante lucha, TaeHyung había logrado que su ovejita tomara un baño, y se sentía más que orgulloso por ello.

FIN

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱