01 | Superpoderes
Italia | 2018
Omniscient's POV
[ Si tienes 17 años y vives en el barrio más bello de Roma, eres afortunado. Estamos inmersos en una pecera bellísima pero añoramos el mar, por eso para sobrevivir: Necesitamos una vida secreta ]
Delfi
—Oye, tienes que despertarte vamos—se levanta de las sabanas que hace segundos la atrapaban cómodamente y sin pensarlo coloca cualquier ropa interior, no hay tiempo para combinar—¡Matteo!
—Vale, vale—adormilado este se levanta buscando sus bóxers debajo de la cama y tan solo un calcetín. Mientras tanto asoma su cabeza por la puerta deseando que a su madre no se le ocurra aparecer
—Apresúrate—inquieta muerde su labio inferior entonces el da un pequeño beso de despedida—Nos vemos más tarde—asiente saliendo por el pasillo a toda velocidad, cierra la puerta y ahora es tiempo de cepillarse los dientes
{...}
—Cariño, buen día—saluda con su típica sonrisa en el rostro ella no responde y solo se dedica a terminar un vaso de agua—¿quieres un par de tostadas?
—No gracias ya es tarde—acomoda la sudadera escolar así como el aza de la mochila sobre su espalda
—Delfi no deberías omitir el desayuno—pone ojos en blanco ¿siempre debe haber un sermón?—¿irás al instituto con esas fachas?
—Primero entrenaré atletismo
—Hablando de ello ¿sabias que el esposo de tu entrenadora, el embajador, tiene un hijo de tu edad? Parece que no lo crió y--
—Chao, mamá—un beso en su mejilla y decide escapar lo antes posible, no soporta las mañanas familiares
Institute Collodi
—¿Que pasó anoche? Te llame más de 10 veces—estaba acostándose con tu hermano
—Mamá me obligó a ver un episodio de su serie francesa, fue un dolor de cabeza terminé tan cansada y aburrida que me fui a la cama—hace una mueca de insuficiencia a lo que Nina sonríe con diversión
—La próxima invítame—guiño
"Animamos a los estudiantes a seguir sus pasiones, aunque empezar a mitad de año no será fácil puede que al principio te sientas perdido. El nivel es alto mucho más alto que la escuela de la que vienes, es un instituto de primer nivel pero si te mantienes enfocado y estudias te adaptaras bien"
Aquellas palabras resuenan en la cabeza del castaño una y otra vez hasta llegar al aula, entonces toma el asiento que le da la gana.
—Disculpa, ese es mi banco
—Pues ya no más—negándose a cambiar de sitio sus palabras atraen la atención de la cabellos chocolates, entreabriendo la boca se sienta sin dejar de observarlo
—¡Gaston Younes!
—¡Presente!
—Tú escritorio está adelante, los asientos están asignados—maldice en su cabeza y sin más remedio avanza no sin antes chocar su hombro con el del estudiante tímido—antes de comenzar los interesados en el intercambio a Nueva York entreguen el permiso firmado por sus padres
—¡Disculpe!—pide la palabra—¿puedo ir al baño? Me siento mal—suspira con pesadez asintiendo—gracias
***
Desesperada por copiar la firma de sus padres se coloca sobre la pared, sus manos no dejan de temblar y su respiración no es la más adecuada para estos momentos.
Un sollozo rutinario resuena en el último baño de las paredes rectangulares, la chica se relame los labios y con las uñas al natural empuja aquella puerta amarilla sin seguro encontrándose a una rubia que al levantar la cabeza con lágrimas suelta una carcajada.
—¿Pero que diablos quieres?
—Nada. Pensé que te sentías mal y-yo solo quería ayudarte—la chica vuelve a reír y sale del cubículo empujándole por el pecho
—Tengo un examen de matemática y no se un carajo. Así que estaba practicando—se refleja en el espejo para comenzar a retocar su sutil maquillaje, aunque digamos que no lo necesita—¿que es eso?
—El permiso para Nueva York, no hay manera que mis padres me dejen así que voy a firmar por ellos—responde delfi con media sonrisa
—¿Necesitas ayuda?
—No, gracias. Es la única copia y no puedo arruin...—sin vacilar la rubia arrebata el par de hojas y con la misma seguridad copia las firmas a la perfección—¿como se ven?—delfi sonríe más grande que nunca dándole al espejo el placer de mirar aquella felicidad—Wow
—Si, ahora lárgate—la empuja—debo seguir practicando
Cada rincón del pasillo guarda secretos de cada uno de los estudiantes y solo puedes verlos si eres enserio un observador. Por ejemplo Matteo que babea al solo ver las piernas de Delfina avanzar por el pasillo y Ámbar que sostiene Instagram listo para tomar una fotografía con su novio. Delfi suspira esquivando su mirada hasta llegar con sus mejores amigos antes de regresar a su aula.
—Hey ¿entregaste los formularios?
—Voy de regreso a hacerlo, dije que me sentía mal
—De cualquier manera le dije a mi padre que no aceptara sus solicitudes, tendrán que quedarse en Roma—Nina empuja a Pedro con fastidio, hijo del director—¡Auch! Es que no pensaron en mi ¿que haré cuando se vayan el próximo año?
—Lo siento amigo—toca su hombro—prefiero desayunar en el Central Park—las risas del grupo popular inundan sus oídos, la castaña acomoda sus cabellos lacios en una coleta alta y pregunta—¿Irán a la fiesta de Nicolás? Todos están invitados
—¡Ahí viene!—ámbar interrumpe levantando la voz—¿que estabas haciendo en el baño? ¿Otra película porno?—la rubia hace una seña de mal gusto sin flaquear por sus comentarios—¡Envíanosla cuando termines!
—¿Creen que Yamila irá?
—No lo veo probable, después de lo que hizo—a pesar de esas voces delfi sonríe admirando como se le ha resbalado tan fácilmente lo que ámbar gritó y es que si los populares te odian, todo Collodi te odia
—Regresaré a mi clase, nos vemos chicos
{...}
—Hola—la mira—quería agradecerte por las firmas, eran idénticas—asiente acomodando su saco escolar guiándose hacia el parking del Collodi—oye, ¿vendrás a la fiesta de Nicolás?
—¡Antes muerta!—imaginando lo que podría ocurrir responde envuelta en risas—voy a ir a un Club que es genial ¡pero oye! ¿Quieres dar una vuelta?—señala el automóvil
—¿Para ir a donde?
—¿Porque siempre tenemos que ir a alguna parte?—delfi ríe—Mamá no puedo ir al negocio, debo estudiar en casa de Delfi—envía la nota de voz y sujeta su mano obligándola a entrar en el deportivo—Mi padre me lo ha prestado con tal de molestar a mamá
—¿Sabes conducir?—niega
{...}
—¡Baja la velocidad!—ríe a carcajadas—¡Yamila vas a matarnos, detente!
—¡Tranquila!—coloca el freno por unos segundos desacelerando—Deberían relajarse un poco
—¿quienes?—enarca una ceja—Yo soy yo
—Eso quisieras—no le da ni un voto de confianza pues tras años de observarlos puede que tenga una gran perspectiva de sus compañeros—eres igual que ellos
—Vete a la mierda, no me conoces—se defiende—pero ya que he aceptado a subirme al auto de la muerte ¿aceptas venir conmigo a la fiesta?—su sonrisa se desvanece en cuestión de segundos pues aunque parezca segura a veces no lo es tanto
Residencia Altieri
10:45 pm
Sobre su cama en ropa interior delfi mira cada una de las fotos publicadas de Yamila Storti sin entender como es que no la conoció antes pues una vocecita en su interior le dice que podrían divertirse mucho. Duda unos cinco segundos pero termina por dar follow a su perfil.
Se viste y baja.
—Que linda te queda esa falda—su madre halaga dejando de lado las compras de hoy—¿vas a la fiesta de Nico?
—Ayer vi a papá con otra mujer—su madre suspira—¿¡Porque mierda debe traerlas aquí!?
—¿La metió a la casa?
—No. se despidieron en la entrada
—Ah, está bien—despreocupada sonríe aunque está claro que por dentro solo quiere llorar a solas y lamentarse por un matrimonio fallido
—¿¡Como que está bien, no te da fastidio!? ¿Qué haces tú cuando él sale? Deberías conseguirte un novio mamá, no puedes darle el gusto de--
—¡Cierra la boca Delfina!—la joven se calla ante la voz de su madre, ella no es así—Tú padre y yo hicimos un trato. Estamos separados en casa para que no tengas que pasar por el infierno de un juicio por la custodia y tus planes se arruinen, lo hicimos por ti así que métete en tus asuntos y déjanos en paz.
Roma, Italia
Del otro lado de Roma Gaston detiene su motocicleta frente a una joven de cabello negro como la misma noche en estos instantes.
—¿Como estas?
—Sobreviviendo—responde dando un vistazo sobre su hombro hacia su viejo grupo de amigos pues después de que su madre haya partido su padre legítimo tuvo la responsabilidad de llevarlo a la mansión, nunca es fácil pasar de ser un chico de calle a un millonario
—Oye...¿puedo darte un beso?—el varón ríe y está se limpia el labial rojizo—sin marcas, para que no te enojes
—Debo regresar, nos vemos otro día—evitándola por completo sigue el rumbo en su motocicleta, la verdad era que apenas salió de casa
Residencia Navarro
Gaston observa el interior sonriente a varios jóvenes ebrios que se divierten gracias a la música y una que otra sustancia que viaja en su sistema nervioso, tal parece que es un buen lugar para vender pero antes que nada el también debe relajarse; por lo que encuentra un pasillo solitario y recargando la espalda de la pared enciende el cigarrillo de marihuana, para después inhalarlo ahora es cuando la música se ensordece un poco.
Un chico con rulos perdidos avanza hacia su encuentro, acomodando una camisa de tono azul cobalto. No hace falta decir una palabra pues el de la sudadera roja acerca su porro siendo este aceptado por Matteo con gusto
—¿A cuanto vendes esa mierda?—un rubio retira la gorra que ocultaba su cabellera sonriente ante la visión de su mejor amigo acompañado de este don nadie, según el.
—Prueba. La casa invita
—Hay un problema, está casa es mía...el Collodi también es mío ¿si comprendes?—insinuando el territorio de ventas aumenta su sonrisa lo que para gaston solo es una prueba de debilidad
—Me gusta la competencia ¿a cuanto la vendes?
—20 euros
—El doble que la mía, parece que si soy tu competencia—levantando la barbilla se separa de la pared y da un pequeño empujón al rubio
—¿De donde sacas tu hierba, del parque?—sonríe—lárgate antes de que te rompa la puta cara
—Déjame darte un consejo: 20 euros es demasiado aún para niños ricos—empuja—no vuelvas a competir conmigo porque saldrás perdiendo—responde con otro empujón entonces Matteo interviene separándolos—Vale vale, me largo. Lastima que a tu amigo le haya gustado
—¿Pero que...?—el nombrado mueve los hombros restándole importancia, nadie se niega a hierba gratis
***
—Juguemos—toma dos copitas de cristal y las acomoda al costado de un gajo de limon recién cortado—Sesión de shots—rellena una copa con la botella ya elegida—Bébelo de un sorbo, tu cabeza girará pero no vomitarás
—¿Que sentido tiene?
—¡Hazlo!—anima siendo ella la primera en tomarse el shot, da saltitos con sus botas de piel y ahora Delfina la imita pero tosiendo con fuerza para recuperar el aliento pues el tequila ha quemado su garganta
—¡Estas loca!—ambas rien—pero dame otro
—¿Porque quieres irte a Estados Unidos? ¿No te gusta Italia?—muerde su labio—Mi hermana estudia en Manchester dice que es igual que acá
—¿Como igual?
—Mm...casas, árboles, autos—delfi empuja a Yam por los hombros logrando que el tequila se derrame, ambas se divierten y toman directamente de la botella
***
El de ropas oscuras eleva su pulso cardiaco por instinto ya que después de desafiar al dueño de la residencia debió imaginarse que algo sucedería y ahora su motocicleta no está por ninguna parte. Un grito de enojo vuela por la calle solitaria y una vez enrabiado patea, golpea, destruye el automóvil rojo del anfitrión, no se detiene pues rompe cristales sin cesar. Yamila sale corriendo por el recién acontecimiento apenas notándolo, delfi corre detrás de ella pero al percatarse de su furia decide intervenir
—¡Oye, para!
—¡No te metas, lárgate!
—¡Detente joder!—patea cinco veces más ella grita pero la ignora—¡Que te detengas coño!—sujeta su brazo entonces voltea y respira—Porfavor...
Traga saliva resbalándose por el automóvil hasta caer sentado en el suelo.
—¿Que sucedió?—moviendo la pierna con nerviosismo pregunta
—Robaron mi motocicleta, era de mi madre—esconde la cabeza entre sus manos la chica no sabe que hacer, nunca ha estado en un robo ¿como se supone que lo ayude?
—No te preocupes si la tienes asegurada podrían reemplazarla, ella no se molestará
—Eso seguro—frunce el entrecejo—está muerta—levanta la mirada hacia la joven parada frente a él con esa falda tan bonita.
Delfi se sienta en cuclillas ladea cabeza varías veces durante un minuto exacto, el silencio ha reinado y solo le queda hacerlo reír.
—Que lindo corte de cabello tienes
Podrías ganarlo todo.
Sabes que estamos atrapados en un viejo comercial
Donde frente al espejo
el joven traga en seco al verla cantar y bailar sin miedo alguno
—Y te vieron bailando
Bailaste sin parar
Tun, Tun, Tun, Tun—suelta una carcajada animando al castaño a imitarla quien no evita la diversión—¿Y? ¿Como estuvo?
—Horrible—ella pone ojos en blanco pero apenas la recorre de pies a cabeza con la mirada rasca su hombro incomoda. El viento sopla dándole escalofríos a sus brazos gracias a la camiseta rosa de manga corta que no logra calentarla lo suficiente.
Younes se despoja de su sudadera sin dudarlo y sin dejar de mirarla con una pequeña sonrisa, claro sin mostrar los dientes. Lentamente la coloca sobre sus hombros, la de cabello chocolate da un viaje a sus labios con la mirada pues este sonríe
—Gracias...—su miradas conectadas hacen que el corazón bombee sangre como loco, unos dirían que es amor a primera vista pero otros solo echarían la culpa al terrible clima de Roma que crea escalofríos en su columna vertebral—debo irme, adiós
—Claro, puedes quedarte con mi sudadera—gaston habla para si mismo acomodando su cabellera despeinada y solo la observa correr por toda la avenida solitaria
MARGE
Roma 901
Delfina atraviesa los arbustos hasta llegar a la gigantesca entrada de un club que nunca se había dado el lujo de admirar, es gigantesco parece un maldito castillo moderno y la emoción le gana obligando a sus piernas a correr hasta abrazar a lo que considera ¿una amiga?
—¡Yam!—limpia una última lagrima—¿te encuentras mejor?—no necesariamente después de un SexTape filtrado en mitad de la fiesta
—Si, vamos dentro conozco al dueño y nos darán cócteles gratis—insegura observa a la fila de hombres maduros, algunos con pareja y otros observando sus piernas descubiertas
—No nos dejarán entrar, mira como estoy vestida todos están elegantes y...no me parece una buena idea—Yam bufa cruzándose de manos—tengo que irme
—Bien como quieras, lárgate—sin darle tiempo de responder traspasa toda la fila llegando con el hombre de seguridad que la detiene por lo que ella comienza a saltar. Se maldice pero la sigue
—¡Sandro! Déjalas pasar—retira la cinta y ambas jovencitas suben tres escalones a su encuentro
—Mira delfi el es hombre de los cócteles
—¡Saverio!—repite su nombre con gracia a lo que la rubia asiente, pues siempre lo olvida—¿Entramos?
Ambas avanzan a su detrás pasando por la primera fase un estilo restaurante que parejas disfrutan con cócteles y postres de primer nivel. Segunda fase: una especie de habitación gigante con luces provenientes de quien sabe donde que inundan su visión de color azul rey, la de ojos oscuros levanta los brazos percatándose del cambio de color observa a la rubia y apresura su paso.
Tercera fase: una habitación secreta que Saverio abre sin vacilar
—¿Listas?—la de ojos avellana sonríe grande tomando la mano de delfi para dar confianza, ella asiente—Diviértanse
El maravilloso club escondido detrás de la pared eleva el nerviosismo de la privilegiada ya que nunca ha estado en un lugar con tantas personas adultas que parecen saber lo que ingieren. De hecho nunca ha estado si quiera en un bar; Yam se da cuenta de ello y no permite que tire para abajo por lo que comienza a saltar haciendo un espacio en la pista.
Varones de 25 para arriba se relamen los labios con un poco de extracción ante las nuevas chicas ahí dentro y su hambre aumenta cuando delfi se despoja de la sudadera del chico nuevo y la ata a su cintura.
—Todo está listo para las entregas—un varón de rulos toma asiento a lado de Saverio, sonriente acompañado de unas gafas marca Versace con los lentes en color rojo
—¿Acaso las usas?
—¿Que?
—Tus dos neuronas—grita a su oído por efecto de la música. Señala sus gafas por lo que el de piel blanca suelta una carcajada ya que el lugar es tan oscuro que no es necesario su uso—No te las quites—vuelve a colocárselas—Míralas—Señala a las dos amigas gritar de emoción entre la multitud—estas dos nos harán ganar mucho dinero, llévales un par de tragos
—¿Dos jugos de fruta?—se burla pero Saverio tan solo enarca una ceja—Vale
Toma dos cócteles fuertes y se dirige entre gritos, sonrisas y humo.
—Hola...—con una sonrisa invade su espacio de diversión, observando primero a la pelinegra que baja la mirada ante el cuerpo del azabache—¿quieres?
—Emm..cl-claro—acepta la primera copa ahora se dirige a la rubia
—¿Tú...?—ante los cabellos revueltos de la otra pregunta pasivo, esta sube su mirada hacia el varón detrás de esas gafas.
—¿Como te llamas?—eleva la voz sin preocuparse por su apariencia puesto que los saltos la hizo revolver toda su cabellera
—Ramiro...—con decisión acerca sus labios a la oreja de la rubia susurrando su nombre con lentitud para que pueda entenderlo completamente. Delfi inclina la cabeza intentando escuchar pero es imposible por lo que se dedica a dar un sorbo de su cóctel
El joven de rulos inhala su perfume dándole cosquillas y sonríe al separarse. Yam sostiene la copa de sus manos dando un giro de 180º sin apartar ambos sus miradas, bastante cerca. Es tan solo un roce que logra electrizarlos al mismo tiempo; con total libertad quita sus gafas colocándolas sobre la camisa de satin negra que porta Ramiro, quien sonríe de lado con galantería.
Yamila toma el brazo de la pelinegra sacándola de la pista para dirigirse hacia los baños.
[ Para nosotros la vida es simple, queremos sentirnos omnipotentes, divertirnos, cometer errores. Si no podemos hacerlo a la luz del día nos refugiamos en algo que solo es nuestro. Lo mejor de tener una vida secreta, es que nunca sabes lo que te espera. ]
Delfi
ESTRENO!!!
Las partes en cursiva son narradas por Delfina, en toda la historia podrían narrar otros personajes pero siempre aparecerá el nombre por debajo.
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